Establecimiento y restauración de plantaciones de bambú

El Building Block 2 de Forests4Future se centra en ayudar a las comunidades a establecer plantaciones de bambú en tierras comunales degradadas y barrancos erosionados. Las plántulas para las plantaciones proceden de viveros locales, como se detalla en el Building Block 1. Cuando el bambú alcanza cierta fase de crecimiento, puede recolectarse y cultivarse. Cuando el bambú alcanza una determinada fase de crecimiento, puede cosecharse y venderse a las unidades locales de procesamiento del bambú (UP), que transforman la materia prima en productos valiosos, como se explica en el Building Block 4. Este enfoque no sólo promueve la generación sostenible de ingresos, sino que también contribuye a la creación de empleo. Este enfoque no sólo promueve la generación de ingresos sostenibles para la comunidad, sino que también contribuye a la restauración de tierras degradadas. La capacidad del bambú para proteger el suelo desempeña un papel crucial en los esfuerzos de restauración a largo plazo, sobre todo en zonas vulnerables a la erosión o ya muy degradadas, como las cuencas del lago Abaya y Chamo. La erosión y la sedimentación suponen importantes amenazas para los agricultores y pescadores locales, por lo que los esfuerzos de restauración con bambú son esenciales para proteger los suelos y garantizar futuras oportunidades de ingresos para las comunidades.

  1. Participación de la comunidad: Sensibilización y apoyo local a las plantaciones de bambú.
  2. Asistencia técnica: Experiencia esencial en el cultivo y la gestión del bambú.
  3. Acceso al mercado: Creación de cadenas de valor sólidas para obtener ingresos constantes de los productos del bambú.
  4. Apoyo político: Políticas favorables a la silvicultura sostenible y la generación de ingresos.
  1. Selección del emplazamiento: La consideración cuidadosa de las condiciones del lugar, como el tipo de suelo, la disponibilidad de agua y la pendiente, es crucial para el éxito del establecimiento de una plantación de bambú.
  2. Selección de las especies: La elección de especies de bambú adecuadas a las condiciones climáticas y edafológicas locales es importante para lograr un crecimiento y una productividad óptimos.
  3. Formación y capacitación: La formación continua y los programas de capacitación para los agricultores y los trabajadores de las plantaciones son esenciales para mejorar las habilidades y los conocimientos en el cultivo y la gestión del bambú.
  4. Derechos de uso de la tierra: Garantizar los derechos de uso de la tierra es esencial para la sostenibilidad y la gestión eficaz de los recursos en la zona restaurada.
  5. Seguimiento y evaluación: El seguimiento y la evaluación periódicos del rendimiento de la plantación, incluidos los índices de crecimiento, el rendimiento y los impactos medioambientales, son necesarios para tomar decisiones de gestión informadas y optimizar los resultados (como parte de las actividades de gestión posteriores a la plantación).
Producción de plantones de bambú

El objetivo de este módulo es mostrar el éxito de la creación de viveros de bambú por parte de la iniciativa Forests4Future en su zona de intervención. Estos viveros desempeñan un papel crucial en la economía local al vender plantas jóvenes de bambú para generar ingresos para la comunidad. Estas plantas se utilizan principalmente para crear plantaciones de bambú, ayudando a la rehabilitación de tierras degradadas en la zona de captación. Forests4Future se centra específicamente en trabajar con especies autóctonas de bambú, por ejemplo el bambú de las tierras altas etíopes(Yushania alpina k.), aprovechando su rápido crecimiento y su capacidad para absorber gases de efecto invernadero como herramienta eficaz para el secuestro de carbono, en consonancia con los objetivos climáticos mundiales. Además, el establecimiento de plantaciones de bambú no sólo contribuye a la restauración de la tierra, sino que también proporciona una fuente sostenible de materia prima para diversas industrias, mejorando así las oportunidades económicas de la región.

  1. Participación de la comunidad: La participación de la comunidad local es crucial para la sostenibilidad de los viveros de bambú.
  2. Experiencia técnica: El acceso a conocimientos y experiencia en el cultivo del bambú y la gestión de viveros garantiza un crecimiento y una productividad saludables.
  3. Acceso al mercado: Para la generación de ingresos y la sostenibilidad son necesarios fuertes vínculos con el mercado para la venta de productos de bambú.
  4. Apoyo político: Las políticas favorables que promueven la silvicultura sostenible y apoyan a las PYME benefician la viabilidad a largo plazo de los viveros de bambú.
  1. Apropiación comunitaria: Implicar a las comunidades locales en los procesos de toma de decisiones y garantizar su participación en el éxito del proyecto fomenta un sentimiento de propiedad y compromiso.
  2. Capacitación: La formación continua y los programas de capacitación para viveristas y cultivadores de bambú son cruciales para mejorar la productividad y los niveles de calidad.
  3. Diversificación del mercado: Explorar diversas oportunidades de mercado más allá de las ventas locales, como los mercados de exportación o los productos de valor añadido, puede mejorar los flujos de ingresos y la resistencia del mercado.
Creación de un centro de demostración de CBEMR para el aprendizaje y la investigación

