Reforestación de manglares financiada por el proyecto y apoyada por la comunidad
Aprovechando los fondos del proyecto INECC, junto con las organizaciones de base, iniciaron acciones de reforestación y limpieza de los manglares. La estrategia involucró trabajo participativo con la gente de las comunidades para incrementar la conciencia sobre lo que significa tener un manglar saludable. Se hicieron talleres participativos con niños, mamás, mujeres, y población en general para darles voz y espacio de decisión. Así, la gente empezó a apropiarse de la reforestación y verla como parte del beneficio para sus actividades productivas, y para el bienestar general de sus familias. La gente fue quien decidió dónde reforestar y con qué especies locales reforestar.
Si bien la reforestación en sí no tuvo mucho éxito de sobrevivencia debido a motivos técnicos, administrativos y estacionales, esta acción fue clave pues generó confianza en el INECC y permitió detonar otros procesos sociales que continuaron después como los palafitos, el sistema de captación de agua de lluvia, los huertos. Inició el fortalecimiento del tejido social.
Contar con recursos económicos y humanos para poder emplear a las comunidades locales para llevar a cabo el trabajo de reforestación;
Tener el apoyo de ONGs con habilidades en lo técnico y lo social, para guiar el esfuerzo y el entusiasmo de las comunidades a través de esta primera actividad del proyecto; Contar con el apoyo de las comunidades para mantener las mejoras que se han logrado; En los talleres de reflexión se creó un sentido de responsabilidad ante la reforestación, así como una concientización sobre su importancia en la población.