Control del pez león en zonas inaccesibles para los pescadores

Cuando la extracción comercial del pez león no es práctica o no está permitida (como en las zonas protegidas), o si la presión pesquera actual no es suficiente para suprimir las poblaciones de pez león por debajo de los objetivos de gestión específicos del lugar, se puede recurrir a una combinación de métodos de extracción alternativos para reducir las poblaciones de pez león, entre los que se incluyen:

  • sacrificio mediante buceo, ya sea por parte de los gestores de las zonas protegidas o de los operadores de buceo

  • competiciones de sacrificio del pez león (también conocidas como derbis o torneos)

  • las trampas de aguas profundas, aún en fase de diseño, pueden utilizarse como herramienta dentro de un paquete de medidas de gestión del pez león.

Es posible que varias partes interesadas tengan que llevar a cabo una o varias de estas actividades en un lugar determinado para alcanzar el nivel deseado de supresión del pez león.

  • Deben conocerse los objetivos de gestión del pez león para poder identificar los lugares controlados de forma ineficaz.
  • Un grupo de trabajo sobre el pez león debe estar activo para que la gestión de los lugares prioritarios se base en los mejores conocimientos disponibles.
  • El sacrificio con escafandra autónoma requiere un sector del submarinismo activo e informado, así como capacidad para una gestión adecuada y la aplicación de la normativa (por ejemplo, para evitar que los submarinistas capturen otras especies mientras llevan a cabo el sacrificio del pez león).
  • Dada la naturaleza generalizada de la invasión del pez león y los recursos limitados, es poco probable que las poblaciones de pez león puedan controlarse en todas las áreas de importancia para la conservación. Por lo tanto, los lugares de gestión deben priorizarse a través de un grupo de trabajo sobre el pez león, en consulta con las comunidades y las partes interesadas.
  • El sacrificio puede dañar los arrecifes si no se gestiona adecuadamente: los buceadores inexpertos pueden dañar los corales con los arpones, o un permiso especial para el sacrificio del pez león puede dificultar la aplicación de actividades que de otro modo estarían prohibidas (por ejemplo, la pesca submarina dentro de zonas protegidas). Estos problemas deben abordarse antes de poner en marcha cualquier programa.
  • Los torneos de pesca del pez león no proporcionan extracciones lo suficientemente regulares como para mantener la supresión de la población del pez león si no se combinan con estrategias adicionales. Sin embargo, constituyen una excelente oportunidad para aumentar la concienciación.
  • El riesgo de que las trampas causen daños físicos a los arrecifes o capturen especies accesorias debe eliminarse antes de introducir las trampas.
Adoptar un enfoque de sistemas humanos y naturales acoplados

La dinámica de los sistemas humanos y naturales es compleja y se caracteriza por retroalimentaciones recíprocas que pueden interactuar a escalas local y global. El éxito de la gestión de los recursos naturales exige una mejor comprensión de estos sistemas humanos y naturales acoplados (CHANS), que debe incorporarse en la fase de planificación. Un enfoque CHANS implica tanto aspectos ecológicos como sociales, y requiere un equipo interdisciplinar para desarrollar un marco conceptual de interacciones socioecológicas (SEF), que ayude a todos los actores a considerar los posibles resultados desde muchas perspectivas diferentes.

Dado que un programa viable de control del pez león repercutirá en un amplio abanico de partes interesadas, es crucial desarrollar una estrategia de gestión del pez león utilizando un enfoque CHANS para maximizar los beneficios y minimizar los resultados imprevistos.

Un modelo de dinámica poblacional que estime la abundancia, biomasa y estructura de tallas de la población de pez león en diferentes escenarios de gestión es fundamental para la planificación de la gestión del pez león. Los cambios en todos los sistemas afectados pueden entonces interpretarse cualitativamente utilizando el SEF.

