
Huertos diversificados

Los huertos familiares son muy importantes para mejorar la nutrición de las familias tayikas de las zonas rurales, ya que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional al proporcionar una diversidad de verduras, hierbas y bayas.
Por lo tanto, son una fuente central de nutrición para los agricultores de subsistencia.
Verduras, hierbas y especias, bayas y frutas se cultivan en pequeños huertos, a menudo directamente junto a las casas. El enfoque de las huertas diversificadas pretende mejorar el sistema de gestión de las huertas diversificando los cultivos, potenciando los sistemas de riego y mejorando las técnicas para una mejor gestión de la fertilidad del suelo.
Contexto
Défis à relever
La promoción de huertos diversificados en el contexto de la mejora de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos plantea algunos retos. La gestión de huertos diversificados exige un buen conocimiento de los requisitos de los distintos cultivos y hace esencial disponer de un plan de cultivo y un sistema de rotación, aunque el tamaño de un huerto sea normalmente relativamente pequeño. La intensificación de la producción en una huerta también requiere la gestión de plagas y enfermedades y conlleva la fertilización de cultivos, frutas y verduras mediante el compostaje y el uso de abonos verdes.
Otros retos están representados por la falta de disponibilidad de semillas, las semillas de hortalizas no se reproducen habitualmente y los cultivos no se plantan según el calendario estacional.
Ubicación
Procesar
Resumen del proceso
La aplicación de técnicas sencillas como el compostaje y la rotación de cultivos mejora la estructura del suelo y reduce las plagas y enfermedades. En consecuencia, mejora la cantidad y la calidad de la cosecha de hortalizas y frutas, de las que pueden conservarse semillas de mejor calidad. Éstas pueden almacenarse en bancos de semillas comunitarios, garantizando así la conservación de las variedades locales tradicionales de hortalizas, frutas y hierbas, que suelen estar mejor adaptadas a las condiciones climáticas locales.
Bloques de construcción
Preparación del compost
Mediante la descomposición de la materia orgánica, se puede generar abono natural para el suelo a partir de lo que normalmente se considera basura. Materia orgánica como malas hierbas, hojas, hierba cortada, residuos de la cosecha, estiércol animal, ceniza, material de poda verde y marrón, residuos de cocina, como cáscaras de huevo y de verduras y otros materiales orgánicos se mezclan y descomponen por microorganismos para producir abono de acción prolongada.
El compost no sólo mejora la estructura del suelo sino también su porosidad, creando un entorno mejor para el sistema radicular de las plantas. También aumenta la permeabilidad de los suelos pesados y reduce la erosión y la escorrentía al aumentar la capacidad de retención de agua del suelo.
El compost aporta al suelo una variedad de macro y micronutrientes y, en general, una cantidad significativa de materia orgánica.
El compost también puede utilizarse para preparar estiércol líquido, un abono orgánico de acción muy rápida que puede aplicarse si las hortalizas presentan una deficiencia de nutrientes o se encuentran en una fase en la que necesitan muchos nutrientes, por ejemplo, los tomates después de la floración.
Dadas las condiciones climáticas de Tayikistán, con un verano muy seco y un invierno frío, el compost se produce normalmente en fosas. Lo más habitual es utilizar un sistema de dos fosas.
Factores facilitadores
La preparación del compost es fácil y permite utilizar y reciclar recursos propios. Esto es especialmente importante en Tayikistán, donde las familias de agricultores carecen de recursos para comprar fertilizantes sintéticos.
A partir del compost se puede preparar un abono orgánico de acción rápida y eficaz.
Lección aprendida
Uno de los problemas de la preparación de compost en Tayikistán es que los agricultores suelen preferir dar la materia orgánica, principalmente las malas hierbas, como forraje a los animales en lugar de compostarla. Además, la preparación de compost se enfrenta a algunos retos en Tayikistán debido a las condiciones climáticas; durante el verano la actividad de los microorganismos se ve obstaculizada por la sequía y durante el invierno por el frío. Por lo tanto, los lugares de compostaje deben establecerse en fosas, regarse regularmente en verano y cubrirse con una lona en invierno.
Rotación de cultivos
La rotación de cultivos consiste en plantar diferentes cultivos anuales en un orden determinado durante varios años en el mismo campo. La rotación de cultivos ayuda a garantizar la fertilidad del suelo a largo plazo, ya que los cultivos de distintas familias tienen necesidades diferentes en cuanto a nutrientes y profundidad de enraizamiento. Además, evita la acumulación y propagación de enfermedades y plagas transmitidas por el suelo. En Tayikistán se suele preferir el cultivo de las mismas cosechas comerciales, por ejemplo patatas en tierras de regadío, a la rotación de cultivos.
