Estrategia y plan - Contribución al sistema de la región
Marco jurídico e institucional
Se analiza y revisa el marco jurídico existente para la formación de refugios de peces. Se identifican herramientas para la gestión participativa de los refugios de peces, así como para las actividades de inspección y vigilancia.
Identificación clara de los instrumentos jurídicos disponibles, los requisitos y los procedimientos de aplicación.
Persistencia en los procesos administrativos y políticos.
Socialización del marco jurídico con los pescadores (talleres, reuniones y debates informales).
Los talleres de vigilancia comunitaria para las organizaciones pesqueras son oportunidades para establecer relaciones de confianza.
Análisis de brechas del sistema legal.
Coordinación con las diferentes instituciones.
Desarrollo de normas complementarias para fortalecer el marco legal.
Presupuesto para la implementación.
El uso de herramientas de pesca en áreas protegidas fue un reto importante en el Caribe mexicano, y no siempre bien recibido por las autoridades a cargo de las áreas protegidas. Sin embargo, gracias a los argumentos técnicos y legales, en 2012 se establecieron legalmente las primeras zonas de refugio para peces en dos reservas de la biosfera. Esto fue posible gracias al intenso trabajo conjunto con los pescadores, varios años antes de que existiera la Alianza. Pero cuando se habla de marco jurídico e institucional, no basta con un enfoque participativo de abajo arriba. Algunos cambios legales requieren un trabajo de alto nivel dentro de la administración pública. Hay que esforzarse por equilibrar ambos enfoques. La Alianza Kanan Kay permitió combinar el estilo ascendente con el enfoque más descendente de las instituciones públicas, proporcionando el escenario para el debate y construyendo sobre un objetivo común.
Una combinación de fondos públicos y privados ayuda a compensar parcialmente a los pescadores por su participación en, por ejemplo, actividades de control biológico o asambleas generales.
El presupuesto cubre los gastos esenciales para que los pescadores puedan participar en diferentes actividades.
Los refugios para peces se asemejan a un mecanismo de ahorro bancario que garantizará la propia actividad pesquera para las generaciones futuras.
Los refugios para peces también benefician a las pesquerías a medio plazo debido al efecto de desbordamiento de la biomasa.
Voluntad de los pescadores de participar y liderar esfuerzos.
Las organizaciones tienen la voluntad y la capacidad de impartir formación a los miembros de la alianza.
Comunicación: lenguaje apropiado para crear un entendimiento común.
Contar con el liderazgo y la apropiación de los pescadores en la Alianza refuerza y ayuda a la iniciativa. Los actores institucionales, académicos y organizaciones de la sociedad civil apoyan la acción colectiva basada en el empoderamiento de la comunidad de una manera que no lo hacían antes, porque respetan una premisa básica: si los pescadores no están de acuerdo y apoyan las acciones, la implementación no sería posible. Este enfoque permite además una comunicación más directa, una aplicación de los principios básicos de colaboración y una confianza creciente entre los participantes.
Sobre la base de un proceso participativo ascendente, se establece una red de refugios de peces eficaz, legalmente reconocida y respetada a nivel local. Desde 2012 se han creado dieciséis refugios para peces, que abarcan más de 18 000 hectáreas.
Voluntad de las organizaciones pesqueras de mejorar las prácticas sostenibles y garantizar la pesca para las generaciones futuras.
Objetivo común claro.
Procesos participativos para diseñar los refugios de peces.
Combinación de conocimientos científicos y ecológicos locales.
El alcance temporal de los refugios de peces aumenta la confianza de los pescadores en el proceso y permite una gestión adaptativa.
La decisión final de crear refugios para peces depende exclusivamente de las organizaciones pesqueras.
Apoyo de la red de colaboración.
El conocimiento local-ecológico que aportan los pescadores sobre los recursos naturales, los caladeros y las condiciones climáticas, son elementos fundamentales a tener en cuenta en el diseño de un refugio para peces. Al combinar el conocimiento local-ecológico con el científico es importante que se inicie una negociación transparente que permita tener las mejores condiciones basadas en la ciencia con aceptación social.
A continuación, las organizaciones miembros de la Alianza Kanan Kay dirigen un programa de vigilancia comunitaria. Los pescadores y las mujeres reciben formación y participan activamente en la recogida de datos. Así, ven los resultados con sus propios ojos y pueden compartir la información con otros miembros de la comunidad. Una vez entregados los resultados del seguimiento, durante el proceso de renovación se revisan los objetivos de los refugios de peces para saber si cumplen los criterios biofísicos de las zonas de veda y, por tanto, si hay que hacer cambios.
Este enfoque "ascendente" debe complementarse con elementos "descendentes" para garantizar que la toma de decisiones refleje la complejidad de este proceso.
La Alianza reúne a un grupo diverso de partes interesadas, sirve de foro de diálogo y facilita el intercambio de ideas, capacidades y experiencias, generando sinergias y soluciones mutuamente beneficiosas.
Agenda común. Permite ser claro y transparente sobre el objetivo principal de la iniciativa.
Medición compartida. Es necesario establecer un conjunto de indicadores para medir los avances.
Fomentar actividades que se refuercen mutuamente. Mediante una fuerte coordinación.
Comunicaciones continuas. La confianza es clave; establecemos relaciones honestas entre los miembros.
Organización vertebradora. La Alianza Kanan Kay cuenta con un comité coordinador representado por los miembros y dedicado a poner en marcha, coordinar y dar seguimiento a las actividades que se sumen para lograr un impacto colectivo.
