Potencial como modelo transferible

Los departamentos municipales de Los Ángeles y el LAUSD dieron un ejemplo que desde entonces ha influido en muchas otras zonas de Estados Unidos. El notable éxito del Programa de Compras de Buena Comida en 2012 dio lugar a un número considerable de solicitudes de asistencia técnica por parte de otras ciudades y consejos de política alimentaria que buscaban aplicar estrategias similares. De hecho, el Programa ha desencadenado un movimiento nacional para adoptar las normas del Programa en localidades pequeñas y grandes. Esto condujo al desarrollo del Center for Good Food Purchasing en 2015, una ONG que ahora posee y gestiona el programa, así como a su expansión por todo Estados Unidos. Por ahora están inscritas 27 instituciones públicas de 14 ciudades estadounidenses, que en conjunto gastan casi 895 millones de dólares en alimentos cada año.

El Programa es adaptable a contextos específicos y tales adaptaciones se han utilizado para seguir avanzando en la agroecología, por ejemplo en el condado de Cook. Según el personal del Centro, el Programa de Compra de Buenos Alimentos podría aplicarse en cualquier lugar, incluidos los países de renta baja.

A partir de 2018, varias otras ciudades (San Francisco, CA; Oakland, CA; Chicago, IL; Cook County, IL) han adoptado el Programa de Compras de Buenos Alimentos y se están llevando a cabo campañas en muchas ciudades adicionales (Austin, TX; Chicago, IL; Cincinnati, OH; Madison, WI; Minneapolis/St. Paul, MN; Nueva York; Washington, D.C.; y Baltimore) para impulsar su adopción.

El Programa de Compras de Alimentos de Calidad ha animado a los funcionarios electos y gubernamentales a reexaminar cómo pueden utilizar los presupuestos públicos para servir mejor a su comunidad. Este cambio fundamental de mentalidad producirá importantes resultados positivos en los años venideros.

Utilización de un marco flexible basado en métricas para la aplicación

El marco flexible y basado en métricas del Programa de Compra de Alimentos de Calidad anima a las grandes instituciones públicas a medir y luego modificar sus compras de alimentos. Al adoptar el marco, las instituciones de servicios alimentarios se comprometen a mejorar su sistema alimentario regional aplicando normas de compra significativas en las cinco categorías de valores:

  • Economía local: el Programa de Compra de Alimentos Respetuosos apoya a las pequeñas y medianas empresas agrícolas y de procesamiento de alimentos locales.
  • Sostenibilidad medioambiental: el Programa de compra de alimentos ecológicos exige a las instituciones que al menos el 15% de los alimentos procedan de productores que empleen sistemas de producción sostenibles.
  • Mano de obra valorada: la Política de Compras de Good Food promueve unas condiciones de trabajo seguras y saludables y una remuneración justa para todos los trabajadores y productores de la cadena alimentaria.
  • Bienestar animal: la Política de compra de alimentos saludables promueve un cuidado sano y humano de los animales de granja.
  • Nutrición: Por último, la Política de Compra de Buenos Alimentos promueve la salud y el bienestar mediante la descripción de las mejores prácticas que ofrecen raciones generosas de verduras, frutas, cereales integrales y alimentos mínimamente procesados, al tiempo que reduce la sal, los azúcares añadidos, las grasas saturadas y el consumo de carne roja, y elimina los aditivos artificiales.

El Programa de Compra de Alimentos de Calidad está considerado a escala nacional como la política de adquisición de alimentos más completa y basada en métricas del país. La verificación, la puntuación y el reconocimiento son componentes centrales. Cuando una institución se inscribe en el Good Food Purchasing Program, el personal del Center for Good Food Purchasing trabaja con ella para recopilar información exhaustiva sobre las prácticas de compra y servicio alimentario.

Para convertirse en Buen Proveedor de Alimentos, la institución de servicios alimentarios tiene que cumplir al menos el nivel de referencia (equivalente a un punto) en cada uno de los cinco valores. Si se alcanzan niveles aún más altos, se obtienen más puntos. La acumulación de puntos en todos los valores se utiliza para calcular y conceder una clasificación por estrellas. Los criterios de compra de referencia y de nivel superior se establecen en las Normas de Buena Compra de Alimentos, que se actualizan cada cinco años, la última vez en septiembre de 2017. Hay cinco niveles de estatus de buen comprador de alimentos (de 1 a 5 estrellas) que corresponden a un rango respectivo de puntos. Para alcanzar un nivel de 5 Estrellas, la institución debe lograr 25 o más puntos. En junio de 2018, cinco de 27 instituciones han logrado una calificación de estrellas, entre ellas el Distrito Escolar del Valle de Boulder que logró 5 Estrellas en 2017 y el Distrito Escolar Unificado de Oakland que logró 4 Estrellas en 2016. Al cabo de un año, se espera que los compradores aumenten la cantidad de Good Food que adquieren.

