Zonas protegidas, desarrollo y cambio climático en la región del bajo Mekong
La región del Bajo Mekong es un punto caliente de biodiversidad. Bosques, ríos, llanuras aluviales y humedales sustentan innumerables especies y son la base de los medios de vida rurales y las economías locales. En los últimos 30 años, el desarrollo humano ha obligado a muchos de estos sistemas ecológicos a existir dentro de paisajes terrestres y marinos sometidos a presiones antropológicas. Reconociendo que las comunidades y las economías están mejor preparadas para adaptarse al cambio climático si los sistemas naturales permanecen intactos, Laos, Camboya, Tailandia y Vietnam formaron una asociación a escala regional para adoptar planes de acción para la expansión estratégica de la red de áreas protegidas (AP) de la región, y para integrar formalmente las AP en el desarrollo nacional, sectorial y regional. El esfuerzo de colaboración de gobiernos, ONG y empresas sigue estudiando el nexo entre conservación y desarrollo, examinando el papel de las AP en la reducción de la pobreza y la mitigación del cambio climático.
Contexto
Défis à relever
Medio ambiente - Esta solución aborda los retos de gestionar recursos naturales que no se limitan a las fronteras de un país, y de formar una red regional de AP estratégicamente planificada y gestionada.
Social - Uno de los principales retos sociales que aborda esta solución es la mitigación de la pobreza, sobre todo en las comunidades pobres que lindan con las AP. Al diseñar estratégicamente las redes de AP para proteger los servicios de los ecosistemas, como la filtración de agua y la producción de alimentos, se pueden salvaguardar los recursos naturales e incorporar los beneficios a la planificación del desarrollo para aliviar la pobreza.
Economía - Esta solución aborda los retos de cuantificar el valor económico de las AP y sus recursos naturales, y de gestionar en colaboración las economías basadas en la naturaleza (como la pesca) más allá de las fronteras políticas.
Ubicación
Procesar
Resumen del proceso
Cuantificar el valor económico y la contribución de las AP y los recursos naturales a la mitigación de la pobreza y, a continuación, añadir las AP y los recursos naturales al presupuesto y los planes de gestión del país e invertir en su gestión real.
Bloques de construcción
Planificar y gestionar en colaboración las zonas protegidas y los recursos naturales
Los sistemas naturales no se limitan a las fronteras nacionales y deben ser la base de un desarrollo regional transfronterizo que ofrezca oportunidades de colaboración política, técnica y cultural que conduzcan a beneficios económicos mutuos. La asociación en la región del bajo Mekong unió a cuatro Estados miembros y se amplió a los países del alto Mekong, y proporcionó el marco para acuerdos de conservación específicos entre los países.
Los Estados miembros empezaron por realizar revisiones nacionales de recursos y políticas, en las que participaron grupos de trabajo intersectoriales de agencias de AP, organismos de planificación económica y finanzas, sectores de desarrollo y organizaciones conservacionistas. Las revisiones nacionales orientaron un plan de acción regional para determinar cuánto y qué partes de la región debían conservarse en su estado natural para obtener los mejores resultados de desarrollo. Los Estados miembros colaboraron en la revisión de las cuestiones que requerían una gestión compartida y adoptaron las mismas metas y objetivos para facilitar el análisis comparativo y la colaboración regional. Los exámenes nacionales sentaron las bases de la información y las orientaciones que los gobiernos de la región desean seguir, y los resultados se integrarán en las políticas, programas y prácticas de cada país y de sus socios internacionales.
Factores facilitadores
Los colaboradores deben tener metas y objetivos comunes, y todos los miembros deben beneficiarse por igual de los acuerdos alcanzados. Además, los acuerdos deben formarse de manera que puedan actualizarse para tener en cuenta la rápida evolución del medio ambiente y el desarrollo humano.
Lección aprendida
Lecciones aprendidas para superar las diferentes prioridades de desarrollo:
- Los cuatro países no tienen avances, objetivos y prioridades de desarrollo similares. Tailandia, por ejemplo, está más desarrollada y centrada en la conservación en comparación con Camboya, donde el desarrollo económico es prioritario. Es necesario reconocer estas diferencias para garantizar que las metas y prioridades nacionales de desarrollo coincidan con las metas y objetivos compartidos para planificar y gestionar las AP de forma colaborativa, lo que exigió intensas consultas, debates y negociaciones.
