Cooperativas de producción responsable de marisco
Nos asociamos con cooperativas y ONG para que los pescadores y sus familias puedan rescatar valor capturando y produciendo el marisco de mejor calidad y más sostenible. Esto cultiva la demanda de su exquisito marisco entre clientes distinguidos.
Trabajamos codo con codo con los chefs para sacar el máximo partido de nuestro exquisito marisco y garantizar el máximo nivel de atractivo culinario.
Esencial para crear un mercado comercial de marisco de alta calidad; requiere diversas asociaciones y estrategias de marketing creativas para atraer a consumidores y minoristas.
Perspicacia económica
Rescatamos el valor en la pesca para hacerla más rentable en función de la calidad y no del volumen.
Cada pescador ha adoptado al menos una de una serie de medidas de sostenibilidad que incluyen reservas pesqueras, cuotas de captura y límites de tamaño.
Sólo nos abastecemos de especies resistentes de estos pescadores.
Impacto y evaluación de la pesca

Una vez que la ONG SmartFish determina que una pesquería es candidata para nuestro modelo Value Rescue, llevamos a cabo un diagnóstico detallado del triple impacto actual de la pesquería y de su potencial para alcanzar las cuatro dimensiones del modelo Value Rescue:

1) Desempeño medioambiental y posibilidad de obtener una certificación de terceros o de aplicar un plan de mejora de la pesca (FIP) que cumpla los criterios de certificación;

2) Desempeño social: grado de organización de la cooperativa o empresa, incluido el grado de participación y eficacia de las estructuras de toma de decisiones y la posibilidad de incluir a otros miembros de la comunidad, especialmente a las mujeres, en el proceso de rescate de valor;

3) Desempeño empresarial del grupo, incluyendo tanto la producción como las ventas/comercialización;

4) Posible impacto social, medioambiental y económico de una intervención.

Hemos creado una División de Impacto dentro de SmartFish AC para desarrollar las herramientas necesarias para realizar estas evaluaciones y también para llevarlas a cabo. Para los resultados medioambientales y sociales nos basamos en gran medida en las normas existentes, como MSC y FairTrade. En cuanto a los resultados empresariales, hemos fusionado diversas normas.

Garantizar la confidencialidad de los datos y los análisis ha sido clave. La información periódica de los mismos a los pescadores asociados también ha resultado muy útil para que éstos identifiquen oportunidades.

Criterios y proceso de selección de pesquerías asociadas

Para maximizar el impacto de SmartFish, nos basamos en investigaciones empíricas y años de experiencia para establecer los criterios de selección de las pesquerías. Las pesquerías asociadas deben:

a) Estar formalmente organizados, con una estructura institucional eficaz (por ejemplo, una cooperativa) que incluya mecanismos para la toma de decisiones, para hacer cumplir las decisiones del grupo y una comprensión colectiva de los principios de sostenibilidad pesquera, así como el compromiso y la adhesión a los mismos;

b) Haber adoptado previa y formalmente medidas de sostenibilidad (por ejemplo, reservas pesqueras, cuotas diarias de capturas o límites de tamaño);

c) Dirigirse a especies biológicamente resistentes.

Hemos creado una División de Impacto dentro de SmartFish para determinar la elegibilidad de los posibles socios pesqueros, así como para realizar un seguimiento de los resultados sociales, medioambientales y empresariales de los socios antes, durante y después de nuestras intervenciones. Para más información, consulte el módulo de Evaluación de Impacto.

La sólida tradición cooperativista de México, unida a su respaldo jurídico y fiscal, ha dado lugar a una de las cooperativas pesqueras más sólidas del mundo. Preferimos trabajar con cooperativas que se han autoorganizado para lograr un sólido rendimiento social y medioambiental. Sin embargo, también estamos encantados de colaborar con grupos que han recibido ayuda de ONG (por ejemplo, COBI AC, Niparajá AC y ProNatura Noroeste AC) para mejorar sus resultados sociales y medioambientales lo suficiente como para cumplir nuestros estrictos criterios.

Escatimar en estos criterios puede crear problemas. Aunque nos gustaría que nuestro modelo funcionara para todos los pescadores, si no están organizados formalmente, con una estructura institucional eficaz (por ejemplo, una cooperativa), nuestras intervenciones de rescate del valor no pueden funcionar.