Potencial como modelo transferible

Se han obtenido fondos para aplicar el marco de evaluación TEEBAgriFood en diversos contextos a nivel nacional en Brasil, China, Colombia, Etiopía, Ghana, India, Indonesia, Kenia, Malasia, México, Senegal, Tanzania y Tailandia. En Senegal, Tanzania, Etiopía y Ghana, la aplicación presentará una narrativa regional con ejemplos de estudios de caso nacionales sobre sistemas agrícolas, prácticas, productos y escenarios políticos, con el objetivo general de contribuir a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y una amplia gama de ODS. En Brasil, China, India, Indonesia, Malasia, México y Tailandia, la aplicación de la Iniciativa TEEBAgriFood tiene como objetivo proteger la biodiversidad y contribuir a una agricultura y un sector alimentario más sostenibles con vistas a avanzar hacia la igualdad de condiciones evitando la competencia desleal a través de normas medioambientales poco exigentes.

  • Con el apoyo de los donantes y la aceptación por parte de los gobiernos, el sector privado, etc., la iniciativa TEEBAgriFood desplegará todo su impacto.

Los fundamentos del plan de trabajo se basarán en un marco metodológico acordado internacionalmente, introducido en el contexto del G8+5 por la UE, que aborda la economía de los ecosistemas y la biodiversidad. Reunirá a gobiernos, empresas y otras partes interesadas clave de la sociedad civil para llevar a cabo actividades destinadas a influir en las decisiones y comportamientos de los países participantes. Será la primera vez que el marco metodológico desarrollado por TEEB se aplique a un sector industrial (el agroindustrial) en toda su cadena de valor, evaluando escenarios con vistas a promover el cambio.

Marco y metodologías de evaluación de TEEBAgriFood

El Marco de Evaluación de TEEBAgriFood responde a la pregunta: ¿Qué debemos evaluar de los sistemas alimentarios? Y las metodologías de TEEBAgriFood responden a la pregunta: ¿Cómo debemos realizar estas evaluaciones? TEEBAgriFood ilustra cinco familias de aplicaciones para comparar: (a) diferentes escenarios políticos; (b) diferentes tipologías agrícolas; (c) diferentes productos alimentarios y bebidas; (d) diferentes dietas/platos alimentarios; y (e) cuentas nacionales o sectoriales ajustadas frente a cuentas convencionales.

TEEBAgriFood ofrece diez ejemplos que muestran cómo aplicar este marco y las metodologías a diversos tipos de evaluaciones. Uno de ellos es, por ejemplo, un estudio realizado en Nueva Zelanda sobre 15 campos convencionales y 14 ecológicos en el que se valoraron 12 servicios ecosistémicos y se descubrió que tanto los cultivos como otros servicios ecosistémicos eran superiores en los campos ecológicos.

El marco de evaluación de TEEBAgriFood proporciona una estructura y una visión general de lo que debe incluirse en el análisis. Sin embargo, los métodos de valoración dependen de los valores que deban evaluarse, de la disponibilidad de datos y de la finalidad del análisis. Lo ideal sería poder decir con cierta seguridad cuáles son las externalidades asociadas a cada euro o dólar gastado en un determinado tipo de alimento, producido, distribuido y eliminado de una manera determinada. La aplicación del marco requiere un enfoque interdisciplinar, en el que todas las partes interesadas, incluidos los responsables políticos, las empresas y los ciudadanos, comprendan e identifiquen las preguntas a las que debe responder un ejercicio de valoración. Por lo tanto, la participación de las partes interesadas de todos los sectores es fundamental para la aplicación eficaz de TEEBAgriFood en contextos y ámbitos políticos específicos.

Fomento del consumo de alimentos, las dietas sanas y la nutrición mediante bioferias y educación

A través de las bioferias y otras actividades, AGRUPAR promueve dietas sanas y la sostenibilidad. El Programa creó 17 bioferias en las que se ofrecen 105 tipos de alimentos. A través de ellas se comercializa el 25% de los productos, por unos 350.000 USD al año.

  • Desde 2007, se han organizado un total de 6.663 bioferias.
  • Todos los productos son ecológicos.

Cerca de 170.000 consumidores han asistido a las bioferias y han sido sensibilizados sobre dietas sanas y nutrición. Las encuestas han detectado un aumento de la diversidad dietética entre los productores y sus familias.

