Viveros de Plantas Nativas y Forestación

El objetivo de implementar viveros de plantas nativas es promover las plantaciones forestales en macizos y/o la agroforestería, que contribuyan a la captura de carbono, no degraden el suelo y no consuman mucha agua como sucede con el eucalipto o el pino. Esto contribuirá a la regulación hídrica y protege al suelo de la erosión. A su vez, estas especies tienen un valor económico y son de uso práctico para la comunidad, por ser una fuente importante de madera para carpintería, construcción, leña y carbón, además de ser melíferas (utilizadas por las abejas para producir miel), medicinales (curan diversas enfermedades, tales como digestivas, respiratorias, renales, etc.) y útiles para teñir tejidos (dan diferentes coloraciones). Adicionalmente, los bosques de Polylepis están en peligro de extinción y, actualmente, forman relictos de bosques a modo de parches. Así, la comunidad siembra para producir árboles y arbustos; conoce y practica un buen manejo de ellos, y valora la importancia de los árboles y arbustos nativos de la Jalca. El proceso va desde la recolección de material vegetativo para la propagación hasta la plantación de los plantones producidos en los sitios seleccionados. Se implementan uniendo el conocimiento tradicional al técnico y con trabajos comunales como mingas.

  • Priorización local. Se trata de un proyecto integrado de conservación y desarrollo identificado y priorizado en el PMP.
  • Trabajo colectivo. Reúne e integra a la comunidad, con actividades que desarrollan las mujeres (jóvenes), como las técnicas de manejo de esquejes en vivero. En general, aportan todos con su mano de obra y el apoyo de la comunidad.
  • Toma de decisiones participativa. La decisión de las zonas a forestar o reforestar; si es en macizos o en agroforestería, o las plantas que serán distribuidas, requiere un acuerdo comunal.
  • La alta capacidad de los bosques de Polylepis para almacenar carbono, así como el estado de vulnerabilidad y endemismo, los hace atractivos para proyectos de conservación forestal, como los proyectos REDD, y genera masivo interés de presentar propuestas a niveles mayores (local, regional). Por otro lado, se necesita hallar sustitutos de la leña y carbón que se extrae de ellos.
  • Se requiere investigaciones sobre el carbono capturado en el caso del suelo y pajonal nativo en zonas altoandinas, donde están los bosques de Polylepis. Las actividades de protección son necesarias para no perder esta capacidad.
  • El Queñual muestra un prendimiento de un 80%, para lo cual en los primeros meses de propagación no le debe faltar riego; el sauco tiene un prendimiento de un 90%, lo que indica su gran capacidad para la reproducción vegetativa.
  • Los proyectos/actividades en la zona, remunerados y que otorgaron a la familia campesina un ingreso económico, condicionaron los trabajos de mingas a días limitados y restringieron la participación.
Planes de Manejo Participativo de la Jalca de la Microcuenca Ronquillo

El Plan de Manejo Participativo de la Jalca (PMP) es un documento construido participativamente con sus líderes, autoridades y comuneros, donde se establece el marco programático y de acción para alcanzar los objetivos de manejo a corto, mediano y largo plazo (10 años). El PMP plasma las principales necesidades de las comunidades en función de las amenazas, analizadas con las comunidades para juntos minimizar estas amenazas. En su elaboración se buscó la participación activa tanto de hombres como de mujeres, así como de personas de todas las generaciones de la comunidad. El plan consta de 5 componentes que permiten planificar, en un análisis colectivo, las acciones para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y el agua. Estos componentes tomaron en cuenta los problemas y amenazas socioambientales identificados en el diagnóstico socioecológico y en la priorización de amenazas realizados para esta microcuenca entre las cuales se incluye tanto las presiones antrópicas locales como los efectos adversos del cambio climático. Su fin es promover un proceso de cambio social, gestión e implementación de alternativas sostenibles para la conservación de la Jalca. El PMP se torna en un instrumento dinámico de gestión y manejo sostenible de la Jalca a nivel comunal.