Por eso nos asociamos con grupos de pescadores que ya funcionan bien desde el punto de vista social y medioambiental. Tenemos en cuenta a los grupos que están prosperando, y para ello contamos con sólidas colaboraciones con ONG especializadas en la mejora del rendimiento social y medioambiental de las cooperativas.

Un proceso de negociación

El proceso de negociación consta de tres aspectos clave:

  • Organización para la asociación: comienza con la consulta a todas las partes interesadas sobre el concepto de manejo conjunto. Cuando comprenden y ven la necesidad de crear la asociación de manejo conjunto entre los actores, deben organizarse para estar listos para la negociación del acuerdo. El aspecto organizativo es esencial para convertir a los individuos pasivos de la comunidad en un grupo organizado con una visión común y asegurar un alto nivel de participación.
  • Negociar el acuerdo de cogestión y la institución de gobernanza compartida: Es la práctica de compartir el poder entre los actores. A través de la negociación, los distintos actores expresan sus preocupaciones y aportan sus ideas sobre cómo deben gestionarse y conservarse los recursos naturales. También se negocian cuestiones de gobernanza como quién puede tomar decisiones y cuáles son las responsabilidades y obligaciones de cada actor.
  • Aprender con la práctica: el proceso de negociación no es un proceso lineal, sino un bucle en espiral de aplicación del acuerdo, mantenimiento del funcionamiento de la institución de gobernanza compartida, seguimiento y revisión de sus resultados e impactos a lo largo del tiempo y aportaciones para la renovación del acuerdo.
  • Pleno apoyo político a todos los niveles, y acuerdo y apoyo de todas las partes interesadas para una gobernanza compartida y una gestión adaptativa.
  • Las costumbres tradicionales y la cultura local deben permitir que los distintos grupos de las comunidades se organicen, debatan y expresen sus ideas. En algunas culturas, se permite a las mujeres debatir temas públicos.
  • En los países donde la gestión centralizada se ha practicado durante años, las comunidades suelen estar formadas por individuos pasivos que viven unos al lado de otros. Ponerlas a tomar decisiones conjuntas con las autoridades sin darse cuenta de este hecho es un error que hay que evitar. Estas comunidades necesitan apoyo para organizarse, aprender y reforzar su sentido de la identidad y su relación con la zona. Delegar las tareas de dirección de la comunidad pasiva en los líderes locales (previa formación de estos líderes) es una práctica habitual, pero creará problemas más adelante.
  • El apoyo externo sólo debe centrarse en facilitar el proceso de negociación. Las cuestiones comunes identificadas y debatidas en el proceso de negociación deben ser el resultado del autoanálisis de los actores.
  • La negociación entre los actores clave debe continuar incluso después de la firma del acuerdo. El reparto de poder no debe detenerse con el primer acuerdo de cogestión. Los actores deben seguir renegociando y mejorando el acuerdo.
Oportunidades de establecer contactos para toda la vida

El aprendizaje en grupo, la retroalimentación entre pares y los intercambios entre pares están integrados en el diseño del programa Liderazgo SAM. Esto se combina con oportunidades continuas de trabajo en red virtual para permitir a los becarios desarrollar un grupo de apoyo para sus proyectos actuales y su pasión permanente por la conservación del Arrecife Mesoamericano. Liderazgo SAM busca una red consolidada y activa de Liderazgo SAM en la que los becarios colaboren entre sí y con expertos, comunidades, gobiernos e instituciones académicas, sin importar las fronteras. Forjar conexiones a través de disciplinas, organizaciones y límites geográficos ha sido fundamental para la misión del Liderazgo SAM.

  • Mantener el compromiso de los becarios, mantener redes sociales dinámicas y activas y ofrecer ventajas a los antiguos becarios, como becas para cursos o formación, o publicar sus trabajos y noticias.
  • Desarrollar estrategias que apoyen las interacciones "de becario a becario". Dado que muchos becarios utilizan Facebook, reclute becarios para que ayuden con la página de Facebook de MAR-Leadership.
  • Los becarios disponen de diferentes cantidades de tiempo y energía en función de las circunstancias cambiantes de su vida.
  • Es necesario aprender los comportamientos y actitudes necesarios para el desarrollo de redes y la gestión organizativa. Es importante formar al personal y a los becarios en los principios y comportamientos de las redes.
  • La introducción de herramientas de medios sociales ayuda a los becarios a movilizar apoyos para su propio trabajo y a crear capacidad con herramientas que pueden apoyar su conectividad continua.
Nuevas competencias para los líderes de la conservación

Se fortalece la capacidad de los líderes locales de la conservación para que sean más eficaces en el diseño y la ejecución de sus proyectos de conservación de manera que sirvan a los becarios de este programa durante toda su vida.

