Empoderamiento de las comunidades

Que las comunidades que habitan la Reserva sean quienes lideren la protección y conservación del bosque al mismo tiempo que se busca una mejora  de la calidad de vida de las personas.

 

El proyecto busca empoderar a las comunidades, dotandolas de herramientas para el manejo responsable de sus recursos. Parte del enfoque también es facilitar el desarrollo de negocios sostenibles desde ellos, con la posibilidad de poder formar cooperativas y que puedan comercializar sus productos de forma conjunta.

Las capacitaciones y herramientas facilitadas van enfocadas a buenas prácticas y planes de manejo que permitan y motiven la conservación del bosque. 

  • Pagar precios justos para  generar ingresos que evitarán su migración y permitirán que protejan el bosque
  • Contar con un mercado constante para los productos (impulsar la oferta – demanda).
  • Lograr que la recolección de los frutos sea suficiente y constante para responder a la demanda de la empresa.
  • Capacitar a los productores en buenas prácticas y en conservación
  • Planes de manejo adecuados
  • Lograr que la cadena de suministro sea sostenible.
  • Se requiere estar en cercanía permanente con las comunidades.
  • Tener mucha paciencia. Los proyectos llevan tiempo.
  • No generar expectativas que después no se puedan cumplir.
  • Es un proyecto a largo plazo.
  • Es importante diversificar la oferta con proyectos paralelos, en este caso, diferentes a la recolección de frutos del bosque. Por ello, desarrollamos otras opciones, por ejemplo, la “colecta de huevos de tortuga” donde las tortugas son protegidas y liberadas en los ríos para su reproducción y crecimiento. Se han logrado liberar 6,000 tortugas al río.
Alianzas con actores claves

El proyecto está enfocado en las empresas  que usan los recursos naturales de las ANP.  Brinda capacitación a las empresas y población local en materia de conservación de la biodiversidad, en alianza con las distintas instituciones gubernamentales. 

Lograr la cooperación entre los diferentes actores en el territorio es transcendental para crea los vínculos con las comunidade, empresas y del SERNANP. Contar con la participación de las poblaciones locales y productores  a lo largo de la implementación, sin duda ha sido uno de los principales factores de éxito.

 

  • Se debe tener información científica para tomar decisiones.
  • El aprovechamiento de los  recursos no debe ser una imposición, es una actividad que se debe articular a los usos y costumbres de la población local.
  • Tener definido el esquema bajo el cual se realiza el aprovechamiento bajo los criterios definidos del SERNANP. 

 

Fondo de Conservación

Como una estrategia de vinculación y aporte de la ciudadanía, debido a que en la primera edición (2013) se logró financiar todo el evento, se generó un fondo de conservación a partir de la recaudación del costo de la inscripción del evento, el mismo que fue entregado al Grupo Promotor del CPY para que sean invertidos en acciones de conservación y uso sostenible del territorio, los cuales se invirtieron en la compra de cámaras trampa para el monitoreo de la biodiversidad.

Esta propuesta no se pudo sostener para las siguientes ediciones ya que, por el aumento considerable de la participación de ciclistas, se usaron los ingresos de inscripciones para cofinanciar el evento

Disponer de un proyecto emblemático de conservación en la región

Haber logrado el financiamiento total de la iniciativa en su primer año.

Contar con un espacio de gobernanza permanente (grupo promotor del CPY)

Es necesario dedicar un mayor esfuerzo a la recaudación de recursos económicos para mantener el fondo de conservación.
Asignar el dinero recaudado en proyectos locales, ayuda a fortalecer la relación entre el grupo promotor y la comunidad.
Tener una institución externa que ayuda a financiar el 100% del evento, permite la creación del fondo de conservación.

Implementación comunitaria de medidas de adaptación y conservación en manglares

Bajo el liderazgo de la Asociación Istatén y del Comité de Microcuenca El Aguacate, las siguientes medidas de AbE fueron aplicadas en beneficio de los medios de vida locales y su resiliencia ante el cambio climático. Así, las comunidades implementaron sus propias soluciones a los problemas identificados, bajo el lema: Río Paz: Vida, Refugio y Alimento.

