Para promover la participación voluntaria y lograr el consenso entre los sectores clave implicados, se identifican las partes interesadas, incluidas las autoridades locales, los pescadores y los residentes locales, entre otros, mediante un mapeo previo de los actores. A continuación, los distintos sectores proponen a sus representantes, que se comprometen formalmente con el proceso mediante la firma de un documento. Se establece una plataforma de diálogo multisectorial y se debaten los intereses de las partes interesadas utilizando un enfoque de facilitación colaborativa y resolución alternativa de conflictos. En esta plataforma se abordan las cuestiones de la delimitación geográfica de la zona de gestión y el modelo de gobernanza con funciones y responsabilidades por sectores y zonas de uso.
La plataforma de diálogo multisectorial promueve la cohesión social entre los sectores. Este espacio permite a los distintos grupos aclarar lo que quieren y no quieren conseguir en el proceso de designación de áreas protegidas. El equipo compuesto por las partes interesadas acreditadas son los líderes del proceso. La nueva dinámica de comunicación creada a través de los diálogos permite que desaparezcan las discordancias del pasado.