Corregir la desinformación y las expectativas poco realistas

Durante cualquier ejercicio de planificación, algunos mensajes o informaciones clave pueden ser deliberada (o inadvertidamente) distorsionados o tergiversados por quienes se oponen al proceso. Muchas personas creen todo lo que oyen (sin comprobar siempre su exactitud) y también desconfían de cualquier cambio propuesto por los burócratas. Cada vez que estas preocupaciones se transmiten a otros, se embellecen, lo que conduce a distorsiones de los hechos originales. Además, algunas partes interesadas citan de forma selectiva "investigaciones" cuando les conviene, mientras que ignoran las pruebas que defienden una postura contraria. Algunas partes interesadas tienen expectativas poco realistas y no entienden lo que es posible, o imposible, como parte del proceso de planificación. A menos que se aborde esta desinformación, es posible que el público sólo escuche mensajes distorsionados o poco claros que luego pueden ser reforzados por otros con perspectivas similares. Tal desinformación, y el consiguiente miedo e incertidumbre, dieron lugar a algunas de las mayores reuniones públicas durante el proceso de planificación del GBR. Para contrarrestar algunos de estos problemas y abordar las expectativas poco realistas, la GBRMPA elaboró una hoja informativa titulada "Corregir la información errónea", que se distribuyó ampliamente, sobre todo en las grandes reuniones públicas.

Durante la recalificación, los expertos científicos no pudieron ofrecer una certeza del 100%. Sin embargo, sí lograron un sólido consenso científico sobre los niveles de protección recomendados, basados en pruebas teóricas y empíricas. Para ello, también tuvieron en cuenta

  • las expectativas nacionales e internacionales asociadas a la gestión de la RGC, el mayor ecosistema de arrecifes de coral del mundo; y
  • la experiencia y la opinión internacionales que abogan por una mayor protección de los océanos del mundo.
  1. Al principio, muchas partes interesadas estaban mal informadas sobre los principales problemas y presiones y sobre lo que había que hacer para resolverlos.
  2. La gente tenía que entender que había un problema con la biodiversidad antes de aceptar que se necesitaba una solución (es decir, un nuevo plan de zonificación); que la rezonificación no tenía que ver con la gestión de la pesca, sino con la protección de toda la biodiversidad; centrarse en el problema (proteger la biodiversidad) y no en lo que podrían significar las consecuencias (es decir, la reducción de las zonas de pesca).
  3. Hay que estar preparado para rebatir las afirmaciones contrarias y corregir la desinformación, independientemente de que se deba a un malentendido o a una picaresca deliberada, y abordarla lo antes posible (dejar la desinformación en la comunidad no hace sino exacerbar el problema).
  4. La falta de datos perfectos o de una certeza científica del 100% pueden aducirse a veces como razones para retrasar los avances o no hacer nada; pero si se espera a tener datos "perfectos", nunca se hará nada.