Aunque la erradicación ya no se considera posible, la supresión de la población de pez león permite la recuperación de las poblaciones de peces autóctonos. Dada la enorme variabilidad de la densidad de población del pez león en función de la ubicación, el tipo y la profundidad de los arrecifes, para lograr los resultados ecológicos deseados es necesario combinar la captura comercial, el sacrificio mediante buceo y las trampas en aguas profundas.
Para desarrollar, aplicar y evaluar las intervenciones de gestión, es esencial determinar primero el estado actual de las poblaciones de pez león. Debido a su naturaleza críptica, la densidad del pez león suele subestimarse con las técnicas tradicionales de censo visual submarino; el método de búsqueda focalizada del pez león produce estimaciones más precisas de la densidad de esta especie.
Si se combina con estudios de las poblaciones de peces presa, y siguiendo el método desarrollado por Green et al. (2014: DOI 10.1890/13-0979.1), es posible determinar las densidades umbral del pez león, es decir, la densidad específica del lugar en la que las poblaciones de peces autóctonos pueden recuperarse. Esto proporciona a los gestores un objetivo de gestión y la capacidad de calcular el objetivo de capturas necesario asociado para cada zona con el fin de apoyar la supresión a largo plazo.
Las asociaciones eficaces son vitales. Sin la participación de las partes interesadas a todos los niveles -incluidos los departamentos gubernamentales, las comunidades pesqueras, las organizaciones ecologistas, los operadores turísticos y los expertos académicos- este proceso no tendrá éxito. Es necesaria la participación de los expertos pertinentes para impartir formación y/o determinar las densidades umbral del pez león específicas de cada lugar.
Para evaluar el impacto de las intervenciones de gestión sobre las poblaciones de pez león es necesario un seguimiento constante y a largo plazo mediante el método EBL.