  • Desarrollar un marco conceptual de interacciones socioecológicas (SEF) con representantes de todas las partes interesadas clave, basado en la investigación social.
  • Crear un grupo de trabajo sobre el pez león que se reúna periódicamente para examinar los avances y adaptar la gestión.
  • Estimaciones disponibles sobre la situación actual de la densidad, la estructura de tallas y la tasa de capturas(F) del pez león, para alimentar un modelo de dinámica de poblaciones.
  • Capacidad o asociación con los expertos pertinentes para apoyar la producción de SEF y la modelización de la dinámica de la población

Debido a la naturaleza dinámica e interrelacionada de los sistemas humanos y naturales acoplados, puede que no sea posible prever desde el principio todas las consecuencias de las distintas actividades de gestión. Por ello, una buena estrategia de gestión del pez león debe ser flexible y contar con mecanismos que permitan su evaluación y adaptación.

Maximizar las aportaciones de un amplio abanico de partes interesadas, entre ellas

  • autoridades responsables del desarrollo humano, el medio ambiente, la pesca y los derechos territoriales de los pueblos indígenas

  • asociaciones de pescadores

  • socios académicos

  • sector privado (compradores de marisco, distribuidores, exportadores, restauradores)

  • representantes de las comunidades

  • gestores de zonas protegidas

  • ONG que trabajan en la región

Planificación de las gestión del AP del Parque Nacional Natural Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis desde la cosmovisión indígena

Con la creación del Parque Nacional Natural - Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis nació una nueva forma de relacionamiento entre pueblos indígenas y Estado colombiano. Fue necesario buscar mecanismos para asegurar la gobernabilidad y la conservación integral de sus sistemas de vida, sin interferir los derechos de dichos pueblos a su autonomía territorial ni al manejo cultural que tradicionalmente han efectuado. Una vez creado el Parque, se inició el proceso de formulación de su Régimen Especial de Manejo (REM), por medio del cual se genera la administración conjunta entre Parque Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y la Asociación de Capitanes Indígenas de Yaigojé Apaporis (ACIYA). Para establecer el REM, se requirió una metodología de investigación propia o endógena, propuesta por los mismos pueblos indígenas, y apoyada por la experiencia de la Fundación GAIA Amazonas. Esta metodología se basó en lineamientos emitidos en un Congreso Indígena amazónico, donde se identificaron todos los temas que serían recopilados en cada uno de los pueblos indígenas, para guiar la elaboración del REM. De este modo se promovió la participación de las comunidades con tres representantes indígenas y un shamán.

  • Figura legal del REM que mantiene la inalienabilidad de los territorios indígenas cuando adquieren una categoría de Parque Nacional.
  • Desarrollo de una metodología propia y adecuada, liderada por la Fundación GAIA Amazonas en conjunto con las organizaciones indígenas, para establecer los lineamientos del REM de acuerdo a las particularidades del Parque y del Régimen.
  • Disponibilidad financiera de recursos del Estado y de apoyo externo para un proceso participativo de construcción del REM. 

El proceso de investigación para elaborar el REM se llevó a cabo en dos años, y en el Convenio de Cooperación 011 de 2013 entre PPNC y ACIYA, se estableció un plazo prudencial de cinco años para la construcción, formalización e implementación conjunta del REM. Este proceso de investigación permitió lo siguiente:

  • Rescatar los valores ancestrales.
  • Promover una mayor vinculación de los jóvenes en el proceso de elaboración del REM
  • Revalorizar los conocimientos tradicionales.
  • Generar un mayor relacionamiento de coordinación y gestión del área entre el personal de PPNC y los pueblos indígenas.
  • Generar una comprensión de las características biológicas del territorio y su valor cultural para el diseño de las estrategias de manejo del Parque.
  • Constituirse en un modelo a replicar en otros REM existentes en la Amazonía colombiana, pues permite integrar para el conocimiento tradicional del uso de los recursos naturales con las políticas de PNNA respecto del manejo de áreas protegidas.
Organización social local y apoyo del Gobierno nacional para la creación del área protegida

En 1988 se creó el Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis por solicitud de los pueblos indígenas Tanimuca, Yucana, Letuama, Matapí, Cabayari, Macuna, Barazano y Yujup-Macú. Posteriormente, en el 2008, mediante consenso en asamblea extraordinaria de las Autoridades Tradicionales y los Capitanes Indígenas (ATCI), estos pueblos decidieron solicitar la creación de un Parque Nacional superpuesto con los límites del Resguardo Indígena, considerando que esto eliminaría el desarrollo de actividades mineras y de explotación que pusieran en riesgo la biodiversidad y sus sitios sagrados, y por lo tanto, sus usos y costumbres, composición social y entorno ambiental.

