La estrategia de desarrollo comunitario de la Fundación Runa consiste en crear organizaciones y asociaciones comunitarias fuertes que puedan invertir dinero y recursos en su propio desarrollo para mejorar sus medios de vida. En los últimos tres años, las asociaciones de productores de guayusa han avanzado mucho en su organización. A diferencia de otras partes de América Latina, en la Amazonía ecuatoriana no existe una historia sólida de cooperativas agrícolas. Teniendo en cuenta este contexto, dimos prioridad a la certificación de comercio justo y al fortalecimiento de la capacidad de organización y gestión de recursos de los agricultores, con el fin de garantizar que los productores indígenas puedan conectarse con los mercados de una manera justa y equitativa. Uno de los principales componentes del éxito en la creación de asociaciones de productores ha sido imitar el funcionamiento de las actuales estructuras de gobierno que se utilizan localmente para gestionar las comunidades, la tierra o los recursos. En lugar de imponer una estructura que ha funcionado con éxito en otras partes de América Latina, los productores determinan la estructura y la función de sus asociaciones, y nosotros trabajamos con ellos para construir un sistema de gobernanza que sea eficiente y legítimo a los ojos de los productores.
El avance de las asociaciones puede atribuirse en parte a la participación y el compromiso de los agentes locales, que crean y definen una estructura de trabajo para la planificación, la coordinación y el seguimiento del progreso de las asociaciones. Es esencial contar con una estructura flexible y capaz de adaptarse a las necesidades de cada asociación, lo que a menudo exige invertir más tiempo y recursos en reuniones o talleres adicionales para garantizar que las asociaciones desarrollen su capacidad de avanzar de forma sostenible.
A veces resulta difícil motivar a las asociaciones para que participen en las numerosas actividades necesarias para la certificación de su producto. En el caso de cultivos establecidos como el café y el cacao, los volúmenes de compra previstos, los precios más altos y los mercados establecidos para los productos certificados ayudan a garantizar que las ventas y la contribución de la prima social de su certificación de Comercio Justo actúen como incentivo suficiente. Sin embargo, al tratarse de un producto novedoso, la falta de estabilidad del mercado pone en peligro la participación continuada y de calidad de productores y asociaciones. También hemos aprendido la importancia de crear mecanismos de colaboración entre todas las partes implicadas en la cadena de valor y de establecer directrices claras para dirigir nuestro trabajo. A lo largo de varios años hemos colaborado directamente con las asociaciones, así como con actores de los sectores público y privado, y hemos analizado y revisado las diferentes actividades implicadas en la cadena de valor de la guayusa utilizando un enfoque de gestión adaptativa que ha resultado muy fructífero para este trabajo de colaboración.