Modelando el ecosistema con pocos datos

Por su naturaleza, las pesquerías en pequeña escala suelen contar con datos limitados, poco sistematizados y de escalas de tiempo cortas. Esta escasez de información representa un reto para conocer, por ejemplo, la interacción que tiene el arte de pesca con el ecosistema y su impacto en el hábitat; dicha información es fundamental en la implementación de un proyecto de mejora pesquera. Alrededor del mundo, se han desarrollado diferentes metodologías que permiten generar información sobre los impactos de la pesquería en el ecosistema; una de ellas es la modelación a partir del programa Ecopath con Ecosim.  
COBI utilizó esta herramienta incluyendo información generada por las pescadoras y los pescadores mediante las bitácoras de pesca, así como información biológica y ecológica para las especies que habitan las zonas de pesca. Además, para robustecer el modelo, se integró el conocimiento ecológico tradicional de las comunidades pesqueras mediante la aplicación de entrevistas, de las cuales se obtuvo información relevante sobre la alimentación de las especies, su distribución geográfica, temporada reproductiva y de avistamiento.

  1. Que las pescadoras y los pescadores estén generando información sobre las pesquerías por medio de un monitoreo pesquero.
  2. Es importante integrar el conocimiento tradicional de las personas dedicadas a la pesca, ya que ellas cuentan con un gran acervo de importante información sobre su entorno natural y las especies.
  3. Los resultados se tienen que dar a conocer con las personas de la comunidad pesquera, con el fin de que valoren y se apropien de su conocimiento.
  1. El proceso para obtener los resultados, a partir de la modelación por Ecopath con Ecosim, pude llevar alrededor de seis meses, ya que se debe hacer una búsqueda de información, entrevistas a las personas de la comunidad, analizar la información y realizar los modelos.
  2. Es importante socializar con las y los pescadores la importancia y el beneficio de conocer los efectos de la pesquería en el ecosistema, y darles a conocer cómo se integra su conocimiento tradicional para poder obtener información más robusta hacia un manejo ecosistémico.
  3. Las entrevistas realizadas con las y los pescadores para registrar su conocimiento tradicional fueron largas (aprox. 40 minutos), lo que en ocasiones hacía que se perdiera el interés por parte del entrevistado. Además, dado el tiempo necesario para realizar cada una de las entrevistas, la disponibilidad de tiempo para entrevistar a más miembros, podría ser escasa.
Reconociendo el rol de la mujer en la pesquería de peces

Cuando pensamos en la pesca, imaginamos espacios en donde predominan los hombres y la única actividad es la extracción de los recursos. Para poder tener la imagen completa de la pesquería, es importante incluir las actividades de post, pre-captura y complementarias. Esto permite conocer más a detalle a la pesquería e identificar y reconocer la labor que desempeñan las pescadoras y los pescadores.  

Desde el año 2015, COBI ha participado implementando proyectos de mejora pesquera de peces en colaboración con el sector productivo. Además de las mejoras ambientales, actualmente estos proyectos buscan las mejoras sociales que incluyan la igualdad de género. Al inicio de estos proyectos, se identificó que el trabajo que realizaban las mujeres, al no ser un trabajo de extracción, no estaba reconocido como parte de la pesquería, paradigma que se está logrando romper con años de trabajo. 

