Evaluación de la vulnerabilidad social y ecológica
Las evaluaciones sociales y ecológicas sirven de base a las intervenciones específicas en beneficio de las comunidades locales cuyo medio de vida son los ecosistemas de manglares.
Para construir un proyecto sólido de carbono azul, hay que comprender claramente los medios de subsistencia locales y cómo están vinculados a los ecosistemas de manglares circundantes mediante una evaluación de los medios de subsistencia. Esto incluye un análisis de la vulnerabilidad social a los efectos del cambio climático. Los elementos sociales y ecológicos de la evaluación proporcionan información que ayuda a conceptualizar proyectos específicos de carbono azul con intervenciones que benefician a las comunidades locales aumentando su resiliencia, diversificando su base de producción y mejorando su gobernanza y capital humano.
Se requieren contactos previos con las autoridades locales, ONG y líderes locales. El proyecto debe explicarse de forma no técnica para que la población local, con distintos grados de educación e interés, pueda al menos conocer los componentes del proyecto y los beneficios potenciales para la comunidad. Se necesitan profesionales bien formados y expertos en diagnósticos comunitarios, facilitación de grupos y resolución de conflictos para navegar por los matices sociales que un observador casual puede pasar por alto.
Las prioridades y percepciones de las comunidades y organizaciones locales pueden diferir frecuente y significativamente. El interés local por un proyecto puede ser mínimo o inexistente, y las expectativas de los diseñadores del proyecto pueden diferir de las de las comunidades. Es posible que los observadores externos no comprendan del todo la dinámica, los conflictos, los retos y las necesidades locales, por lo que es importante que en todas las fases participen personas formadas en herramientas de ciencias sociales.
Contar con un líder local que acepte la idea de un proyecto de carbono azul ayuda a generar confianza entre la comunidad, aumenta su participación y abre la puerta a diálogos más transparentes con la comunidad.
Estar abierto a las necesidades y deseos locales, y dedicar tiempo a conocer a la gente y sumergirse en su vida cotidiana puede aportar información útil para el desarrollo del proyecto. Los efectos del cambio climático pueden ser prioridades menores en comparación con necesidades mucho más urgentes de la comunidad en materia de salud, educación e infraestructuras.