Las lentas tasas de crecimiento de las esponjas y las variaciones estacionales que se dan en Zanzíbar requieren periodos de evaluación de al menos dos años para poder juzgar la idoneidad de una especie de esponja. El proceso comprende varias fases:
- Recogida de especímenes de diferentes especies de esponjas en la naturaleza (en total, se encontraron y probaron más de 100 especies).
- Evaluación de la idoneidad de cada especie como esponja de baño o cosmética (por ejemplo, consistencia, dureza, capacidad de absorción de agua, atractivo). Las muestras prometedoras se llevaron directamente a clientes potenciales para evaluar su aceptación en el mercado.
- Pruebas de crecimiento de las candidatas prometedoras (por ejemplo, comportamiento de crecimiento, tasa de crecimiento, resistencia a las plagas, susceptibilidad al crecimiento de algas).
- Los candidatos se someterán a pruebas de propagación y cultivo (las preguntas a las que había que responder eran las siguientes: ¿pueden multiplicarse las esponjas de forma eficaz mediante segmentación?; ¿qué posibilidades de supervivencia tiene un esqueje?; ¿crecen los esquejes con suficiente rapidez?; ¿cuánto mantenimiento se requiere?; ¿es rentable el proceso? etc.).
Los factores más importantes para el éxito de la fase de evaluación son: fondos suficientes, presencia local continua de los gestores del proyecto, socios locales de confianza, socios en el mundo académico, mucha paciencia y capacidad para presentar tanto el proyecto como el producto a los futuros productores y compradores, respectivamente.
El largo periodo de dos años que llevó encontrar una especie de esponja adecuada y establecer el método de cultivo fue el mayor reto en la fase inicial del proyecto.
Al principio, la determinación de las tasas de crecimiento se abordó con métodos cuantitativos (es decir, haciendo un seguimiento del volumen, el peso y los factores ambientales a lo largo del tiempo). Con el tiempo, sin embargo, quedó claro que los factores que influyen en el crecimiento de las esponjas son innumerables, mientras que las personas que trabajan en los proyectos no están acostumbradas a trabajar según criterios exactos. La calidad y la idoneidad de una esponja se evalúan adecuadamente mediante la observación minuciosa y el desarrollo de una percepción de los distintos indicadores.