Lograr una gobernanza participativa para la adaptación

 La Comisión Binacional de la Cuenca del Río Sixaola (CBCRS) necesitaba diversificar la participación en la gobernanza de la cuenca. Si bien agrupaba a actores de distintos sectores y niveles de gobierno (nacional y municipal), aún faltaban algunos (como el Municipio de Bocas del Toro, Panamá, que se incorporó en 2016). La gestión aún no se consolidaba, tanto por su compleja composición como por el hecho de no contar, ni con una herramienta de planificación territorial binacional que articulara esfuerzos en ambos lados de la frontera, ni con presupuesto propio. Mediante un extenso proceso participativo, la CBCRS elaboró un Plan Estratégico de Desarrollo Territorial Transfronterizo (2017-21) e hizo crecer su cartera de proyectos. Fomentar la participación en este proceso y en las jornadas binacionales, creó condiciones para que la sociedad civil y los municipios asuman un rol activo en la implementación del Plan y las acciones de adaptación. El dar un espacio en particular a mujeres, jóvenes e indígenas, grupos comúnmente marginados de la toma de decisiones, también instó a una mayor equidad en el acceso y uso de los recursos naturales de los que dependen las comunidades locales, favoreciendo así a los grupos más vulnerables al cambio climático y creando un sentido de apropiación.

  • Las comunidades están dispuestas a participar en los procesos de diálogo, aprendizaje constante, búsqueda de soluciones y acciones conjuntas, dado que los actores de la cuenca están preocupados por el cambio climático y, en particular, por los cambios en los patrones de lluvia que afectan los cultivos y los excesos de precipitación que causan inundaciones.
  • Para lograr una amplia participación, fue indispensable el rol integrador de la CBCRS como plataforma binacional de gobernanza y diálogo, y de la ACBTC como asociación de desarrollo local.
  • En la gobernanza para la adaptación, una participación efectiva enriquece la planificación y toma de decisión, de manera que los resultados son aceptados por todas las partes involucradas.
  • La coordinación entre proyectos e iniciativas como la Estrategia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial (ECADERT) que proporcionó financiamiento al primer proyecto otorgado a la CBCRS, ayudan al escalamiento y la sostenibilidad de las acciones.
  • En la participación social y fortalecimiento de la capacidad organizativa, la identificación de voceros y líderes (entre jóvenes, mujeres y hombres) es un factor importante para la consolidación de estos procesos y con ello, de las estructuras de gobernanza.
  • Al fomentar la participación pública, aumenta el diálogo y la valoración e incorporación de los conocimientos (técnicos y tradicionales) y lecciones aprendidas de cada sector.
  • Esfuerzos a futuro deberán considerar cómo fortalecer la incorporación del sector empresarial agrícola en la agenda de gobernanza para la adaptación; a la fecha se han iniciado acercamientos con COBANA y Platanera Río Sixaola.  
Lograr una gobernanza multidimensional para la adaptación

Se buscó articular a la Comisión Binacional de la Cuenca del Río Sixaola (CBCRS) como plataforma de gobernanza multidimensional (multisectorial y multinivel) para la cuenca. La CBCRS reúne a representantes de distintos niveles de gobierno y sectores (incluyendo pueblos indígenas y sector privado local de ambos países) pero necesitaba de una integración vertical y horizontal más efectiva. La elaboración del Plan Estratégico de Desarrollo Territorial Transfronterizo (2017-21) fomenta la coordinación y cooperación interinstitucional e intersectorial, forjardiálogos sobre marcos nacionales y necesidades locales, y promueve la AbE.

A nivel local se implementaron medidas de AbE, como la diversificación agrícola con fincas integrales y acciones de reforestación. Más allá de los impactos individuales, el objetivo era llevar las lecciones a escala de cuenca a través de:

  • La cartera de proyectos del CBCRS, que ahora impulsa proyectos de fincas integrales.
  • La coordinación de actividades binacionales: ej. ferias de agrobiodiversidad.
  • La capacitación e intercambio de experiencias de las municipalidades (ej. Encuentro de municipalidades por el clima)
  • La Asociación Corredor Biológico Talamanca Caribe facilita el intercambio de experiencias y contactos entre pares (productores).
  • La existencia previa de la CBCRS (desde 2009), amparada en el Convenio sobre Cooperación para el Desarrollo Fronterizo entre Costa Rica y Panamá, fue un factor habilitante clave, ya que la finalidad de esta instancia binacional (lograr una mayor coordinación transfronteriza y liderazgo para la buena gobernanza y el desarrollo integral de la cuenca) era plenamente concordante con el objetivo de mejorar las capacidades de adaptación en la cuenca.
  • La gobernanza multidimensional es parte central de la capacidad adaptativa. Se basa en la integración vertical (local, subnacional, nacional y regional), creando y/o fortaleciendo instituciones donde participan entidades de múltiples niveles, y se conjuga con la integración horizontal de autoridades sectoriales (público, privado y sociedad civil) para reducir los enfoques aislados en la gestión y toma de decisiones, permitiendo identificar beneficios mutuos y sinergias entre sectores y sus necesidades de adaptación.
  • En la adaptación, es vital el papel de los municipios, ya que tienen un mandato en la gestión del territorio, pero también responsabilidades asignadas en la implementación de políticas y programas nacionales de adaptación (por e.j. NDCs y NAPs).
  • Los intercambios entre pares (como el encuentro de gobiernos locales) resultan efectivos para despertar interés por las “soluciones naturales” que ofrecen los ecosistemas.
  • La articulación en el territorio de esfuerzos entre proyectos es fundamental (ej. AVE, BRIDGE, ECADERT) para lograr mayor impacto coordinando agendas de trabajo.
Revitalización de la gobernanza para la adaptación

Para ser efectiva, la gobernanza para la adaptación debe ser multidimensional y participativa, lo que implica involucrar a agricultores, municipalidades, ministerios y otras instituciones públicas en la zona, líderes comunitarios, unidades de salud y educadores en los procesos de gestión del agua y adaptación. En Sumpul esto se logró particularmente a través de los procesos de “aprender haciendo” y de revitalización del Comité Comunitario Binacional de la Subcuenca. La labor y legitimidad local del Comité Binacional se enriqueció con la integración de instancias comunitarias que estuvieron por años desarticuladas y sin mayor participación, como los Comités de Agua, que son importantes en cada comunidad. También se generaron nuevos instrumentos de gestión, se impulsaron liderazgos y la participación activa de jóvenes y mujeres dentro del Comité Binacional, y se realizaron capacitaciones e intercambios de experiencias para el aprendizaje colectivo. Otros aportes a la gobernanza provinieron de los productores que implementaron medidas de AbE en sus fincas (quienes ahora son voceros por los beneficios derivados de dichas medidas) y de las municipalidades (La Palma y San Ignacio) que integraron el enfoque de AbE en sus políticas, con la formulación de Planes Locales de Adaptación.

  • La existencia previa (2012) del Comité Binacional es un factor habilitante clave, ya que no se comenzó de cero, sino que se fortaleció una estructura existente, impulsando su re-estructuración en base a un diagnóstico sobre su funcionamiento y actores/liderazgos clave.
  • Para que los Comités de Agua puedan contribuir a una gestión compartida con visión de cuenca en el Comité Binacional, se requiere primero mejorar sus propias capacidades de organización y gestión, antes que puedan tomar la batuta como voceros y representantes de sus comunidades.
  • El contar con estudios biofísicos e información técnica específica sobre recursos hídricos y AbE, facilitó los procesos de sensibilización, participación, logro de acuerdos y realización de acciones focalizadas, lo que a su vez ayudó a evitar la dispersión de recursos.
  • Aumentar la efectividad y sostenibilidad, de los procesos de gobernanza, conlleva un trabajo constante de muchos años, que a menudo sobrepasa la duración de los proyectos de cooperación. Por ende, es conveniente buscar, por un lado, maximizar las sinergias entre proyectos y, por otro lado, mantener la presencia y el acompañamiento en el territorio a través de proyectos sucesivos.  
Habilidades de facilitación

Para una aplicación eficaz, se requiere un facilitador altamente cualificado y experimentado que trabaje con diversas partes interesadas, como alumnos, profesores y miembros de la comunidad.

1. uso de un facilitador existente

2. uso de la institución existente

3. Uso de un enfoque multilateral

1. hay que tener en cuenta el interés institucional cuando se trabaja con muchas partes interesadas

2. se necesita tiempo para que el personal de campo comprenda, adquiera experiencia y confianza para facilitar este proceso.