La zona de Kitangani, situada cerca de Mokowe, ha tenido problemas hidrológicos subyacentes después de que la arena dragada del canal se vertiera en el manglar. Con el tiempo, los canales de agua se bloquearon considerablemente, lo que dificultó el flujo de oxígeno y nutrientes esenciales para la regeneración y el crecimiento de los manglares.

En colaboración con el KFS, el Instituto de Investigación Forestal de Kenia (KEFRI) y el Proyecto de Acción de los Manglares (MAP), Wetlands International inició los esfuerzos de restauración del sitio de Kitangani reuniendo a un amplio grupo de partes interesadas. Involucramos a las comunidades locales a través de organizaciones como Pate Resources and Tourism Initiative (PRATI) y Lamu Community Forest Association (LAMACOFA), así como al Kenya Marine and Fisheries Research Institute (KMFRI) y al gobierno del condado de Lamu.

Se retiraron los escombros del canal principal de agua para mejorar las condiciones biofísicas, incluida la calidad del suelo, los niveles de oxígeno y la disponibilidad de nutrientes, favoreciendo así la regeneración natural. Además, se llevó a cabo una limpieza del lugar, ya que la contaminación por plásticos sigue siendo un problema persistente en el archipiélago de Lamu. También se establecieron cuadrantes con fines de vigilancia.

Selección del emplazamiento y asociaciones:

Para establecer con éxito una zona de demostración de la RBMC hay que empezar por seleccionar un manglar degradado con un alto potencial de restauración y accesible para la participación de la comunidad. Es fundamental tener en cuenta las características ecológicas del lugar, como la hidrología, la salinidad y la composición de las especies. Igualmente importante es garantizar una propiedad clara o acuerdos de tenencia para evitar conflictos y promover la sostenibilidad a largo plazo. También son esenciales las asociaciones sólidas, que reúnan a organismos gubernamentales, instituciones de investigación, ONG y comunidades locales para colaborar eficazmente. Unas funciones, responsabilidades y canales de comunicación claros entre los socios garantizarán unos esfuerzos coordinados y una utilización eficaz de los recursos. Por ejemplo, el KEFRI se encargó de supervisar el éxito de las intervenciones, mientras que el KFS se aseguró de que se obtuvieran todas las autorizaciones para las medidas de restauración y se movilizara a los agentes pertinentes.

Compromiso de la comunidad y conocimientos técnicos:

La implicación de la comunidad es un elemento central de los centros de demostración de la EMCR. Las comunidades locales deben participar activamente en todas las fases del proyecto, desde la planificación y la ejecución hasta el seguimiento y la evaluación. Incorporar los conocimientos ecológicos tradicionales y las perspectivas comunitarias a las estrategias de restauración garantiza soluciones culturalmente apropiadas y sostenibles. Este enfoque participativo ha aportado un sentido de propiedad y responsabilidad entre los miembros de la comunidad, contribuyendo al éxito a largo plazo del proyecto. Además, el acceso a conocimientos técnicos en ecología de manglares, hidrología y técnicas de restauración es crucial. La contratación de especialistas de MAP, KMFRI, KFS y KEFRI para realizar evaluaciones del lugar, desarrollar planes de restauración y proporcionar orientación técnica garantiza que el proyecto se base en conocimientos científicos sólidos y en las mejores prácticas. Facilitar la transferencia de conocimientos y la capacitación de los miembros de la comunidad y los profesionales locales les permite participar activamente en los esfuerzos de restauración y mantenerlos.

Movilización de recursos y supervisión:

Se necesitan recursos adecuados para establecer y mantener con éxito un lugar de demostración de RBMC. Esto incluye asegurar la financiación para la preparación del lugar, las actividades de restauración, el equipo de supervisión y la participación de la comunidad. La movilización de contribuciones en especie de los socios, como mano de obra, materiales y conocimientos técnicos, puede optimizar aún más la utilización de los recursos. El establecimiento de mecanismos de financiación sostenibles es esencial para el mantenimiento y la supervisión a largo plazo de los lugares, garantizando el impacto continuado del proyecto. También es necesario un plan de seguimiento exhaustivo para seguir los avances, evaluar la eficacia de las técnicas de restauración y documentar las lecciones aprendidas. La utilización de herramientas y tecnologías de seguimiento adecuadas, como la Herramienta de Seguimiento de la Restauración de los Manglares y Global Mangrove Watch, permite tomar decisiones basadas en datos y realizar una gestión adaptativa.

