 
Trabajando por la sostenibilidad de la pesca artesanal del cangrejo de piedra en Ancud, Chile.
 
          Nuestro trabajo se basa en la premisa: "pescar menos y mantener o aumentar la remuneración económica". Para lograrlo, los pescadores de cangrejo de piedra trabajan para distinguir su producto del resto de productos de cangrejo del mundo y así obtener un mayor valor, lo que a su vez permitirá una menor presión pesquera.
Teniendo en cuenta que el creciente mercado mundial exige productos gestionados de forma responsable, los pescadores se centraron en dos objetivos: mantener una pesquería sostenible mediante prácticas de cogestión y demostrarlo a través del fiable y reconocido programa de certificación del Marine Stewardship Council (MSC).
Los pescadores han sido reconocidos por su visión de futuro. Han participado en foros y reuniones sobre sostenibilidad pesquera, afirmando que las prácticas pesqueras respetuosas con el medio ambiente son la mejor forma de mantener el negocio pesquero. De este modo, se han convertido en precursores de la sostenibilidad pesquera a nivel local, fomentando estos procesos en otras comunidades pesqueras.
Contexto
Défis à relever
Retos biológicos: evitar la sobrepesca, prevenir las malas prácticas pesqueras y mejorar la producción de información sobre la pesca, incluido su impacto en el ecosistema.
Retos sociales: superar la estigmatización de la actividad pesquera artesanal, mejorar la asociación de pescadores, aumentar el nivel de conocimiento de la biología de los recursos, formar a los pescadores en prácticas pesqueras sostenibles y responsables.
Retos económicos: mejorar los precios, hacer frente a la inestabilidad laboral y reducir la incertidumbre de las actividades pesqueras en el futuro.
Ubicación
Procesar
Resumen del proceso
El desarrollo de capacidades ha permitido a los pescadores adoptar medidas concretas, como el uso de cuadernos diarios de pesca, para que la pesquería avance hacia la sostenibilidad. Esto incluyó una revisión de la pesquería con respecto a una norma de sostenibilidad, que a su vez condujo al desarrollo de un Proyecto de Mejora de la Pesquería (FIP) para abordar las lagunas identificadas.
El FIP ha programado las tareas para abordar las lagunas. Diferentes instituciones han participado en el desarrollo de las acciones a lo largo de un periodo de tres años. Se han proporcionado directrices claras para el diseño y la aplicación de un plan de gestión de la pesquería, que se está desarrollando en un marco de cogestión reconocido por el sector pesquero chileno.
Con pescadores formados que tienen directrices claras para llevar la pesquería hacia la sostenibilidad, así como una instancia de cogestión público-privada, se espera alcanzar resultados de sostenibilidad. La obtención de una certificación para la pesquería y el posicionamiento del recurso en mercados que demandan productos sostenibles para aumentar las oportunidades de mercado, debería estabilizar los ingresos de los pescadores artesanales.
Bloques de construcción
Evaluación según el Estándar de Pesquerías del Marine Stewardship Council (MSC).
Este bloque de construcción se refiere a una evaluación externa y objetiva de la pesquería según un estándar de sostenibilidad ampliamente validado (en este caso, el Estándar de Pesquerías del MSC). La realización de una pre-evaluación genera un diagnóstico de múltiples aspectos de la operación pesquera, que permite construir una hoja de ruta para el conjunto de actores involucrados en la pesquería como reguladores y usuarios directos para mejorar cada aspecto identificado. Facilita la agenda de trabajo de cada parte interesada para alcanzar el objetivo común de la sostenibilidad pesquera.
A partir de esta evaluación inicial de la pesquería del cangrejo de piedra, se ha diseñado y puesto en marcha un Proyecto de Mejora de la Pesquería (FIP) con todas las partes interesadas. En este proceso, se han programado las acciones necesarias para alcanzar el Estándar de sostenibilidad del MSC en los próximos tres años. Esto incluye la identificación de responsabilidades y fuentes de fondos para la consecución de las actividades.
Factores facilitadores
- Es necesario incorporar al proceso a otras instituciones, como ONG, fundaciones, agencias estatales de desarrollo y organismos de investigación, lo que permitirá catalizar las acciones necesarias para alcanzar los objetivos.
- La comunicación fluida entre las partes interesadas es importante para planificar acciones conjuntas por el bien común.
- El programa de desarrollo de capacidades del MSC ofrece una serie de herramientas e iniciativas de formación para ayudar a las pesquerías a trabajar hacia la sostenibilidad y la certificación, incluyendo una plantilla de preevaluación y una herramienta de evaluación comparativa.
Lección aprendida
La capacidad organizativa y el nivel de compromiso del grupo social que liderará la solución son fundamentales. Una organización fragmentada no logrará los compromisos necesarios para esta solución.
Llevar a cabo procesos de formación en sostenibilidad en el grupo social que lidera la solución fue crucial, ya que generó una confianza por primera vez para el beneficio de la solución.
La implantación de la solución es inicialmente lenta, ya que es necesario realizar una labor de convencimiento a los diferentes grupos de interés, pero a medida que visualizan las mejoras, el camino se aligera y los avances son más rápidos.
Formalizar y reconocer la cogestión.
La formalización de un grupo de cogestión proporciona un espacio de discusión que favorece la transparencia en la información disponible y en la toma de decisiones concretas.
Este espacio de diálogo con las principales partes interesadas en la pesquería, cuyas opiniones están correctamente validadas por su base constituyente, permite a todos los interesados trabajar juntos en el diseño de un plan de gestión.