Diseño integrado del uso del suelo

Se trata de un proceso inclusivo y participativo que las comunidades escolares utilizan para desarrollar un diseño integral del terreno escolar y un bosque de alimentos que satisfaga sus necesidades.

Implica trabajar con toda la comunidad escolar/partes interesadas (alumnos, profesores, padres, líderes locales y del entorno).

1. Utilización de los recursos locales disponibles

2. Implicación de alumnos, profesores y padres que conduzca a un aprendizaje intergeneracional

3. Utilización de la estructura y los sistemas institucionales existentes

4. Responsabilidad conjunta

5. Se basa en las necesidades sentidas por la comunidad

1. mejora de las relaciones de trabajo entre las partes interesadas

2. Es un buen enfoque para abordar otros problemas sociales que afectan a las comunidades, como la actitud negativa hacia la agricultura entre los jóvenes, el desempleo juvenil y la delincuencia.

Desafíos

1. Tarda en despegar, porque hay que movilizar y concienciar a las distintas partes interesadas.

2. 2. Actitud negativa hacia la agricultura en la escuela.

3. 3. Tiempo insuficiente para actividades extraescolares en las escuelas.

Revisión del Plan General de Gestión del Parque para incluir aspectos de resiliencia climática

Este bloque aborda los trabajos de revisión del plan de gestión para que integre aspectos relacionados con la resiliencia al cambio climático.

Durante el Taller de Validación Nacional celebrado en diciembre de 2017 en Lusaka entre el Departamento de Parques Nacionales y Vida Silvestre y el Programa de Desarrollo del Lago Tanganica (financiador de la revisión del GMP) y otras partes interesadas clave, se acordó que el GMP de Nsumbu se revisará en 2018 para incluir aspectos relacionados con el cambio climático reuniendo información de la estrategia de cambio climático aprobada. Además, se acordó que la Estrategia de Cambio Climático del Parque se adjuntará al GMP revisado.

En marzo de 2019, la revisión del GMP está en curso y se espera que concluya hacia finales de este año.

Entre los factores facilitadores clave en este BB se incluyen:

  1. Concienciación de las partes interesadas sobre los impactos del cambio climático y las estrategias de adaptación para las áreas protegidas.
  2. Facilitación eficaz del proceso de revisión del PGE por parte de expertos cualificados
  3. Participación efectiva de las partes interesadas en el proceso de revisión

Para integrar mejor los aspectos relacionados con el cambio climático, las lecciones aprendidas muestran que es fundamental:

  1. Remodelar el marco de planificación de la gestión de áreas protegidas para incluir el cambio climático. Esto permitiría integrar el cambio climático durante el desarrollo del GMP, en lugar de durante el proceso de revisión.
  2. Revisar las amenazas a la biodiversidad existentes para incluir el cambio climático.
  3. Revisar los objetos de gestión para captar la resiliencia al cambio climático.
Implementación comunitaria de medidas de adaptación en bosques y sistemas agroforestales

Las medidas de AbE implementadas en la subcuenca estuvieron enfocadas en los servicios ecosistémicos de agua y suelos, en la diversificación productiva y en paliar los impactos del cambio climático en los cultivos y bienes de las comunidades. Junto a >100 productores/as de la parte alta de la subcuenca, se introdujeron árboles frutales y maderables en sistemas agroforestales aledaños a 7 fuentes de agua y se fomentó la agricultura orgánica, permitiendo a las familias diversificar sus ingresos y reducir la vulnerabilidad de sus cultivos, infraestructura productiva y viviendas ante los fuertes vientos que les afectan. Esto en combinación con prácticas de conservación de suelos y agua (acequias de ladera, no-quema e incorporación de rastrojos) ha ayudado a disminuir la erosión del suelo ocasionado por lluvias extremas, así como mejorado la retención de humedad en los cultivos, la fertilidad de los suelos, y la infiltración y captación de agua en la zona. Las medidas de AbE no sólo generan agro-ecosistemas más resilientes, sino que también aumentan la disponibilidad de agua, lo que beneficia a >400 familias de la subcuenca. Estas acciones han generado conciencia sobre la necesidad de una visión ecosistémica y adaptativa ante el cambio climático en la gestión del territorio.

