
Gestión de los Recursos de Acceso y Participación en los Beneficios (ADB) en la Reserva de Desarrollo Sostenible Río Iratapuru (RDS)

A mediados de la década de 2000, la Reserva de Desarrollo Sostenible del Río Iratapuru (RDS), un área protegida que combina la conservación de la selva amazónica y el uso sostenible por parte de las comunidades tradicionales, acogió la primera iniciativa de bioprospección reconocida en Amapá. La comunidad de São Francisco do Iratapuru, representada por la cooperativa COMARU, firmó con Natura y el Gobierno del Estado (a través de SEMA/AP) el primer Acuerdo de Distribución de Beneficios (ADB) de Brasil, relativo al uso del breu-branco(Protium pallidum), que dio lugar al lanzamiento del "Perfume do Breu" en 2004. Se creó entonces un fondo para gestionar los recursos del reparto de beneficios, administrado inicialmente por Natura. La comunidad accedía a estos fondos a través de proyectos, pero con autonomía limitada. Con la Ley Federal 13.123/2015, la gestión pasó en 2018 a la propia COMARU, apoyada por un Comité Directivo participativo. Desde entonces, los proyectos financiados incluyen mejoras en la infraestructura comunitaria, fortalecimiento de las cadenas de valor y capacitación local, fomentando la transparencia, el protagonismo social y los impactos positivos en la RDS.
Contexto
Défis à relever
Implementación del nuevo modelo de gestión del Fondo de Distribución de Beneficios para superar los obstáculos identificados, organizados en tres dimensiones principales.
- Ambiental: garantizar el uso sostenible de la biodiversidad en la RDS Río Iratapuru, evitando la explotación depredadora y promoviendo investigaciones que amplíen el conocimiento sobre las especies y los medios de vida locales.
- Social: abordar la limitada autonomía comunitaria, la escasa participación en la toma de decisiones y la falta de transparencia del modelo anterior, al tiempo que se refuerza la gobernanza participativa y la colaboración entre comunidades e instituciones.
- Económicos: asegurar la sostenibilidad financiera del Fondo, ampliar el acceso a diferentes comunidades y organizaciones, y crear mecanismos de gestión que garanticen la equidad, la transparencia y la continuidad.
La superación de estos retos consolidó un modelo con un Comité de Gestión participativo, convocatorias públicas, inmovilización de capital y fortalecimiento de la COMARU y los socios locales, mejoró la gobernanza, la autonomía y los impactos positivos a largo plazo.
Ubicación
Procesar
Resumen del proceso
La experiencia del Fondo Iratapuru demuestra que los tres pilares se complementan y forman un mecanismo que garantiza resultados coherentes. El primer paso fue la transferencia de la gestión directa de los recursos a la COMARU, un elemento central para reforzar la autonomía de las comunidades. Este cambio sólo fue viable gracias al segundo bloque: la creación del Comité de Gestión del Fondo Iratapuru, que aportó gobernanza participativa, transparencia y apoyo técnico, permitiendo a los distintos actores compartir responsabilidades y decisiones. El tercer bloque, representado por las convocatorias públicas para la selección de proyectos, transformó esta estructura de gestión en impactos concretos, promoviendo la innovación comunitaria, la investigación aplicada y el fortalecimiento institucional. Juntos, los bloques garantizan la sostenibilidad financiera, el equilibrio entre el rigor técnico y las realidades locales, y la consolidación de un modelo de reparto de beneficios que valora el conocimiento tradicional, crea oportunidades y amplifica los impactos sociales y medioambientales en la Reserva de Desarrollo Sostenible Río Iratapuru.
Bloques de construcción
Transferencia de la gestión directa de la cuenta bancaria del Fondo: los recursos se transfirieron de la cuenta de Natura a una cuenta gestionada por la COMARU.
