Utilización de árboles autóctonos en los lugares de restauración

La restauración del bosque tiene un mayor índice de éxito si se utilizan/plantan árboles autóctonos. Las especies arbóreas autóctonas permitirán que el bosque se recupere y conserve su hábitat natural. Esto optimizará el suministro de beneficios forestales y servicios ecosistémicos; reducirá los riesgos de peligros naturales como los corrimientos de tierras; y mejorará las opciones de medios de vida sostenibles.

Las redes, campeonas, adoptaron y promovieron el uso de árboles autóctonos para las actividades de reforestación.

Nuestras tierras forestales (es decir, denudadas y arboladas) han sido reforestadas con especies no autóctonas o introducidas, como las especies de árboles Gmelina, Caoba y Falcata. Estas especies introducidas se plantaron porque crecían más rápido y se podían talar antes que las frondosas autóctonas. Las actividades de "reforestación" pasadas y presentes, cuyo objetivo principal era el mercado y no la conservación, han sustituido a los árboles originales y han dado lugar a un monocultivo y al declive de la diversidad animal y vegetal. El monocultivo de especies de árboles exóticos es susceptible al ataque de plagas y enfermedades y puede acabar con la totalidad de las zonas reforestadas.

Programa Adopte un Semillero (AAS)

El Programa AAS del Movimiento Bosques para la Vida tiende un puente entre el apoyo de los donantes corporativos e individuales y los socios comunitarios in situ. Los programas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de las distintas empresas recurren al AAS, que cuenta con el apoyo de donantes individuales y voluntarios interesados. Estos socios aportan recursos para llevar a cabo las fases de la restauración forestal, desde la producción de plantones, la preparación del terreno, la plantación de árboles propiamente dicha y el mantenimiento y seguimiento durante tres años.

Concienciación del sector público y empresarial sobre la necesidad de contribuir a la restauración de los bosques filipinos y a la conservación de la biodiversidad.

La comunicación, la educación y la concienciación del público son cruciales para conseguir el compromiso de los distintos sectores de la sociedad para alcanzar los objetivos del movimiento de restauración de los bosques filipinos y proporcionar medios de vida sostenibles a las comunidades locales.

Mantenimiento comunitario para un sustento sostenible

El mantenimiento comunitario comenzó con la formación y capacitación de las comunidades asociadas que se encargarán de garantizar la supervivencia de los árboles en la reforestación. El programa de capacitación de la comunidad local asociada consistió en enseñar a los participantes técnicas agrícolas, herramientas de supervisión y técnicas de desarrollo organizativo para garantizar una asociación sostenible y una elevada supervivencia de los árboles plantados.

Junto con el desarrollo de capacidades de los socios comunitarios está la oportunidad de obtener ingresos adicionales, no sólo de las actividades de restauración, sino que también facilita otras actividades de subsistencia alineadas con los objetivos del movimiento, como la producción de plantones. Esto sustituye el riesgo de que la comunidad local se dedique o permita actividades ilegales que les proporcionan ingresos adicionales. Además, el gobierno, a través del Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales, recurrió a organizaciones populares para producir plantones de árboles autóctonos en apoyo del Programa Nacional de Reverdecimiento. Esto contribuyó a que los beneficiarios del proyecto tuvieran un medio de vida más estable y continuado.

Creación de asociaciones con las principales partes interesadas para garantizar un enfoque participativo en la consecución de un ecosistema digno y del bienestar humano, gracias a unos bosques bien restaurados. Se ayudó y capacitó a los agricultores y a las comunidades dependientes de los bosques debido a su papel crucial como principales actores sobre el terreno. Proporcionando a la comunidad una tecnología de restauración adecuada y promoviendo la conservación de la biodiversidad y una agricultura respetuosa con la biodiversidad, es más probable que se consigan los beneficios ecológicos que deben mantenerse.

La selección de socios comunitarios elegibles también es muy vital para garantizar el éxito de las iniciativas de restauración. Dado que en los terrenos públicos proliferan las reclamaciones de tierras, es importante dar prioridad a los lugares en los que pueda garantizarse una protección perpetua (es decir, zonas protegidas). De hecho, el aspecto social de la restauración determina en gran medida su éxito o fracaso más que el aspecto biofísico, ya que éstos (los factores sociales) podrían acarrear problemas imprevistos si no se tienen muy en cuenta. Hay que recordar siempre que los bosques pueden restaurarse de forma natural por los procesos naturales, sólo las intervenciones humanas (sociales) prohíben estos procesos naturales. También es importante garantizar que la prestación de apoyo esté en consonancia con las principales actividades de los socios comunitarios y promueva los objetivos del movimiento.