  1. Se debe reconocer que la pesquería de peces se compone de distintas actividades, no solo de la extracción.
  2. Incluir a mujeres en la toma de decisiones fomentando y formalizando su participación y pertenencia.
  3. Implementar capacitaciones en monitoreos pesqueros, biológicos y oceanográficos, con perspectiva de género.
  4. Ofrecer puestos administrativos y técnicos a mujeres capacitadas. 
  5. Invitarlas a que participen en foros nacionales e internacionales como representantes de sus pesquerías para que se empoderen de sus proyectos y sus actividades.
  1. Los pescadores han reconocido que la mujer tiene una gran capacidad para desarrollarse en diferentes etapas de la pesquería de peces.
  2. Se ha observado y reconocido con éxito el empoderamiento de las mujeres pescadoras en la parte de comercialización, certificaciones de estándares internacionales, monitoreo pesquero, oceanográfico y biológico.
  3. La colaboración entre hombres y mujeres en la pesca, ha generado efectos positivos y reforzado los lazos entre los miembros de la pesquería, lo cual se proyecta a la comunidad.
  4. Las pescadoras se han apropiado de sus tareas con orgullo y se ha generado un sentido de pertenencia e identificación por parte de ellas hacia sus comunidades.
  5. Incluir la perspectiva de género en la pesquería de peces no es sencillo, pero es un proceso positivo que cambia la dinámica de la pesquería y sus comunidades.
Visibilización de la participación de la mujer en la toma de decisiones en las pesquerías

En 2017, COBI inició un proyecto de mejora pesquera en colaboración con el Comité Nacional Sistema producto de calamar gigante, el cual ha buscado documentar y apoyar tanto los esfuerzos y compromisos por la pesca sostenible, así como el apoyo al rol de la mujer como líder en la toma de decisiones dentro del Comité Nacional. Esto ha sido posible gracias a dos factores principales: a la visibilización e integración de la mujer en posiciones de poder, como el ocupar roles de presidencia dentro de los comités, y a la apertura de involucrar a la mujer de manera significativa en la planeación, implementación y gestión de los planes de trabajo para mejorar la pesquería.

Esta apertura permite dar el ejemplo sobre una mejor adaptación a la dinámica social igualitaria, reconociendo así al sector productivo como un sistema extenso y complejo para asegurar el manejo sostenible de los recursos marino-costeros.

  1. El realizar talleres para reflexionar sobre la situación actual y proyecciones a futuro en términos de igualdad de género.
  2. El empoderamiento de la mujer, al incluirla en posiciones de poder y procesos de toma de decisiones.
  3. La conformación de la estructura organizacional del comité vista con un enfoque igualitario y bien representado.
  4. El sector productivo debe visualizarse desde un enfoque basado en la pesquería en su totalidad, y no en la extracción únicamente.
  1. Los equipos mixtos (hombres y mujeres) y la diversidad de personas que participan en las diferentes etapas de la cadena de valor, fomentan un mejor desempeño porque tienen una visión robusta y complementaria de opiniones, perspectivas, conocimiento y experiencias.
  2. Es clave involucrar a la mujer en la toma de decisiones para mejorar el co-manejo de los recursos, ya que el conocimiento y experiencia desde su perspectiva encamina al logro de objetivos de una manera holística dentro de las pesquerías; y la diversidad de voces equilibra la gobernanza.
  3. Es importante que la mujer misma exija su espacio y demuestre el beneficio que el sector puede llegar a obtener en el buen manejo de las pesquerías.
  4. Las labores que realizan hombres y mujeres son actividades frecuentemente complementarias. Esto evita llegar a una situación de confrontación.
  5. Al hacer hincapié en cómo contribuye la igualdad de género en los proyectos de mejora pesquera y en la sostenibilidad de la pesca, aumentan las posibilidad de que las comunidades pesqueras adopten la perspectiva de género en sus proyectos.
Desarrollo de un plan de manejo participativo

Las partes del Proceso Laponia vislumbraron crear un nuevo plan de manejo para el bien utilizando los valores dentro de tres áreas: el medio ambiente natural y sus altos valores; la cultura viva sámi y la industria de los renos; y el patrimonio histórico derivado del uso anterior de la tierra. Este plan de gestión participativo se basa en un entendimiento compartido del Patrimonio Mundial por parte de todas las partes interesadas involucradas en el proceso y la implementación del plan. Además de las instituciones de gobierno (municipios, condado, agencias gubernamentales a cargo de la conservación del patrimonio), los actores importantes a ser considerados e integrados en este proceso participativo son las aldeas sámi, que son organizaciones responsables de la cría de renos dentro de un área específica. Es una entidad legal y se organizan a través de reuniones de aldea.