  • El PMP requiere ser construido participativamente con los líderes, autoridades y comuneros, para permitir un aprendizaje colectivo, una reflexión crítica, un análisis, una sensibilización y un empoderamiento hacia la Jalca. 
  • El PMP requiere ser incorporado a otros instrumentos de política pública, para darle sostenibilidad (lo cual se logró anclándolo al Plan de Desarrollo Concertado del distrito).
  • Mantener las costumbres ancestrales del trabajo colectivo y ayuda recíproca no remunerada, tal como la “minga”, que se está perdiendo a nivel andino.
  • El proceso de construcción participativa del PMP ha generado en las comunidades, sus líderes y autoridades una mayor autoestima, un fortalecimiento de sus capacidades y un compromiso mayor.
  • Es necesario que se incluya un proceso de formación para líderes/lideresas encargados/as de replicar los conocimientos generados y motivar a las personas de su organización para continuar la gestión del PMP.
  • Si la toma de decisiones respecto al manejo de recursos naturales, particularmente, tareas de conservación, ocurre en los espacios comunitarios institucionalizados, las comunidades invierten todos sus esfuerzos en lograr los objetivos planteados.
  • Si las comunidades se apropian de los planes de manejo, logran obtener presupuestos del municipio local para la comunidad. Es decir, se articula la planificación comunal a la escala territorial superior (Gobierno municipal y regional).
  • Se requiere revalorar los recursos naturales nativos y conocimientos tradicionales en el manejo sostenible, ante un contexto en el cual se valora cada vez más lo “occidental”.
Investigación Acción Participativa

La Investigación Acción Participativa (IAP) hace referencia a la investigación basada en tres pilares: (i) Investigación: creencia en el valor y el poder del conocimiento y el respeto hacia sus distintas expresiones y maneras de producirlo; (ii) Participación: enfatizando los valores democráticos y el derecho a que las personas controlen sus propias situaciones y destacando la importancia de una relación horizontal entre la comunidad involucrada y organizaciones externas; y (iii) Acción: un cambio que mejore la situación de la comunidad. Más que la metodología o las técnicas utilizadas, lo que distinguen a la IAP de otras maneras de hacer investigación son el compromiso con el cambio social y la búsqueda expresa de colaborar con el empoderamiento de grupos vulnerables para que decidan y gestionen su propio cambio. El CIAL, con apoyo del Instituto de Montaña y la Universidad Nacional de Ancash Santiago Antúnez de Mayolo, llevó a cabo una IAP en calidad de agua entre 2010 y 2013 que incluyó diálogo de saberes entre investigadores locales y especialistas externos, entrenamiento para medir la calidad del agua con equipos de campo que evalúan los parámetros (PH, conductividad, acidez, oxígeno disuelto y otros) y la identificación e implementación de la solución de biorremediación.

  • Los espacios de dialogo entre el conocimiento local y el académico, facilitados con procesos de investigación participativa y diálogo de saberes.
  • El apoyo de un tesista de la universidad local que dio el soporte técnico.
  • La organización de los directivos de la comunidad, por su capacidad de gestión con la municipalidad provincial.
  • La colaboración del gobierno local, las faenas comunales para la construcción de pozas de sedimentación.
  • La constancia de los investigadores locales y el tesista, desde la propuesta, hasta la implementación y monitoreo.
  • La interacción permanente de los investigadores locales con el tesista, y los facilitadores del proyecto, generó un proceso de reflexión y aprendizaje colectivo que permitió comprender el problema, buscar alternativas e implementar una solución adecuada al contexto local.
  • Trabajar en coordinación con autoridades locales y la asamblea comunal fue fundamental para lograr la aprobación y el apoyo de la comunidad.
  • El diálogo de saberes y la valoración del conocimiento local permitió encontrar soluciones que se fueron presentado. P.ej. la preparación de esquejes de totorilla (Juncos articus) no dio buenos resultados siguiendo el propuesto del especialista de la universidad pero sí funcionó la técnica sugerida por los investigadores locales que ya habían ensayado en la recuperación de pastos nativos.
  • La metodología IAP ayuda a la planificación técnica adaptativa. P.ej. al inicio el sistema de biorremediación hubo dificultad para controlar del caudal del agua del canal. Los investigadores buscaron una solución para colocar compuertas al inicio de las pozas de sedimentación y los humedales.
Fortalecimiento de capacidades locales y gestión del conocimiento

Un factor esencial en la integración de aspectos clave del cambio climático y biodiversidad en la planificación territorial a nivel municipal fue el fortalecimiento de capacidades locales en materia de ordenamiento territorial, servicios ecosistémicos y adaptación al cambio climático. Esto se dio a nivel de las administraciones municipales, personal de Parques Naturales Nacionales de Colombia y de áreas protegidas, y de comunidades locales. Igualmente importante fue la gestión del conocimiento para contar con insumos que faciliten la elaboración de propuestas de política pública en esta temática. Tal es el caso de la elaboración de diagnósticos de los Planes Básicos de Ordenamiento Territorial en los dos municipios, para analizar el grado de inclusión de AP y generar recomendaciones para una mayor integración; la realización de diagnósticos e identificación de servicios ecosistémicos, para visibilizar la importancia de las AP en el desarrollo territorial y en la calidad de vida de la población circundante; así como para  la identificación de riesgos asociados al cambio climático y estrategias de adaptación, desde las experiencias locales, a fin de contribuir a la resiliencia de los ecosistemas en el contexto del ordenamiento territorial.

