Reuniones comunitarias para concienciar sobre las especies y pedir ayuda
Las reuniones comunitarias hacen que la comunidad sea consciente de su flora y fauna especiales, como el langur dorado como especie emblemática, del problema al que se enfrenta y de que el gobierno y las ONG no pueden resolver el problema sin la ayuda de las comunidades. También podemos subrayar que estos bosques son sus bosques. Pedimos la ayuda de las comunidades, lo cual es el primer paso de la capacitación, porque las comunidades suelen percibirnos a los miembros de las ONG como más poderosos que ellos mismos. Esto también establece el comienzo de una relación de confianza hacia la formación de una asociación de conservación entre iguales. En futuras reuniones, las comunidades participarán en acciones directas de conservación, como la creación de viveros y la plantación de árboles o el patrullaje. También puede haber talleres adicionales sobre medios de subsistencia. Los grupos comunitarios pueden formarse por sí solos o podemos animarlos mediante talleres. A medida que se suceden las reuniones y los talleres, aumenta la confianza entre las ONG y las comunidades y, con la formación de organizaciones comunitarias, se desarrolla el sentimiento de propiedad del proyecto y de las tierras.
Si es posible, es necesario que alguien de la comunidad movilice a sus miembros para que acudan a las reuniones. La transparencia y la confianza en las acciones entre la comunidad y la ONG catalizadora son muy importantes. Deben sentir que son socios en pie de igualdad y que se les necesita en el proyecto. El dinero de la subvención debe ser mínimo y no se debe hacer hincapié en él. Sólo debe utilizarse para proporcionar la ayuda necesaria a los objetivos de la comunidad. Demasiado dinero crea una atmósfera de mentalidad de "manos fuera". La falta de incentivos económicos permite que surjan y florezcan motivaciones altruistas y conservacionistas.
En cada aldea hay una gran proporción de personas positivas y conservacionistas potenciales. Aunque los aldeanos sean pobres y no tengan estudios, esas no son sus características más importantes. Si se les trata como conservacionistas, actuarán como tales. En 30 años de pedir ayuda a los aldeanos, nunca se han negado a ayudarme con entusiasmo. En cambio, el comportamiento de las ONG y los gobiernos ha sido desigual. Los grupos comunitarios empoderados son los conservacionistas más fuertes y constantes.