Selección participativa de zonas de restauración dentro de las Áreas Clave para la Biodiversidad (KBA)

Es imperativo que los lugares de restauración se seleccionen con un enfoque participativo. Estos se seleccionan en consulta con diversos organismos gubernamentales como el DENR, las LGU y otros organismos. Junto con la selección del emplazamiento, se realiza la selección de la organización popular. Además, la selección del lugar en un área clave de biodiversidad identificada apoya las prioridades del gobierno para garantizar soluciones a largo plazo en la mitigación del cambio climático.

Era fundamental que los centros y los socios comunitarios siguieran unos criterios de elegibilidad

Según la experiencia de Haribon, lo mejor y más importante es seleccionar cuidadosamente los lugares de restauración. Los lugares deben ser elegibles. Los lugares elegibles son terrenos públicos identificados por las administraciones locales y el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales, como terrenos forestales, parques nacionales y/o zonas protegidas, cuencas hidrográficas, manglares, zonas de acuerdos de gestión forestal comunitaria (CBFMA) y granjas penales. El uso de las especies correctas de árboles autóctonos que prosperan de forma dominante y agresiva en un lugar de restauración concreto es muy importante para el crecimiento y la supervivencia de las plántulas.

Movimiento Bosques para Vivir (creación de redes)

Bosques para la Vida es un movimiento/red de conservación medioambiental que prevé la restauración de los bosques tropicales filipinos utilizando especies arbóreas autóctonas con el apoyo de diversos sectores. Comenzó como un movimiento llamado ROAD to 2020, que trabajaba con comunidades, administraciones locales, pueblos indígenas, universidades, grupos afines y jóvenes para recuperar los bosques perdidos. A través de este movimiento, Haribon pudo empoderar a las comunidades locales, construir viveros de árboles autóctonos, proporcionar orientación para establecer zonas de conservación, influir en las políticas, organizar campañas de plantación de árboles y animar al público a participar en la ciencia ciudadana. Hasta la fecha, se ha movilizado a 13.416 voluntarios y 14 socios comunitarios en 30 municipios, lo que demuestra de forma significativa la concienciación sobre la biodiversidad.

Durante la Consulta Nacional sobre la Restauración de los Bosques Tropicales, celebrada en noviembre de 2005, se creó una Red de Iniciativa para la Restauración de los Bosques Tropicales (RFRI), que ha puesto en marcha actividades de restauración forestal desde 2006; Circular 2004-06 del Memorando de Política Gubernamental; Órdenes Ejecutivas 23 y 26; Apoyo de las administraciones locales, organizaciones populares y donaciones de empresas y particulares.

Los claros objetivos de mantener los bienes y servicios ecológicos de nuestros bosques para la generación actual y las venideras sólo podrán alcanzarse si restauramos nuestros bosques utilizando árboles autóctonos. El compromiso de los distintos sectores de la sociedad es vital. Esto puede lograrse si las partes interesadas comparten la misma visión y comprenden cómo la biodiversidad está interconectada y afecta a su vida cotidiana. Es importante que el sector empresarial y las administraciones locales comprendan su gran papel a la hora de prestar asistencia a los distintos interesados, lo que a su vez favorece la sostenibilidad no sólo de las comunidades locales, sino de la población en general. Las prioridades y políticas gubernamentales que favorezcan la mejora de los medios de subsistencia y las capacidades de las comunidades contribuirán al éxito de las iniciativas de restauración.

Consolidación de la gobernanza inclusiva para la adaptación

Los actores de la microcuenca del Río Esquichá enfrentan retos de gobernanza para la adaptación, como la coordinación entre los niveles comunitario, municipal, departamental, y los sectores. El Consejo de Microcuenca del Río Esquichá, reúne a municipalidades, comunidades, y las Comisiones de Viveros Comunales. Se da un acompañamiento técnico multinivel para asegurar sostenibilidad.