  • Apoyo financiero para implementación de consultorías que generen información de base clave.
  • Financiamiento para contratación de expertos que apoyen a los equipos de trabajo en ambos municipios en la temática de ordenamiento territorial e inclusión de las áreas protegidas en la planificación local.
  • Realce técnico y académico al proceso de formulación de política pública, debido al involucramiento de instituciones de múltiples niveles y sectores, gracias a lo cual se generaron encuentros y aportes por expertos locales y extranjeros.

La implementación de un componente de fortalecimiento de capacidades y gestión del conocimiento, dirigido a tomadores de decisión, personal técnico y comunidades, permite contar con bases técnicas sólidas, y promueve un conocimiento homologado que articula el diálogo en los procesos de construcción participativas de política pública. Esto otorga al proceso mayor legitimidad.

En los municipios, esto permitió fortalecer su liderazgo y posicionamiento como eje de desarrollo. Para las AP, se evidenció su rol en el desarrollo territorial, sea por el valor cultural que posee el SFF Los Colorados, en San Juan Nepomuceno, o por la generación del recurso hídrico en el caso de Santa Rosa, que beneficia al Departamento del Cauca.

En cuanto a las comunidades, esto promovió su empoderamiento y participación en la construcción de política pública local, y permitió recuperar saberes relacionados con medidas de adaptación al cambio climático, como repoblación vegetal en quebradas y ríos, pozos de recolección de aguas lluvia, construcción de puentes elevados sobre guadúa.

Apoyo de un Organismo Internacional en procesos nacionales para la formulación de política pública

En cumplimiento a las metas establecidas en el Plan de Acción Institucional del Sistema de Parques Nacionales y el Plan de Acción del SNAP, Parques inicio el proceso de integración de AP a instrumentos técnicos y de política pública nacional, regional y local. Con la expedición de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial de Colombia por el Congreso de la República, y la creación de la Comisión de Ordenamiento Territorial (COT), conformada por 7 instituciones, entre ellas el Departamento Nacional de Planeación, que ejerce la Secretaria Técnica, se inició el proceso de conformación del Comité Especial Interinstitucional (CEI) de la COT. Parques Nacionales fue incluido como una de las 6 instituciones invitadas permanentes en el CEI, debido a sus gestiones en política pública, elaboración de documentos técnicos, y desarrollo de 8 casos piloto en diferentes regiones del país, con lo que se pretende aportar insumos para la formulación de la Política General de Ordenamiento Territorial, desde un enfoque multinivel, interinstitucional y participativo. UICN-América del Sur propone ser parte de este proceso nacional, con el apoyo a la implementación de 2 de los casos piloto, por medio del  proyecto global “Planificación de Ordenamiento Territorial Integrado para la Biodiversidad”.  

  • Marco normativo para el ordenamiento territorial que enfatiza la importancia de integrar las áreas protegidas en los Planes de Ordenamiento Territorial municipales.
  • Proceso de construcción de política pública nacional en marcha.
  • Creación de un Comité Especial Interinstitucional dentro de la COT, integrado por instituciones nacionales de diversos sectores, entre ellos Parques Nacionales Naturales de Colombia, con competencias en definición de política pública en materia de ordenamiento territorial.
  • Apoyo de UICN- América del Sur en el proceso.

El apoyo de UICN-América del Sur al proceso de formulación de la política pública, que integre las áreas protegidas al sistema de planificación territorial, fortaleció los resultados de los dos estudios de caso dejando las siguiente lecciones. La integración de actores de múltiples niveles -comunidades locales, Estado y Cooperación Internacional- permitió un accionar efectivo a nivel comunitario, administrativo y legal, para la elaboración de una política pública efectiva. Esto facilitó dar el salto desde lo teórico a lo práctico, y poner a prueba la teoría antes de transformarla en política pública. Adicionalmente, fue fundamental el apoyo que se brindó al CEI, con la facilitación de espacios de intercambio y construcción, integrados por expertos nacionales y extranjeros. Es importante reconocer también la relevancia del apoyo a la gestión institucional de una instancia gubernamental, como es PNNC y el Departamento Nacional de Planeación, con incidencia en el COT. Esto sin duda ha permitido un escalamiento de la política púbica, del nivel local al nacional.