La creación del Parque Nacional Natural – Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis tiene un largo proceso de trabajo con la Fundación GAIA Amazonas, la cual contó con el apoyo técnico y  financiero de la Fundación Gordon y Betty Moore. La decisión de pasar a un Régimen Especial de Manejo (REM) debía tener pleno respaldo local, asegurar la autonomía de los pueblos indígenas y fortalecer sus sistemas tradicionales; además, era necesario que los pueblos indígenas cuenten con facultades de negociación y coordinación para poder establecer acuerdo con el Estado.

  • Comunidades indígenas tradicionales empoderadas en la toma de decisiones.
  • Marco legal de Colombia reconoce la autonomía indígena y su rol como autoridades públicas y ambientales en sus territorios.
  • Disponibilidad financiera de recursos del Estado y de apoyo externo para un proceso efectivo de consulta previa informada.
  • Experiencia exitosa de relacionamiento entre PNNC, la autoridad indígenas y la sociedad civil (ONG) para fortalecer la gobernanza ambiental del territorio.

Tomada la decisión de crear el parque, el siguiente paso fue el acuerdo entre Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y la Asociación de Capitanes Indígenas de Yaigojé Apaporis (ACIYA) para llevar a cabo un proceso de consulta previa, libre e informada, que permita mayor participación social  y una construcción colectiva en cuanto a definición de límites, extensión del área, objetivos de conservación y construcción conjunta del REM. Como resultado de esto, las ATCI establecieron acuerdos de gestión entre el Estado y las autoridades indígenas donde se asegura que el manejo integral del área se haría con base en el conocimiento tradicional y reglamentos recibidos en concordancia con la forma de concebir el mundo de cada uno de los siete pueblos indígenas y sus 19 comunidades, respetando la autonomía indígena, el derecho sobre sus tierras comunales, sus sitios sagrados y sus valores culturales. Fue así como, en octubre de 2009 se declaró la constitución del PNN Yaigojé Apaporis.

Mosaicos de Conservación; estrategia efectiva para consolidar grandes extensiones de territorio protegido en Brasil

La Ley del Sistema Nacional de Unidades de Conservación, publicada en julio del 2000, estableció el Enfoque de Mosaicos de Conservación. Los mosaicos son “un conjunto de Unidades de Conservación (UC) de categorías diferentes o no, próximos, yuxtapuestas o superpuestas, y otras AP, públicas o privadas”, cuya gestión debe realizarse de manera integrada, de acuerdo a los objetivos de cada UC.

Ante el desafío de manejar los conflictos socio-ambientales y optimizar los recursos humanos, financieros y materiales, el 2010 se estableció el Mosaico de Conservación Bajo Río Negro, con una superficie de 7.329.220 hectáreas, conformado por 11 UC, entre ellas el PN de Jaú y la RESEX del Río Unini.

La implementación de este enfoque prioriza los procesos de conservación en porciones mayores de territorio, lo que permite la gestión integral de paisajes localizados a lo largo de los ríos Jaú y Unini, al norte, y el Bajo Negro al sur del mosaico. Al ver a las AP como partes de un todo, funcionales y conectadas entre sí, fue necesario incorporar en el diseño de los planes de manejo una metodología participativa, que promoviera el involucramiento de múltiples actores en la toma de decisiones para el manejo del territorio y sus recursos naturales.

  • El enfoque de manejo de un Mosaico de Conservación permite la integración de múltiples actores y oportunidades de asistencia técnica y financiera para la gestión territorial.
  • Articulación de esfuerzos en áreas con la misma identidad territorial, para llegar a un objetivo común de conservación y manejo sostenible de recursos naturales.
  • Institucionalización del Consejo Consultivo como movilizadora en el territorio.
  • Planificación de estrategias en la escala de paisaje.

Elementos clave para la gestión integral del paisaje incluyeron la implementación de un Plan de Acción para el Mosaico; el establecimiento de un Consejo Consultivo para la toma de decisiones; el desarrollo de metodologías participativas de zonificación de áreas de uso comunitario y de subsistencia; y, el fortalecimiento de capacidades locales, mediante procesos de capacitación en manejo de RRNN, producción agrícola sostenible, turismo, y derechos y deberes de las comunidades.