La transferencia de la gestión directa de la cuenta bancaria del Fondo marcó un hito en el fortalecimiento de la autonomía comunitaria de COMARU. Anteriormente, los recursos estaban bajo la administración de Natura, que evaluaba y aprobaba las propuestas presentadas. Con el cambio, la cooperativa asumió el control directo, definiendo -junto con el Comité Gestor- los criterios, las convocatorias y las prioridades de aplicación. De esta forma, se aumentó la transparencia, la participación social y el fortalecimiento institucional, garantizando que los beneficios llegaran de forma más equitativa a las comunidades locales de la Reserva de Desarrollo Sustentable Río Iratapuru (RDSI) y a las instituciones asociadas.
Factores facilitadores
- Ley Federal 13.123/2015 y Decreto 8.772/2016, aportando claridad jurídica;
- Consolidación de la COMARU como organización comunitaria legítima;
- Alianzas estratégicas con SEMA/AP, Natura, Bio-Rio, Fundación Jari y RURAP;
- Un Comité de Gestión participativo que garantice la gobernanza compartida;
- Disponibilidad de recursos financieros suficientes para sostener el modelo.
Lección aprendida
- La gestión directa reforzó la autonomía comunitaria y la confianza en la gobernanza del Fondo;
- La autonomía efectiva exigió formación administrativa y financiera para la COMARU;
- Las convocatorias públicas ampliaron el alcance, pero exigieron comunicación y capacitación para presentar propuestas competitivas;
- La inmovilización del capital del Fondo y la utilización exclusiva de los intereses garantizaron la sostenibilidad, pero exigieron paciencia y comprensión por parte de la comunidad;
- La conciliación de intereses diversos en el Comité de Gestión demostró que es esencial contar con normas de gobernanza claras y decisiones transparentes;
- Las futuras réplicas deberán invertir en formación continua, fortalecimiento institucional de las organizaciones comunitarias y mecanismos de seguimiento para garantizar impactos a largo plazo.
Creación y funcionamiento del Comité de Gestión del Fondo Iratapuru para apoyar a la COMARU en la gestión de los recursos.
Con la promulgación de la Ley Federal 13.123/2015, Natura realizó reuniones con el Gobierno de Amapá (SEMA/AP) y la comunidad de São Francisco do Iratapuru (representada por COMARU y la Asociación Bio-Rio), que resultaron en una Adenda al Acuerdo que creó el Fondo Natura para el Desarrollo Sustentable de las Comunidades Tradicionales, posteriormente rebautizado como Fondo Iratapuru. Estas discusiones pusieron de manifiesto la necesidad de apoyar a la COMARU en la gestión de los recursos, que serían transferidos de la cuenta de Natura a la suya propia, dadas las importantes cantidades en juego. Se creó el Comité Gestor del Fondo Iratapuru, compuesto por cinco instituciones con derecho a voto (COMARU, Bio-Rio, SEMA/AP, Natura y Fundación Jari) y dos miembros asesores (RURAP y SEBRAE/AP). Los acuerdos definieron la composición del Fondo, la periodicidad de las transferencias, los criterios de aplicación y el requisito de que los proyectos financiados aborden al menos una de las 21 líneas de acción, con acceso a través de convocatorias públicas.
Factores facilitadores
El éxito del Comité se basó en:
- La inmovilización del capital del Fondo en inversiones a largo plazo, utilizando únicamente los intereses para garantizar la sostenibilidad;
- El acceso a través de tres convocatorias anuales, dos para las comunidades de ISDI y una para las instituciones de investigación;
- Financiación, por el propio Fondo, de una Secretaría Ejecutiva de apoyo al Comité.