Planificación de las gestión del AP del Parque Nacional Natural Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis desde la cosmovisión indígena

Con la creación del Parque Nacional Natural - Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis nació una nueva forma de relacionamiento entre pueblos indígenas y Estado colombiano. Fue necesario buscar mecanismos para asegurar la gobernabilidad y la conservación integral de sus sistemas de vida, sin interferir los derechos de dichos pueblos a su autonomía territorial ni al manejo cultural que tradicionalmente han efectuado. Una vez creado el Parque, se inició el proceso de formulación de su Régimen Especial de Manejo (REM), por medio del cual se genera la administración conjunta entre Parque Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y la Asociación de Capitanes Indígenas de Yaigojé Apaporis (ACIYA). Para establecer el REM, se requirió una metodología de investigación propia o endógena, propuesta por los mismos pueblos indígenas, y apoyada por la experiencia de la Fundación GAIA Amazonas. Esta metodología se basó en lineamientos emitidos en un Congreso Indígena amazónico, donde se identificaron todos los temas que serían recopilados en cada uno de los pueblos indígenas, para guiar la elaboración del REM. De este modo se promovió la participación de las comunidades con tres representantes indígenas y un shamán.

  • Figura legal del REM que mantiene la inalienabilidad de los territorios indígenas cuando adquieren una categoría de Parque Nacional.
  • Desarrollo de una metodología propia y adecuada, liderada por la Fundación GAIA Amazonas en conjunto con las organizaciones indígenas, para establecer los lineamientos del REM de acuerdo a las particularidades del Parque y del Régimen.
  • Disponibilidad financiera de recursos del Estado y de apoyo externo para un proceso participativo de construcción del REM. 

El proceso de investigación para elaborar el REM se llevó a cabo en dos años, y en el Convenio de Cooperación 011 de 2013 entre PPNC y ACIYA, se estableció un plazo prudencial de cinco años para la construcción, formalización e implementación conjunta del REM. Este proceso de investigación permitió lo siguiente:

  • Rescatar los valores ancestrales.
  • Promover una mayor vinculación de los jóvenes en el proceso de elaboración del REM
  • Revalorizar los conocimientos tradicionales.
  • Generar un mayor relacionamiento de coordinación y gestión del área entre el personal de PPNC y los pueblos indígenas.
  • Generar una comprensión de las características biológicas del territorio y su valor cultural para el diseño de las estrategias de manejo del Parque.
  • Constituirse en un modelo a replicar en otros REM existentes en la Amazonía colombiana, pues permite integrar para el conocimiento tradicional del uso de los recursos naturales con las políticas de PNNA respecto del manejo de áreas protegidas.
Organización social local y apoyo del Gobierno nacional para la creación del área protegida

En 1988 se creó el Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis por solicitud de los pueblos indígenas Tanimuca, Yucana, Letuama, Matapí, Cabayari, Macuna, Barazano y Yujup-Macú. Posteriormente, en el 2008, mediante consenso en asamblea extraordinaria de las Autoridades Tradicionales y los Capitanes Indígenas (ATCI), estos pueblos decidieron solicitar la creación de un Parque Nacional superpuesto con los límites del Resguardo Indígena, considerando que esto eliminaría el desarrollo de actividades mineras y de explotación que pusieran en riesgo la biodiversidad y sus sitios sagrados, y por lo tanto, sus usos y costumbres, composición social y entorno ambiental.

La creación del Parque Nacional Natural – Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis tiene un largo proceso de trabajo con la Fundación GAIA Amazonas, la cual contó con el apoyo técnico y  financiero de la Fundación Gordon y Betty Moore. La decisión de pasar a un Régimen Especial de Manejo (REM) debía tener pleno respaldo local, asegurar la autonomía de los pueblos indígenas y fortalecer sus sistemas tradicionales; además, era necesario que los pueblos indígenas cuenten con facultades de negociación y coordinación para poder establecer acuerdo con el Estado.

  • Comunidades indígenas tradicionales empoderadas en la toma de decisiones.
  • Marco legal de Colombia reconoce la autonomía indígena y su rol como autoridades públicas y ambientales en sus territorios.
  • Disponibilidad financiera de recursos del Estado y de apoyo externo para un proceso efectivo de consulta previa informada.
  • Experiencia exitosa de relacionamiento entre PNNC, la autoridad indígenas y la sociedad civil (ONG) para fortalecer la gobernanza ambiental del territorio.

