Los esfuerzos para obtener ganancias netas en biodiversidad suelen contar con un defensor. Puede tratarse del director ejecutivo de una empresa comprometido con la aplicación de este enfoque. Pero si esa persona se marcha, ese compromiso puede perderse o ser sustituido por otras prioridades. Por tanto, el beneficio neto de la biodiversidad debe integrarse en la mentalidad de la empresa a todos los niveles. La aplicación, la comunicación y la dotación de recursos son fundamentales y deben enmarcarse en los sistemas de gestión, presupuestación e información existentes. Es necesario un enfoque integrado de la gestión de riesgos, lo que significa que los equipos medioambientales, comunitarios y sociales deben trabajar con el personal de la empresa para compartir conocimientos y experiencias que ayuden a desarrollar planes de acción holísticos y resistentes.
Proporcionar financiación, personal y orientación adecuados es fundamental para las iniciativas de ganancia neta de biodiversidad. Es importante desarrollar herramientas de fácil aplicación que integren este enfoque en el registro corporativo y la planificación a largo plazo.
Cuando forman parte de un requisito reglamentario o de un prestamista, las iniciativas son más sostenibles, sobre todo cuando se integran en planes más amplios y los acuerdos se negocian con las comunidades locales y las autoridades reguladoras. Los reglamentos y las condiciones de los prestamistas suelen ser fuertes motivadores para mantener el enfoque BNG.
Crear confianza y desarrollar relaciones entre la empresa, las ONG, el gobierno y las comunidades lleva tiempo, pero es fundamental para el éxito.
Hay que demostrar claramente que la ganancia neta de biodiversidad es rentable, ya sea por la demanda pública, la normativa o las expectativas de las partes interesadas. Un argumento empresarial sólido contribuirá a afianzar el compromiso a largo plazo con el coste de aplicación de una iniciativa.