El concepto de rotación exhaustiva de cultivos incluye el cultivo de leguminosas forrajeras como la alfalfa o el esparcet durante varios años, que mejoran sustancialmente la calidad del suelo. Además, las legumbres (garbanzos, guisantes verdes, lentejas) pueden utilizarse para fomentar la rotación y la diversificación de cultivos. También pueden plantarse como segundo cultivo. Al mismo tiempo, las legumbres fijan el nitrógeno y mejoran así la fertilidad del suelo. Además, la mayoría de estos cultivos atraen a los polinizadores y proporcionan hábitats adecuados para las abejas.
Factores facilitadores
Muchos agricultores suelen dividir sus huertos en dos partes principales: una para la patata (por ser uno de los alimentos básicos más consumidos) y otra para el resto de hortalizas y hierbas. Dado que los efectos positivos, como el aumento del rendimiento y la reducción de plagas y enfermedades, pueden observarse enseguida, los agricultores de Tayikistán suelen estar dispuestos a introducir la rotación de cultivos en sus huertos.
Lección aprendida
En Tayikistán se practica la rotación de cultivos, pero no de forma sistemática y exhaustiva. Por desgracia, la mayoría de los agricultores no pueden aplicar sistemas completos de rotación de cultivos que incluyan el cultivo de plantas forrajeras y abonos verdes, ya que los recursos de tierra disponibles son limitados. Por lo tanto, los agricultores se ven obligados a obtener efectos más bien inmediatos en lugar de aplicar sistemas completos de rotación de cultivos que preserven la fertilidad del suelo a largo plazo.
Cultivar un segundo cultivo como rotación de cultivos sólo es posible si se dispone de suficiente agua de riego y el periodo de vegetación es lo suficientemente largo para que madure el segundo cultivo.
Gestión de la cosecha y post-cosecha
Una gestión adecuada de la cosecha y la poscosecha es especialmente importante para la producción de frutas, bayas, hortalizas y hierbas aromáticas. Éstas deben almacenarse en un lugar seco y fresco, pero protegido de las heladas, que debe desinfectarse previamente. Especialmente, los ratones son una amenaza habitual para la mayoría de los almacenes, ya que contaminan los productos y, por tanto, imposibilitan su venta en el futuro. Debe evitarse el uso de pesticidas para controlar las plagas, ya que contaminan los productos alimentarios. En su lugar, hay que utilizar varios tipos de trampas.
Cuando se almacenan frutas frescas como las manzanas, la recolección debe realizarse con precaución para minimizar el riesgo de putrefacción.
Debe evitarse almacenar manzanas y patatas juntas, ya que las manzanas producen etileno, que puede hacer que las patatas broten antes de tiempo.
Las frutas también se pueden conservar después de la cosecha haciendo compota, mermelada o secándolas.
Al igual que las frutas, muchas hortalizas pueden conservarse en tarros, mientras que otras, como los tomates, pueden secarse. El método más sencillo y barato para conservar las hortalizas de raíz, como zanahorias, remolachas, rábanos, etc., es mantenerlas en pinzas cubiertas de paja y tierra para protegerlas de las heladas. Las abrazaderas deben controlarse regularmente para evitar la infestación por plagas, especialmente ratones.
Factores facilitadores
Los huertos familiares desempeñan un papel importante en la seguridad alimentaria y nutricional de las zonas remotas. Las familias de agricultores dependen de la cosecha de los productos de los huertos durante todo el año y, por tanto, están deseosas de mejorar sus conocimientos y técnicas de gestión de la cosecha y poscosecha.
Los agricultores de distintas zonas tienen prácticas diferentes para almacenar y conservar adecuadamente frutas y verduras que pasan de generación en generación. Organizar visitas de intercambio entre agricultores de distintas zonas permite difundir las mejores prácticas.
Lección aprendida
Diversificar un huerto contribuye a enriquecer la dieta, pero los agricultores deben conocer la cosecha, el uso, el almacenamiento y la transformación de cada cultivo. A lo largo del proyecto, se ha visto que es difícil proporcionar suficiente información sobre estos temas en una sola sesión de formación. Se necesita una formación más frecuente para ampliar los conocimientos de los agricultores sobre los nuevos cultivos en lo que respecta a la plantación, el crecimiento, la cosecha y la gestión postcosecha.
Bancos de semillas comunitarios
Debido a la creciente demanda de variedades híbridas, las semillas de variedades locales de hortalizas y cultivos anuales son cada vez más escasas en los mercados locales. La ventaja de las variedades locales es que proceden de polinización abierta, es decir, que sus semillas pueden reproducirse a nivel de aldea. Sin embargo, conservar la pureza de las variedades exige un control constante. Las plantas que no presenten las características de la variedad deben ser eliminadas.
