Acuerdo de gestión forestal

El Acuerdo de Gestión Forestal es un instrumento jurídico entre la Asociación Forestal Comunitaria (CFA) y el Servicio Forestal de Kenia (KFS) para la aplicación del Plan de Gestión Forestal Participativa, que sólo entra en vigor tras la firma del Acuerdo. Este acuerdo garantiza oficialmente la propiedad comunitaria de los créditos de carbono y, por tanto, es un requisito previo para el éxito de un proyecto de carbono.

En resumen, el Acuerdo de Gestión Forestal es el vehículo para hacer operativo el Plan de Gestión Forestal Participativa.

  • El proceso está anclado en las leyes nacionales, Ley Forestal (2005)
  • Comprensión por parte de la comunidad de los valores de los bienes y servicios de los manglares
  • Voluntad de la comunidad de participar en la gestión conjunta de los manglares con el gobierno
  • Registro de una asociación forestal comunitaria (AFC)
  • Plan de gestión forestal participativa aprobado para el ecosistema forestal
  • Es necesario llegar a un consenso antes de firmar un acuerdo de gestión forestal entre el gobierno y la comunidad local.
  • El acuerdo afirma la propiedad comunitaria de una zona forestal designada, aumentando así su participación.
  • La gestión de los manglares debe llevarse a cabo de forma integrada, en lugar de hacer demasiado hincapié en los beneficios del carbono a expensas de otros bienes y servicios derivados del sistema.
  • El acuerdo de gestión forestal debe estar redactado en un lenguaje sencillo y comprensible para la comunidad.
Plan de gestión forestal participativa

Para que una comunidad participe en la gestión de bosques estatales (como los manglares), necesita firmar un acuerdo de gestión forestal (FMA) con el organismo gubernamental encargado del sector, en este caso el Servicio Forestal de Kenia (KFS). La firma del FMA va precedida de la formación de una Asociación Forestal Comunitaria (CFA) y la elaboración de un Plan de Gestión Forestal Participativa (PFMP) para la zona. Como su nombre indica, la elaboración del plan es un proceso participativo en el que se recogen y analizan las opiniones y preocupaciones de las distintas partes interesadas. El Plan de Gestión final incluye un mapa de zonificación que muestra las actividades de las distintas partes interesadas en la zona forestal designada. El Plan de Gestión Forestal Participativa entra en funcionamiento una vez que el Director del Servicio Forestal de Kenia, el organismo estatal encargado de la gestión forestal en Kenia, lo ha aprobado. El Plan para Mikoko Pamoja se aprobó en mayo de 2013, seguido de la firma del acuerdo de gestión forestal en octubre de 2013.

  • Mayor educación y concienciación de la comunidad sobre los valores de los bienes y servicios de los manglares.
  • Aumento de las amenazas a los recursos de los manglares por la deforestación y la degradación forestal.
  • Voluntad de la comunidad de cogestionar los manglares con el gobierno.
  • Creación de una asociación forestal comunitaria en Gazi.
  • Fuerte apoyo del gobierno, el sector privado, las ONG y las organizaciones de investigación.
  • Un plan de zonificación claro para cada uno de los grupos de usuarios dentro de la CFA.
  • La elaboración de un plan de gestión forestal participativa debe ser una actividad transparente y que incluya a todas las partes.
  • El proceso lleva mucho tiempo, sobre todo cuando hay que tener en cuenta opiniones divergentes.
  • La planificación es un proceso dinámico, por lo que es más fácil llegar a un consenso lo antes posible y dejar margen para futuros cambios.
  • La aceptación por parte de la comunidad del proceso de planificación de la gestión es fundamental para su plena aplicación.
  • Es necesario asignar recursos al desarrollo del plan de gestión forestal, ya que puede ser un proceso bastante costoso. El coste del desarrollo de un PFMP para Gazi Bay se estimó en 30.000 dólares, gran parte de los cuales se destinaron a las negociaciones con la comunidad y al desarrollo de capacidades.
Vigilancia y aplicación conjuntas de las ZMP

Las autoridades de las zonas protegidas realizan patrullas de vigilancia y operaciones estratégicas. Las acciones pueden ser ejecutadas por un solo organismo o por un grupo operativo combinado y pueden dividirse en tres tipos: vigilancia, aplicación de la ley e inteligencia.