Esto garantiza que las medidas que se aplicarán para lograr la sostenibilidad serán respetadas por los usuarios, ya que se tiene pleno conocimiento de las decisiones y de las razones para tomar una u otra decisión.
Esta estrategia de trabajo aporta estabilidad y gobernanza al sistema.
En este caso, es el Comité de Manejo de Crustáceos de la Provincia de Chiloé el que debe trabajar en el diseño de un plan de manejo para la pesquería de centolla. En Chile, la ley reconoce a esta instancia de cogestión como un organismo asesor de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura.
Factores facilitadores
- Es necesario mantener acciones transparentes en la información y en los procesos de toma de decisiones.
- Es necesario aclarar las responsabilidades de los representantes del grupo de manejo conjunto para evitar discutir temas o aspectos que excedan los objetivos de su manejo conjunto.
- Se recomienda organizar un plan de trabajo para el grupo de manejo conjunto y programar regularmente las actividades del grupo.
Lección aprendida
Los representantes privados - pescadores y transformadores - manejan una gran cantidad de información que no está codificada ni explicitada. Antes de que se creara el sistema de cogestión, esta información no estaba disponible y, por tanto, no se utilizaba para la gestión de la pesca.
A menudo, los objetivos privados y públicos convergen. Sin embargo, antes de la creación del comité de cogestión estos objetivos no podían realizarse o entenderse como alineados debido a la falta de canales de comunicación adecuados.
El apoyo y la participación de los usuarios en la investigación y el control son mayores en un sistema de cogestión que sin él.
Formación de pescadores en materia de cuadernos diarios de pesca.
Era necesario formar a los pescadores que forman parte del proceso en materia de sostenibilidad y buenas prácticas pesqueras. En nuestro caso, esto se centró en la introducción y aplicación de cuadernos diarios de pesca.
Las presentaciones ofrecieron un primer acercamiento a las cuestiones de sostenibilidad. En ellas se daban ejemplos de pesquerías que se desarrollan de forma sostenible en todo el mundo, lo que resultó ser bien aceptado. La transmisión de información a través de vídeos o infografías resultó tener mejor acogida que las presentaciones realizadas por expertos.
La implantación de los cuadernos diarios de pesca necesitó primero una explicación y formación sobre por qué y qué es necesario. Los cuadernos de pesca se explicaron con éxito como un sistema de contabilidad que, si se gestiona bien, puede proporcionar información para facilitar el trabajo de los pescadores, como la identificación temprana de zonas de pesca con bajos rendimientos, malas temporadas de pesca, rendimientos económicos de la flota, etc.
La implantación de los cuadernos diarios de pesca se llevó a cabo en tres fases:
1. Ejercicios en tierra rellenando los cuadernos diarios con operaciones de pesca ficticias;
2. Puesta en marcha de un piloto en el mar, acompañado de un profesional a bordo;
3. Implementación en la flota con supervisión esporádica de un profesional a bordo para identificar errores de cumplimentación.
Factores facilitadores
- Es crucial llevar a cabo procesos de formación en materia de sostenibilidad con el grupo social que encabeza la solución. Esto ayuda a generar confianza en los beneficios de la solución.
- La entrega de información a través de métodos gráficos como videos e imágenes fue bien recibida por los pescadores.
- Para validar los cuadernos de pesca fue crucial la asociación con una entidad reconocida a nivel nacional en investigación pesquera. En este caso, la asociación fue con el Instituto de Desarrollo Pesquero (IFOP).
Lección aprendida
Para la implantación de los cuadernos diarios de pesca, resultó útil designar a un pescador encargado de gestionar el suministro de cuadernos a la flota, así como de recibir y procesar la información. Lo ideal sería que este puesto recibiera una remuneración para hacerlo viable a lo largo del tiempo. En este caso, se utilizó para ello un fondo compuesto por aportaciones de los miembros de la organización de pescadores, más fondos externos gestionados a través de fundaciones.
Impactos
La implementación de un Proyecto de Mejoramiento Pesquero ha generado compromisos de trabajo a corto y mediano plazo entre el Estado de Chile, ONGs, universidades nacionales y pescadores artesanales.
Los pescadores han realizado una preevaluación de la sostenibilidad de la pesquería según el estándar MSC, reconocido mundialmente. Esto identificó áreas de mejora y proporcionó, al Estado de Chile y al Comité de Gestión de Crustáceos de Chiloé, un camino claro para lograr la sostenibilidad, incluyendo evaluaciones de las poblaciones y estrategias de captura adecuadas basadas en el estado de la población.
Los esfuerzos de los pescadores por mantener la pesquería del cangrejo de piedra(Metacarcinus edwardsii) en niveles sostenibles también ha generado efectos en la dimensión social. Existe un fuerte reconocimiento local de esta comunidad pesquera, lo que a su vez les ha motivado a seguir aprendiendo y mejorando sus actividades pesqueras. Han implantado cuadernos diarios de pesca, en los que se recogen nuevos datos que aportan información relevante para la gestión adecuada de la pesquería.
En la dimensión económica, se espera que una vez que la pesquería del cangrejo de piedra sea certificada como sostenible, esto implique una diferenciación en el mercado, otorgando una ventaja comparativa a los pescadores artesanales.
Beneficiarios
Esta iniciativa beneficia directamente a 80 pescadores e indirectamente a la gran comunidad de pescadores artesanales de Chile y a los organismos estatales de gestión de la pesca.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Historia
 