Se recomienda conservar las semillas de las variedades locales almacenándolas en bancos de semillas locales. Si no existe ningún banco de semillas, debe apoyarse la creación de uno nuevo para garantizar la disponibilidad a largo plazo de material genético in situ.
Factores facilitadores
La recolección, reproducción e intercambio de variedades locales de semillas es una tradición que algunos agricultores transmiten de generación en generación. Además, el espíritu de colaboración mutua entre agricultores se observa en el frecuente intercambio gratuito de semillas. Reconocer la importancia de esta práctica y apoyar a los agricultores en la gestión de los bancos de semillas puede garantizar la conservación de las variedades locales, su disponibilidad para los agricultores interesados y su transmisión a las generaciones venideras.
Lección aprendida
La costumbre es tal que los agricultores intercambian un tipo de semillas por otro. A menudo, los agricultores que mantienen un banco de semillas comunitario también dan gratis las semillas que tienen. Esto podría funcionar en algunos otros países, con una mentalidad similar, sin embargo, para garantizar la sostenibilidad de un banco de semillas comunitario, podría ser una opción fijar un precio para las semillas.
Además, conectar los pequeños bancos de semillas comunitarios gestionados por los agricultores y las instituciones más grandes, como el Centro Nacional Republicano de Genética de la Ciencia, que cuenta con grandes bancos de genes, facilita también el intercambio de variedades locales y razas autóctonas entre pueblos y distritos.
Recursos
Impactos
Los huertos familiares desempeñan una importante función a nivel social, permitiendo a las mujeres diversificar la dieta familiar y asumir un papel importante tanto dentro de la familia como en el vecindario. Los huertos diversificados contribuyen además a la conservación de la biodiversidad. Además, las técnicas de gestión de la cosecha y la poscosecha, incluidos el secado y el almacenamiento, son habilidades específicas que se transmiten de generación en generación.
Los productos de los huertos familiares, que pueden venderse frescos o transformados, generan ingresos adicionales, lo que supone una ventaja económica.
Técnicas sencillas como la rotación de cultivos o el compostaje pueden tener efectos beneficiosos sobre la estructura del suelo y los ciclos de nutrientes en el mismo. Además, los huertos diversificados atraen a los polinizadores y proporcionan hábitats adecuados para las abejas y otros polinizadores.
Beneficiarios
Los beneficiarios de este enfoque son los agricultores interesados en diversificar sus huertos con diversas especies arbóreas y arbustivas, así como en cultivar productos asociados y hortalizas.
Historia

Un enorme patio ajardinado rodea la casa donde vive Hanona Latifova, de 56 años, en el pueblo de Jafr, en la provincia de Rasht, al norte de Tayikistán. Las cimas de las montañas del valle ya están cubiertas por las primeras nieves de este año. En las últimas semanas, el huerto se ha ido vaciando poco a poco: se han recogido los frutos de los árboles, se han cosechado las verduras y se está preparando la tierra para el invierno.
En un almacén seco y aireado construido especialmente para ese fin, Hanona guarda su impresionante colección de semillas. Es una mujer serena y segura de sí misma, que explica su experiencia en la reproducción de semillas: "Llevo haciéndolo desde hace mucho tiempo. Desde el final de la Guerra Civil, hace unos veinte años, lo hago más intensamente. En mi almacén tengo todo tipo de semillas".
En primavera de este año, decidió participar en el proyecto "Mejora de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en paisajes agrarios", apoyado por BMU y Welthungerhilfe y ejecutado por su organización local asociada. "Por primera vez, oí hablar de este proyecto en marzo de 2018. Quería aprender algo nuevo, más sobre la agricultura y lo que la gente hace en la agricultura". " Los primeros resultados del proyecto ya son tangibles, como explica Hanona. "Este proyecto tiene un gran impacto en los agricultores. Aprendieron sobre fertilizantes y riego. Aprendieron a no utilizar pesticidas, sino una mezcla casera hecha con hojas de nogal hervidas y ajo, y a rociarla sobre las plantas. Y aprendieron a plantar en el orden más beneficioso los distintos cultivos y hortalizas. Esta vez, no dejamos ninguna mala hierba en los campos hasta el otoño y conseguimos una cosecha muy buena".
Hanona continúa la tradición de recolectar semillas en su familia siguiendo el ejemplo de su madre y su abuela, que hicieron lo mismo antes que ella.
Siempre ha habido gente que venía y cogía semillas de Hanona, ya antes del proyecto. Pero en la Escuela de Campo organizada por el proyecto, ella decidió, junto con los agricultores, intercambiar semillas para conservar las variedades locales, que son más resistentes y, por tanto, consiguen mejores cosechas.