  • Mejorar el estado de los suelos no sólo es una manera de asegurar aumentos en la productividad, sino que también a mediano plazo, ayuda a disminuir la tendencia a la agricultura migratoria ya que se asegura que las familias puedan trabajar muchos años en las mismas parcelas. Este influyente factor favorece la adopción de prácticas de conservación de suelos por parte de las familias.
  • Plan Trifinio inició hace años un esquema de incentivos a propietarios de bosques con el objetivo de contribuir a su protección y con eso, a la cosecha de agua.
  • La siembra escalonada con árboles frutales y maderables, es una forma muy efectiva de aumentar conciencia sobre los beneficios de asociar árboles con cultivos. Permite ver de forma palpable cómo los sistemas agroforestales ayudan a enfrentar los impactos del cambio climático y diversificar los ingresos familiares.
  • La implementación de sistemas agroforestales y prácticas de conservación de suelos debe permitir que la diversificación e incremento de ingresos dé resultados a corto plazo (con granos básicos, aguacate, etc.) y no sólo a mediano y largo plazo (con árboles de pino y ciprés). Materializar esto implica una planificación conjunta entre el productor y el asesor técnico.
  • Debe tomarse en cuenta la tenencia de la tierra en donde se ubican las fuentes de agua. Las municipalidades comúnmente son propietarias únicamente de los ojos de agua y no de las tierras que los rodean. Esto implica trabajar con los propietarios de los bosques y predios que rodean las fuentes de agua para proteger y/o restaurar esas tierras y permitir la instalación de tuberías para proveer agua a las comunidades.
“Aprender haciendo” y monitoreo para incrementar capacidades y conocimientos

Al apoyar a productores a implementar medidas de AbE que mejoran sus prácticas productivas y aumentan la resiliencia de los agro-ecosistemas, se genera un proceso de “aprender haciendo” que permite a otros actores presenciar los beneficios de dichas medidas y crea condiciones para su sostenibilidad y escalamiento.

  • Se examina, participativamente, la vulnerabilidad socio-ambiental de las comunidades y sus medios de vida, para luego priorizar las medidas de AbE y su ubicación
  • Se brinda apoyo técnico a los productores, complementado con sus conocimientos tradicionales, para planificar e implementar las medidas de AbE (mejoras en los sistemas agroforestales)
  • Se realizan capacitaciones e intercambios de experiencia sobre cooperación transfronteriza; gestión integrada del recurso hídrico; AbE; marcos de política y legislación sobre agua y cambio climático; e incidencia y comunicación
  • Se lleva a cabo un monitoreo de la seguridad alimentaria e hídrica con 14 familias
  • Se fortalece la capacidad de gobernanza y gestión de instancias comunitarias y municipales vinculadas al manejo del recurso hídrico

El incremento de capacidades y conocimientos fortalece el capital social y contribuye al empoderamiento comunitario y a valorar los servicios ecosistémicos y su gestión en beneficio de todos. 

  • El cambio climático y en particular, la disponibilidad del agua, son factores que preocupan a los actores de la subcuenca, lo que hace que aumente su disposición al diálogo, al aprendizaje constante, a la búsqueda de soluciones y a realizar acciones conjuntas.
  • Plan Trifinio lleva años implementando medidas de conservación en el territorio y trabajando de cerca con los productores y actores locales. Tiene también amplia experiencia con procesos participativos, que es otro factor habilitante para procesos exitosos de “aprender haciendo”.
  • Para lograr cambios a nivel de paisaje, se debe primero trabajar con las bases a nivel comunal. En esto, ha sido clave el fortalecimiento de las capacidades de los Comités de Agua, que forman parte de las Asociaciones de Desarrollo Comunal (ADESCOs) para que puedan ampliar el alcance de su actuar más allá de las necesidades de saneamiento.
  •  Los intercambios de experiencia (e.g. con actores de la cuenca del Río Goascorán y con otras ADESCOs de otras partes de la cuenca) fueron un mecanismo efectivo para reforzar el aprendizaje colectivo y demonstrar las ventajas de la colaboración transfronteriza.
Desarrollo de una estrategia de cambio climático para el parque

Sobre la base de la evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático y de los usos del suelo, se definieron objetivos y estrategias de adaptación al cambio climático para mejorar la resistencia de los parques al cambio climático.

