Resiliencia

Un bosque alimentario está diseñado para ser resiliente ante los cambios medioambientales con el fin de cumplir el objetivo de ser sostenible. La resiliencia hace hincapié en la capacidad de 1) sostener a la comunidad cuando no hay recursos externos accesibles y 2) recuperarse de perturbaciones como el cambio climático, la destrucción o el vandalismo.

La forma en que funciona la resiliencia es a) maximizar la autonomía en agua, nutrientes, energía y alimentos y b) mantener sanos el medio ambiente y las personas. El Beacon Food Forest está equipado con un colector de agua de lluvia y cubos de compostaje para almacenar agua y generar nutrientes a partir de materias orgánicas in situ como hojarasca, ramas y abonos verdes. Aunque no tenemos paneles solares ni turbinas eólicas, nuestra energía reside en la comunidad, que contribuye con su mano de obra. Con todo ello, poco a poco podemos lograr la autonomía alimentaria y sostener a la comunidad local.

Mantener el medio ambiente y las personas sanas es la clave para permitir una rápida recuperación. El Beacon Food Forest practica la jardinería de permacultura para mantener los productos químicos fuera de la tierra y la tierra productiva en todo momento, de modo que cuando se enfrenten a acontecimientos destructivos, las plantas puedan volver a crecer en el plazo más breve posible.

1. Autonomía hídrica mediante colector de aguas pluviales.

2. 2. Autonomía de nutrientes mediante composteros para compostar la materia orgánica in situ.

3. Hacer que las plantas colaboren y se ayuden mutuamente mediante la plantación asociada y los gremios de árboles.

4. Mantener un grupo activo de voluntarios de todas las edades para garantizar una mano de obra suficiente.

Por suerte, no hemos sufrido ningún suceso destructivo que pudiera poner a prueba nuestra capacidad de recuperación. Sin embargo, como el Beacon Food Forest está abierto a la recolección por parte de cualquiera que lo necesite, a veces nos enfrentamos a situaciones similares, como la desaparición de todos los frutos maduros de un árbol en una sola noche. Aunque hemos aprendido que toda la cosecha pertenece al público, la mayoría de la gente seguía sintiéndose molesta en esas situaciones. Sin embargo, la gente también ha aprendido a desvincularse mentalmente de la cosecha para minimizar su sensación de pérdida, sabiendo que los frutos crecerán mientras el árbol siga vivo. Para nosotros es una muestra de resiliencia.

Se necesita tiempo para que un bosque de alimentos madure y llegue a ser plenamente resiliente. En 2018, todavía dependemos parcialmente del agua municipal debido a la insuficiente cantidad de agua de lluvia recogida. El mapa de diseño completo del Beacon Food Forest es de 7 acres y sólo hemos desarrollado 2 acres. Esperamos que al desarrollar los 7 acres completos, podamos elevar nuestro porcentaje de autonomía alimentaria al menos al 5%, lo que probablemente sería más que el de cualquier gran ciudad de EE.UU.