

Las Primeras Naciones iniciaron un proceso para definir las Tierras Ancestrales completando estudios sobre el uso y la ocupación del suelo, investigaciones arqueológicas, estudios sobre el hábitat de los alces, documentación histórica y planes comunitarios de gestión de la tierra. A partir de 1999, iniciaron el diálogo sobre la importancia de las Tierras Ancestrales, el modo de vida, las amenazas industriales y cómo podían trabajar juntos y ayudarse mutuamente. En 2002 se firmó el Acuerdo de las Primeras Naciones, un documento histórico que describe el compromiso de trabajar juntos para proteger las Tierras Ancestrales. El impulso para crear una corporación benéfica sin ánimo de lucro con un Consejo de Administración fue disponer de un foro para un diálogo continuo y regular, una toma de decisiones consensuada y no jerárquica y una entidad legal que pudiera hacer contratos, recaudar fondos y desarrollar un expediente de candidatura al Patrimonio Mundial. La Corporación se creó en 2006 con un Consejo formado por un representante de cada Primera Nación y del Gobierno Provincial. Un Director Ejecutivo supervisa las operaciones y proporciona apoyo y asesoramiento. Su misión es reconocer y apoyar la cultura anishinaabe y salvaguardar el bosque boreal, preservando un paisaje cultural vivo para garantizar el bienestar de los anishinaabeg y para beneficio y disfrute de todas las personas.
- Acuerdo de las Primeras Naciones firmado en 2002 para colaborar en la protección de las tierras ancestrales.
- Firma en 1998 de un Memorándum de Acuerdo interprovincial sobre zonas naturales (Manitoba y Ontario) para colaborar en la planificación y gestión de los parques provinciales adyacentes.
- Convocatoria de la UICN para la presentación de candidaturas de PM sobre los ecosistemas del escudo boreal en 2003.
- Voluntad de los Gobiernos de Manitoba y Ontario y de las cuatro Primeras Naciones Pimachiowin Aki de colaborar en una designación.
- Aportación de fondos por parte de las provincias para crear la Pimachiowin Aki Corporation.
- Necesidad de niveles previsibles de apoyo -no sólo subvenciones anuales del gobierno- para contribuir a la sostenibilidad financiera y a una mayor retención del personal.
- Importancia de la planificación estratégica y el desarrollo del liderazgo.
- Necesidad de mejorar la capacidad de la organización para aprovechar el capital financiero y humano, mejorar la gestión de las subvenciones, permitir evaluaciones a más largo plazo, reforzar los programas y llegar a los donantes que quieran ayudar a construir un programa.
- Garantizar un compromiso/participación amplio y frecuente de todos los socios en la definición de la visión, la misión, los fines benéficos y los deberes de los directores.
- La Corporación tiene éxito no sólo porque existen determinados procedimientos para canalizar la información y la comunicación, sino porque fomenta una cultura que valora que las personas aprendan unas de otras, y recomienda formas de desarrollar la capacidad y crear oportunidades en áreas en las que actualmente existen retos.