  • La plataforma de diálogo creada con el Proceso Laponia.
  • Ley de cría de renos (miembro de una organización de aldea sámi).
  • La constitución brinda protección especial al pueblo sámi y sus derechos. Los sámi son el pueblo indígena de Suecia (determinado por el Parlamento), lo que les otorga un estatus legal especial en la legislación sueca.
  • El derecho de acceso público.
  • Voluntad de la autoridad para probar algo nuevo, nuevos métodos de trabajo para la gestión.

Los planes de gestión en los que diferentes partes interesadas tienen que comprometerse todo el tiempo pueden ser poco específicos. Puede haber temas en el plan de gestión que la organización no tenga requisitos previos para implementar y luego las personas se sentirán decepcionadas si la organización no está trabajando con ellos. Por ejemplo, en nuestro plan de gestión, hay frases que establecen cómo deberíamos trabajar con el idioma sámi y, por lo tanto, lo estamos haciendo hasta cierto punto. Pero el lenguaje no es nuestro enfoque principal y, a veces, las personas pueden sentirse decepcionadas con los resultados.

Establecimiento de un proceso de diálogo inclusivo: el Proceso de Laponia

El Proceso de Laponia fue un enfoque de diálogo creado y desarrollado por una diversidad de partes interesadas en la propiedad del Patrimonio Mundial del Área de Laponia. Dado que Laponia es un área grande que consta de varias áreas protegidas, establecer un sistema de gestión coordinado en su conjunto ha sido un gran desafío desde su inscripción en la Lista. La Junta Administrativa del Condado de Norbotten y las comunidades y municipios sámi de Jokkmokk y Gällivare comenzaron a preparar sus programas de conservación de forma independiente. El Proceso de Laponia se inició por iniciativa del Gobernador de Norrbotten en 2005 incluyendo a todos los interesados ​​en un proceso de diálogo basado en un conjunto de valores comunes, que llevaría a las partes a ponerse de acuerdo en temas cruciales y los términos en los que el Área Laponia debería ser administrada. Se determinó que todas las decisiones se tomarían por consenso y se solicitaron nuevas regulaciones para los parques nacionales y reservas naturales. En 2006, las partes firmaron un acuerdo común que remitieron al Gobierno, que contenía:

  • Un conjunto de valores básicos comunes
  • Intenciones comunes para varios esfuerzos
  • El establecimiento de una delegación temporal de Laponia
  • Preparativos para el inicio de un grupo de gestión del Patrimonio Mundial con mayoría sámi en el comité.

La voluntad política del gobernador de Norbotten, las organizaciones aldeanas sámi a través de la asociación Midjá Ednam, el interés de los municipios de Jokkmokk y Gällivare y el respaldo de la SEPA fueron condiciones esenciales para iniciar el proceso. La iniciativa nace de la aceptación de las diferentes realidades de las partes involucradas y la fuerte voluntad de co-crear una nueva gestión para el Área Laponia. Además, hubo suficiente financiamiento para el proyecto y cada grupo participó con las mismas condiciones económicas.

  • Para establecer una organización basada en el consenso y desarrollar una nueva forma de gestión, es necesario escuchar a las personas y aprender por qué piensan como piensan y hacen como hacen (son las normas y los valores los que forman sus ideas y prácticas), pero también explicar abiertamente por qué uno está pensando y actuando de la manera en que lo hace. Esto toma tiempo y se trata de aprender unos de los otros y aceptarse.
  • Es un proceso que no se puede hacer en la oficina, se necesita salir y conocer a la gente en su vida cotidiana con regularidad.
  • No se puede apresurar ni pensar en soluciones rápidas.
  • El Proceso de Laponia tomó seis años hasta que todas las partes interesadas involucradas pudieran ponerse de acuerdo sobre una organización común y un plan de gestión. Para realizar un proceso así, es necesario contar con tiempo, financiación y las personas “adecuadas”.
  • Escuchar el uno al otro.
  • Reflexionar sobre las preguntas difíciles y discutirlas con otros representantes, antes de que se tomen las decisiones.
Apoyo de instituciones y organizaciones de base con presencia en el territorio

