Jony Girma
África Oriente y África del Sur
Jony
Girma
Enfoque empresarial integrador
La sostenibilidad como herramienta de cambio
Jony Girma
África Oriente y África del Sur
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Girma
Enfoque empresarial integrador
La sostenibilidad como herramienta de cambio
Promoción de la EbA/Eco-DRR en las zonas marinas protegidas

Diseñar zonas marinas protegidas ayuda a proteger los ecosistemas para que puedan prestar sus múltiples servicios, como la protección de las costas y las fuentes de alimentos.

El proyecto apoyó los argumentos a favor de la declaración de Port Salut como una de las zonas marinas protegidas, facilitando datos de referencia sobre la diversidad y el estado de los ecosistemas costeros y marinos de la zona y haciendo hincapié en los múltiples beneficios que reporta la protección de estos ecosistemas, en particular para la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático. La zona protegida de recursos gestionados de Port Salut/Aquin abarca ahora 87.422 hectáreas de la zona costera del municipio de Port Salut.

La realización de actividades sobre el terreno sirve de punto de entrada para promover actividades basadas en los ecosistemas en el marco de las zonas marinas protegidas y la gobernanza costera a escala nacional y sensibilizar a los ciudadanos sobre las cuestiones costeras y marinas.

Antes de 2013, Haití era el único país del Caribe sin áreas marinas protegidas (AMP). El PNUMA aprovechó los debates gubernamentales iniciales que habían tenido lugar mientras se conceptualizaba el proyecto y apoyó al Gobierno de Haití para finalizar la designación de áreas marinas protegidas en Haití, y proporcionó asistencia técnica al Gobierno para redactar la declaración de AMP. En 2013, el Gobierno de Haití declaró las primeras nueve áreas marinas protegidas del país -incluida la zona costera de Port Salut- con el objetivo de "mantener la biodiversidad, respondiendo al mismo tiempo a las necesidades de las comunidades que dependen de estos sistemas naturales".

Capacitación para mejorar la gestión costera

Las actividades de capacitación incluyeron:

  • Sensibilización
  • Formación y talleres
  • Actividades prácticas de aprendizaje sobre el terreno
  • Apoyo a la mejora de la coordinación municipal
  • visitas sobre el terreno y viajes de estudio con el gobierno y otros socios

El proyecto se centró en reforzar las capacidades de los agentes sobre el terreno (organizaciones comunitarias locales y el gobierno municipal) para llevar a cabo intervenciones basadas en los ecosistemas, por lo que se aprendió sobre la marcha.

El proyecto también pretendía reforzar la gobernanza costera a nivel municipal y la capacidad de gestión sostenible de las zonas costeras mediante la creación de una Mesa de Coordinación Municipal, cursos de formación y apoyo.

A nivel nacional, los esfuerzos de capacitación se dirigieron a aumentar la concienciación nacional sobre la importancia del enfoque de cresta a arrecife para la reducción del riesgo de catástrofes y la adaptación al cambio climático y la necesidad de una gestión sostenible de las zonas costeras.

Trabajar con organizaciones comunitarias refuerza la formación sobre el terreno en estas intervenciones prácticas sobre el terreno y su mantenimiento.

Además, la realización de actividades sobre el terreno sirve de punto de entrada para promover actividades basadas en los ecosistemas en el marco de la gobernanza costera a nivel nacional y sensibilizar a los ciudadanos sobre los problemas costeros y marinos.

Las limitadas capacidades técnicas y recursos a nivel municipal supusieron un reto. La introducción del diálogo participativo a través de la Mesa de Coordinación Municipal fue útil, especialmente para las organizaciones de la sociedad civil, que obtuvieron un acceso y una participación más directos en la planificación y la toma de decisiones municipales. También permitió al Gobierno Municipal asumir un papel más visible en la gestión de las zonas costeras. Sin embargo, las ausencias y los cambios en el Gobierno Municipal también dificultaron la consolidación de los esfuerzos de formación y la creación de capacidades duraderas en las instituciones del gobierno local. Una de las lecciones aprendidas del proyecto fue la necesidad de colaborar estrechamente con el personal más permanente y técnico del gobierno municipal y reforzar sus capacidades y su identificación con el proyecto. Además, el PNUMA estableció asociaciones y acuerdos con diferentes entidades gubernamentales para gestionar la inestabilidad política local y la falta de continuidad.

Refuerzo de las capacidades locales y nacionales

El proyecto invirtió significativamente en el desarrollo de capacidades a nivel local y nacional mediante la concienciación sobre EbA/Eco-DRR, actividades prácticas de aprendizaje sobre el terreno y talleres de formación. El proyecto se aseguró de que las mujeres estuvieran entre los formados en todas las actividades.

La capacitación local se centró principalmente en las cinco aldeas en las que se llevaron a cabo las intervenciones, pero también contó con la participación de representantes de las aldeas que participaron en la ampliación de las intervenciones del proyecto a una zona más extensa del uadi en la sección aguas arriba. La sensibilización promueve el diálogo sobre los ecosistemas de las tierras secas y las cuestiones relacionadas con la gestión del riesgo de catástrofes.

