Coinnovación y buenas prácticas para la resiliencia climática de la ganadería familiar en Uruguay
La solución corresponde al Proyecto "Coninnovación para la producción resiliente de alimentos en la Ganadería Familiar del Uruguay" financiado por EUROCLIMA+ (UE) y ejecutado por CNFR e INIA de Uruguay.
La co-innovación es un enfoque de asistencia técnica predial integral que consta de 4 fases: diagnóstico, rediseño, monitoreo y evaluación. Se implementa en articulación entre organizaciones de productores e institutos de investigación, para apoyar la implementación de buenas practicas ganaderas validadas (de bajo costo y alto impacto) que contribuyeron a mejorar la resiliencia climática de los sistemas productivos. Para ello, los técnicos asesores visitaron mensualmente a las familias ganaderas, y realizaron actividades de capacitación con INIA y UDELAR, cumpliéndose estrictamente los protocolos sanitarios.
La difusión se basó en el uso de herramientas virtuales y redes sociales, que resultaron ser efectivas para comunicar eventos, avances y resultados del proyecto.
Contexto
Défis à relever
En Uruguay los eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, y los sistemas productivos deben implementar medidas de adaptación y mitigación.
La producción de carne es la actividad económica más importante, y el 62% de los productores familiares son ganaderos. Gran parte se situán en 2 regiones agroecológicas vulnerables: Basalto y Sierras del Este. Presentan problemas de escala, asistencia técnica y acceso a tecnologías limitados, lo que derivan en un productividad baja (kg de carne/ha) e inestable.
La inadecuada gestión del ganado y el sobrepastoreo producen degradación y pérdida de biodiversidad de los pastizales naturales, y limita el consumo animal por la escasa oferta, altura y calidad del pasto. Obtienen ingresos económicos reducidos, la captura de Carbono es baja, y los niveles de emisión de Metano por unidad de producto son elevados.
Ubicación
Procesar
Summary of the process
Las instituciones de investigación nacional como INIA y la Universidad de la República de Uruguay, son claves en la generación de buenas prácticas ganaderas que favorecen la adaptación y resiliencia de los sistemas familiares al cambio climático, contribuyendo a su sustentabilidad y a la reducción de emisiones de GEI.
Para desarrollar procesos de asistencia técnica adecuados a la realidad de la producción familiar, como lo es el enfoque de coinnovación, es fundamental que las organizaciones de productores (locales y nacionales) sean parte activa de estos procesos, en dialogo con las autoridades nacionales para garantizar la política pública en sinergia con las NDC, como ha sucedido en Uruguay.
El escalamiento de las buenas prácticas ganaderas a través del enfoque de coinnovación, a otros países del MERCOSUR, requiere de esfuerzos de articulación interinstitucional que deben ser asumidos por las instituciones de los países, tanto desde las organizaciones de la producción familiar como de las institucionesvinculadas a la investigación, desarrollo e innovación.
Building Blocks
La Co-innovación como enfoque de asistencia técnica para la producción familiar
Una nueva visión de la innovación debe reconocer a los agricultores como agentes capaces de observar, de descubrir nuevas formas de hacer a través de la experimentación y de aprender (Van der Ploeg, J.D. 1990). En vez de procesos de ‘transferencia de tecnología’, debe pensarse en mejorar la capacidad de aprender y experimentar de los agricultores (Leeuwis, C. 1999). Por lo tanto, las innovaciones a nivel de sistemas complejos, en los cuales el ser humano es parte integral, ya no se conciben como externas sino que se desarrollan y diseñan en su contexto de aplicación y con la participación de quienes manejan los sistemas y toman decisiones (Gibbons, M. et al., 1997; Leeuwis, C. 1999). Esto asegura la pertinencia, aplicabilidad y adopción de las potenciales soluciones a los problemas detectados. Desde el proyecto Ganadería Familiar Resiliente, y tomando como base experiencias anteriores desarrolladas por INIA y CNFR, se promovió el trabajo conjunto entre productores, técnicos, organizaciones e investigadores, utilizando el enfoque de co-innovación, para generar un proceso cíclico de caracterización y diagnóstico, implementación, monitoreo y evaluación que permitiera emerger la innovación a partir del aprendizaje interactivo entre los actores involucrados.
Enabling factors
- Antecedentes de articulación de CNFR - INIA en la implementación del enfoque de co-innovación.
- La buena disposición de los actores (familias productoras, dirigentes de organizaciones locales, técnicos de campo, equipo coordinador de CNFR e investigadores de INIA) para implementar el plan de actividades en un marco de emergencia sanitaria.
- La buena conectividad nacional de Internet, la cadena de vínculos locales – nacionales – regionales e institucionales, y el cumplimiento estricto de los protocolos sanitarios.
Lesson learned
- La articulación entre organizaciones de productores (CNFR y sus entidades de base local), el INIA y la Universidad de la República, demostró capacidades suficientes para implementar a la Coinnovación como enfoque apropiado para la asistencia técnica dirigida a productores y productoras familiares, facilitando la implementación de buenas prácticas ganaderas que mejoran su resiliencia climática y que están alineadas con las políticas públicas orientadas a la adaptación y mitigación del cambio climático en la ganadería de Uruguay.