Lección aprendida
A lo largo de los años, el trabajo del Comité de Gestión del Fondo Iratapuru ha aportado valiosas lecciones sobre los retos y las vías para reforzar la gestión comunitaria y garantizar una mayor transparencia en el uso de los recursos. Entre las principales lecciones cabe destacar:
- Las instituciones comunitarias necesitan un apoyo continuo para mejorar su gestión financiera;
- La formación constante, o la contratación de profesionales cualificados, es esencial para preparar proyectos competitivos y acceder a los recursos del Fondo;
- Las inversiones generan impactos más allá de la infraestructura productiva, creando importantes beneficios sociales, como el apoyo a la educación de los hijos de los extractivistas, desde la enseñanza media hasta los estudios de posgrado;
- El fortalecimiento de los mecanismos de control resultó necesario: aunque sólo la COMARU puede administrar la cuenta, también se concedió acceso a los extractos bancarios a la Secretaría Ejecutiva y a los miembros del Comité, garantizando una mayor transparencia y confianza colectiva.
Convocatorias públicas del Fondo Iratapuru para la selección de proyectos comunitarios y de investigación
Las convocatorias públicas del Fondo Iratapuru marcan un paso decisivo en la democratización del acceso a los recursos, permitiendo a las comunidades del entorno de la Reserva de Desarrollo Sustentable Río Iratapuru (RDSI) y a las instituciones de investigación competir de forma transparente y equitativa. Desde 2019 se lanzan convocatorias anuales que abarcan líneas de acción centradas en el fortalecimiento comunitario, la mejora de la infraestructura productiva, la promoción de la educación, la capacitación técnica y el apoyo a la investigación científica aplicada. El proceso comprende varias etapas: amplia difusión de la convocatoria, capacitación y apoyo a las comunidades en la preparación de propuestas, riguroso análisis técnico por parte del Comité de Gestión, deliberación colectiva y posterior seguimiento de los proyectos aprobados. Este dispositivo no sólo refuerza la autonomía de las comunidades y fomenta la innovación local, sino que también amplía los impactos positivos en la región, contribuyendo al desarrollo sostenible, al fortalecimiento institucional y a la producción de conocimientos científicos orientados a la conservación de la biodiversidad y a la valorización de los medios de vida tradicionales.
Factores facilitadores
El éxito de las convocatorias está garantizado por factores clave:
- El papel de un Comité de Gestión participativo, encargado de definir criterios claros y evaluar las propuestas;
- Estabilidad financiera garantizada por los rendimientos del capital principal del Fondo;
- Oportunidades de formación que refuerzan la capacidad técnica de las comunidades y las instituciones proponentes;
- Procesos transparentes en todas las etapas, desde la selección hasta la ejecución y presentación de informes de los proyectos subvencionados.
Lección aprendida
Las principales enseñanzas extraídas de las convocatorias públicas del Fondo Iratapuru son las siguientes:
- Aumento de la transparencia y refuerzo de la confianza de la comunidad, aunque para ello se requiere una comunicación clara, accesible y continua;
- El desarrollo previo de capacidades es esencial, ya que las comunidades con menos experiencia tienen dificultades para cumplir los requisitos técnicos sin el apoyo adecuado;
- Los proyectos aprobados han generado impactos significativos, como mejoras en las cadenas de valor, fortalecimiento institucional y mayor acceso a la educación formal;
- En el campo de la investigación, las convocatorias fomentaron los estudios aplicados sobre biodiversidad, contribuyendo a la gestión de las RDSI y a la valorización de los conocimientos tradicionales;
- Iniciativas similares deben asegurar un equilibrio entre criterios técnicos y realidades comunitarias, evitando barreras de acceso y asegurando la equidad en la distribución de beneficios.
Impactos
Tras la reglamentación de la Ley Federal Nº 13.123/2015 a través del Decreto Federal Nº 8.772/2016, se iniciaron las discusiones para la implementación de un nuevo modelo de gestión del Fondo de Reparto de Beneficios. Las mismas concluyeron en 2018 con el establecimiento del acuerdo que se mantiene hasta el día de hoy. Este nuevo modelo prevé que el Fondo sea administrado por un Comité Gestor, y que el acceso a los recursos se otorgue a través de convocatorias públicas, ampliando así su alcance a otras comunidades aledañas a la Reserva de Desarrollo Sustentable Río Iratapuru (RDSI) y a instituciones de investigación.