 

  1. Desbloqueo y eliminación de sedimentos en canales de manglares, para permitir el ingreso de agua dulce y restablecer los niveles óptimos de salinidad.
  2. Reforestación de áreas degradadas de manglar (por tala indiscriminada /uso para pastoreo de ganado).
  3. Vigilancia comunitaria de sitios clave, con responsables asignados rotativamente, a fin de prevenir la tala de mangle y extracción excesiva de especies, y asegurar la protección de plántulas recién sembradas en áreas reforestadas.
  4. Diseño e implementación de un Plan Local para el Aprovechamiento Sostenible (PLAS) que regula la extracción de peces, crustáceos (cangrejos y camarones) y mamíferos del manglar (períodos, cantidades y prácticas) para un manejo sostenible de las especies.

Estas medidas buscan aumentar y gestionar el área de reproducción de las especies de mayor interés económico y alimentario. Además, la restauración del manglar ha mejorado la protección contra tormentas y oleaje.

La implementación conjunta junto con las asociaciones de desarrollo comunitario facilitan la toma de decisiones y las acciones colectivas de manglares.

  • La Asociación Istatén comprende 3 comunidades (Garita Palmera, El Tamarindo, y Bola de Monte). Fue creado en 2011 con el propósito de la vigilancia comunitaria de manglares.
  • El Comité de microcuencas del río Aguacate, creado en 2012, trabaja en desafíos ambientales con un enfoque de cuenca. El grupo está compuesto por 40 representantes locales.
  • Es clave acompañar las prácticas de restauración con estudios biofísicos que brinden insumos para monitoreo y evaluación y mejores decisiones sobre los sitios de intervención o las medidas adoptadas, particularmente el desazolve de canales y la reforestación. También es clave que esto se complemente con el conocimiento empírico de las comunidades, de modo que genere una base de evidencia técnico-científica-social que sea pertinente y sostenible.
“Aprender haciendo” y monitoreo para incrementar capacidades y conocimientos

Aprender haciendo es un proceso activo que involucra la implementación de AbE, junto a un programa de creación de capacidad práctica con objetivos a escala. El proceso, además de mejorar las capacidades comunitarias y habilidades, genera evidencia, a través de la implementación de un sistema de monitoreo, sobre los beneficios de estas medidas. Algunos elementos y pasos en el proceso son:

  1. Evaluación participativa de la vulnerabilidad socioambiental de las comunidades.
  2. Priorización de los sitios de restauración de manglares, como una medida de AbE, basada en la evaluación y en la complementación de los conocimientos tradicionales.
  3. Monitoreo y evaluación participativa sobre la efectividad de AbE para la seguridad alimentaria. La investigación estudia los beneficios de la restauración en los medios de vida de 22 familias.
  4. Proceso de creación de capacidad para fortalecer la gestión de los recursos naturales, la promoción local y las capacidades de adaptación, a través de:

 

  • Capacitaciones e intercambios de experiencias sobre AbE, gestión de cuencas, y gestión sostenible de manglares.
  • Apoyo técnico a las comunidades, para emprender conjuntamente la restauración del bosque de manglar.
  • M&E conjunto. Las comunidades usan los resultados mejorar su incidencia y acceso a recursos financieros.
  • Ante una débil presencia local del gobierno, las comunidades han fomentado su auto-organización por medio de las Asociaciones de Desarrollo y otras figuras locales (por ej. Comités Ambientales), dándose espacio también al liderazgo y la movilización por parte de las mujeres, logrando con esto aumentar su capital social.

• Trabajar tanto con la comunidad formal (por ejemplo, a través de Asociaciones de Desarrollo) como con otros grupos locales de la sociedad civil (por ejemplo, el Comité de Microcuenca) es clave, ya que estas entidades tienen un interés directo en el éxito de las medidas de AbE que se implementarán.

 

• Las partes interesadas locales pueden facilitar la difusión de las medidas, y con ellas, su replica, como ocurrió con las comunidades río arriba en la cuenca del río Aguacate que se interesaron en las medidas implementadas río abajo y propusieron la creación de un foro más amplio (una 'Alianza de manglares') por toda la costa salvadoreña.

