
Una zonificación eficaz como herramienta clave de ordenación y gestión del territorio

Contexto
Défis à relever
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Procesar
Resumen del proceso
Bloques de construcción
Zonificación de usos múltiples
En algunas partes del mundo, la zonificación se basa únicamente en permitir o prohibir determinadas actividades en áreas específicas. En la GBR existe un espectro de zonas, cada una de ellas con diferentes objetivos; estas zonas permiten la realización de una serie de actividades siempre que cada una de ellas cumpla el objetivo de zona correspondiente. Las disposiciones del Plan de Zonificación se aplican a todos los usuarios de la GBR. El Plan de Zonificación establece en detalle dos listas específicas de disposiciones de "uso o entrada" para cada zona; éstas ayudan a determinar los tipos de actividades que son apropiadas en esa zona en particular. 1. La primera lista indica las actividades que están permitidas en esa zona ("de pleno derecho") y que no requieren permiso; 2. La segunda lista estipula qué actividades pueden realizarse en esa zona concreta, pero sólo después de que se haya evaluado la solicitud de permiso y, si la solicitud cumple todos los requisitos necesarios, se haya concedido el permiso. La normativa especifica el proceso de evaluación y los criterios para obtener un permiso, que varían en función de la actividad propuesta. Algunas zonas también pueden estipular restricciones sobre los tipos de artes de pesca, lo que también proporciona distintos niveles de protección. Si una actividad no figura en los puntos 1 y 2, está prohibida en esa zona.
Factores facilitadores
La legislación de 1975 especificaba que un plan que describiera zonas derivadas espacialmente (es decir, la zonificación) debía ser una herramienta de gestión clave para el Parque Marino de la GBR, y la legislación exigía que los planes de zonificación definieran los fines para los que se podían utilizar o acceder a determinadas áreas. Los objetivos de la zonificación han "evolucionado" desde la versión de 1975 de la Ley (véase Day 2015), reconociéndose hoy en día la necesidad de proteger toda la biodiversidad de la GBR y no solo las especies o hábitats clave.
Lección aprendida
- Para facilitar la comprensión del público, las actividades permitidas en el Plan de Zonificación se han resumido en una sencilla matriz de actividad/zonificación (véanse las fotos más abajo). No obstante, el Plan de Zonificación estatutario (es decir, la legislación subordinada a la Ley) debe ser la base jurídica para determinar qué actividades son apropiadas en una zona.
- Los mapas de zonificación son una versión pública del Plan de Zonificación; sin embargo, para determinar con exactitud los límites de una zona, deben utilizarse las descripciones de las zonas que figuran en el reverso del Plan de Zonificación.
- El hecho de que el Plan de Zonificación establezca que una actividad puede llevarse a cabo con un permiso no significa automáticamente que siempre se vaya a conceder; la solicitud debe ser evaluada y sólo se concederá el permiso si cumple todos los criterios necesarios.
Asignación de zonas por objetivos y no por actividades
La diferencia entre la zonificación por objetivos y la zonificación por actividades se explica mejor con un ejemplo: una zona de "prohibición de la pesca de arrastre" puede indicar claramente que una actividad está prohibida (es decir, toda la pesca de arrastre está prohibida en esa zona), pero puede no estar claro qué otras actividades pueden estar permitidas o no. El objetivo de la Zona de Protección de Hábitats permite realizar en ella una serie de actividades que tienen un impacto (relativamente) mínimo en los hábitats bentónicos; por ejemplo, se permite la navegación, el buceo y la investigación de impacto limitado, así como algunas actividades extractivas como la pesca con sedal, la pesca con red, la pesca con curricán y la pesca submarina (es decir, algunas actividades pesqueras, pero no todas). Sin embargo, el objetivo de la zona y las disposiciones de zonificación relacionadas prohíben claramente la pesca de arrastre de fondo, el dragado o cualquier otra actividad perjudicial para los hábitats sensibles de esa zona. En la mayoría de los océanos hay muchas actividades marinas existentes o potenciales que necesitan ser gestionadas, pero muchas de estas actividades son complementarias y pueden darse dentro de la misma zona; si la zonificación se utiliza para abordar todas las actividades existentes (y la zonificación oceánica es sin duda una herramienta importante para hacerlo), entonces es preferible que la zonificación sea por objetivos en lugar de por cada actividad individual.