Los objetivos y estrategias de adaptación al cambio climático fueron revisados por las partes interesadas en un taller celebrado en Lusaka en octubre de 2017, al que asistieron gestores de parques del Departamento de Parques Nacionales y Vida Silvestre, el Parque Nacional de Nsumbu y otros. Las aportaciones de las partes interesadas se utilizaron para seguir desarrollando los objetivos y estrategias de adaptación en una estrategia de cambio climático del parque. La estrategia incluía una meta, alcance y objetivos, estrategias de adaptación, así como planes de aplicación y seguimiento. También se incluyeron indicadores y parámetros clave para el seguimiento de los cambios en la vulnerabilidad y la resiliencia.

En diciembre de 2017 se celebró otro taller en Lusaka para validar la estrategia de cambio climático. Al taller asistieron el Ministerio de Turismo y Artes y los Ministerios responsables de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como los principales Departamentos y Agencias. También asistieron representantes del Parque Nacional de Nsumbu, del Área de Gestión de Nsumbu-Mweru Wantipa y del Proyecto de Desarrollo del Lago Tanganica. La estrategia final sobre cambio climático del parque debía integrarse y adjuntarse al GMP.

  1. Participación de las partes interesadas con conocimientos sobre la variabilidad y el cambio climáticos y la biodiversidad
  2. Facilitación por parte de un experto en cambio climático y recursos naturales.
  3. Acceso a información actualizada sobre el clima (y la biodiversidad)
  1. La participación de las partes interesadas es clave para diseñar medidas de adaptación adecuadas con el potencial de mejorar la resiliencia al cambio climático. Por ello, las partes interesadas, incluidas las comunidades adyacentes a las áreas protegidas, deben participar en la identificación y validación de las medidas de adaptación y mitigación del cambio climático.
  2. La identificación de medidas relevantes de adaptación y mitigación requiere que el proceso sea facilitado por un experto cualificado en cambio climático con un buen conocimiento del contexto regional, nacional y local.
  3. La disponibilidad de datos de referencia actualizados, tanto científicos como autóctonos, sobre los aspectos relacionados con el cambio climático contribuye al diseño de las medidas de adaptación pertinentes.
Evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático y el uso del suelo

El objetivo de este bloque es evaluar la vulnerabilidad de la biodiversidad ante factores de estrés climáticos y no climáticos (por ejemplo, cambios en el uso del suelo). La evaluación es un requisito previo a cualquier acción para medir el estado de conservación de la biodiversidad y la resistencia al cambio climático. Estas evaluaciones también ayudan a orientar mejor la identificación de intervenciones adecuadas de adaptación al cambio climático.

La evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático y del uso del suelo se realizó mediante visitas al Parque Nacional de Nsumbu y a las ZMG adyacentes, a saber, Tondwa y Kaputwa, entrevistas a informantes clave y mediante revisión documental. Mientras que las visitas sobre el terreno tenían como objetivo obtener información crucial mediante la observación, el estudio teórico se llevó a cabo para aumentar la información sobre el terreno. La evaluación fue dirigida por expertos acompañados por los gestores del parque. En el proceso participaron líderes -hombres y mujeres- de las aldeas adyacentes que conocen mejor el parque y las zonas circundantes.

  1. Inventario de conocimientos tradicionales sobre biodiversidad y cambio meteorológico / climático.
  2. Disponibilidad y acceso a datos científicos de referencia sobre biodiversidad y cambio climático.
  3. Capacidad de visualizar el estado pasado, presente y futuro de la biodiversidad en el contexto de los factores de estrés climáticos y no climáticos.

La revisión de los datos existentes sobre el cambio climático es fundamental para comprender las tendencias pasadas y futuras del cambio climático a escala regional y nacional.

Las visitas sobre el terreno al parque y sus alrededores ayudan a obtener información sobre el estado de los usos del suelo y la biodiversidad / los ecosistemas. En concreto, la observación directa proporciona información sobre las amenazas y retos a los que se enfrenta la biodiversidad y también sobre los signos visibles de sequías, inundaciones, etc. inducidas por el clima.

Las comunidades locales, en particular los aldeanos que llevan más tiempo viviendo cerca o en los alrededores del Parque Nacional, conocen mejor los cambios locales en el clima y la biodiversidad. Por ello, para diseñar estrategias de adaptación adecuadas, es fundamental recopilar esta información para validar y complementar los datos globales y regionales y desarrollar una visión con las comunidades.