Creación de capacidades para lograr el enfoque ecosistémico

Para integrar el enfoque ecosistémico en la gestión del territorio y, capacitar a las estructuras de gobernanza locales, las autoridades locales y los agricultores. Juntos, implementaron medidas de EbA para enfrentar la sequía y la variabilidad, tales como: prácticas de conservación de suelos, protección de manantiales e implementar sistemas agroforestales.

 

El desarrollo de capacidades se hizo con:
 

  •  Enfoque de "aprender haciendo" para lograr resultados demostrativos en el campo con >100 agricultores/as. Las medidas de AbE implementadas se centraron en los servicios ecosistémicos del agua y el suelo, en la diversificación productiva y en la mitigación de los impactos del cambio climático y la variabilidad (vientos y lluvias extremas) en los cultivos y los bienes. Estas medidas mejoran la infiltración y disponibilidad de agua.
  • Capacitaciones a los Comités de agua sobre de organización, y gestión integral del agua, para influir en su comprensión de los servicios ecosistémicos del agua.
  • Programa de capacitación en habilidades de comunicación para mujeres líderes y agricultoras.
  • Capacitación regional de adaptación al cambio climático e intercambio de experiencias para 30 gobiernos locales de Mesoamérica (incluyendo muncipios del Sumpul)
  • Las sinergias con los proyectos existentes y las organizaciones locales como el Plan Trifinio fueron cruciales.
  • Los intercambios de experiencias contribuyen a los procesos de capacitación y motivan a los participantes a participar en la gobernanza del agua, y reconocen el valor de aprendizaje de las acciones que se llevan a cabo.
  •  Asegurar las capacidades de la organización local es clave para garantizar la provisión de servicios de ecosistemas de agua y siempre será una buena inversión.
Desarrollar marcos flexibles de gobernanza para la adaptación

La gobernanza para la adaptación requiere de marcos políticos y jurídicos flexibles. Por ello, las plataformas de gobernanza de la subcuenca alta requerían de instrumentos de gestión que permitieran valorar e institucionalizar aquellas opciones de adaptación y formas de gobernanza que ofrecían los mayores beneficios socio-ambientales. Se elaboraron los Reglamentos Internos de varios Comités de Agua de las ADESCOS y del Comité Comunitario Binacional de la Subcuenca, el que también actualizó su Plan Estratégico (quinquenal) y Plan Operativo Anual.

 

Se apoyó la construcción de políticas municipales (Planes Locales de Adaptación de La Palma y San Ignacio). Dado que la adaptación al cambio climático está inmersa en una serie de incertidumbres sobre los impactos futuros del clima y las trayectorias de desarrollo, estos marcos e instrumentos deberán estar en constante evolución, siempre tomando en cuenta lecciones derivadas de las experiencias de campo y de gobernanza. Así la adaptación al cambio climático puede avanzar bajo un enfoque flexible de aprender haciendo y por medio de ciclos iterativos, generar estrategias a corto plazo en vista de las incertidumbres a largo plazo.

  • La presencia continua y el arraigo en el territorio del Plan Trifinio es un factor habilitante de peso que brinda flexibilidad en la toma de decisiones y también escalamiento vertical. Esta entidad de carácter trinacional trabaja de cerca con las comunidades y conoce el territorio, y a su vez tiene peso político y llegada con las autoridades, al ser parte del Sistema de la Integración Centroamericana y estar presidida por los Vicepresidentes y Delegado Presidencial de tres países (El Salvador, Guatemala y Honduras).
  • La sub-cuenca del Sumpul cuenta con un Plan de Manejo Integral, cuya implementación recae en todos los actores de sub-cuenca y que podría revitalizarse con base en los avances en temas de AbE y fortalecimiento de la gobernanza para la adaptación. Una gobernanza flexible debería contemplar el monitoreo, evaluación y actualización de este Plan de Manejo Integral en función de lo aprendido por medio del proyecto AVE y otros en la cuenca.
  • Los nuevos instrumentos de gestión preparados por las plataformas de gobernanza de la sub-cuenca, deberán a futuro ser evaluados para determinar cuán efectivos fueron como respuestas de adaptación. Cualquier ajuste que resulte de este análisis, será muestra de una gobernanza flexible.
Lograr una gobernanza con enfoque ecosistémico para la adaptación