  1. Con acompañamiento técnico, el Comité ha aprendido sobre medidas de AbE y se han incorporado en el Plan de Manejo de la Microcuenca. Se ha brindado asistencia técnica para identificar esfuerzos para su implementación y financiación (ej. Incentivos forestales). Es así, como el Comité, contando ahora con mayor capacidad organizativa, ha incidido en otras instancias (Consejos Municipales y Departamentales, INAB) y logrado la asignación de fondos  las medidas AbE.
  2. Se ha brindado asistencia técnica sobre la gestión de los viveros forestales comunales.
  3. Enfoque de género involucrando a mujeres en las capacitaciones y toma de decisión. Para ello las mujeres fueron recibieron capacitación en comunicación para mejorar sus habilidades de liderazgo (https://www.iucn.org/node/29033)
  4. Se acompaña al Municipio de Tacaná para integrar medidas de adaptación en la planificación local (Plan de Desarrollo Municipal).
  • Bajo el Sistema de Consejos de Desarrollo de Guatemala, el Consejo de Microcuenca del Río Esquichá está conformado por los COCODEs de las comunidades de la microcuenca, lo que facilita que éstas trabajen de manera organizada e incidan en los niveles superiores (e.g. Consejos Municipales).
  • La CORNASAM, creada en 2004 como plataforma de coordinación departamental, ha permitido un diálogo más articulado entre los municipios de San Marcos y las organizaciones que operan en sus cuencas y microcuencas en torno el cambio climático.
  • El empoderamiento de las mujeres (por medio de capacitación) beneficia la gestión de los recursos naturales y la cohesión social comunitaria en el largo plazo. Las mujeres sintieron que tenían mucho que aportar y al apropiarse de esos espacios, aumentó su confianza para actuar en otras instancias también. Al consultarlas, indicaron que había cambiado su participación ya que habían “perdido el miedo a expresarse en reuniones en donde hay presencia de hombres", señalando que conocen que tienen el derecho a reunirse y a participar para la restauración forestal en zonas de recarga hídrica.
  • La gobernanza para la adaptación debe promover una participación abierta, equitativa, respetuosa, y también efectiva, de modo que los mecanismos de planificación y toma de decisión se vean enriquecidos por la participación lograda y los resultados sean aceptados por todas las partes involucradas.
  • La implementación de AbE se realiza gracias a la participación de la comunidad y el liderazgo local, lo que busca garantizar la sostenibilidad en el tiempo y la replicabilidad de las medidas.

Implementacion de medidas escalables de AbE que aumentan la cobertura forestal y la dispobibilidad de agua

En función del análisis de vulnerabilidad y por acuerdo común, las comunidades priorizaron varias medidas AbE con el fin de aumentar su resiliencia:

  • Protección y restauración de zonas de recarga hídrica. Incluye reforestación en tierras municipales o comunales con fuentes de agua; protección de los bosques comunales de pinabete (especie en peligro de extinción) con mejor estado de conservación; saneamiento de bosques comunales afectados por plagas; y reforestación de zonas sin árboles colindantes a los bosques naturales. Para estas acciones que mejoran la conectividad y cobertura forestal, se promueve también el acceso a incentivos forestales.
  • Establecimiento (1) y fortalecimiento (15) de viveros comunales en apoyo a las acciones de reforestación.
  • Sistemas agro-forestales y buenas prácticas: Se optimizan y diversifican los sistemas productivos, incorporando árboles maderables y frutales para mejorar la conservación de suelos, productividad y seguridad alimentaria.
  • Recuperación de tierras afectadas por deslizamientos: Se fomentan los sistemas agroforestales y el acceso a incentivos forestales para la recuperación de áreas dañadas por tormentas.

Las comunidades de la microcuenca se han apropiado de estas medidas y apoyan su implementación con recursos técnicos importantes.

  • El Consejo Municipal de Tacaná, dio apoyo a las comunidades para el acceso a incentivos forestales.
  • La UICN tenía experiencia de 10 años de trabajo en el territorio y técnicos locales.
  • Hay excelente liderazgo de las comunidades, lo que aumenta su disposición al diálogo, al aprendizaje y la búsqueda de soluciones.
  • Hay conciencia sobre el cambio climático, puesto que eventos extremos en años anteriores impactaron a varias comunidades, dañando tanto sus bienes (cultivos, viviendas, infraestructura productiva) como el recurso agua.
  • Para la implementación de medidas de AbE, resultó clave contar con una fuerte base organizativa, acuerdos comunitarios, participación social y liderazgo de las autoridades locales (tanto indígenas como municipales).
  • Para lograr que la AbE demostrara un impacto inicial en las comunidades y con ello, crear confianza en la estrategia adoptada, se promovió como primer paso la reforestación en las partes altas de la microcuenca (con fuentes de agua) o en zonas afectadas por deslizamientos, así como el trabajo comunitario en torno a viveros forestales.  Estas acciones ayudaron a consolidar el concepto de que la cobertura forestal es un “seguro” ante el cambio climático.
  • Valorar los servicios ecosistémicos de la cuenca ayudó a ver la adaptación como tarea de todas las comunidades, para conseguir beneficios tanto para la microcuenca de Esquichá, como para otras comunidades ubicadas más abajo en la cuenca del Río Coatán.
“Aprender haciendo” y monitoreo para incrementar capacidades y conocimientos

Se da un proceso contínuo de creación de capacidades con las comunidades e instituciones locales para identificar, diseñar e implementar medidas de adaptación-basada-en-ecosistemas (AbE), generando evidencia sobre sus beneficios, y orientado a crear condiciones para su sostenibilidad.