Tomada la decisión de crear el parque, el siguiente paso fue el acuerdo entre Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y la Asociación de Capitanes Indígenas de Yaigojé Apaporis (ACIYA) para llevar a cabo un proceso de consulta previa, libre e informada, que permita mayor participación social  y una construcción colectiva en cuanto a definición de límites, extensión del área, objetivos de conservación y construcción conjunta del REM. Como resultado de esto, las ATCI establecieron acuerdos de gestión entre el Estado y las autoridades indígenas donde se asegura que el manejo integral del área se haría con base en el conocimiento tradicional y reglamentos recibidos en concordancia con la forma de concebir el mundo de cada uno de los siete pueblos indígenas y sus 19 comunidades, respetando la autonomía indígena, el derecho sobre sus tierras comunales, sus sitios sagrados y sus valores culturales. Fue así como, en octubre de 2009 se declaró la constitución del PNN Yaigojé Apaporis.

Mosaicos de Conservación; estrategia efectiva para consolidar grandes extensiones de territorio protegido en Brasil

La Ley del Sistema Nacional de Unidades de Conservación, publicada en julio del 2000, estableció el Enfoque de Mosaicos de Conservación. Los mosaicos son “un conjunto de Unidades de Conservación (UC) de categorías diferentes o no, próximos, yuxtapuestas o superpuestas, y otras AP, públicas o privadas”, cuya gestión debe realizarse de manera integrada, de acuerdo a los objetivos de cada UC.

Ante el desafío de manejar los conflictos socio-ambientales y optimizar los recursos humanos, financieros y materiales, el 2010 se estableció el Mosaico de Conservación Bajo Río Negro, con una superficie de 7.329.220 hectáreas, conformado por 11 UC, entre ellas el PN de Jaú y la RESEX del Río Unini.

La implementación de este enfoque prioriza los procesos de conservación en porciones mayores de territorio, lo que permite la gestión integral de paisajes localizados a lo largo de los ríos Jaú y Unini, al norte, y el Bajo Negro al sur del mosaico. Al ver a las AP como partes de un todo, funcionales y conectadas entre sí, fue necesario incorporar en el diseño de los planes de manejo una metodología participativa, que promoviera el involucramiento de múltiples actores en la toma de decisiones para el manejo del territorio y sus recursos naturales.

  • El enfoque de manejo de un Mosaico de Conservación permite la integración de múltiples actores y oportunidades de asistencia técnica y financiera para la gestión territorial.
  • Articulación de esfuerzos en áreas con la misma identidad territorial, para llegar a un objetivo común de conservación y manejo sostenible de recursos naturales.
  • Institucionalización del Consejo Consultivo como movilizadora en el territorio.
  • Planificación de estrategias en la escala de paisaje.

Elementos clave para la gestión integral del paisaje incluyeron la implementación de un Plan de Acción para el Mosaico; el establecimiento de un Consejo Consultivo para la toma de decisiones; el desarrollo de metodologías participativas de zonificación de áreas de uso comunitario y de subsistencia; y, el fortalecimiento de capacidades locales, mediante procesos de capacitación en manejo de RRNN, producción agrícola sostenible, turismo, y derechos y deberes de las comunidades.

Los beneficios de la gestión integrada son la optimización de recursos; la planificación integrada del paisaje; la coordinación de actividades de protección, educación ambiental, monitoreo y concientización dentro de la región; la posibilidad de trabajar una única identidad territorial con base en las características de la región; el desarrollo de estrategias conjuntas de valorización de los productos para las comunidades situadas alrededor y en las UC; y la facilitación de acuerdos y resolución de conflictos.

Participación local para garantizar el acceso a recursos naturales y tenencia del territorio

En el año 1979, el área donde se ubica el Parque Nacional de Jaú fue propuesta como Reserva Biológica; una categoría de manejo restrictiva respecto a la explotación de recursos naturales (RRNN) en Brasil. Posteriormente, en el año 1980 se crea el PN de Jaú, y desde entonces tiene el reto de manejar la alta conflictividad socio-ambiental de la zona.

