La formación de los hombres fue un factor determinante en el éxito de las operaciones contra la caza furtiva.
Los distintos elementos no tenían los mismos métodos de trabajo, el mismo ritmo de trabajo ni el mismo rigor.
Todos los hombres recibieron formación técnica y táctica, así como conocimientos sobre la fauna y el entorno forestal. Esta formación fue muy beneficiosa y permitió a los hombres mejorar sus conocimientos en diversos ámbitos (combate en el bosque, primeros auxilios en combate, TSI, ISTC, navegación, conducción operativa de motocicletas, defensa de campamentos, preparación logística y operativa para misiones, RETEX, etc.). Se imparte un total de 10 módulos de formación operativa cada vez que se prevé una proyección de fuerzas.
El refuerzo de las capacidades alcanzado gracias a las operaciones apoyadas por el proyecto debería mantenerse para las operaciones futuras, ya que favorece una estrecha colaboración y un clima de confianza entre las distintas unidades desplegadas.
Cuando los componentes de las unidades mixtas reciben la misma formación, todos conocen mejor su papel, y el mando y la acción sobre el terreno son más eficaces.