Entre los impactos positivos de este nuevo arreglo, se destacan los siguientes:
- Mayor transparencia en la gestión y uso de los recursos, con convocatorias públicas de propuestas e informes financieros sometidos a la revisión del Comité de Gestión;
- Financiación de la investigación científica en la RDSI, fomentando la producción de conocimientos sobre la biodiversidad y los modos de vida locales;
- Toma de decisiones conjunta sobre la inmovilización del capital principal del Fondo en inversiones financieras, utilizando únicamente los rendimientos (intereses) para las convocatorias de propuestas, garantizando la sostenibilidad financiera a largo plazo;
- Fortalecimiento institucional de la COMARU, de la Asociación Bio-Rio y de las comunidades del entorno, con mayor autonomía, capacidad de gestión y coordinación en red.
Beneficiarios
- Las comunidades beneficiarias de la RDSI: São Francisco do Iratapuru, Padaria, São José, Santo Antônio da Cachoeira y Cupixi;
- El Gobierno del Estado de Amapa (GEA), a través de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de Amapa (SEMA/AP);
- Y la propia empresa Natura.
Marco Global para la Biodiversidad (GBF)
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Historia

La experiencia del Fondo Iratapuru representa una historia inspiradora de empoderamiento comunitario e innovación en la gestión socioambiental de la Reserva de Desarrollo Sustentable (RDS) Río Iratapuru. Durante el período en que Natura administró el Fondo (2004-2017), quedó claro que las organizaciones comunitarias enfrentaban dificultades para recaudar y administrar recursos financieros. Para hacer frente a este desafío, la empresa propuso que, una vez transferida la gestión a la comunidad de São Francisco do Iratapuru, representada por COMARU, se creara un Comité de Gestión interinstitucional. En 2018, se implementó esta propuesta, introduciendo convocatorias públicas como mecanismo transparente y democrático para que las comunidades del entorno de la RDS accedan a los recursos. También se definieron 20 líneas de acción temáticas para orientar los proyectos apoyados.
En la reunión que formalizó este acuerdo, propuse dos medidas estratégicas: la creación de una convocatoria específica para apoyar la investigación en la RDS y sus alrededores, y la decisión de preservar el capital principal del Fondo en inversiones a largo plazo, utilizando solo los rendimientos anuales para financiar las convocatorias, asegurando su perpetuidad. Ambas propuestas fueron aprobadas por unanimidad. Al mismo tiempo, la comunidad sugirió una nueva línea de acción: becas para los hijos de familias extractivistas, que permitan a los jóvenes pasar del bachillerato a la enseñanza superior e incluso a estudios de postgrado. Esta iniciativa también fue aprobada por unanimidad y hoy inspira historias de resiliencia y superación.
Estos hitos se convirtieron en logros duraderos. El Comité de Gestión reforzó la capacidad de COMARU para administrar el Fondo, amplió el apoyo a las comunidades y a la investigación en la región, y creó oportunidades para que los jóvenes continuaran sus estudios con mayor estabilidad. A lo largo de los años, el Comité ha mejorado prácticas de gobernanza como el diseño de proyectos, la rendición de cuentas, los informes periódicos, una mayor transparencia en el seguimiento financiero y, más recientemente, la contratación de una auditoría interna para detectar deficiencias y recomendar mejoras.
El Fondo Iratapuru y su Comité de Gestión se han consolidado como ejemplos concretos de cómo la unión entre la comunidad, los socios institucionales y las buenas prácticas de gobernanza pueden generar impactos positivos a largo plazo. Es una experiencia replicable, capaz de inspirar a otras comunidades amazónicas a desarrollar modelos sostenibles de gestión y conservación.