- Las modalidades virtuales resultaron ser una herramienta válida y efectiva de comunicación entre las partes, aún con algunas limitaciones existentes en los territorios rurales.
- Las organizaciones pueden facilitar procesos de comunicación efectivos con las familias rurales, utilizando las capacidades y herramientas disponibles localmente. Aunque las actividades presenciales generan procesos vivenciales únicos e intransferibles, las estrategias implementadas en el proyecto han sido efectivas en un contexto adverso como la pandemia COVID-19.
Articulación institucional para escalar procesos tecnológicos en ganadería familiar.
El proyecto Ganadería Familiar Resiliente es el resultado de un proceso de articulación interinstitucional que incluye:
- Organizaciones de productores familiares de primer grado (6 Sociedades de Fomento Rural), de segundo grado (Comisión Nacional de Fomento Rural - CNFR), y de tercer grado de cobertura regional (Confederación de Organiazaciones de Productores Familiares del MERCOSUR - COPROFAM)
- El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), entidad pública de derecho privado.
- El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), organismo gubernamental que brindó su aval político para el desarrollo de la acción.
Este entramado interactuó con otras instituciones como la Universidad de la República (UDELAR), el Ministerio de Ambiente (MA), la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), el IICA y la Delegación de la Unión Europea en Uruguay
Enabling factors
- Proyectos anteriores de CNFR con INIA y la UDELAR (coinnovación en producción familiar)
- Existencia de buenas prácticas ganaderas validadas para la ganadería familiar.
- Alineamiento con las NDC (2017): mitigación de GEI, adaptación y resiliencia de sistemas ganaderos al cambio climático.
- Pertenencia de CNFR a COPROFAM para escalabilidad de procesos de coinnovación y de articulación interinstitucional en la región.
- Acceso a fuentes de financiamiento como EUROCLIMA+.
Lesson learned
- El desarrollo de acciones de extensión con la ganadería familiar requiere de un abordaje metodológico integral como la Coinnovación.
- El rol de las organizaciones de productores es clave para la implementación de políticas públicas efectivas en territorio rural.
- Las buenas prácticas ganaderas requieren de plazos largos para generar resultados e impactos en los sistemas familiares.
Resources
Impacts
52 familias productoras implementan Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) de manejo animal y del pastoreo sobre campo natural, asociadas a la producción resiliente de alimentos y la adaptación al cambio climático, sobre un área aproximada de 17.000 ha.
10 Técnicos de campo (ingenieros agrónomos y veterinarios) se han capacitado en la implementación de buenas prácticas ganaderas y en el enfoque de coinnovación, con apoyo de INIA.
30 dirigentes/as de 6 organizaciones locales participan y colaboran en instancias de difusión del proyecto a nivel del territorio.
Mas de 700 personas, en su mayoría productores y productoras ganaderos familiares, acceden a información y resultados del proyecto a través de las actividades y productos de difusión elaborados.
8 organizaciones de productores familiares del MERCOSUR (vinculadas a COPROFAM) y otros actores institucionales acceden a información del proyecto a través del Webinario "El cambio climático, la innovación y la producción resiliente de alimentos en la agricultura familiar: Escenario de oportunidades", y desarrollan acciones de articulación con el fin de escalar y repicar experiencia de coinnovación y resiliencia climática para la agricultura familiar.
Beneficiaries
- 52 familias (159 personas)
-
30 dirigentes y 10 técnicos de organizaciones locales;
-
150 productores ganaderos (difusión);
-
10 organizaciones locales (escalamiento);
-
8 organizaciones de 7 países (COPROFAM);
-
Instituciones públicas (INIA, MGAP)
Sustainable Development Goals
Story
Los hermanos Daniel y Gonzalo Aldabalde son productores ganaderos familiares del departamento de Lavalleja, en la región de Sierras del Este de Uruguay, beneficiarios del proyecto Ganadería Familiar Resiliente.
Están asociados a la Sociedad de Fomento Rural Ortiz, organización que nuclea a cientos de productores de ese departamento. Desde pequeños se dedican a la cría de ganado vacuno y ovino sobre campo natural, en el predio que la familia gestiona desde generaciones anteriores.
Gonzalo y Daniel se han preocupado mucho por mejorar la resiliencia de su sistema productivo al cambio climático, en especial para adaptarse mejor a las situaciones cada vez más frecuentes de sequía. “Gracias al fondo de inversiones de este proyecto, y con apoyo del técnico asesor, hicimos un alambrado eléctrico que estaba pensado desde hace mucho tiempo. Eso nos permite dividir los potreros y hacer una rotación del pastoreo, y lo hicimos en plena sequía. Sin estas subdivisiones, no hubiera sido posible ese manejo que nos permite cuidar y aprovechar mejor el pasto” .
También han valorado mucho la asistencia técnica que el proyecto les brinda: "La veterniaria nos ayudó a elaborar un cronograma sanitario, cosa que no teníamos... nosotros anotábamos los productos que le dabamos a los animales, pero ella nos ayudó a ordenarnos para hacer un mejor manejo sanitario".
Las perspectivas de los dos hermanos apuntan a continuar el trabajo en el campo en el futuro, donde participan además los jóvenes Pía (estudiante, hija de Daniel) y Joaquín (hijo de Gonzalo).