Trabajar juntos como una plataforma de impacto colectivo no significa que hagamos todo juntos en todo momento. Se trata de cómo potenciar lo mejor de cada organización, respetando y comprendiendo al mismo tiempo los puntos fuertes y las áreas de oportunidad. Las comunidades deben tener un papel claro en la toma de decisiones, lo que nos lleva de nuevo al bloque de construcción nº 1 sobre el empoderamiento de los pescadores y la creación de capacidades.
Para iniciar una estrategia de desarrollo de capacidades, primero se realiza un diagnóstico de la organización pesquera. Se capacita a los pescadores en diferentes temas como habilidades de liderazgo, monitoreo científico, vigilancia comunitaria, administración de organizaciones pesqueras, desarrollo humano. La formación corre a cargo de miembros de la Alianza, como organizaciones de la sociedad civil, otros pescadores, el mundo académico y organismos gubernamentales.
Apropiación y responsabilidad de la iniciativa por parte de los pescadores
Participación activa de los pescadores
Liderazgo sólido
Instituciones con capacidad y voluntad de apoyar a los pescadores
Al aunar los temas sociales, medioambientales y económicos en las formaciones y no centrarnos únicamente en talleres relacionados con la gestión de recursos, hemos podido aumentar el impacto colectivo y mantenerlo en el tiempo. Reforzar los tres aspectos clave para la sostenibilidad ha sido fundamental. Hemos aprendido que nuestra mejor estrategia es la que proporciona habilidades de liderazgo, desarrollo humano, administración personal y organizativa, planes de negocio para cooperativas pesqueras o comercio justo. Hay que preguntar y entrenar a los pescadores para que descubran sus propias debilidades y fortalezas. Hay que invertir tiempo y recursos para incluir a los clientes en los proyectos de los pescadores.
Un diseño de zonificación multiuso para las islas Granadinas
Un ejercicio guiado de ordenación del espacio marino conduce al desarrollo de un diseño de zonificación de usos múltiples para la zona. Esto aumenta la capacidad de proteger, gestionar y utilizar de forma sostenible los recursos marinos. Es preciso tener en cuenta los posibles desajustes entre las escalas jurisdiccionales (jurídico-institucionales) y geográficas (socioecológicas) existentes en la zona.
Asociaciones preexistentes a distintas escalas (por ejemplo, grupo de trabajo de múltiples partes interesadas) y mecanismos de participación de las partes interesadas para la comunicación y el intercambio de información.
Colaboración entre el mundo académico y las ONG para resolver el desajuste entre la escala jurisdiccional (jurídico-institucional) existente y la escala geográfica (social-ecológica).
Procesos colaborativos de recopilación y validación de datos que fomenten la confianza y la propiedad de la información de la ordenación del espacio marítimo.
Los análisis del SIG fueron útiles para determinar la asignación espacial del mar de forma que se maximizaran los beneficios sociales y se mitigaran los posibles conflictos. Aunque el sistema se utilizó para apoyar la ordenación del espacio marítimo transfronterizo, la insuficiencia de los mecanismos de gobernanza subregional limita la aplicación del plan de zonificación marina por parte de cualquiera de los dos países. Aunque ya existe una legislación marco y estrategias nacionales de gestión medioambiental, es necesario establecer claramente sistemas institucionales formales para la gestión marina nacional y transfronteriza. La realización de una cooperación transfronteriza y una gobernanza regional efectivas es necesaria para determinar los acuerdos institucionales adecuados y viables. Asimismo, el fomento de la voluntad política medioambiental es esencial para el desarrollo y la aplicación de nuevas políticas, planes e instituciones de gestión medioambiental.
Las aplicaciones de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) proporcionaron un marco para la gestión eficaz de datos y la integración de información procedente de diversas escalas y fuentes, aumentando así la comprensión espacial de los recursos marinos y sus correspondientes usos espaciales. El sistema se utilizó para demostrar aplicaciones prácticas de SIG útiles para la toma de decisiones basadas en ecosistemas y la ordenación del espacio marino. El uso de un enfoque SIG participativo contribuyó al desarrollo de análisis espaciales SIG de la región a nivel de ecosistema, que se llevaron a cabo y presentaron de forma que aumentara la comprensión de las partes interesadas.
Capacidad de SIG y acceso a financiación para programas informáticos de SIG, que suelen ser costosos.
Problemas reales bien identificados que preocupaban a las partes interesadas y que podían abordarse con la información adquirida.
Acceso público continuado a la información transfronteriza producida a través del sitio web de investigación mantenido por la asociación ONG-academia.
La utilidad de integrar información interdisciplinar y múltiples fuentes de conocimiento para la ordenación del espacio marino está bien documentada, pero se carece de un marco real y de metodologías prácticas para adquirir información holística basada en los ecosistemas. Hemos encontrado un enfoque SIG participativo útil para identificar, recopilar, integrar y comprender la información interdisciplinar. Se aplicaron análisis SIG prácticos para producir información relevante basada en los ecosistemas. Además, la aplicación de un enfoque SIG participativo (tanto en términos de integración de la información como de visualización) resultó beneficiosa para la conducción y presentación de la información generada de forma que aumentara la comprensión de las partes interesadas, apoyando así la gobernanza marina. A pesar del éxito general del SIG participativo, el mantenimiento del MarSIS requerirá un refuerzo adicional de las capacidades, sobre todo en términos de conocimientos de SIG.