Factores facilitadores
El plan de zonificación es un documento estatutario que incluye todos los detalles específicos de la zonificación (por ejemplo, los objetivos de la zona (véanse los recursos más abajo), los límites detallados de la zona, etc.). La ley establece el "poder principal" para elaborar un plan de zonificación e incluye un apartado sobre la Interpretación de los planes de zonificación (artículo 3A) y detalles sobre los objetivos de la zonificación, lo que debe contener un plan de zonificación y cómo debe elaborarse un plan de zonificación (artículos 32-37A).
Lección aprendida
- Si un objetivo de zona tiene varias partes, debe haber una jerarquía clara dentro del objetivo. Por ejemplo, si el objetivo consiste en garantizar tanto la conservación como el uso razonable (como ocurre en la mayoría de las zonas de la RGC, véanse los recursos más abajo), la segunda parte está siempre supeditada a la primera (es decir, el uso razonable sólo puede darse si está supeditado a garantizar la conservación).
- El Plan de Zonificación de la GBR también contiene una disposición especial de permiso "general" ("cualquier otro propósito coherente con el objetivo de la zona..."). Esta disposición contempla nuevas tecnologías o actividades que no se conocían cuando se aprobó el Plan de Zonificación. Constituye una importante "red de seguridad" que permite que una actividad que no figure en ninguna de las dos listas explicadas en BB1 pueda obtener un permiso siempre que sea coherente con el objetivo de la zona.
Límites de zona basados en coordenadas
Los límites de zona pueden describirse a una distancia determinada del borde de un accidente geográfico (por ejemplo, "500 m del borde del arrecife"). El resultado suele ser un límite de zona de forma irregular. Representar un arrecife o un grupo de arrecifes de esta manera puede parecer ecológicamente apropiado en un mapa, pero utilizar el borde de esos accidentes para trazar los límites de la zona ha demostrado ser muy difícil de interpretar en el agua. Por ejemplo, muchas partes de los arrecifes están fragmentadas o a veces sumergidas, por lo que es difícil determinar en el agua el borde del arrecife y utilizarlo para estimar una distancia. Además, no es fácil calcular 500 m (ni siquiera 100 m) sobre el agua. Por ello, en el Plan de Zonificación de la GBR de 2003 se introdujeron límites zonales basados en coordenadas, en longitud/latitud y expresados en grados y minutos decimales. Dichos límites abarcan todas las características ecológicas (es decir, quedan fuera de los límites de los arrecifes y las islas). Los límites de las zonas están orientados al norte, sur, este y oeste para facilitar la navegación o comprenden líneas rectas entre dos coordenadas fáciles de determinar. Las líneas rectas parecen menos "apropiadas desde el punto de vista ecológico", pero son más fáciles de localizar y aplicar en zonas de alta mar, sobre todo si se utilizan dispositivos electrónicos como, por ejemplo, un sistema de posicionamiento global GPS o un plotter.
Factores facilitadores
Basándose en la zonificación existente, es importante que cada zona tenga un número único, referenciado a una descripción detallada en el Plan de Zonificación estatutario (ver Recursos) y con un identificador de zona único (p.ej. MNP-11-031): a) MNP se refiere al tipo de zona (Zona de Parque Nacional Marino) b) los dos primeros números se refieren a su latitud (el ejemplo mostrado arriba está en la latitud 11°) c) El último número (031) permite identificar una zona específica en los mapas de zonificación y hacer referencias cruzadas con el Plan de Zonificación.
Lección aprendida
- En los mapas de zonificación de libre acceso no figuran todas las coordenadas de las zonas, pero sí las más importantes para la mayoría de los usuarios (por ejemplo, las zonas de prohibición de pesca y las zonas de prohibición de acceso).
- Reconociendo que no todo el mundo tiene un GPS, los límites de las zonas costeras, sin embargo, se alinean con rasgos costeros reconocibles o hitos o mojones identificables (por ejemplo, "la zona se extiende hacia el norte desde el extremo oriental del cabo de xxx").
- En las rampas para embarcaciones situadas a lo largo de la costa se colocan carteles que indican las zonas cercanas (véanse las fotos más abajo).
- Todas las coordenadas de las zonas se facilitan a los proveedores comerciales de ayudas electrónicas a la navegación, lo que permite cargar las zonas en un GPS.
- Además, todas las coordenadas de las zonas están disponibles gratuitamente en Internet o en CD para que cualquier usuario pueda trazar las coordenadas en su propia carta de navegación o localizar una zona utilizando su propio GPS.
- Para mayor precisión, todas las coordenadas deben referenciarse a un Datum Geocéntrico oficial especificado (por ejemplo, GDA94 en Australia).