Compartir los resultados del seguimiento con las partes interesadas a través de los comités nacionales y subnacionales de gestión de los manglares fomenta la transparencia y la rendición de cuentas, el aprendizaje colaborativo y la mejora continua.

La restauración hidrológica es clave: Abordar los problemas hidrológicos subyacentes despejando los canales de agua obstruidos fue crucial para facilitar la regeneración natural y mejorar las condiciones del lugar.

La participación de la comunidad es esencial: La implicación de las comunidades locales a través de organizaciones comunitarias garantizó su participación y apropiación del proceso de restauración.

Las asociaciones mejoran la eficacia: La colaboración con KFS, KEFRI, MAP, KMFRI y el gobierno del condado de Lamu aportó valiosos conocimientos, recursos y apoyo. Estos grupos están contribuyendo a ampliar las iniciativas de CBEMR que han tenido éxito.

Los sitios de demostración ofrecen valiosas oportunidades de aprendizaje: El emplazamiento de Kitangani sirve de ejemplo práctico de los principios de la CBEMR, facilitando el aprendizaje y el intercambio de conocimientos entre las partes interesadas.

Refuerzo de las capacidades, intercambio de conocimientos y sensibilización sobre la CBEMR con las partes interesadas

Este componente básico dota a las comunidades locales, los organismos gubernamentales y otras partes interesadas de los conocimientos, habilidades y herramientas necesarios para poner en práctica y mantener iniciativas eficaces de restauración de manglares. A través de la participación estratégica y los esfuerzos de creación de capacidad, se dota a las partes interesadas de los conocimientos técnicos y los recursos necesarios para la Restauración Ecológica Comunitaria de los Manglares (CBEMR, por sus siglas en inglés). Estos esfuerzos incluyen la identificación y formación de defensores de la CBEMR para que actúen como catalizadores de la difusión de conocimientos y actividades prácticas de restauración dentro de sus comunidades e instituciones.

Wetlands International inició las actividades de creación de capacidad implicando a las comunidades locales de Lamu y Tana a través de las organizaciones comunitarias, los CFA y los principales organismos gubernamentales, como KFS, KEFRI, KMFRI, el gobierno del condado de Lamu y OSC como WWF y Northern Rangelands Trust. El 50% de los participantes eran mujeres, que asumieron un papel protagonista en las labores prácticas de restauración de los manglares. Las sesiones de formación incluyeron técnicas sólidas de restauración basadas en el enfoque CBEMR, impartidas en inglés y traducidas al swahili para una mayor accesibilidad. En estas sesiones se integró la ciencia práctica de los manglares con los conocimientos autóctonos, fomentando la inclusión y la implicación de la comunidad.

Además, las partes interesadas recibieron herramientas sencillas como refractómetros y tiras de pH para realizar pruebas de salinidad y acidez, junto con recursos para apoyar el seguimiento y la gestión adaptativa.

Los campeones de la CBEMR, nombrados entre las CFA, las BMU, los grupos de jóvenes, los grupos de mujeres y las agencias gubernamentales, amplificaron aún más estos esfuerzos. Estos campeones ayudan a movilizar a las comunidades, concienciar, llevar a cabo actividades de restauración, supervisar los progresos y realizar evaluaciones ecológicas y sociales. Los campeones de las agencias gubernamentales también actúan como Formadores de Formadores (FdF) para garantizar el desarrollo continuo de capacidades en sus instituciones y comunidades.

Basándose en el éxito de las formaciones iniciales en Lamu y otros lugares, los funcionarios del KFS de Lamu, junto con Wetlands International, identificaron la necesidad de difundir estos conocimientos principalmente a nivel político y de gestión dentro del KFS entre otras partes interesadas clave. En colaboración con KFS y MAP, organizamos una formación en gestión de la CBEMR para altos directivos y gestores de bosques costeros de KFS, directores del Departamento de Medio Ambiente de los condados de Kwale, Kilifi, Mombasa, Tana River y Lamu, académicos de la Escuela de Silvicultura de Kenia y de la Universidad Kenyatta, organizaciones socias de la Alianza Mundial del Manglar, en concreto UICN, WWF y TNC, y representantes de la Red de Manglares del Océano Índico Occidental y periodistas locales especializados en temas medioambientales.

