Una vez realizada la consulta a las comunidades, se abre un proceso de reflexión interna, sin la participación de las organizaciones ejecutoras, a través de la cual los comunitarios deciden si otorgan o no el consentimiento a la realización del proyecto y definen su grado de participación en el proyecto con base a su interés en el mismo.
Durante la reflexión si surgen dudas o necesidad de aclaraciones, el consultor se encuentra a la disposición de las comunidades para informar al respecto, sin recomendar ni intervenir, solamente proveyendo información. Las comunidades expresan durante esta etapa, si fuera el caso, recomendaciones en el marco de las actividades del proyecto.
De acuerdo con los procesos de gobernanza interna de las comunidades, éstas bindan su consentimiento y suscriben un acta en presencia de actores invitados como autoridades locales y líderes de organizaciones indígenas. El evento es cubierto a través de comunicaciones en los medios locales y nacionales.