Bajo un enfoque ecosistémico, los esfuerzos buscan mejorar los medios de vida y la resiliencia de los ecosistemas para así­ disminuir la vulnerabilidad de las comunidades locales ante los desafíos de lluvias erráticas, cambio de estaciones, tormentas y consecuente pérdida de cosechas. Las medidas impulsadas son:

  • Restauración de los bosques a orillas de los ríos para evitar la erosión de las orillas de los ríos durante tormentas extremas e inundaciones. Esto se promueve con jornadas anuales de reforestación binacionales y se guía por un estudio de oportunidades de restauración en las orillas de los ríos.
  • Se realiza agrodiversificación con los agricultores locales para aumentar el número y las variedades de especies de cultivos, frutas y árboles de madera en sus parcelas, mientras se combinan con los animales. El objetivo es mejorar la resiliencia del sistema contra la lluvia errática y los cambios en los patrones estacionales.
  • Aprendizaje e intercambio a través de una red de agricultores con conocimientos en AbE. 
  • Organización de ferias de agrobiodiversidad para fomento y rescate de semillas criollas.
  • El cambio climático y en particular, los cambios en los patrones de lluvia, son factores que preocupan a muchos actores de la cuenca, lo que aumenta su disposición a priorizar acciones a favor de la seguridad hídrica y alimentaria. Como resultado, se contó con la anuencia de los agricultores a incorporar, en sus fincas, prácticas agrícolas sostenibles, y a apropiarse de éstas.
  • El modelo de fincas integrales facilita el entendimiento del valor de los servicios ecosistémicos y ayuda a dar fundamento a la gobernanza con enfoque ecosistémico.
  • Al fomentar diálogos sobre la AbE, se debe tomar en cuenta los conocimientos y experiencias tradicionales e indígenas sobre la variabilidad climática y los recursos naturales. Esto no sólo favorece la coherencia en la selección de las medidas de AbE, sino que también permite captar elementos para informar las acciones de las agencias de extensión agrícola en la cuenca y enriquecer las políticas nacionales y regionales.
  • El conocimiento indígena es fundamental a la hora de conocer las semillas y variedades de cultivos que mejor se adaptan al contexto socio-ecológico. Los intercambios de experiencias y los espacios de diálogo y comunicación entre productores, permitieron rescatar estos conocimientos tradicionales y desarrollar mayor conciencia sobre los efectos del cambio climático.
  • Las jornadas de reforestación son actividades muy valiosas, tanto desde el punto de vista de los servicios que brindan los árboles, como en lo referente a los aspectos educativos.  Este tipo de acción deja una huella imborrable en los niños y jóvenes, y los motiva a replicar la actividad en el futuro. 
Implementación comunitaria de medidas de adaptación en bosques y sistemas agroforestales

Las medidas de AbE implementadas en la subcuenca estuvieron enfocadas en los servicios ecosistémicos de agua y suelos, en la diversificación productiva y en paliar los impactos del cambio climático en los cultivos y bienes de las comunidades. Junto a >100 productores/as de la parte alta de la subcuenca, se introdujeron árboles frutales y maderables en sistemas agroforestales aledaños a 7 fuentes de agua y se fomentó la agricultura orgánica, permitiendo a las familias diversificar sus ingresos y reducir la vulnerabilidad de sus cultivos, infraestructura productiva y viviendas ante los fuertes vientos que les afectan. Esto en combinación con prácticas de conservación de suelos y agua (acequias de ladera, no-quema e incorporación de rastrojos) ha ayudado a disminuir la erosión del suelo ocasionado por lluvias extremas, así como mejorado la retención de humedad en los cultivos, la fertilidad de los suelos, y la infiltración y captación de agua en la zona. Las medidas de AbE no sólo generan agro-ecosistemas más resilientes, sino que también aumentan la disponibilidad de agua, lo que beneficia a >400 familias de la subcuenca. Estas acciones han generado conciencia sobre la necesidad de una visión ecosistémica y adaptativa ante el cambio climático en la gestión del territorio.