La coordinación del proyecto ha venido conformando una alianza con gobiernos locales, centros de investigación y organizaciones de base con presencia específica en cada una de las cuencas del proyecto para asegurar una comunicación directa con los productores y otros actores del territorio. Gracias a la red de ONGs locales, se ha producido un mayor impacto en los talleres de presentación de información y resultados a los productores y a hacer una traducción eficaz de los diagnósticos a la realidad en campo. Ejemplos de este apoyo en el territorio incluyen: i) el manejo de intereses diferentes y de potenciales conflictos entre actores en el PN Cofre de Perote; ii) creación de sinergias por parte de las instituciones  a nivel de gobierno, a través de sus programas de asistencia social, de subsidios, dirigidos a ciertos lugares que coinciden con el proyecto; iii) establecimiento de líneas de trabajo coordinadas desde nivel gobierno, desde ANP hasta las OSC; iv) coalición entre OSC podían tener más impacto en el territorio, reducir costos; aprovechar las diferentes capacidades de los diferentes actores y potenciar el impacto de las acciones.

  • Una red de ONGs suficientemente experimentadas para poder ofrecer capacitación práctica a los productores;
  • Usar los niveles existentes de organización de las comunidades y productores, y las autoridades locales sobre los cuales construir las iniciativas, p. ej. asambleas ejidales, cooperativas pesqueras, unidades rurales de producción, etc.
  • Fortalecer un sentido compartido de identidad y pertenencia entre productores, comunidades y autoridades locales;
  • Ha sido clave contar con una red de organizaciones de la sociedad civil que colaboran en el proyecto y desarrollan buenas practicas en el territorio, y han ayudado en tener un mayor impacto en los talleres en donde se ha presentado la información a los productores.  
  • Es esencial tener un buen manejo y coordinación de la red de ONGs para el desarrollo de capacidades de los diferentes actores en el territorio;
  • Cada cuenca es diferente, por ello, contar con OSC y ONG como “socios” del proyecto, ha permitido tener una representación directa en los territorios y poder adaptar mejor los talleres y comunidades de aprendizaje de acuerdo a las caracteristicas de cada comunidad o región;
Los elementos clave para la conservación del ecosistema también son antrópicos

Como parte de la planeación territorial integral entre las subunidades dentro de las cuencas, los PAMIC consideran las dinámicas de transformación del paisaje y buscan identificar y conservar los elementos clave del ecosistema, tanto naturales como antrópicos. En la filosofía de los PAMIC, conservar no significa “no tocar” aquellos ecosistemas saludables, sino que interesa fomentar y sembrar la idea de que la conservación no es sólo para los ecosistemas naturales conservados o vegetación secundaria sino también incluye recuperar y usar aquellas prácticas y técnicas que permiten un buen uso del territorio como seria en café de sombra, el manejo forestal sustentables. Estas prácticas son también consideradas como elementos clave del ecosistema y son prácticas que van más allá de conservar sólo por conservar. Por ejemplo, un manejo agrosilvopastoril implica no extender el área de pastoreo sino, concentrar en el territorio un manejo más integrado, en el cual tenemos en un mismo territorio, mejores rendimientos y mayores impactos. Estamos beneficiando a los ecosistemas y a la economía local que hace un buen uso del territorio, suelo, servicios ambientales.

