Espacio para la reflexividad

Un enfoque diagnóstico y reflexivo sobre los valores, conocimientos y expectativas a nivel individual es una base útil para preparar las interacciones del grupo y equilibrar la representatividad y las sinergias en entornos pluralistas.

  • Conocer a las personas "donde están" y animarlas a reflexionar sobre lo que aportarían (en términos de valores y conocimientos defendidos) a un entorno deliberativo de grupo puede mejorar su compromiso a largo plazo y contribuir a la creación de capacidad colectiva para la gestión de paisajes en mosaico;
  • Del mismo modo, preguntar por adelantado a los participantes que van a participar en la cocreación de conocimientos cuáles son sus expectativas del proceso, es decir, gestionar las expectativas, puede aumentar la participación.
  • En situaciones de pluralidad de valores y toma de decisiones participativa, es más apropiado adoptar un enfoque adaptativo y reflexivo que reconozca que el conocimiento está entrelazado con los valores y que ambos se co-crean mutuamente;
  • Para navegar entre el consenso, el disenso y la inclusividad en los paisajes multifuncionales es útil planificar un proceso de colaboración que alterne entre la creación de consenso y el reconocimiento de la pluralidad; en otras palabras, alcanzar el consenso no debe hacerse a expensas de excluir determinados puntos de vista. Esto debe mencionarse con transparencia, ya que no se puede favorecer el acuerdo frente a la expresión de la pluralidad de valores;
  • Una indagación reflexiva de valores y conocimientos basada en el individuo puede ser una parte relevante de la planificación de un proceso de colaboración en varias etapas hacia resultados de sostenibilidad.
  • Los enfoques más reflexivos de la gestión de áreas protegidas pueden mejorar los procesos inclusivos al permitir la coexistencia de diferentes sistemas de valores y conocimientos.