Se formó a agentes de extensión agraria (2 en cada aldea) debido a la limitada presencia del Gobierno en las aldeas para prestar servicios de apoyo a la extensión agraria. Además, ocho trabajadores comunitarios de sanidad animal, también llamados "paravets", recibieron formación sobre cría de animales, tratamiento, medicamentos para animales, alimentación y vacunación, a través de sesiones teóricas y prácticas. Los "paravets" también supervisaron los pastos resembrados.

También se impartió formación a nivel nacional y estatal sobre Eco-DRR.

La mayor parte del desarrollo de capacidades tuvo lugar sobre el terreno, como parte del "aprendizaje práctico" mediante la ejecución de intervenciones sobre el terreno como el establecimiento y la gestión de viveros, la resiembra de pastizales y la reforestación.

Las formaciones de capacitación local impartidas a las comunidades mejoran las posibilidades de continuidad en la gestión de las intervenciones sobre el terreno.

El taller a nivel estatal inició una serie de diálogos en Darfur septentrional sobre la importancia de establecer un foro que sirva de plataforma para una gestión de los recursos naturales que sea a la vez integradora y consciente de los peligros relacionados con el agua. La realización de este tipo de cursos de formación a nivel nacional y estatal ayuda a incorporar medidas basadas en los ecosistemas en las políticas y programas nacionales. De hecho, la GIRH se identificó como una medida clave para reducir los riesgos de catástrofe y adaptarse al cambio climático y a los fenómenos meteorológicos extremos, lo que se reflejó en la Agenda Nacional de Acción, que fue el principal resultado de la formación nacional.

Creación de asociaciones y compromiso comunitario

Crear asociaciones sólidas a nivel local y nacional y trabajar con la comunidad local es esencial para la ejecución y el éxito general y la sostenibilidad del proyecto.

Además, era esencial conectar a las comunidades locales con los organismos gubernamentales y garantizar que el Estado asumiera como propias las actividades, de modo que en el futuro se pudiera solicitar ayuda al gobierno.

El PNUMA contaba con sólidas asociaciones de larga data (con partes interesadas locales y socios ejecutores locales y nacionales) en la zona del proyecto.

En un contexto frágil como el de Sudán, contar con asociaciones duraderas es vital para el éxito del proyecto.

Durante la ejecución de las actividades comunitarias se aprendió que los proyectos a nivel comunitario deben exigir el mínimo de tiempo y energía a los miembros de la comunidad, y garantizar el calendario adecuado de actividades para que se ajusten a los horarios de las comunidades, ya que las actividades del proyecto suelen requerir trabajo voluntario.

Además, cuando las comunidades ven pruebas claras de los beneficios de las intervenciones, se muestran más dispuestas a poner en marcha y continuar con actividades similares por su cuenta en el futuro. Las intervenciones que muestran menos beneficios directos para los medios de subsistencia requieren un buen diálogo y campañas de sensibilización.

Apoyo a la promoción nacional de medidas basadas en los ecosistemas

Para apoyar al Gobierno de la RDC en su transición nacional hacia la GIRH, se elaboró una Hoja de Ruta para guiar el desarrollo de una Política Nacional del Agua. La hoja de ruta esboza la orientación principal y los pasos necesarios para la elaboración de la Política Nacional del Agua, las principales partes implicadas, un plan de trabajo inicial y una estrategia de movilización de fondos. La RRD también se destaca en la Hoja de Ruta como un tema prioritario junto con el desarrollo de capacidades y la coordinación intersectorial. Esta Hoja de Ruta está influida por la experiencia de la GIRH en Lukaya y hace referencia específica a la RRD y al papel de las comunidades locales en la GIRH.

También se formó un grupo de trabajo nacional sobre Eco-RRD a petición del Gobierno, que tenía interés en establecer una Plataforma Nacional sobre RRD.

Gracias a las demostraciones sobre el terreno, los talleres y las formaciones, se inició un diálogo nacional sobre Eco-DRR.

El éxito del proyecto a la hora de concienciar sobre la Eco-RRD en el país quedó patente cuando el Gobierno de la RDC tomó la iniciativa de promover enfoques basados en los ecosistemas durante los debates preparatorios del marco global post-2015 sobre RRD, ahora el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030). El Gobierno de la RDC ha asumido plenamente la promoción de enfoques de Eco-RRD a través de la GIRH.

Refuerzo de las capacidades

Al tratarse de la primera experiencia de la RDC en la aplicación tanto del enfoque Eco-DRR como de la GIRH, era de vital importancia desarrollar y reforzar progresivamente las capacidades a lo largo del tiempo, lo que implicaba:

  • Sensibilización;
  • Formación y talleres;
  • Actividades de aprendizaje práctico en los lugares de demostración sobre el terreno;
  • Visitas de campo y viajes de estudio tanto en el país como en la región.