  • Confianza hacia los beneficios sociales y ambientales del manejo sustentable y comunitario
  • Aprendizaje institucional sobre la ineficiencia de la visión de “no tocar” como medio para conservar a los ecosistemas;
  • Red de actores con conocimiento del territorio que apoyan el manejo integrado y el acompñamiento constante de los proeductores;
  • Es de vital importancia hacer uso de las cooperativas existentes para generar, liderar y administrar nuevas técnicas y regulaciones en las actividades productivas existentes
  • La gente, al liderar la toma de decisiones sobre el manejo, se ha apropiado de los PAMIC y eso se ve reflejado en el territorio;
  • Las comunidades y los productores están más dispuestos a involucrarse y practicar iniciativas autoorganizadas para la gestión sostenible de los recursos, entre ellos el agua; cuando no sienten potencialmente amenazadas sus actividades productivas.
  • Así mismo, cuando identifican al proyecto como una ventana de oportunidad para obtener acompañamiento y posible financiamiento para mejorar sus actividades productivas, el compromiso e interés por manejar sustentablemente el ecosistema aumenta;
  • Para que este building block funcione adecuadamente, necesita de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que trabajen con los productores de manera permanente.
Creando una visión común del territorio a partir del agua

Para promover una conectividad operativa entre las diversas subcuencas, incluyendo ecosistemas y prácticas productivas, se buscó un hilo conductor que vinculara la dinámica de los diversos territorios y actores de la parte alta y de la parte baja de cada cuenca. El modelado de la provisión superficial de agua y del potencial de retención de sedimentos en las diversas subcuencas permitió identificar las relaciones emisor-receptor-acumulación, y de ahí empezar a conectar las dinámicas entre las zonas que demanda los SE (ej, poblaciones, zonas turísticas y hoteleras) y aquellos que los producen (zonas montañosas con cobertura forestal). A partir de ello, se reunió a los diversos actores para enseñarles las características de los territorios donde estos dos servicios estaban presentes y, sobre todo fomentar, a través de la generación de información clave, a nivel productivo y de servicios hidrológicos, que los actores de gobierno y de asociaciones civiles, se vieran en el territorio y se preguntaran qué se hace, cómo se hace, y por qué.

  • Contar con una red de ONGs locales con gran experiencia de trabajo en el territorio para poder proporcionar tutorias y acompañamiento a los productores;
  • Contar con materiales de enseñanza de gran calidad y métodos apropiados para las comunidades
  • Compromiso e interés de los diversos actores e instituciones locales hacia el proceso entero

La conectividad intrínseca en la metodología de los PAMIC ha probado ser un aspecto que atrae el interés de las instancias de gobierno y por los actores del territorio porque ayudan a identificar con quien trabajar en el territorio para trabajar estrategias productivas (ej. café, caña). Este aspecto permite a los actores locales, autoridades y usuarios del territorio ir entendiendo colectivamente los dinamismos entre las diversas subcuencas. Además, los PAMIC han favorecido el diálogo y el reconocimiento entre autoridades municipales de una misma cuenca sobre el tema del agua.

Gobernanza y arreglos inter-instituciones a diferentes niveles

Para la creación y desarrollo de los PAMIC, diversas instancias de gobierno pertenecientes al sector ambiental unieron esfuerzos y diseñaron un proyecto muy vanguardista e innovador que surge de la sincronía de tres instituciones de gobierno federal y de un fondo privado. El INECC coordina la construcción de los planes (PAMIC); la CONANP consolida la gestión y operación en ANPs, y la CONAFOR implementa el esquema de Pago por Servicios Ambientales (PSA) del fondo de biodiversidad. Por su parte, el FMCN contribuye con su experiencia en el manejo de esquemas de financiamiento; mediante dichos arreglos interinstitucionales, se formaron dos fondos más para detonar efectos. Además, el diseño de gobernanza y coordinación interinstitucional incluye un Comité Técnico del Proyecto que supervisa y dirige la operación del C6; una Unidad Coordinadora del Proyecto y dos Unidades Regionales de Proyecto, las cuales tienen la responsabilidad de la coordinación diaria en temas técnicos y logísticos. Este diseño de coordinación interinstitucional es parte esencial para generar mayores alcances en el ordenamiento del territorio buscando impactos colectivos.

