Creación de capacidad local para la gestión de enfermedades en la interfaz fauna salvaje-ganadería

Muchos países disponen de fondos limitados para la vigilancia sanitaria de la fauna salvaje, por lo que desarrollar esta capacidad y el conocimiento de la sanidad de la fauna salvaje y la epidemiología de las enfermedades en lo que respecta a la interfaz fauna salvaje-ganadería a nivel local, provincial y central es vital para una vigilancia sostenida y para que se haga realidad el verdadero valor de esta vigilancia, incluido su uso para implementar intervenciones respetuosas con la fauna salvaje que también apoyen la mejora de la sanidad ganadera.

Apoyo financiero externo y gubernamental para el desarrollo del sector sanitario de la fauna salvaje, incluida la vigilancia y el diagnóstico; interés del gobierno anfitrión por desarrollar la capacidad sanitaria de la fauna salvaje; disponibilidad de tiempo y personal para recibir formación.

El desarrollo de la capacidad local para la vigilancia sanitaria de la fauna salvaje es fundamental para la sostenibilidad de tales esfuerzos y los beneficios sostenidos de "Una Salud".

Recogida de datos básicos sobre la salud de la fauna

El seguimiento y la vigilancia de la fauna salvaje (tanto de las poblaciones sanas como de las que muestran signos de enfermedad) y la realización de pruebas serológicas rutinarias para detectar la exposición a patógenos frecuentemente compartidos con el ganado, así como diagnósticos más exhaustivos, como la PCR o la NGS en animales enfermos o muertos, ayudan a comprender mejor la circulación de patógenos en estas poblaciones, su distribución geográfica y temporal, y los plazos de exposición y no exposición de las distintas poblaciones. La integración de estos datos con los datos de vigilancia del ganado contribuye a la comprensión de la epidemiología de las enfermedades y la dinámica de los brotes de enfermedades, incluida la fuente potencial, para aplicar estrategias de control eficaces basadas en la ciencia.

Apoyo financiero para la vigilancia; capacidad humana para la vigilancia, y gestión y análisis de datos; acceso a lugares para llevar a cabo la vigilancia; cadena de frío/capacidad de almacenamiento de muestras; capacidad para diagnósticos precisos sobre el terreno y/o en laboratorio; buena coordinación entre los sectores de medio ambiente/vida silvestre y sanidad ganadera; apertura para compartir resultados por parte del gobierno anfitrión.

La coordinación y el apoyo del gobierno son esenciales desde el principio para garantizar el apoyo a la vigilancia, la comprensión de lo que se está implementando y los objetivos/resultados, la buena coordinación entre sectores, el compromiso de crear capacidad local y exportar muestras para pruebas cuando sea necesario, la voluntad del gobierno anfitrión de ser abierto sobre los hallazgos de diagnóstico y la motivación para modificar las estrategias de control de enfermedades basadas en los hallazgos. La salud de la fauna silvestre está infrafinanciada en todos los países en comparación con los sectores de la ganadería y la salud humana, y el apoyo de donantes externos es casi seguro que sea necesario para el éxito de tales programas en los PBMI y los PRM. Se necesita mucho tiempo y paciencia para desarrollar redes de vigilancia sanitaria de la fauna salvaje verdaderamente funcionales y localizadas, integradas con otras redes nacionales de vigilancia.

1. Coordinación multisectorial para el seguimiento de las enfermedades en la interfaz fauna salvaje-ganadería

La creación de alianzas entre los sectores de gestión de emergencias, sanidad animal y medio ambiente/animales salvajes es un primer paso importante para la planificación y aplicación de la vigilancia de los animales salvajes, con el fin de garantizar que los resultados se utilicen para orientar políticas con base científica y mecanismos de control de enfermedades. Es fundamental convocar reuniones multisectoriales para abrir el debate y compartir información sobre los retos y las oportunidades de la vigilancia y la gestión de las enfermedades en la interfaz entre la fauna salvaje y la ganadería, y para desarrollar una comunicación fluida y la confianza entre los sectores, así como redes multisectoriales de vigilancia y respuesta.

Apoyo financiero para reuniones de coordinación; apertura del gobierno anfitrión a la coordinación entre los sectores de medio ambiente/vida silvestre y sanidad ganadera; tiempo y paciencia.

La coordinación y el apoyo del gobierno son esenciales desde el principio para garantizar el apoyo a la vigilancia, la comprensión de lo que se está aplicando y de los objetivos/resultados, la buena coordinación entre sectores, el compromiso de crear capacidad local y exportar muestras para pruebas cuando sea necesario, la disposición del gobierno anfitrión a ser abierto sobre los resultados del diagnóstico y la motivación para modificar las estrategias de control de la enfermedad en función de los resultados.