El Programa Liderazgo SAM ofrece formación en grupo e individual:

Durante los talleres de grupo se forma a los becarios en el diseño de proyectos y se perfeccionan sus capacidades de liderazgo. Entre las competencias que se abordan figuran el desarrollo de estrategias de comunicación eficaces, la oratoria, la negociación y la resolución de conflictos, la gestión del tiempo y el liderazgo en la gestión de equipos.

Para la formación individual, los becarios tienen acceso a un pequeño presupuesto que pueden utilizar para participar en cursos o programas de diploma técnico, clases intensivas de inglés o español, visitas a mentores, visitas a proyectos piloto, prácticas en organizaciones internacionales que se ocupan de temas relacionados con el proyecto del becario, así como la elaboración de estudios de mercado y la generación de datos para reforzar la viabilidad del proyecto de un becario determinado. Estos fondos se gastan de acuerdo con un plan de formación diseñado con aportaciones tanto del personal del programa como de expertos internacionales.

  • Un grupo de jóvenes becarios comprometidos para cada cohorte
  • Expertos y mentores internacionales que imparten formación sobre diseño de proyectos y habilidades de liderazgo
  • Recursos financieros para el funcionamiento del programa
  • Financiación inicial para el lanzamiento de proyectos

Resultó útil la participación de un consultor que proporciona asesoramiento técnico, cofacilita los cursos de formación y asesora en el diseño del proyecto. En concreto, el consultor ayuda a

  1. Investigar, revisar y destilar la literatura más actualizada sobre el tema de la cohorte, haciendo hincapié en la región del SAM.
  2. Sobre la base de la investigación anterior, formular recomendaciones para afinar la visión regional de éxito del programa, así como objetivos claramente definidos, con plazos concretos y mensurables con respecto a las bases de referencia.
  3. Ayudar al personal del programa a elaborar un perfil del becario ideal para la cohorte y a seleccionar entre 12 y 14 becarios para el programa.
  4. Dirigir el programa de formación en liderazgo y desarrollo de proyectos de la cohorte.
  5. Facilitar e identificar recursos humanos para impartir con éxito talleres de formación durante el ciclo de la cohorte.
  6. Proporcionar tutoría y asistencia técnica a los becarios en la incubación de sus ideas de proyecto para convertirlas en un éxito.
Fomento de las redes de carbono azul
Se está trabajando para ampliar y transferir las lecciones aprendidas de los proyectos actuales a otros países de América Central y del Sur. Es necesario difundir los conocimientos básicos sobre el carbono azul a múltiples niveles y escalas, identificar a los "campeones" locales y calibrar el interés en reproducir las experiencias. El establecimiento de una red de profesionales, científicos especializados en carbono azul y responsables de la toma de decisiones fomenta el intercambio de experiencias e información, sirviendo así de catalizador para futuros trabajos. Además, los vínculos con iniciativas mundiales garantizan marcos de trabajo comunes para alcanzar objetivos similares.
Por encima de todo, es necesario promover las capacidades locales y regionales para que se utilicen un lenguaje, unos objetivos y unas expectativas comunes en torno al carbono azul más allá de las fronteras nacionales. Es necesario contar con "campeones" o puntos focales locales que impulsen el desarrollo de proyectos de investigación y listos para el mercado y ayuden a desarrollar marcos políticos nacionales. Una vez alcanzada una masa crítica de personas, hay que buscar vías de financiación que promuevan el intercambio de conocimientos y las actividades piloto.
El interés por los proyectos de carbono azul está aumentando en toda América, pero aún se necesita una masa crítica de científicos, profesionales y responsables políticos. La comprensión de los fundamentos científicos y políticos del carbono azul se encuentra aún en una fase incipiente en muchos países, por lo que los mensajes clave deben transmitirse oportunamente al público adecuado. La literatura internacional aún necesita romper las barreras lingüísticas para facilitar la difusión entre múltiples actores. Es necesario identificar a personas clave en los gobiernos y los institutos de investigación con conocimientos y experiencia previos o interés actual en el carbono azul para que puedan actuar como puntos focales en sus países o subregiones y difundir información, diseñar y poner en marcha iniciativas locales y facilitar la ampliación. Es necesario comprender la cultura de compartir información y datos en toda América Latina para promover diálogos y acciones de manera productiva.
Desarrollo de marcos políticos nacionales

