Luego de transcurridos 7 años a la fecha de la intervención del proyecto se pudo evidenciar que se experimentaron cambios en la cantidad de integrantes de mujeres en las asociaciones y cooperativas, en los puestos de toma de decisiones y en procesos productivos, en la gestión de la tierra, protección del bosque y la biodiversidad. Se puedo determinar que aumentó el nivel de empoderamiento personal y productivos de las mujeres con las acciones del proyecto, el nivel de empoderamiento económico particularmente en los casos de las cooperativas de mujeres y en cuanto a la promoción de sus derechos también se incrementó.
En cuanto a las prácticas agrícolas climáticamente inteligentes también se incrementó sobre todo porque conocen y ponen en práctica los conocimientos adquiridos en los procesos de producción de abono, diversificando sus parcelas, participando directamente en la comercialización y transformación de sus productos, lo cual implica en su seguridad alimentaria y reduce las brechas de género.
El proyecto generó beneficios y mayor participación de las mujeres en procesos productivos, economía familiar, mejores ingresos, comercialización, capacidad de decisión porque ocupan cargos en las directivas.