Definición de medidas prioritarias y correctivas para reforzar la intervención

Durante la ejecución de la intervención, el equipo del proyecto llevó a cabo la autoevaluación que ayuda a determinar si una intervención se ajusta a la Norma Mundial de la UICN para las Soluciones basadas en la Naturalezaᵀᴹ. La evaluación proporcionó información sobre los puntos fuertes y débiles de la intervención y ayudó a derivar recomendaciones concretas y acciones correctivas para futuras intervenciones. Dos criterios se consideraron insuficientes. El Criterio 3 (ganancia neta de biodiversidad) se quedó corto, porque el análisis de los beneficios de biodiversidad logrados a través de esta intervención se basaron en gran medida en una revisión documental de la literatura y la información existentes, en lugar de en una evaluación específica, un marco de seguimiento o un esfuerzo exhaustivo y colectivo con informantes clave y partes interesadas. También se consideró que el criterio 6 (equilibrio de compensaciones) no se había abordado suficientemente. Aunque se informó de que el Gobierno Revolucionario de Zanzíbar estaba dispuesto a considerar las compensaciones pertinentes, no se aclararon los límites de estas compensaciones ni las salvaguardias asociadas. Además, aunque existen disposiciones sobre los derechos, el uso y el acceso a los recursos marinos y costeros para la maricultura, se necesita más información sobre cómo se aplican en la práctica.

La evaluación contó con el apoyo de revisores expertos de la UICN, que ayudaron al equipo a completar la autoevaluación y aportaron aclaraciones sobre criterios e indicadores específicos. Varias rondas de discusiones revelaron que, en ocasiones, los criterios eran entendidos e interpretados de forma diferente por distintas personas, lo que repercutía en la calificación asignada. Esto demostró las complejidades asociadas a la evaluación de si una intervención puede considerarse una Solución basada en la Naturaleza y la necesidad de una consideración exhaustiva y guiada de cada indicador.

El Estándar Mundial de la UICN para Soluciones Basadas en la Naturalezaᵀᴹ sirvió como una herramienta importante para reflexionar sobre los desafíos de diseño, implementación y monitoreo relacionados con los enfoques de acuicultura y cultivo de algas aplicados en el Proyecto AquaCoCo de la UICN. Proporcionó ideas sobre las áreas que requieren medidas correctivas, la recopilación de pruebas adicionales y medios de verificación y la participación de las partes interesadas locales, en particular las mujeres. De este modo, los resultados de la autoevaluación servirán de base para futuros trabajos sobre acuicultura y cultivo de algas en Zanzíbar (y en otros lugares) y ayudarán a mejorar el diseño de las intervenciones, su aplicación y los marcos de seguimiento.

Un modelo de negocio sólido que tenga en cuenta toda la cadena de valor del cacao

Mientras que la intervención de la Solución basada en la Naturaleza se centró en cambiar los usos de la tierra hacia buenas prácticas agrícolas y de fabricación para los sistemas agroforestales de cacao en la Ecorregión de Lachuá, el proyecto hizo hincapié en el desarrollo de estrategias que cubrieran toda la cadena de valor del cacao. Esto incluía la producción, la transformación, la comercialización, las capacidades organizativas de los agricultores y asociaciones locales, el apoyo y la participación de la asistencia técnica y los servicios de organizaciones clave, así como un mayor acceso a mecanismos de financiación e inversiones públicas y privadas. Como parte del proyecto se llevó a cabo un análisis financiero y económico para desarrollar un modelo de negocio integral para el cultivo de cacao por parte de asociaciones comunitarias y Fundalachuá. El innovador modelo de negocio se basó en la creación de capacidades y capital humano para las buenas prácticas agrícolas y manufactureras, sin grandes inversiones de capital, infraestructuras, equipos o suministros. La buena gobernanza y el acceso a la financiación se garantizaron a través de asociaciones de productores, incluidas organizaciones de primer nivel para el almacenamiento y el transporte de los productos y organizaciones de segundo nivel para la comercialización y los servicios de asistencia técnica a los productores, incluido el apoyo a la negociación con los mercados internacionales interesados en productos de alta calidad.

Además del sector agrícola, el turismo y el sector privado participaron en todo el proyecto para facilitar la integración de las buenas prácticas en los modelos empresariales. Las acciones a nivel local garantizaron enfoques adaptados a las circunstancias locales, mientras que las acciones a nivel nacional contribuyeron a la integración de las capacidades organizativas y técnicas en toda la región. Además, la Estrategia Nacional para la Agrocadena del Cacao situó el cacao producido en la cadena de valor del mercado internacional.