La existencia de marcos políticos sólidos facilita el diseño y la aplicación de iniciativas locales y nacionales de carbono azul. Estas políticas promueven el apoyo oficial del gobierno y los cimientos de las funciones institucionales, y ofrecen vínculos con otras políticas, mecanismos y estrategias nacionales e internacionales (como las NDC, REDD+ y NAMA). El proceso de elaboración de políticas comienza con consultas informales con las autoridades nacionales para trazar un mapa de actores, calibrar su interés y obtener su apoyo. Dado que se trata de construcciones a escala nacional, el asesoramiento estratégico y la facilitación del proceso son importantes.

Lo más importante es suscitar el interés y el apoyo de las autoridades nacionales con poder de decisión, ya que la elaboración de políticas es una función gubernamental y no debe imponerse a un país. La existencia de otras políticas medioambientales, costero-marinas o de cambio climático permite alinear o incorporar las nociones de la política del carbono azul dentro de las políticas preexistentes. La disponibilidad y comunicación de datos científicos sólidos para el público también es importante durante la elaboración de políticas.

Según nuestra experiencia, es necesaria una "socialización" inicial (suministro, introducción y comunicación) de la información y los principios básicos del carbono azul a través de reuniones formales e informales con funcionarios del país en múltiples niveles de toma de decisiones. A continuación, debe considerarse una clara comprensión de las necesidades y prioridades actuales del país, y cómo pueden satisfacerse mediante acciones de carbono azul, para garantizar que el proceso sea compatible con los procesos nacionales en curso y los compromisos internacionales en materia de cambio climático y conservación. El papel de las personas que facilitan el proceso político es clave para ofrecer información sólida, comprender las necesidades de los países, garantizar que se satisfacen los intereses de los diferentes actores, negociar asuntos complejos y mediar en los conflictos que puedan surgir. El ritmo al que los gobiernos responden a procesos específicos no es necesariamente compatible con los objetivos a corto plazo del desarrollo y la ejecución de proyectos locales o la cooperación internacional.

Modelización geoespacial y de emisiones
La evaluación de la dinámica histórica del uso del suelo en las zonas costeras se basa en el análisis geoespacial de una secuencia de imágenes de satélite. Clasifica las categorías de uso del suelo y cómo cambia su superficie a lo largo del tiempo. A partir de esta dinámica, puede estimarse mediante modelización la cuantificación de las emisiones de carbono asociadas a la conversión de los manglares en otros usos del suelo. Esto proporciona tanto una evaluación de las reservas de carbono perdidas como una identificación de las áreas adecuadas para la restauración. Esto también puede vincularse a las estimaciones de la pérdida de capital natural a lo largo del tiempo.
El principal requisito es la disponibilidad de una serie coherente de imágenes por satélite que esté libre de nubosidad y ofrezca una resolución espacial suficiente para diferenciar los rodales (y tipos) de manglares, la agricultura circundante y otros usos humanos del paisaje. También son importantes las capacidades locales o nacionales para el procesamiento por teledetección y los análisis SIG avanzados de las características costeras. La modelización de las emisiones es un reto que debe resolverse mediante la mejora de las capacidades.
Aunque se dispone fácilmente de instalaciones de SIG y de personal formado, en el campo de los SIG y de la teledetección aún faltan capacidades para clasificar adecuadamente los distintos tipos de manglares dentro de un rodal, especialmente cuando se utilizan imágenes de mayor resolución. Hemos estado explorando la aplicación de técnicas innovadoras de procesamiento y clasificación de imágenes con buenos resultados. Sin embargo, el proceso no puede automatizarse por completo y los análisis requieren tiempo y la opinión de expertos. El acceso a una serie de imágenes consistentemente libres de nubes a lo largo de diferentes fechas es un reto. A esto se suma el mal funcionamiento de un satélite muy conocido, que limita aún más la disponibilidad de imágenes adecuadas para los análisis. La ampliación de los análisis de la escala local a la subnacional y a la regional presenta retos adicionales en cuanto a la resolución espacial, el volumen de datos para los análisis y el tiempo necesario.