Los beneficios de la gestión integrada son la optimización de recursos; la planificación integrada del paisaje; la coordinación de actividades de protección, educación ambiental, monitoreo y concientización dentro de la región; la posibilidad de trabajar una única identidad territorial con base en las características de la región; el desarrollo de estrategias conjuntas de valorización de los productos para las comunidades situadas alrededor y en las UC; y la facilitación de acuerdos y resolución de conflictos.

ARPA: el programa de conservación de bosques tropicales más importante de Brasil, y mecanismos de sostenibilidad financiera del Parque Nacional de Jaú

El PN de Jaú representa una de las mayores extensiones de bosque húmedo tropical protegidas en el mundo, que protege gran parte de una cuenca hidrográfica de aguas negras. Por su importancia, esta AP fue priorizada por el Programa de Áreas Protegidas de la Amazonía (ARPA), un programa gubernamental de Brasil, creado en el año 2002, liderado por el Ministerio de Medio Ambiente, y gestionado por el Fondo Brasileño para la Biodiversidad (Funbio).

El programa ARPA cuenta con el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), el gobierno alemán, el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF), el Fondo Amazonía, a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), la Fundación Moore y, actualmente, empresas privadas que son donantes del programa. Tiene una vigencia de 13 años, y su objetivo es expandir y fortalecer el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la Amazonía en Brasil, mediante la protección de 60 millones de hectáreas de Unidades de Conservación en el bioma Amazónico; y asegurar la sostenibilidad de su gestión a corto y largo plazo. Se implementa en tres fases independiente y continuas. La primera entre 2003 y 2010, la segunda entre 2010 y 2015, y la tercera, con un plazo de 25 años.

  • Contexto nacional de mayor preocupación por la conservación de la Amazonía y el desarrollo sostenible, junto con el reconocimiento mundial de la importancia de los bosques tropicales.
  • Definición de políticas públicas regionales para la conservación y el uso sostenible de los bosques.
  • Presupuesto del programa ARPA de 2003-2015 de 236 millones de dólares.

La inclusión del PN de Jaú dentro del programa ARPA fue una estrategia indispensable para su conservación, al ser uno de los mayores programas de conservación de bosques tropicales del mundo, demostrando la implementación de un modelo para asegurar la captación y aplicación de los recursos financieros de manera rápida y eficaz. 

En su primera fase ARPA buscó la creación de nuevas AP; en la segunda fase, se enfocó en la consolidación del programa; y la tercera, tiene como objetivo consolidar las 60 millones de hectáreas de AP en la Amazonía, a nivel federal y estatal, y alcanzar la sostenibilidad financiera.

El apoyo provisto por ARPA permitió la creación de la RESEX del Río Unini, de manera que se consolidaron la RESEX y el PN de Jaú, a través del financiamiento de proyectos que permiten la generación de valor de conservación y mayores ingresos económicos para las comunidades. Así se contribuye a su sostenibilidad social, económica y de gestión de ambas unidades de conservación.

Introducir la escanda como hábitat alternativo para las especies dependientes de los pastizales

Con la pérdida de grandes extensiones de praderas agrícolas en favor del maíz y la soja, y la falta de interés por instalar otras nuevas, la fauna que depende de este hábitat se ve inevitablemente afectada. Los pastizales de Norteamérica figuran entre los 21 ecosistemas más amenazados de la región. Muchas de las praderas que quedan, sobre todo en el este de Norteamérica, están casi totalmente integradas en paisajes agrícolas. Debido a los cambios en el paisaje, muchas aves en peligro de extinción y otros animales salvajes, incluidos los polinizadores, dependen cada vez más de la comunidad agrícola para la creación, el mantenimiento y la salud del hábitat.

También se observaron insectos beneficiosos como abejas, mariposas y otros polinizadores en los campos de escanda porque, a diferencia de los campos de maíz, trigo y soja, se permitió que crecieran otras hierbas entre las hileras de cultivo de escanda. El uso de la espelta en la rotación de cultivos de una explotación no sólo proporciona un hábitat crítico para la cría y zonas de alimentación para aves raras de pastizal, sino que también proporciona un hábitat adecuado para otras especies, aumentando así la biodiversidad.