Suministro y distribución de alimentos

Los alimentos se venden en mercados de productos ecológicos -las bioferias- situados en barrios de renta baja y zonas periurbanas, así como en zonas más acomodadas de la ciudad. Además, la Agencia de Coordinación del Comercio del Distrito ha empezado a plantearse la comercialización a gran escala de alimentos agroecológicos y orgánicos a través de sus mercados y ha abierto un primer mercado de este tipo, también para agricultores apoyados por AGRUPAR. Para ayudar a los productores a cumplir las normas de calidad y seguridad de los alimentos, AGRUPAR ha introducido tecnologías de procesado mejoradas y el uso de envases, embalajes y etiquetas. AGRUPAR está registrada como productora y comercializadora de productos ecológicos a nivel nacional, lo que le permite compartir el coste de la certificación de los productos con los productores participantes.

Además de las bioferias, también se forman redes de agricultores para entregar cestas de productos ecológicos directamente a los productores y a los hoteles o restaurantes que venden comida tradicional. AGRUPAR está registrada como productora y comercializadora de productos ecológicos a nivel nacional y comparte el coste de la certificación de los productos con los productores.

  • Para garantizar la calidad de la producción, las bioferias sólo están abiertas a productores que hayan seguido el Programa.
  • Además de las bioferias, se han creado redes de agricultores que entregan productos ecológicos directamente a las empresas locales de transformación de alimentos y a hoteles y restaurantes.
  • Para garantizar la mayor disponibilidad y consumo posibles de alimentos ecológicos, las bioferias
    se ubican en barrios de bajos ingresos y zonas periurbanas.

En la actualidad, los participantes en AGRUPAR producen anualmente más de 960.000 kg de productos alimentarios. Casi la mitad de la producción (47%) se destina al consumo doméstico, reforzando la seguridad alimentaria y diversificando la dieta de los 12.000 agricultores urbanos participantes y sus familias, mientras que la otra mitad se comercializa. El Programa creó 17 bioferias en las que se ofrecen 105 tipos de alimentos. A través de ellas se comercializa el 25% de los productos, por unos 350.000 USD al año. Desde 2007, se han organizado un total de 6.663 bioferias y todos los productos son ecológicos. Se utiliza tanto la certificación orgánica formal para los huertos con posibilidades de comercialización (desde 2007) como el sistema de control interno (SIC, desde 2013). A partir de 2010, el Programa ha creado cinco asociaciones de productores y, por lo tanto, ha generado mejores oportunidades para la comercialización de los productos.

Apoyo a la producción local orientada al mercado en la región DMQ

Una vez que los productores alcanzan la seguridad alimentaria familiar, AGRUPAR les anima a formar microempresas y les forma en planificación empresarial, marketing y contabilidad. Las microempresas no sólo se dedican a la producción de hortalizas, frutas, pequeños animales, peces y plantas ornamentales, sino también a la elaboración de mermeladas, galletas, yogur, queso, bebidas y aperitivos tradicionales, y también suministran productos a empresas locales de transformación de alimentos o a restaurantes.

  • AGRUPAR imparte formación en técnicas relacionadas con el espíritu empresarial.
  • Los productores que carecen del capital necesario reciben apoyo a través de sociedades de inversión de base, en las que cada miembro aporta entre 10 y 20 USD.

Además de reforzar la seguridad alimentaria, AGRUPAR mejora los ingresos de los grupos vulnerables. La mitad de los participantes generan ingresos además de empleo. Alrededor de 177 iniciaron emprendimientos, de los cuales 104 están formalizados. Sus ingresos medios ascienden a 3 100 USD anuales y, desde 2016, han creado 337 puestos de trabajo. En promedio, los productores se benefician de 175 USD de ingresos adicionales al mes. El ahorro total es más de tres veces superior al valor del bono gubernamental de desarrollo humano (50 USD al mes). Sin embargo, la mayoría de los 480 participantes encuestados en 2010 afirmaron que para ellos eran aún más importantes el aumento de la calidad de vida, la mejora de la nutrición y la salud, y el empoderamiento personal. Cabe destacar que AGRUPAR goza de una gran aceptación entre sus beneficiarios (más del 91%).