Hubo un total de 71 formaciones y talleres. Estos abarcaron reuniones generales (inicio y presentación); talleres nacionales de sensibilización sobre Eco-DRR y GIRH; talleres relacionados con la GIRH, el papel de la Eco-DRR en la GIRH y la planificación de acciones; formaciones sobre seguimiento hidrometeorológico, seguimiento de la erosión del suelo y modelización del riesgo de inundaciones; formación sobre agrosilvicultura y producción de la cadena de valor; y formaciones sobre seguimiento de la pérdida de suelo y bioingeniería para reducir la erosión del suelo.

El proyecto hizo hincapié en la importancia de vincular al grupo local AUBR/L con los ministerios competentes de la Administración nacional y otros socios, cuyas capacidades también se reforzaron para que el trabajo sea sostenible en el tiempo.

El proyecto también creó nuevas asociaciones, que facilitaron viajes de estudio en el país y en la región.

Una parte importante del desarrollo de capacidades tuvo lugar sobre el terreno, como parte del "aprendizaje práctico" a través de la ejecución de las intervenciones sobre el terreno. Aunque su objetivo era apoyar las intervenciones sobre el terreno, también se diseñaron para establecer sistemas gestionados localmente que fueran duraderos. Por lo tanto, también se añadieron cursos de formación en función de las necesidades detectadas durante la ejecución del proyecto. Por ejemplo, se determinó que era necesario crear capacidad también sobre cómo vender productos de la agrosilvicultura (no sólo sobre cómo aplicar la agrosilvicultura) y sobre la gestión de incendios forestales después de que un incendio destruyera una zona de reforestación.

Apoyo a la promoción provincial y nacional de la Eco-DRR

El objetivo de este componente era promover medidas basadas en los ecosistemas y la reducción del riesgo de catástrofes en Afganistán, donde esta labor sólo está en ciernes a nivel nacional. Por ello, el proyecto identificó puntos de entrada como el trabajo de adaptación al cambio climático y promovió el concepto general de reducción del riesgo de catástrofes en el país con medidas basadas en los ecosistemas como componente integral de la RRD.

A través de sus intervenciones sobre el terreno y de múltiples cursos de formación y talleres locales, provinciales y nacionales, el proyecto suscitó un diálogo nacional sobre la eficacia de las medidas basadas en los ecosistemas para lograr un desarrollo sostenible y resistente a los desastres. El proyecto fue oportuno porque proporcionó una experiencia tangible de Eco-DRR en Afganistán, que contribuyó a informar el diálogo político nacional que condujo a la adopción del nuevo marco global sobre DRR.

El proyecto ha influido en la política y los programas nacionales promoviendo la Eco-RRD como componente integral de la RRD en las actividades humanitarias y de gestión de catástrofes, así como integrando la Eco-RRD en las actividades de adaptación al cambio climático. Sin embargo, la elevada rotación de personal en los puestos gubernamentales ha sido un factor limitante en los esfuerzos por crear capacidades y apoyar la promoción de políticas sobre Eco-RRD. Por ejemplo, los esfuerzos del PNUMA por promover la Eco-RRD en el Plan Provincial Quinquenal de Bamyan se vieron socavados por un cambio en el Gobernador Provincial y múltiples asignaciones temporales a este puesto, lo que provocó grandes retrasos en el desarrollo del Plan Provincial. Sin embargo, las formaciones y conferencias nacionales garantizan la creación de capacidades en el personal técnico gubernamental.

Desarrollar la capacidad local y nacional para la Eco-DRR

El proyecto realizó una importante inversión en el desarrollo de capacidades para la aplicación de la Eco-DRR. En primer lugar, se llevaron a cabo actividades de concienciación dirigidas a diferentes públicos (comunidades de la zona del proyecto, gobierno, universidad y otros públicos locales y nacionales) a través de diversos medios como la radio, conferencias, talleres, hojas informativas y carteles, maquetas en 3D y vídeos.

En segundo lugar, se llevaron a cabo varios talleres sobre la aplicación de Eco-DRR a nivel local para instruir sobre la gestión de viveros, la alerta temprana y la preparación, la gestión de centros comunitarios de resiliencia, así como la formación de formadores. Las demostraciones sobre el terreno y las formaciones prácticas a nivel provincial y nacional sirvieron de base para reforzar la comprensión de los gobiernos provinciales y nacionales de la práctica de Eco-DRR con el fin de sostener la futura aplicación y reproducción de las medidas de Eco-DRR.

Por último, el proyecto implicó a las universidades afganas en conferencias y formaciones nacionales y provinciales sobre EcoDRR, en un esfuerzo por integrar los conceptos y conocimientos prácticos de EcoDRR en los programas universitarios.

Tener una relación duradera y trabajar con organizaciones y actores locales es importante para una buena estrategia de comunicación y para permitir el desarrollo de capacidades. Además, la financiación adicional permitió un intercambio de aprendizaje para promover la Eco-RRD y la ACC en la región entre Afganistán, Tayikistán y Kirguistán.

El diálogo, la implicación de las partes interesadas y la colaboración con las organizaciones locales, la existencia de un proyecto piloto de demostración local y una fuerte inversión en el refuerzo de las capacidades son claves para la sostenibilidad.