 

El proceso contempla no solo talleres teóricos sino además: asistencia técnica, prácticas de campo, giras de intercambio y un diplomado para técnicos municipales.  El proceso es colaborativo y participativo, y la experiencia fue de gran aprendizaje y empoderamiento para los grupos involucrados, en especial las mujeres.

 

Algunos ejemplos de actividades:

 

  • Aplicación de la herramienta CRiSTAL- "Community-based Risk Screening Tool – Adaptation and Livelihoods” con representantes municipales y comunitarios
  • Junto a 16 comunidades y la Municipalidad de Tacaná, se diseña e implementa la estrategia de restauración de bosques, apoyando a viveros comunales
  • Se acompaña a las comunidades en la gestión de incentivos forestales para  las acciones de saneamiento, reforestación y protección.
  • Se forma a los líderes locales en las metodologías de monitoreo de los efectos de la restauración forestal y protección de fuentes de agua en la seguridad alimentaria e hídrica.
  • El Consejo Municipal de Tacaná, dio apoyo a las comunidades para el acceso a incentivos forestales.
  • La UICN tenía experiencia de 10 años de trabajo en el territorio y técnicos locales.
  • Hay excelente liderazgo de las comunidades, lo que aumenta su disposición al diálogo, al aprendizaje y la búsqueda de soluciones.
  • Hay conciencia sobre el cambio climático, puesto que eventos extremos en años anteriores impactaron a varias comunidades, dañando tanto sus bienes (cultivos, viviendas, infraestructura productiva) como el recurso agua.
  • El contar con conocimiento sobre seguridad hídrica e información técnica específica sobre AbE, facilitó los procesos de sensibilización, participación, suscripción de acuerdos comunitarios y realización de acciones focalizadas, lo que a su vez ayudó a evitar la dispersión de recursos.
  • Al existir una base organizativa en las comunidades, en forma de Comisiones de Viveros Comunales y en algunos casos Consejos Comunitarios de Desarrollo (COCODEs), se facilita enormemente el proceso de “aprender haciendo” ya que, por medio de estas plataformas locales, se puede fomentar el intercambio de experiencias y conocimientos y el aprendizaje colectivo.
  • El empoderamiento local a través de la participación social, es clave para asegurar la implementación y mejora continua de un sistema de Monitoreo y Evaluación, así como la obtención de lecciones aprendidas.
Adaptación de los dispositivos a las necesidades regionales

El mayor reto a la hora de introducir las farolas LED lo planteó la intensa nevada de la región. Como los LED son menos luminosos, emiten menos calor que otras luces. Por eso, a veces la nieve cubre las farolas y no se derrite. Esto provoca una situación inadecuada en materia de seguridad. Para solucionar sus problemas particulares con la nieve, la asociación energética y los fabricantes de luces inventaron unos LED oscuros específicamente adaptados a la ciudad de Hirosaki.

  • Personalización de farolas con características especiales para resolver un problema causado por características reginales.

El negocio de las ESE ofrece a los clientes servicios integrales de ahorro energético con la experiencia en el negocio de la energía. Sus servicios incluyen el diagnóstico del ahorro de energía en fábricas y edificios, el diseño y la construcción/instalación, el mantenimiento y la gestión del funcionamiento de las instalaciones y la obtención de fondos empresariales. A través de la gestión holística del uso de la energía, las ESE abordan problemas regionales o individuales y reducen el coste total de la energía.

Bajar el precio de la electricidad de las luces LED

En diciembre de 2011, las principales compañías eléctricas de Japón establecieron una nueva tarificación para las farolas de menos de 10 vatios. Por ejemplo, las luces fluorescentes de 20 vatios cuestan 169 yenes al mes, mientras que las LED de 10 vatios cuestan 120 yenes al mes. Esta diferencia de precio hace más beneficiosa la proliferación de farolas LED.

  • Un nuevo sistema de precios de la electricidad adaptado a los usuarios de LED

Los cambios en el precio de la electricidad aumentan o disminuyen significativamente el coste de funcionamiento de las instalaciones de alumbrado público. La reducción del precio de las instalaciones de bajo consumo energético, como la iluminación LED, empuja a particulares, comunidades y gobiernos a sustituir las instalaciones antiguas por alternativas energéticamente eficientes.