Apoyo a los huertos urbanos, comunitarios e institucionales para el consumo doméstico y la venta de sobras

Las personas reciben formación en producción ecológica, técnicas de gestión, nutrición, procesamiento de alimentos y comercialización. AGRUPAR proporciona a los productores semillas, plantones, aves de corral, cobayas, abejas, insumos y equipos. Apoya huertos comunitarios, huertos familiares y huertos en escuelas y otras instituciones, así como pequeñas unidades de producción ganadera. También promueve la agricultura vertical. Los huertos comunitarios se establecen en terrenos comunales, o en terrenos que el municipio alquila por un precio mínimo a los cultivadores, y reciben una certificación ecológica de AGRUPAR, mientras que los huertos familiares se establecen en terrenos de propiedad individual. Cabe señalar que la AGRUPAR no proporciona títulos de propiedad oficiales. En 2018, AGRUPAR tenía previsto abrir otros 200 huertos.

  • AGRUPAR proporciona formación e insumos
  • La AGRUPAR facilita terrenos comunales o alquilados al municipio

No todos los huertos requieren una certificación orgánica oficial, por ejemplo los huertos destinados al autocuidado familiar no requieren este proceso. Por esta razón, el proyecto ha implementado un sistema de control interno (SIC, que es muy similar a un sistema de garantías participativas) para todos los huertos (certificados o no) con el fin de garantizar el cumplimiento de la normativa ecuatoriana de producción ecológica.

Lucha contra la inseguridad alimentaria y reinserción de excombatientes

El programa "De las armas a las granjas" de Kauswagan es uno de los 19 componentes que enmarcan la estrategia del programa de paz integrado SIKAD. El programa aborda la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria al tiempo que prevé la reintegración de excombatientes mediante la agricultura orgánica. Se dio prioridad a la lucha contra la pobreza y al aumento de la seguridad alimentaria. La agricultura orgánica se consideró una doble herramienta para desarrollar un sistema agrícola resistente que no dependa en gran medida de insumos externos y, al mismo tiempo, fomente la creación de empleo, proporcionando una fuente de ingresos a los combatientes que se rindieron.

Al principio, 200 comandantes rebeldes y agricultores conocieron el programa a través de una serie de reuniones y talleres, organizados con la ayuda del ejército filipino y el Instituto de Formación Agrícola. Uno de los objetivos principales era la capacitación. El gobierno local, junto con la Fundación para el Desarrollo de Asís, construyó una escuela de agricultura. Una vez que las instalaciones estuvieron listas, el gobierno local pudo empezar a apoyar a los excombatientes y a sus familias, así como a los agricultores locales, para que aprendieran a aplicar prácticas orgánicas y agroecológicas.

  • Para facilitar el acceso al microcrédito y a las ayudas gubernamentales, el ayuntamiento apoya la creación de Asociaciones de Retornados Rebeldes y su registro como cooperativas agrícolas.
  • El acceso a insumos, como semillas, también se apoya a través del programa.
  • En los últimos cinco años, el Gobierno central ha facilitado financiación para el desarrollo y el Programa recibe ahora entre 50.000 y 65.000 euros cada año.

Sin duda alguna, el programa "De las armas a las granjas" ha resultado un éxito. En los últimos cuatro años no se ha registrado en la zona ningún incidente delictivo relacionado con el conflicto armado entre musulmanes y cristianos. En la actualidad, todos los rebeldes activos en la zona se han rendido y muchos excomandantes son ahora líderes en agricultura ecológica e intentan convencer a los combatientes musulmanes de otras comunidades de que dejen de luchar y se rindan.

Centrarse en el desarrollo del mercado

Mientras que en el pasado las políticas de apoyo a la agricultura ecológica solían estar orientadas a la producción, el actual PAO danés considera prioritarios el desarrollo del mercado (incluido el apoyo a determinados canales de comercialización), la promoción y la sensibilización, así como la contratación pública. El PAO es una mezcla de acciones de empuje y de atracción. Las de empuje pretenden aumentar la producción, mientras que las de atracción pretenden incrementar la demanda de productos ecológicos.

Si nos fijamos en las medidas pull, una acción clave fue estimular la demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores y en las cocinas privadas y públicas, como escuelas y hospitales. Para estas actividades se destinaron 6,4 millones de euros en el periodo 2015-2018.

Se motivó a los municipios con el objetivo nacional de alcanzar el 60% de producción ecológica en todas las cocinas públicas y con fondos destinados a apoyar el proceso de conversión, principalmente mediante la formación de los responsables y trabajadores de las cocinas, y cambios en las cadenas de suministro y los menús.

La medida mencionada tuvo mucho éxito. Por ejemplo, la ciudad de Copenhague consiguió desarrollar uno de los programas de contratación pública más ambiciosos de Europa, que alcanzó el objetivo de un 90% de alimentos ecológicos en 2015, sin que ello supusiera un aumento del precio de las comidas.