
Proteger a las aves y a las personas: la historia de la producción de queso en Livno

La producción de queso tradicional en Livno se realiza desde el siglo XIX y en las últimas décadas se vio completamente amenazada y en peligro de desaparición. La agricultura tradicional y la cría tradicional de ganado ovino y bovino, así como la producción de queso de Livno a partir de su leche, siempre han apoyado la sostenibilidad de estos hábitats naturales de excepcional valor en Livanjsko Polje. El pastoreo intensivo ha contribuido a mantener los ecosistemas naturales. De ahí la importancia de la protección de Livanjsko Polje en su conjunto, que también figura en la lista de hábitats húmedos de importancia internacional de la Convención de Ramsar. La calidad del queso depende de este método de pastoreo, y la sinergia es clave para preservar los hábitats diversos y únicos de este campo kárstico. Hace 15 años, los productores se unieron y formaron la asociación Cincar para proteger el queso tradicional de Livno como producto específico y trabajar juntos para resolver problemas comunes.
Contexto
Défis à relever
Ubicación
Impactos
El aumento constante de la producción evita el crecimiento excesivo de las praderas y reaviva los pastos descuidados. Algunos miembros de la asociación tienen más de 1000 ovejas. El pastoreo ayuda a mantener los ecosistemas naturales, al igual que la siega mecánica con el fin de recoger heno para el invierno. La superficie total del Livanjsko Polje (protegido por la convención de Ramsar) que se mantiene es de 21.761 ha y es un importante lugar de descanso para varias aves migratorias en peligro de extinción. Se ha reconocido la importancia de la asociación y su participación en grupos de trabajo para la elaboración de leyes sobre la protección del origen de los alimentos. La promoción de la zona y de los productores locales aumentó su visibilidad. La credibilidad de las autoridades locales ante los donantes ha aumentado gracias a la ejecución de un proyecto a gran escala. El municipio de Livno reconoció a la Asociación Cincar como socio clave para alcanzar los objetivos estratégicos. Durante la construcción de las minigranjas lecheras y las instalaciones comunes se contrató a empresas y proveedores locales. En la actualidad, más de 200 personas viven de este tipo de producción quesera. Unas 20 familias (que cumplen los requisitos) fundaron la Cooperativa Cincar 2, dentro del proyecto de la agencia checa de desarrollo, para poder entrar en el mercado.