  • Recursos humanos y financieros adecuados
  • Experiencia sobre el terreno
  • Coordinación interinstitucional
  • Confianza mutua
  • Capacidades técnicas para recopilar y analizar información
  • La vigilancia y la aplicación de la ley en las zonas protegidas son responsabilidad del organismo gubernamental. Aun así, hemos descubierto que la cooperación interinstitucional favorece una mayor presencia y aplicación de la ley en la zona. La unión de fuerzas con la Secretaría de Marina aumentó la capacidad operativa y la seguridad del personal implicado.
  • Sin embargo, se requiere el liderazgo de un actor responsable (en nuestro caso la CONANP).
  • El establecimiento de una plataforma que sistematice los datos de campo cotejados, permite generar información valiosa, que apoya la evaluación y adecuación de los programas de trabajo.
Financiación a largo plazo para la gestión de AMP

Las Áreas Protegidas mexicanas suelen financiarse a través de fondos públicos. La incorporación de fondos privados o el desarrollo de un sistema con fondos mixtos puede ser particularmente relevante en la gestión de recursos para proyectos de corto y mediano plazo. Las oportunidades de otras fuentes para financiar la gestión de las Áreas Protegidas incluyen fondos que se financian con multas ambientales y cuotas de acceso a las Áreas Protegidas.

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  • Los recursos privados a corto o medio plazo han sido fundamentales para construir, sistematizar y demostrar que el planteamiento es viable.
  • El éxito a largo plazo depende de la inversión gubernamental o de la existencia de financiación específica a través de bienes patrimoniales. Ambos son también útiles para el suministro de equipos y la infraestructura necesaria.
Refuerzo de las capacidades en materia de reglamentación de las AMP

Las medidas de capacitación incluyen la formación de inspectores federales, oficiales de pesca, fuerzas navales y guardaparques. Esto incluye la formación y divulgación de la normativa de las áreas protegidas, tanto para los usuarios como para el personal de vigilancia de las áreas protegidas.

  • Información clara y precisa
  • Formación periódica
  • Evaluación y seguimiento
  • Crear confianza
  • Las autoridades responsables de la vigilancia y el cumplimiento de la ley están interesadas en obtener información detallada sobre las zonas protegidas, por lo que las formaciones siempre cuentan con una gran asistencia. #
  • La evaluación de los conocimientos antes y después de los talleres de formación permite identificar las lagunas de conocimientos y documentar los avances. Es importante realizar evaluaciones periódicas para garantizar que los participantes entienden y recuerdan la información clave.
  • Es útil utilizar relatos y explicaciones personales además de documentos técnicos.
  • Integrar un ejercicio o utilizar material de vídeo garantiza una participación activa.
  • Los pescadores de bajura no están muy familiarizados con el uso de mapas, por lo que hay que desarrollar otros medios para transmitir información sobre los planes de gestión.
Grupos de trabajo interinstitucionales

Para cada Área Protegida se crea un comité interinstitucional de vigilancia y aplicación de la legislación, que elabora un programa de trabajo en el que se destaca cómo colaboran los distintos organismos en torno a qué temas. El programa de trabajo incluye temas como la vigilancia, la formulación de objetivos y metas, el establecimiento de un marco jurídico, la enumeración de las competencias individuales de los organismos, la elaboración de planes de acción, el establecimiento de compromisos institucionales y una matriz de evaluación.

El éxito de los comités se basa en la confianza mutua, la voluntad política, el respaldo institucional, la experiencia en el tema, la continuidad y el seguimiento, la creación de valores compartidos y unas funciones claramente definidas.

  • El papel de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) es un tema de discusión en los grupos de trabajo de algunas Áreas Protegidas, por lo que es muy importante definir claramente su papel desde el principio. Las OSC pueden, por ejemplo, apoyar como asesores técnicos, aportar información, apoyar con la logística, dar seguimiento a los acuerdos y facilitar la comunicación entre los participantes de las diferentes instituciones.
  • Los indicadores comunes a los que se refieren todos los miembros de un grupo de trabajo fomentan la voluntad de trabajar juntos.
  • Las reuniones periódicas y el uso de la comunicación virtual han demostrado su utilidad.
  • A veces es mejor tener compromisos voluntarios de participación en lugar de tener acuerdos que requieren una revisión legal por parte de cada organización implicada.
Incentivos económicos

A los pescadores que desean dedicarse a actividades de bajo impacto ambiental se les proporcionan artes no destructivas y selectivas que reducen la captura de especies no objetivo o de peces de talla inferior a la reglamentaria. La formación en manipulación de productos y los sistemas de etiquetado ecológico ayudan a los pescadores a garantizar productos de alta calidad, el acceso a los mercados de recursos capturados de forma sostenible y, por tanto, mejores precios para sus productos.