  • Mejorar el estado de los suelos no sólo es una manera de asegurar aumentos en la productividad, sino que también a mediano plazo, ayuda a disminuir la tendencia a la agricultura migratoria ya que se asegura que las familias puedan trabajar muchos años en las mismas parcelas. Este influyente factor favorece la adopción de prácticas de conservación de suelos por parte de las familias.
  • Plan Trifinio inició hace años un esquema de incentivos a propietarios de bosques con el objetivo de contribuir a su protección y con eso, a la cosecha de agua.
  • La siembra escalonada con árboles frutales y maderables, es una forma muy efectiva de aumentar conciencia sobre los beneficios de asociar árboles con cultivos. Permite ver de forma palpable cómo los sistemas agroforestales ayudan a enfrentar los impactos del cambio climático y diversificar los ingresos familiares.
  • La implementación de sistemas agroforestales y prácticas de conservación de suelos debe permitir que la diversificación e incremento de ingresos dé resultados a corto plazo (con granos básicos, aguacate, etc.) y no sólo a mediano y largo plazo (con árboles de pino y ciprés). Materializar esto implica una planificación conjunta entre el productor y el asesor técnico.
  • Debe tomarse en cuenta la tenencia de la tierra en donde se ubican las fuentes de agua. Las municipalidades comúnmente son propietarias únicamente de los ojos de agua y no de las tierras que los rodean. Esto implica trabajar con los propietarios de los bosques y predios que rodean las fuentes de agua para proteger y/o restaurar esas tierras y permitir la instalación de tuberías para proveer agua a las comunidades.
“Aprender haciendo” y monitoreo para incrementar capacidades y conocimientos

Al apoyar a productores a implementar medidas de AbE que mejoran sus prácticas productivas y aumentan la resiliencia de los agro-ecosistemas, se genera un proceso de “aprender haciendo” que permite a otros actores presenciar los beneficios de dichas medidas y crea condiciones para su sostenibilidad y escalamiento.

  • Se examina, participativamente, la vulnerabilidad socio-ambiental de las comunidades y sus medios de vida, para luego priorizar las medidas de AbE y su ubicación
  • Se brinda apoyo técnico a los productores, complementado con sus conocimientos tradicionales, para planificar e implementar las medidas de AbE (mejoras en los sistemas agroforestales)
  • Se realizan capacitaciones e intercambios de experiencia sobre cooperación transfronteriza; gestión integrada del recurso hídrico; AbE; marcos de política y legislación sobre agua y cambio climático; e incidencia y comunicación
  • Se lleva a cabo un monitoreo de la seguridad alimentaria e hídrica con 14 familias
  • Se fortalece la capacidad de gobernanza y gestión de instancias comunitarias y municipales vinculadas al manejo del recurso hídrico

El incremento de capacidades y conocimientos fortalece el capital social y contribuye al empoderamiento comunitario y a valorar los servicios ecosistémicos y su gestión en beneficio de todos. 

  • El cambio climático y en particular, la disponibilidad del agua, son factores que preocupan a los actores de la subcuenca, lo que hace que aumente su disposición al diálogo, al aprendizaje constante, a la búsqueda de soluciones y a realizar acciones conjuntas.
  • Plan Trifinio lleva años implementando medidas de conservación en el territorio y trabajando de cerca con los productores y actores locales. Tiene también amplia experiencia con procesos participativos, que es otro factor habilitante para procesos exitosos de “aprender haciendo”.
  • Para lograr cambios a nivel de paisaje, se debe primero trabajar con las bases a nivel comunal. En esto, ha sido clave el fortalecimiento de las capacidades de los Comités de Agua, que forman parte de las Asociaciones de Desarrollo Comunal (ADESCOs) para que puedan ampliar el alcance de su actuar más allá de las necesidades de saneamiento.
  •  Los intercambios de experiencia (e.g. con actores de la cuenca del Río Goascorán y con otras ADESCOs de otras partes de la cuenca) fueron un mecanismo efectivo para reforzar el aprendizaje colectivo y demonstrar las ventajas de la colaboración transfronteriza.