
Impugnar el derecho consuetudinario para proteger las especies amenazadas en alta mar

En los años 80, la comunidad científica reveló la existencia de graves amenazas para la recién descubierta importancia de la zona para los mamíferos marinos, y los medios de comunicación nacionales e internacionales se hicieron eco de ello. La necesidad de establecer una AMP internacional, a pesar de las dificultades legales (>50% de las AMP propuestas en ABNJ), se puso de relieve para subrayar las deficiencias de conservación del derecho consuetudinario en una propuesta denominada "Proyecto Pelagos", presentada a la comunidad internacional en marzo de 1991.
Contexto
Défis à relever
Declarar una zona protegida de alta mar para proteger a los mamíferos marinos de las amenazas humanas. Una práctica pesquera destructiva (la pesca pelágica con redes de deriva) estaba provocando niveles de mortalidad insostenibles en muchas de las poblaciones de mamíferos marinos de la zona. La creación de una AMP internacional habría resuelto el problema, pero la mayor parte de la zona estaba fuera de toda jurisdicción nacional.
Ubicación
Procesar
Resumen del proceso
Los elementos constitutivos están claramente interconectados en sucesión temporal y lógica. La acción científica (en este caso, la ciencia basada en las ONG frente a la ciencia institucional) detectó el problema, la sociedad civil llamó la atención política sobre el problema con el apoyo de las ONG y los medios de comunicación, se ofreció una solución y las instituciones intervinieron creando una herramienta jurídica de conservación y gestión. Como esta última se considera de eficacia limitada, la sociedad civil y las instituciones deben colaborar ahora para hacerla más útil; esta es la fase en la que vivimos ahora.
Bloques de construcción
Crear un impulso mediático y popular
Factores facilitadores
Lección aprendida
Elaboración de una propuesta de designación de AMP
Factores facilitadores
Lección aprendida
Desarrollar y aplicar un acuerdo internacional
Factores facilitadores
Lección aprendida
Adaptar el Derecho internacional a las nuevas exigencias de conservación
Factores facilitadores
Lección aprendida
Mejorar la política y las prácticas de gestión del Santuario
Factores facilitadores
Lección aprendida
Impactos
El Acuerdo del Santuario de Pelagos ha atraído la atención internacional hacia la difícil situación de los cetáceos del Mediterráneo. Esto ha estimulado: a) importantes esfuerzos de investigación de campo que han producido nuevos conocimientos ecológicos de los cetáceos en la zona en las décadas posteriores, específicamente en lo que se refiere a la identificación dentro de sus límites de lo que pronto se considerarán Áreas Importantes para los Mamíferos Marinos (IMMAs); y b) una prominente visibilidad de la importancia ecológica y la singularidad de la zona, un impulsor de los procesos posteriores que llevan de la preocupación generalizada a los esfuerzos de conservación. Las negociaciones sobre el Santuario de Pelagos han estimulado la inclusión en las negociaciones paralelas sobre la revisión del Protocolo del Convenio de Barcelona sobre ZEPAS y Biodiversidad (firmado en 1995) de una cláusula que permite a las Partes establecer ZEPIM (Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo) en alta mar en el Mediterráneo. En consecuencia, tras su declaración, el Santuario de Pelagos se convirtió en la primera AMP del mundo en alta mar (ABNJ). El sector italiano de la pesca con redes de deriva acató la prohibición, pero el francés, incluso después de que Francia firmara la designación de AMP, persistió y hubo que ponerle coto mediante la legislación de la UE.
Beneficiarios
Poblaciones de cetáceos mejor conocidas ecológicamente (por ejemplo, a través de la identificación de IMMAs), y bajo mayor atención de conservación como resultado del Acuerdo del Santuario de Pelagos; comunidades costeras de Francia, Italia & Mónaco.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Historia
En la década de 1990, los datos de la red nacional de varamientos de Italia revelaron que el Mar de Liguria era el escenario de una masacre de cetáceos de una magnitud sin precedentes debido a la perversa práctica de la pesca con redes de deriva. Mientras cientos de barcos del sur de Italia invadían los ricos caladeros estivales del norte en busca de peces espada, colocaban cada noche decenas de miles de kilómetros de redes mortíferas en el agua, totalmente alentados por la FAO. Las redes obstaculizaban la navegación y mataban a muchas especies protegidas, como cetáceos y rayas diablo. De ahí surgió la idea de crear un área marina internacional protegida en el Mar de Liguria para preservar todo el ecosistema pelágico, donde no sólo las redes de deriva sino también otras actividades humanas suponían una amenaza para la supervivencia de los cetáceos. En aquel momento, el pensamiento jurídico dominante tachaba de irrisoria la idea de que las aguas internacionales -como las que contenían la mayor parte del hábitat crítico de los cetáceos en el Mar de Liguria, más allá de las 12 millas náuticas de la línea de base- pudieran ser protegidas. Con el patrocinio del Rotary Club, que fue decisivo para llamar la atención del Príncipe Rainiero III de Mónaco, y junto con Fabio Ausenda de Europe Conservation (una ONG), redacté un documento, llamado "Proyecto Pelagos", que proponía la creación de un gran santuario de cetáceos en la zona. En marzo de 1991, la propuesta se presentó en Mónaco al Príncipe Rainiero III, que la respaldó y ayudó a hacerla realidad. Durante 8 años, el concepto de Santuario avanzó lentamente a través de las burocracias, sobreviviendo gracias al apoyo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y Greenpeace, hasta que en 1999 se firmó en Roma el acuerdo formal del "Santuario Pelagos para los Mamíferos Marinos del Mediterráneo" entre Francia, Italia y Mónaco. El Santuario se convirtió en la primera AMP de alta mar del mundo, por lo que fue muy aclamado por la comunidad conservacionista marina. Desgraciadamente, en los 17 años transcurridos desde su creación, Pelagos no ha logrado cumplir su objetivo de mejorar significativamente el estado de conservación de las poblaciones de cetáceos de la zona, debido sobre todo a la falta de voluntad política para establecer un órgano de gestión adecuado. Sin embargo, la noción de Pelagos sigue viva en las mentes de la población local, que cree que la zona está protegida. Un número creciente de ciudades costeras francesas e italianas han formalizado con orgullo su asociación con el Santuario, mientras que científicos de ambos países siguen trabajando duro para construir un sólido conocimiento ecológico de su fauna de mamíferos (Giuseppe Notarbartolo di Sciara].