  • Financiación inicial del acuerdo de conservación por parte de una ONG intencional.
  • Compromiso de los pescadores para garantizar el cumplimiento del acuerdo de conservación.
  • Apoyo constante a la aplicación por parte de las autoridades administrativas junto con los pescadores
  • Apoyo técnico en colaboración directa con los pescadores para asesorarles en la gestión de las pesquerías y desarrollar sus capacidades.
  • Un producto que corresponda a la demanda del mercado y un mercado que corresponda al volumen total de capturas

Mantener los incentivos económicos es muy caro y a largo plazo poco sostenible. Los acuerdos económicos pueden ser una muy buena estrategia para comprometer rápidamente a un grupo de personas en acciones de conservación y, como ocurrió en este caso, resultar en la recuperación de una población sobreexplotada como la langosta espinosa. Para el éxito del acuerdo es esencial establecer un sistema de seguimiento, realizar formaciones y apoyar a las partes implicadas para garantizar que, una vez finalizado el acuerdo, los pescadores no vuelvan a caer en su antiguo comportamiento. Actualmente, la venta directa y los precios más altos que reciben por los productos ecológicamente responsables son el principal incentivo para adaptar las medidas de sostenibilidad y conservación. Este acuerdo tuvo una duración de dos años en los que se determinó una recuperación de la población y un aumento del tamaño de la langosta espinosa en el Cabo de San Francisco.

Actividades pesqueras de bajo impacto

Un acuerdo de conservación promueve la aplicación de normas pesqueras y de zonificación en la reserva marina, así como la puesta en práctica de directrices basadas en el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO.

  • ONG nacionales e internacionales, así como entidades gubernamentales, han aportado la financiación tanto para la fase inicial como para la ejecución.
  • El apoyo técnico de los socios públicos y privados ha sido importante durante todas las fases del desarrollo.
  • El apoyo de las autoridades de control y administración es una condición previa para el éxito del proyecto.

Se trata de una iniciativa que se ha desarrollado a lo largo de unos cinco años encontrando algunas dificultades por el camino. Fue un proceso largo que requirió paciencia y persistencia antes de ver diferencias en el comportamiento de los pescadores. El mayor reto fue trabajar con un grupo de personas que no veían el beneficio de estar organizadas en un sindicato y que están acostumbradas a que determinadas técnicas de extracción tengan libre acceso a los recursos sin ningún tipo de regulación. Esta iniciativa muestra cómo los proyectos que trabajan en el cambio de comportamientos y la concienciación para unos usos más respetuosos con el medio ambiente pueden llevar varios años y necesitan tener en cuenta el diferente ritmo y filosofía de las partes implicadas y garantizar su responsabilidad y compromiso en la toma de decisiones en este proceso.

Seguimiento participativo de la pesca

Se ha diseñado un programa comunitario de seguimiento de las capturas para documentar las cantidades de pescado y langosta capturadas en la zona. Este tipo de datos crea (y actualiza constantemente) un punto de referencia que satisface las necesidades de información de los responsables de la toma de decisiones y los gestores de la reserva marina.

  • El apoyo del Instituto Nazca de Investigaciones Marinas con la colaboración financiera de Conservación Internacional para establecer un sistema de seguimiento y el análisis de la información derivada.
  • Autoridades dispuestas a incluir la información del monitoreo en la toma de decisiones e información continua y actualizada de la base de datos del monitoreo.
  • Participación de los pescadores en la generación e intercambio de información sobre sus capturas.

Es importante contar con apoyo técnico para un proceso de seguimiento a largo plazo que establezca un sistema de seguimiento continuo. Esto significa, no sólo incluir y analizar nueva información sobre la pesca, sino también comunicar la información y los resultados a las comunidades para apoyar el empoderamiento y la propiedad de los pescadores en este proceso. Es importante que los usuarios reales de los recursos participen en el proceso y comprendan su contribución a los resultados del seguimiento de la pesca.

Control de los fondos fiduciarios comunes

Se están creando dos sistemas de seguimiento compatibles que controlan los recursos financieros y el impacto de la conservación en los fondos fiduciarios regionales y nacionales. Combinados, estos sistemas establecen un sólido marco de seguimiento y evaluación para medir el impacto, el aprendizaje organizativo y la presentación de informes a los donantes, utilizando indicadores regionales aplicables.

  • Desarrollo de informes e indicadores aplicables en toda la región: Muchas fuentes de información y elementos para estos indicadores ya están disponibles dentro y fuera de la región y no sería necesario crearlos en el vacío.
  • Aprender de las experiencias de instituciones similares para establecer los parámetros adecuados del sistema de seguimiento y evaluación.