Principios biofísicos, socioeconómicos y de planificación de la gestión
La nueva red de zonas de prohibición de pesca (NTZ) en la GBR se guió por 11 Principios Operativos Biofísicos desarrollados utilizando los principios generales de diseño de reservas y los mejores conocimientos disponibles sobre el ecosistema de la GBR (ver Recursos). Entre ellos se incluyen:
- Tener unas pocas ZNT más grandes (en lugar de muchas más pequeñas)
- Tener un número suficiente de ZNT para evitar impactos negativos.
- Cuando un arrecife está dentro de una ZTN, debe incluirse todo el arrecife.
- Representar al menos el 20% de cada biorregión en las ZNT.
- Representar la diversidad entre plataformas y latitudes en la red de ZNT.
- Aprovechar al máximo la información medioambiental, como la conectividad, para formar redes viables.
- Incorporar lugares biofísicamente especiales o únicos.
- Tener en cuenta los usos marítimos y terrestres adyacentes a la hora de elegir las ZTN.
También se aplicaron cuatro Principios Operativos de Viabilidad Social, Económica, Cultural y de Gestión:
- Maximizar la complementariedad de las ZNT con los valores, actividades y oportunidades humanas;
- Garantizar que la selección final de las ZTN reconozca los costes y beneficios sociales;
- Maximizar la ubicación de las ZNT en lugares que complementen e incluyan los acuerdos de gestión y tenencia presentes y futuros; y
- Maximizar la comprensión y aceptación públicas de las ZNT y facilitar su aplicación.
Factores facilitadores
Un Comité Científico Directivo independiente, compuesto por científicos expertos en la RGC, ayudó a desarrollar estos principios, basándolos en el conocimiento experto del ecosistema, la bibliografía disponible y sus consejos sobre lo que mejor protegería la biodiversidad. La consideración cuidadosa de las opiniones de los propietarios tradicionales, usuarios, partes interesadas y responsables de la toma de decisiones fue un requisito previo esencial antes de decidir la configuración espacial final de las ZTN que podrían cumplir estos principios.
Lección aprendida
- Disponer de un conjunto de principios de planificación a disposición del público ayuda a todos a comprender cómo se desarrolla la red de ZTN.
- Los principios se basan en los mejores conocimientos científicos y especializados disponibles, pero pueden mejorarse.
- Un principio no debe considerarse de forma aislada; todos ellos deben tratarse colectivamente como "un paquete" para sustentar el número, el tamaño y la ubicación de las ZTN.
- Ninguna de estas recomendaciones se refiere a cantidades "ideales" o "deseadas", sino a niveles mínimos de protección recomendados. Proteger al menos estas cantidades en cada biorregión y cada hábitat contribuye a alcanzar el objetivo de proteger toda la biodiversidad.
- El principio de "un mínimo del 20% por biorregión" suele malinterpretarse: NO dice que haya que proteger el 20% de cada biorregión de las ZNT, sino que recomienda que no se proteja menos del 20%. En algunos casos, esa es sólo la cantidad mínima y en algunas biorregiones menos disputadas es más apropiado proteger un porcentaje mayor.
Uso y limitaciones de los sistemas/herramientas de apoyo a la toma de decisiones
Los sistemas de apoyo a la toma de decisiones (DSS, por sus siglas en inglés) o las herramientas analíticas, como Marxan o SeaSketch, se promueven a menudo como un requisito previo para una planificación espacial marina eficaz, ya que proporcionan una solución rápida y fiable a un problema de planificación. Es natural que los usuarios de DSS esperen que el uso del DSS genere "la respuesta" y, por lo tanto, proporcione la solución a su problema de planificación. En la mayoría de los casos, los SES producen resultados simplistas que deben modificarse con otros métodos de planificación. Todas las herramientas de DSS tienen limitaciones y no pueden compensar la falta de datos o los datos incompletos. Pueden producir efectos secundarios no deseados y a menudo son incapaces de ajustarse a la complejidad de los problemas de planificación del mundo real. Los resultados de la planificación son de escaso valor práctico si no se tienen en cuenta los valores sociales, culturales y económicos, pero rara vez se dispone de esos datos en una forma modificable para una EDS o con una resolución espacial adecuada. En la GBR, el DSS generó una "huella" de varias opciones de zonas de "veda", pero no podía abarcar los ocho tipos de zonas, por lo que fue necesario aplicar otros métodos de planificación. Sin embargo, el verdadero beneficio fue la capacidad de generar parámetros que sirvieran de base para el desarrollo de la mejor red posible de zonas de veda.