Lecciones aprendidas para superar las diferencias en la autoridad y capacidad de gestión de las AP a la hora de desarrollar planes de colaboración:
- ¿Lecciones para resolver las contradicciones potenciales entre el desarrollo (o las dificultades en la implementación) de un plan de gestión colaborativa de AP a nivel de gobierno nacional y los procesos nacionales de descentralización en la gestión de AP? O quizás diferencias en quién decide y quién participa en la gestión de las AP.
Valorar las zonas protegidas y los recursos naturales
Para conservar eficazmente los recursos naturales y facilitar el desarrollo sostenible, debe producirse un cambio de percepción para que las comunidades y los gobiernos vean las AP y los recursos naturales como unidades productivas de la economía, y no como recursos asediados por los sectores del desarrollo y las comunidades locales. En los países del bajo Mekong, las actitudes están cambiando y los gobiernos empiezan a percibir las AP como activos económicos cuidadosamente conservados por los beneficios que aportan al desarrollo. Mientras se produce este cambio, los gobiernos avanzan hacia una situación en la que el capital natural de las zonas protegidas se evalúa periódicamente y los resultados se reflejan en el PIB y los presupuestos. Los Estados miembros entienden que invertir en las zonas protegidas y en el capital natural garantiza que los recursos se mantengan, restauren y amplíen para que sigan produciendo servicios ecosistémicos vitales para el desarrollo y la expansión económica.
Factores facilitadores
Para que este elemento constitutivo tenga éxito, los ciudadanos y las industrias deben beneficiarse directamente de la conservación de los recursos naturales y de la expansión de las redes de AP. Los beneficios directos pueden adoptar la forma de filtración de agua, control de inundaciones, producción pesquera, etc. Si los ciudadanos y las industrias no se benefician directamente, no verán el valor de ampliar las AP. El éxito también depende del compromiso de los gobiernos de invertir económicamente en el mantenimiento y la expansión de las AP y sus recursos.
Lección aprendida
Todas las AP necesitan que sus valores se expresen en términos económicos que puedan comunicarse en los presupuestos anuales y a largo plazo. Las valoraciones deben formar parte de los planes de gestión de las AP y de las evaluaciones ambientales asociadas a las propuestas de desarrollo que afecten a las AP.
Cada sector debe ser consciente de los beneficios de desarrollo que obtienen o podrían obtener de las AP.
Dichos beneficios y su mantenimiento deben reconocerse en los planes y presupuestos sectoriales.
Es necesaria una aplicación más sistemática del enfoque "el beneficiario o el usuario paga" en todos los sectores, lo que requiere políticas e instrumentos económicos de apoyo. Los proyectos piloto ya realizados, por ejemplo, las tasas hidroeléctricas de Laos, deberían aplicarse de forma coherente y reproducirse en los países vecinos.
Los usuarios de las zonas protegidas deben participar en su gestión y protección. Se necesitarán nuevos enfoques de gestión colaborativa en relación con zonas, recursos y derechos de acceso específicos y con los servicios y productos que proporcionan las AP.
En todas estas nuevas orientaciones subyace la necesidad de aumentar la capacidad, las aptitudes y los presupuestos de los gestores de AP.
Impactos
Medio ambiente - La asociación ha facilitado la planificación y gestión conjuntas de las zonas protegidas y los recursos naturales de la región. Ha llevado al establecimiento de metas y objetivos compartidos, incluida la formación de un proceso para tratar las AP y su capital natural como unidades productivas de la economía sujetas a balances periódicos cuyos resultados se reflejen en el PIB y los presupuestos. La iniciativa también sentó las bases para ampliar estratégicamente la red de AP de la región, de modo que los ecosistemas críticos, como las llanuras aluviales, se incluyan en las AP y no se incorporen a los asentamientos humanos.
Social - La asociación sigue dando prioridad a la reducción de la pobreza en las comunidades limítrofes con las AP y los paisajes que proporcionan servicios ecosistémicos críticos. Además, la continua expansión de la red de AP de la región servirá como solución natural para mitigar los efectos del cambio climático. Por otra parte, el esfuerzo de colaboración ha fomentado relaciones de trabajo positivas entre agencias e industrias dentro de cada país, así como a través de las fronteras nacionales.
Economía - La colaboración garantiza que las economías basadas en la naturaleza, como la pesca y el turismo, se gestionen de forma sostenible y coherente más allá de las fronteras políticas, asegurando que los recursos y las economías puedan prosperar en el futuro. Esto es especialmente importante en el caso de los recursos que se extienden a través de las fronteras nacionales, como los ríos y las especies animales migratorias.
Beneficiarios
Los beneficiarios de esta solución son los gobiernos, ciudadanos e industrias residentes en la región del Mekong.