La Fundación Vitoria Amazónica (FVA), con presencia en el área desde 1991, aplicó metodologías innovadoras participativas de mapeo de uso de RRNN, lo que apoyó el desarrollo de su Plan de Manejo y zonificación, entre 1996 y 1998, en el marco de un contrato de co-gestión del Parque con el Gobierno Federal de Brasil. Años más tarde, se crea en Brasil el Sistema Nacional de Unidades de Conservación (SNUC), y se desarrollan herramientas para la construcción de procesos participativos. Es así que la FVA, como institución de colaboración técnica del Instituto Brasilero de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA), apoyó a las comunidades locales en la creación de la Reserva Extractivista (RESEX) del río Unini, en un proceso que continuó hasta el año 2006, para garantizar el acceso a recursos naturales y tenencia del territorio por parte de las poblaciones del río Jaú y Unini.

  • Creación del Sistema Nacional de Unidades de Conservación (SNUC)
  • Promoción de la participación social en la gestión de las unidades de conservación (UC).
  • Desarrollo de herramientas para el manejo de conflictos socio-ambientales.
  • Apoyo técnico y financiero para procesos de capacitación entre administradores del AP y representantes locales.
  • Creación de la Asociación de Moradores del Río Unini (AMORU), para crear la RESEX del Río Unini.

La creación de la RESEX del Río Unini implicó un proceso participativo que permitió negociar y definir, junto  con las comunidades, condiciones favorables que faciliten el diseño y aplicación de mecanismos de consulta, zonificación del uso de RRNN, y creación de instancias participativas, como el Consejo Consultivo para el PN de Jaú (en 2006), y el Consejo Deliberativo para la RESEX (en 2008).

El primer paso fue la creación de la AMORU, la cual solicitó formalmente la creación de la RESEX. Luego, se desarrolló un proceso de consulta pública en las comunidades locales para avalar la creación de la Reserva, y una vez creada, el Instituto Chico Méndez de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), vinculado al Ministerio de Medio Ambiente, y en conjunto con la FVA, iniciaron los procesos de gestión. Entre ellos, se constituyó el Consejo Deliberativo, integrado por organismos gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil y representantes de las poblaciones que viven en la zona.

Gobernanza más allá de las fronteras

Una iniciativa de integración fronteriza Amazónica, conocida como Programa Trinacional, promovida por los administradores de tres áreas protegidas (Parque Nacional Natural La Paya, Colombia; Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno, Ecuador; y Parque Nacional Güeppí, Perú) permitió optimizar su efectividad del manejo bajo un modelo de gestión regional coordinada.

La iniciativa nace desde el año 2005, producto de espacios de diálogo entre representantes de estas área. Esta iniciativa se consolida en el 2006 con el Programa Trinacional, y se ha ido fortaleciendo en el tiempo. La primera decisión de apoyo financiero buscó establecer un convenio entre los Fondos Ambientales de los tres países. Posteriormente se consiguió apoyo financiero a través de varios proyectos que cubren líneas prioritarias, como gestión de área y zonas de influencia, participación social, fortalecimiento de capacidades institucionales, y fortalecimiento del corredor de conservación.

De esta manera, los Gobiernos de los tres países se unieron para buscar mecanismos operativos, técnicos y financieros que permitan la conservación y el desarrollo sostenible de este corredor, con la aspiración de constituirse en una experiencia piloto de gestión transfronteriza.

  • Visión conjunta entre las tres AP para resolver problemas similares en la zona de frontera.
  • Estructuración del Programa Trinacional bajo líneas de gestión específicas, con un Comité Coordinador (3 autoridades nacionales de los Sistemas Nacionales de AP); un Comité Técnico (Jefes de las 3 AP); y una Secretaría Técnica (sede rotativa cada 2 años entre las 3 autoridades ambientales).
  • Consecución de apoyo técnico y financiero de la cooperación internacional para la gestión del Programa.

Se logró fortalecer la institucionalidad del Programa mediante una estructura organizativa compuesta por el Comité Coordinador, Técnico y la Secretaría Técnica, además de un Memorando de Entendimiento avalado por los Ministros de Ambiente de los tres países, con lineamientos de su funcionamiento.

Gracias al apoyo técnico y financiero obtenido por el Programa se realizaron acciones conjuntas para incrementar la operatividad y la gestión de las tres áreas. En Cuyabeno se adecuó y equipó guardianías; y se consolidó el Programa de Control y Vigilancia de su Plan de Manejo, el cual se articuló con el trabajo de los equipos de guardaparques de las tres AP, para  monitorear efectivamente sitios estratégicos de protección al interior de cada AP, en sus zonas de amortiguamiento y en los límites fronterizos.  En el ámbito de la participación social para el manejo sostenible, se trabajó en fortalecer cadenas productivas de café orgánico y cacao fino de aroma, y en el turismo comunitario.