Factores facilitadores
Marxan fue desarrollado por la Universidad de Queensland como una versión modificada de SPEXAN para satisfacer las necesidades de la GBRMPA durante el Programa de Áreas Representativas y el desarrollo del Plan de Zonificación de 2003. Las imágenes que aparecen a continuación muestran que Marxan no produjo la red de zonificación final en la GBR, pero sí proporcionó un valioso apoyo a la toma de decisiones a través de la contabilidad post-hoc de varias opciones, permitiendo una rápida evaluación de las implicaciones de cada opción en términos de cada uno de los objetivos de planificación.
Lección aprendida
En realidad, un SES no puede llevar a cabo los ajustes de precisión y las compensaciones políticas que inevitablemente se producen en las fases finales de la planificación, por lo que nunca puede producir la solución pragmática definitiva para ninguna tarea de planificación. Algunas de las carencias de las EDS son
- Cierta información de planificación, especialmente los datos socioeconómicos, puede no ser fácil de aplicar en un DSS.
- Aunque un SES puede generar una "solución", ésta se ve inevitablemente refinada si se introducen valores socioeconómicos. Estos valores no suelen estar representados en los datos, pero a menudo son algunos de los más fundamentales para un resultado socialmente aceptable.
- Unos datos deficientes siempre conducirán a un resultado deficiente.
- En el programa de planificación del GBR, ni siquiera las "normas" más sencillas, como "todas las reservas deben tener un tamaño no inferior a...", pudieron aplicarse directamente mediante un DSS.
- Algunas partes interesadas desconfían de los modelos de "caja negra" o DSS (por ejemplo, Marxan o Seasketch) que no comprenden.
Trabajar con la mejor información/conocimientos disponibles
Al emprender una tarea de planificación o zonificación, rara vez un planificador tiene acceso a toda la información o conocimientos que desearía para toda el área de planificación. Ya se trate de datos ecológicos más coherentes en toda el área de planificación o de una comprensión más completa de toda la información social y económica, un planificador se enfrenta a menudo a las siguientes opciones:
- Esperar a disponer de más datos (con el objetivo último de acumular información "perfecta" en todos los conjuntos de datos necesarios); o bien
- Trabajar con los mejores conocimientos científicos disponibles y aceptar que, aunque no son perfectos, son adecuados siempre que se comprendan las deficiencias de los datos (por parte de los planificadores y los responsables de la toma de decisiones) y se expliquen claramente al público y a los responsables de la toma de decisiones. Un conocimiento insuficiente de los ecosistemas marinos puede impedir fijar objetivos significativos o resultados deseables a la hora de planificar. David Suzuki se preguntaba en 2002 cómo podemos planificar y gestionar eficazmente cuando "... hasta la fecha todo lo que realmente hemos identificado es... alrededor del 10-20% de todos los seres vivos", y "... tenemos un inventario tan pobre de los constituyentes y un plano prácticamente inútil de cómo interactúan todos los componentes...".
Factores facilitadores
Comprender bien el contexto más amplio en el que se sitúa el AMP es un factor importante a la hora de planificar. Debido a los niveles de "conectividad" del medio marino y a la interdependencia biológica con las comunidades vecinas, una AMP sólo puede ser tan "saludable" como las aguas que la rodean. Incluso una AMP bien planificada será difícil de gestionar si las aguas circundantes están sobreexplotadas, contaminadas o gestionadas de forma inadecuada.
Lección aprendida
- La realidad es que si se espera a tener la información "perfecta" para planificar, nunca se empezará.
- Hay que tener en cuenta que las zonas marinas son dinámicas y cambian constantemente y que, con los avances tecnológicos, los niveles y las pautas de uso cambian constantemente, al igual que los contextos sociales, económicos y políticos, por lo que disponer de datos perfectos es, siendo realistas, un objetivo imposible.
- En prácticamente todas las situaciones de planificación, es mejor proceder con la mejor información disponible que esperar a disponer de datos "perfectos". Sin embargo, si se dispone de nuevos datos durante el proceso de planificación, hay que incorporarlos en lugar de ignorarlos.
- Las personas que están a menudo en el agua (como pescadores y operadores turísticos) suelen saber tanto (o más) sobre el entorno local que los investigadores, así que hay que aprovechar sus conocimientos y utilizarlos para aumentar los mejores datos científicos disponibles.
- Cuando los recursos son limitados, la búsqueda de nuevos datos debe centrarse en proporcionar información que sea útil para la gestión en curso.