Integrar métodos de trabajo tradicionales como base para el diálogo

El Proceso de Laponia utiliza varios métodos tradicionales de gobernanza. Por ejemplo, Rádedibme o los ayuntamientos tienen una función central. Son reuniones abiertas sobre temas importantes que se realizan con la población local y diversos actores, donde se expresan y se toman en consideración los puntos de vista y conocimientos locales para la gestión. Searvelatnja significa "campo de aprendizaje" y se basa en diálogo y aprendizaje. A nivel conceptual esto significa que Laponia debe ser un espacio donde todos puedan participar, un lugar de encuentro para varias generaciones, culturas, idiomas y perspectivas. Al trabajar juntos, aprendemos unos de otros y compartimos el conocimiento de los demás. La gestión de Laponia es un proceso continuo, en el que se adopta un enfoque sin pretensiones, con el fin de crear una gestión local que integre los intereses de todas las partes interesadas. Oassebielráde o Consejo de las Partes es la reunión anual de todas las entidades que gestionan el Patrimonio Mundial. Esta reunión no designa un comité: las propias partes deciden quién las representará en Laponiatjuottjudus. Sin embargo, se requiere consenso al elegir al presidente. El consenso se busca como un proceso de toma de decisiones conjunta en el que todos deben estar de acuerdo antes de tomar cualquier decisión.

  • Continuidad de los sistemas de organización tradicionales tanto sámi como no sámi.
  • Inclusión de las comunidades sámi y apertura para utilizar los conocimientos tradicionales sámi.
  • Apertura y respeto mutuo a la cultura de cada representante.
  • Si no se invita a todas las partes interesadas desde el principio, no habrá ninguna solución. No es posible presentar soluciones prefabricadas a una parte interesada y pensar que lo aceptarán. Todas las preguntas y desafíos que surjan deben manejarse juntos.
  • Tener un objetivo común: para las partes interesadas en el Proceso de Laponia, el objetivo común era encontrar una solución sobre cómo gestionar el Patrimonio Mundial. El objetivo debe ser claro, de modo que todas las partes interesadas sepan cuál es el objetivo.
  • Escuchar y aprender unos de otros. Se trata de dar y tomar todo el tiempo. Incluso si la gente no actúa como uno está acostumbrado, uno tiene que aceptarlo y, con suerte, aprender algo de ello.
  • Es importante que los representantes de cada parte interesada transmitan el mensaje correcto al grupo de partes interesadas que él o ella representa, de lo contrario, la gente podría decepcionarse a largo plazo.
  • No tiene sentido apresurarse en un proceso como el Proceso de Laponia.