Hay un proceso de cinco niveles para convertirse en una WHS.
1. Una solicitud inicial en línea que garantiza que no hay problemas prohibitivos fundamentales.
2. Representantes imparciales llevan a cabo una revisión de la candidatura inicial.
3. Asesoramiento técnico para debatir y aconsejar sobre áreas de mejora y sobre cómo presentar una candidatura con las mayores posibilidades de éxito.
4. Solicitud final que incluye pruebas justificativas, una justificación de la delimitación geográfica del lugar y una explicación detallada de cómo el lugar cumple cada uno de los criterios.
5. A continuación, deberá elaborar y presentar informes anuales en los que explique cómo se cumplen los criterios.
Al someterse al proceso de acreditación, The Bluff tuvo que demostrar que podía garantizar prácticas responsables y sostenibles y que los medios de subsistencia mejorarían continuamente, garantizando así la salud y el bienestar de ballenas, delfines y marsopas y sus hábitats oceánicos.
Se evaluaron condiciones como la legislación de apoyo, la cultura y la sostenibilidad medioambiental, social y económica.
Tuvieron que aportar pruebas de apoyo, incluidas estadísticas relativas a los medios de subsistencia, las actividades culturales, los turistas que visitan la zona, los operadores turísticos de avistamiento de ballenas, las zonas protegidas, etc.
El Bluff también estaba obligado a demostrar que se estaban llevando a cabo actividades comunitarias de investigación, educación y concienciación.
Es esencial tener un objetivo claro con un camino claro hacia él. Para un programa como el de acreditación de sitios del Patrimonio de la Ballena, hay que alcanzar unos niveles muy altos, pero debe haber un proceso de apoyo que ayude a una comunidad a abrirse camino y, en última instancia, a conseguir ese estatus.