Los resultados del estudio sobre las aves indican que los campos de escanda fueron utilizados por las especies objetivo durante todos los años del estudio. Desde el punto de vista de la conservación de la fauna, el estudio indica que los campos de escanda pueden tener un doble uso, como cultivo agrícola alternativo económicamente sostenible y como hábitat alternativo para especies de aves dependientes de pastizales. Los resultados del proyecto se presentaron en talleres para agricultores organizados por el USDA-NRCS y NJ Audubon.

Familiarizar a los agricultores con la espelta como cultivo respetuoso con las aves y económicamente viable

Es necesario que más agricultores conozcan la espelta y su utilidad en la producción de alimentos. A través de la divulgación y la demostración, puede ser una opción viable para que otros productores agrícolas la adopten en sus rotaciones, lo que diversificará sus ingresos agrícolas.

El coste/ingreso de producción de la escanda, comparado con el coste/ingreso de producción del trigo y la soja, resultó ser una opción mucho mejor para que los productores diversifiquen sus cultivos, debido al uso de la escanda en el mercado de consumo actual. La espelta tiene un mercado actual establecido tanto como pienso animal como grano para consumo humano.

A diferencia de los biocombustibles de heno o hierba, la espelta se planta con maquinaria agrícola convencional, por lo que no son aplicables los costes derivados de la obtención de equipos especializados de siembra o cosecha (como los de la hierba de temporada cálida), por lo que los agricultores se mostraron más dispuestos a probarla.

Importancia de las asociaciones para desarrollar la capacidad de vigilancia y aplicación de la ley

El éxito del Santuario Marino Nacional dependerá en gran medida de la calidad de su vigilancia marina y de su aplicación. Como Pequeño Estado Insular en Desarrollo (PEID), Palaos carece de los recursos necesarios para patrullar adecuadamente sus aguas. A lo largo del proceso de desarrollo e implementación del PNMS, Palaos ha buscado asociaciones activas con otras naciones, ONG y proveedores de tecnología para desarrollar y financiar una estrategia integral de seguimiento, control y vigilancia. Palaos espera ahora numerosas contribuciones a su capacidad de vigilancia y aplicación en los próximos meses.

- Relaciones preexistentes

- Conocimientos complementarios de socios específicos

- Colaboración de los países vecinos en la aplicación de la normativa transfronteriza

-El desarrollo de una estrategia clara con un calendario, recomendaciones y presupuesto es esencial para desarrollar un régimen eficaz de vigilancia y aplicación de la ley en el ámbito marítimo.

- Con una estrategia clara, la búsqueda de socios eficaces resulta más factible.

Establecer un mecanismo de financiación sostenible

También es novedoso el sistema de financiación del Santuario: en virtud de la ley que lo crea, todos los turistas deben pagar una Tasa Ambiental del Paraíso Prístino (PPEF), que se utilizará para garantizar la vigilancia, el cumplimiento de la ley y la administración necesaria del PNMS.Palaos está realizando un gran esfuerzo para complementar estos ingresos anuales previstos de 1,5 millones de dólares con contribuciones de países socios y amigos. Palaos está recaudando estos fondos y estableciendo un Fondo de Dotación para el Santuario, en el que se depositarán las contribuciones.

Gran parte de esta financiación adicional se destinará al establecimiento de un programa integral de vigilancia y control para hacer cumplir la ley. Este esfuerzo de vigilancia reforzada tiene como componente crítico la cooperación transfronteriza continuada y ampliada en la región de Micronesia con los vecinos y socios principales, Estados Unidos, Japón, Australia y la República de China, Taiwán.

-El apoyo de los visitantes a esta tasa es importante para el éxito de esta iniciativa: Palaos debe dirigirse a visitantes que comprendan que una tasa adicional para proteger el medio ambiente de Palaos redunda en beneficio de todos.

-La cooperación de la industria también es esencial. Palaos está trabajando con sus aerolíneas y agencias de viajes para poner en marcha la recaudación de esta tasa.

- Las naciones soberanas que deseen establecer mecanismos de financiación creativos para la conservación del medio ambiente u otros fines deben ser conscientes de los efectos dominó en otros sectores y partes interesadas, pero también deben ser conscientes de sus derechos a aplicar estos mecanismos en la comunidad mundial.