El desarrollo de un modelo empresarial sólido y consensuado en colaboración con los agentes pertinentes no sólo garantizó la sostenibilidad de la intervención, sino que también creó nuevas oportunidades para acceder a los mercados nacionales e internacionales. Promovió la actividad productiva tradicional de la región mediante un cambio de paradigma en la forma de gestionar los cultivos (poda, fertilización, sombra, etc.) y de crear valor añadido (fermentación del grano y gestión de la calidad). Gracias a la mejora de la calidad del cacao, fue posible aumentar el precio de 2,28 USD a 4,50 USD por kg. El modelo de negocio creó al menos 315 puestos de trabajo permanentes (un aumento del 289% en comparación con la línea de base) y aumentó la renta media diaria per cápita en un 342%. Sirvió como fuente de orientación sobre qué, cómo y cuándo producir, cómo vender el producto y cómo financiar las actividades. Además de los planes empresariales para aumentar el acceso al mercado de los productos del cacao, el proyecto también apoyó la identificación de otras fuentes de ingresos, entre ellas el turismo.

Revisión intermedia - evaluación de la eficacia de la gestión y análisis de la capacidad

La revisión intermedia examinó el éxito del plan de gestión a mitad de su periodo de aplicación. Se examinaron los avances en la aplicación del plan de acción y la eficacia de los resultados. Se llevó a cabo un análisis pormenorizado de la capacidad de ejecución y gestión de las zonas protegidas, ya que siempre será un reto importante. El análisis incluyó un amplio compromiso con las autoridades y los gestores del territorio, para recabar su opinión abiertamente. Éstos aportaron información sobre los retos y sus recursos, conocimientos y experiencia, así como sobre los aspectos en los que no habían logrado la aplicación. También tuvieron la oportunidad de sugerirnos cómo podríamos capacitarles mejor para el resto del periodo de aplicación.

1. Autoridades y gestores de tierras comprometidos, abiertos a dar información clara y a la autoevaluación.

2. 2. Personal cualificado o consultores para llevar a cabo la revisión y colaborar con las autoridades.

La principal lección aprendida fue que este proceso debería haberse llevado a cabo en la misma medida al elaborar el plan de gestión, para hacerlo más realista.

Elaboración de un plan de gestión

Durante los diez primeros años tras la designación del área protegida, la autoridad de gestión estaba en funciones pero operaba sin un plan de gestión. No tenían la capacidad interna ni los conocimientos necesarios para elaborar un plan que abordara los requisitos de gestión de un paisaje protegido.

El plan de gestión se elaboró para establecer los objetivos, las actividades y los indicadores necesarios para medir los resultados. El plan incluía un programa de actividades a diez años, con la posibilidad de revisarlo y modificarlo al cabo de cinco años.

1. Financiación

2. Autoridades y gestores del territorio comprometidos, que pueden aportar su contribución

3. Personal cualificado o consultores para desarrollar el plan

Lo más importante a la hora de elaborar un plan de gestión era encontrar el equilibrio entre proporcionar un plan que aliviara esta carga a las autoridades y garantizar al mismo tiempo que los gestores de las tierras y los responsables de la toma de decisiones hicieran aportaciones para asegurarse de que fuera realista y contara con apoyo.

En el caso de Buna, al principio no hubo suficientes consultas ni aportaciones de las autoridades. El plan de actividades que pretendía conducir al éxito resultó inalcanzable con la capacidad y los recursos disponibles a nivel local para ponerlo en práctica.

Programa de pequeñas subvenciones

El programa de pequeñas subvenciones era un mecanismo financiero que permitía convertir las ideas en proyectos beneficiosos para el medio ambiente y la población local. Permitía a los miembros de la comunidad demostrar que el turismo sostenible, la agricultura, la gestión del agua y el ocio eran viables y cómo beneficiaban a la zona.

Tanto particulares como ONG tuvieron la oportunidad de solicitar subvenciones de hasta 20.000 euros para iniciativas locales. Los posibles beneficiarios recibieron directrices, entre ellas el requisito de que la propuesta implementara objetivos o actividades de la administración, especialmente en áreas prioritarias. También se exigía a los beneficiarios que consultaran con la autoridad de áreas protegidas, responsable de la gestión del paisaje protegido del Velipoje del río Buna.

Un panel formado por los socios del proyecto y las autoridades locales trabajó conjuntamente para evaluar y decidir las subvenciones concedidas.

Para la actividad final de un proyecto secundario de Buna, centrado en la participación de los jóvenes y la comunidad, reunimos a los beneficiarios para que lideraran la organización de un fin de semana de actos comunitarios para celebrar la naturaleza de Buna. Los actos incluyeron una gira mediática para el ecoturismo, un concierto en el río y un día de educación y visitas para escolares en la zona protegida.

1. Población local comprometida o interesada

2. Apoyo de las autoridades locales

3. Financiación

Las expectativas deben estar claras por ambas partes. Los mecanismos de subvención suelen ser muy laboriosos, tanto para los beneficiarios como para la organización facilitadora, pero pueden ser eficaces; sólo es importante que se disponga de los recursos necesarios para garantizar que los beneficiarios reciban el apoyo necesario para llevar a cabo proyectos de alta calidad.