La historia de la pesca del cangrejo de piedra es una historia de mejoras sociales, económicas y medioambientales.
Comenzó en la década de 1980, cuando la extracción se realizaba principalmente mediante pesca de orilla con pequeñas embarcaciones y trampas fabricadas con neumáticos u otros residuos. La pesca se destinaba únicamente al autoconsumo.
Aunque la creciente demanda comercial llevó a los pescadores locales a aumentar la producción, la actividad pesquera seguía siendo precaria. Las embarcaciones carecían de autonomía, las condiciones sanitarias eran deficientes y los pescadores tenían que realizar grandes esfuerzos físicos, ya que cada trampa debía colocarse y levantarse manualmente. Esta situación persistió durante más de dos décadas.
En 2002, los pescadores formaron una asociación y desarrollaron una pesca comercial formal. La organización empezó a prosperar y obtuvo fondos estatales para el desarrollo. Éstos, junto con sus propios fondos, permitieron a los pescadores profesionalizar sus actividades, incorporando mejores tecnologías para mejorar las condiciones de trabajo y la seguridad a bordo, junto con mejores condiciones de almacenamiento y sanitarias que permitieron a los barcos llegar a puerto con un recurso de mayor calidad.
La centolla es la especie más importante de la pesquería nacional de centolla de Chile. Los desembarques rondan las 3-4.000 toneladas anuales, lo que equivale a más de 2,8 millones de dólares de transacciones de primera venta. Esto sostiene los medios de subsistencia de muchos pescadores artesanales.
La pesquería del cangrejo de piedra es ahora totalmente comercial, y la preocupación tanto de los pescadores como del Estado es mantener niveles sostenibles de pesca.
Para ello, la pesquería ha sido evaluada según el Estándar MSC, que proporciona una medida externa y objetiva del estado de la pesquería. Ya se ha elaborado un informe de preevaluación de esta pesquería que ofrece una hoja de ruta hacia la sostenibilidad.
El Estado ha formalizado un grupo de cogestión, en el que están representados los organismos públicos responsables de la regulación e inspección de la pesca, los usuarios directos de la pesquería, los pescadores artesanales y los procesadores de cangrejo. Juntos, este grupo elaborará un plan de gestión y garantizará la sostenibilidad de la pesquería.
Estas acciones han catalizado la implementación de un Proyecto de Mejoramiento Pesquero (FIP), donde se han involucrado diferentes agentes como la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Universidades, ONGs y pescadores artesanales con el fin de abordar las brechas de información y gestión necesarias para asegurar la sustentabilidad de la pesquería y mejorar la cadena de valor del recurso.
 
 
               
               
               
               
 
                                                
                                     
 
 