  • Trabajo muy coordinado entre las instituciones con una visión clara sobre el uso de los instrumentos de financiamiento y gestión;
  • Interés de las instituciones por participar y contribuir con su experiencia y el apoyo que ellas brindan a través de sus programas de asistencia social, de subsidios, dirigidos a ciertos lugares;
  • Recursos financieros e institucionales suficientes.
  • Los esfuerzos de coordinación interinstitucional se vieron beneficiados por la creación de un esquema de gobernanza policéntrica, entre niveles y actores.Dicho esquema, respaldado por acuerdos formales entre las instituciones participantes, ha establecido de manera transparente las “reglas del juego” para todos los demás actores involucrados en el proyecto a nivel regional y local.
  • Este aspecto de formalidad institucional ha derivado, en la práctica, en un instrumento de planeación muy dinámico que fortalece la toma de decisiones y que ayuda a cada actor, desde el nivel en donde está trabajando, a aprovechar los diversos elementos de planeación y de manejo del territorio.
  • Así también, se ha visto que incrementa la confianza de las instituciones en los procesos territoriales a escala local. Por ejemplo, al mejorar las decisiones de las instancias gubernamentales para aterrizar recursos de sus programas.
  • CONAFOR inició ya este camino incluyendo en sus criterios de prelación,favoreciendo a aquellas zonas que cuentan un PAMIC. Este criterio es tener capital para esquemas de conservación.
Co-manejo en la pesca de peces

Para lograr la sostenibilidad pesquera, es preciso contar con la participación de todos los actores involucrados en la toma de decisiones. De ese modo comparten responsabilidades y derechos por el uso y manejo de los recursos, la resolución de conflictos, e intercambian conocimiento. Es esto lo que se conoce como co-manejo pesquero; donde los involucrados se convierten en aliados y colaboran para alcanzar un mismo objetivo.

Para lograr esto, primero se identificaron a todos los aliados potenciales: las comunidades pesqueras, el sector de gobierno, academia, organizaciones de la sociedad civil y el mercado. Se les invitó a colaborar y se realizaron una serie de reuniones con participación de todos los actores, en donde se diseñó el proyecto, sus objetivos y metas. Se invitó a los actores a formar parte del proyecto y a que aportaran a éste desde su experiencia y campo de trabajo. Esto se formalizó firmando un memorándum de entendimiento. Ahora, se realizan reuniones semestrales en donde se presentan los avances generados y se establecen las siguientes metas, siempre buscando la transparencia y fomentando la confianza y participación equitativa.

  1.  Involucrar a todos los diferentes actores que participan: pescadoras y pescadores, sector gobierno, academia, organizaciones de la sociedad civil y mercado.
  2. Establecer roles y responsabilidades dentro del proyecto a cada actor involucrado para formar un ambiente de alianza entre todos.
  3. Realizar reuniones, por lo menos dos al año, para presentar los avances generados y proponer nuevos objetivos entre todos.
  4. Reconocer y validar los acuerdos tradicionales y comunitarios de las pesquerías ante el sector de gobierno.
  1. Capacitar a las pescadoras y los pescadores sobre las herramientas de manejo, normatividad, biología del recurso y la importancia de generar información sobre su pesquería. Conocer los derechos y obligaciones derivados del derecho de acceso a los recursos pesqueros, genera un mayor sentido de responsabilidad.
  2. Mantener una comunicación eficiente con las partes interesadas para identificar oportunidades y retos. También, esto mantiene la motivación del grupo para seguir participando e involucrándose en el proyecto.
  3. Además de las mejoras que se han realizado en la pesquería por iniciativa de los productores, con el respaldo del sector de gobierno, academia y organizaciones de la sociedad civil, este trabajo en equipo ha generado efectos positivos en la estructura social de las comunidades, brindándoles más y mejores capacidades para tomar sus decisiones.
  4. También, se transfiere el conocimiento a nuevas generaciones, se incrementa el interés por participar y se genera información y conocimiento, promoviendo a su vez un sentido de pertenencia hacia el ecosistema y los recursos.