Programa de formación para la Comunidad y las OSC

Las sesiones de formación estaban dirigidas a los miembros de la comunidad y las OSC, y pretendían sentar las bases para que pudieran desarrollar y proponer ideas de proyectos de forma eficaz.

Como el objetivo era la protección y gestión colaborativas del paisaje protegido, el plan de gestión del área protegida del río Buna fue el primer tema, para una comprensión compartida del plan y de los objetivos locales de gestión.

En segundo lugar, se hizo hincapié en las amenazas a los valores naturales, lo que ayudó a los participantes a comprender en qué podían centrar sus esfuerzos para tener un impacto más positivo.

A continuación se presentó un próximo programa de subvenciones y se celebró una sesión sobre cómo desarrollar ideas de proyectos y solicitar subvenciones acordes con la convocatoria. Se destacaron algunos de los principales problemas medioambientales de la zona, así como las actividades clave del plan de gestión.

1. Financiación del programa de formación

2. Comprensión del puesto y de los conocimientos existentes, además de las lagunas de conocimiento del público destinatario

3. Personas que desean implicarse a través de la acción comunitaria

4. Un plan de gestión aprobado para garantizar la coherencia de las acciones comunitarias con las emprendidas por las responsabilidades.

El programa de subvenciones se convocó dos veces, y la primera no hubo formación introductoria. La segunda convocatoria contó con talleres preparatorios, en los que orientamos los temas y ayudamos a los proyectos a garantizar la coherencia con las acciones del plan de gestión. La calidad de las solicitudes fue mucho mayor en la segunda convocatoria.

Captura sistemática con cámara

El uso de cámaras trampa permite realizar estudios no invasivos de la fauna salvaje en toda la zona protegida, lo que proporciona nuevos datos sobre los puntos críticos de especies raras y amenazadas, así como información sobre los lugares en los que se encuentran más especies objetivo de los cazadores. Las cámaras trampa sistemáticas se colocaron en diseños de cuadrícula fina (áreas más pequeñas con una separación de 1-2 km entre estaciones) o de cuadrícula de recorrido (cobertura total del área protegida con una separación de ~2,5 km entre estaciones), con estaciones que contienen 2 o más cámaras separadas unos 20 m entre sí. Los sistemas de captura con cámaras se dejaron en el campo durante ~3 meses en cada sesión de muestreo para cumplir el supuesto de cierre; los diseños de cuadrícula fina para dos ubicaciones se repitieron con 2 años de diferencia, la cuadrícula de curso se pretende reproducir en 2023 (con 5 años de diferencia). Se colocaron cámaras sistemáticas y se recopilaron datos de microhábitats en cada sitio de estación siguiendo los protocolos de Abrams et al (2018).

Referencias

Abrams, J. F., Axtner, J., Bhagwat, T., Mohamed, A., Nguyen, A., Niedballa, J., ... & Wilting, A. (2018). Estudiando mamíferos terrestres en selvas tropicales. A user guide for camera-trapping and environmental DNA. Berlín, Alemania: Leibniz-IZW.

  • Financiación de donantes para comprar cámaras trampa, baterías y otros equipos necesarios.
  • Asistencia de los guardabosques y la población local para colocar las cámaras trampa sobre el terreno
  • Capacidad de los investigadores para clasificar, limpiar, analizar y comunicar los datos adecuadamente.
  • Debido al flash, es fácil que las cámaras trampa sean detectadas y dañadas o robadas.
  • Se necesita personal con experiencia para coordinar la colocación de las cámaras trampa y mitigar los errores en la medida de lo posible. Entre los errores más comunes se incluyen
    • problemas con la fecha y la hora
    • vegetación no despejada de la zona inmediata de las cámaras trampa, lo que provoca miles de fotos en blanco por el balanceo de las hojas al viento y una rápida pérdida de la vida útil de la batería y, finalmente, la muerte de la batería a los pocos días de su colocación.
    • colocación incorrecta de las cámaras trampa orientadas unas hacia otras en lugar de alejadas, lo que provoca posibles registros duplicados
    • olvido de encender las cámaras
    • recogida incoherente de datos sobre el microhábitat por parte de varios equipos
  • La planificación previa de la captura con cámaras trampa es esencial para el éxito y la reducción de errores, la planificación previa debe incluir a todo el personal implicado, debe presentarse en ubicaciones cartografiadas, debe identificar a los jefes de equipo y revisar los protocolos y las listas de comprobación.
  • Deben tomarse fotos en 4 direcciones alrededor de la ubicación de la cámara. De este modo, si se cometen errores sobre el terreno, se pueden mitigar en cierta medida mediante la evaluación posterior de las fotos, siempre que sea posible.