La colaboración con las OSC, la Alianza Mundial de los Manglares y otros socios mejoró el alcance y la repercusión de la iniciativa, permitiendo actividades periódicas de formación e intercambio de conocimientos en todas las regiones de manglares.

Enfoques participativos y holísticos: El diseño participativo del CBEMR conecta a los usuarios de los recursos con las instituciones de investigación, los gobiernos locales, las agencias de conservación y la sociedad civil, aprovechando sus conocimientos locales y especializados. Este enfoque garantiza un compromiso holístico y la integración de diversas perspectivas.

Selección estratégica y capacitación de los promotores: Los promotores se eligieron en función de sus dotes de liderazgo, capacidad de comunicación e interés por la conservación de los manglares. Garantizar una representación diversa, incluyendo mujeres, jóvenes y líderes comunitarios, mejoró la inclusividad. Se dotó a los promotores de conocimientos, habilidades, recursos y tutoría continua, lo que garantizó una movilización eficaz de la comunidad y la transferencia de conocimientos. Unas funciones y responsabilidades claramente definidas ayudan a garantizar que los promotores comprendan su contribución y puedan defender eficazmente la conservación de los manglares en sus comunidades y organismos. Wetlands International ayudó a crear un sistema de comunicación y coordinación, mecanismos de retroalimentación a través de reuniones periódicas y oportunidades para compartir conocimientos y resolver problemas conjuntamente. Además de la formación, la capacitación de los promotores ha sido clave para el éxito de la iniciativa. Esto implica proporcionarles los recursos necesarios, incluidas herramientas y apoyo financiero, para que puedan desempeñar eficazmente sus tareas. Igualmente importante es reconocer y valorar sus contribuciones, ofreciéndoles incentivos que les motiven y brindándoles oportunidades de crecimiento personal y profesional. Este enfoque no sólo refuerza su compromiso, sino que también inspira a otros a participar activamente en los esfuerzos de conservación de los manglares.

Asociaciones sólidas: La colaboración entre Wetlands International, KFS, KEFRI, KMFRI, las comunidades locales y las OSC facilitó el intercambio eficaz de conocimientos, la movilización de recursos y la influencia política.

Roles de género y agrupaciones sociales: El reconocimiento del papel central de las mujeres en las actividades de restauración de los manglares y de las organizaciones de base comunitaria relativamente bien establecidas en Lamu fomentó un mayor compromiso y apropiación entre las partes interesadas. La planificación con perspectiva de género garantizó que las iniciativas fueran inclusivas y tuvieran impacto.

Acceso a la información y los recursos: Los materiales de formación en inglés y swahili, las herramientas fáciles de usar y los talleres prácticos mejoraron la transferencia de conocimientos, lo que permitió a las partes interesadas aplicar eficazmente la RBCEM.

Entorno político favorable: Los esfuerzos de formación influyeron en el KFS y otros organismos gubernamentales para integrar los principios de la RBMC en las directrices y estrategias de gestión nacionales, fomentando un marco político propicio para la restauración sostenible de los manglares. El trabajo con el KFS y el KEFRI sobre el uso y la aplicación del enfoque CBEMR permitió revisar las directrices nacionales de restauración, que tienen en cuenta la información sobre CBEMR.

Enfoque de gestión adaptativa: El seguimiento periódico de las actividades de restauración permitió a las partes interesadas adaptar las estrategias, aprender de las experiencias y mejorar los resultados a lo largo del tiempo, garantizando el éxito a largo plazo.

El intercambio de conocimientos es fundamental: Difundir la información y las mejores prácticas en las lenguas locales garantiza la inclusión, promoviendo una adopción más amplia del enfoque CBEMR. Hacer accesible la información facilita la comprensión, la contribución y la participación de comunidades diversas.

Los promotores son poderosos agentes del cambio: Invertir en defensores específicos con influencia y redes amplifica el alcance y el impacto de los esfuerzos de restauración de los manglares. Dotarles de habilidades, recursos e incentivos refuerza su compromiso e inspira una mayor participación de la comunidad.

La diversidad y la representación son importantes: La selección de promotores de diversos orígenes garantiza que las iniciativas de restauración sean inclusivas y respondan a las distintas necesidades de la comunidad.

La colaboración mejora la eficacia: Facilitar la colaboración entre los promotores y las partes interesadas promueve el aprendizaje cruzado, el intercambio de conocimientos y la acción colectiva, aumentando la eficacia de los esfuerzos de restauración.

Las políticas deben ser adaptables: Las políticas flexibles basadas en los datos de seguimiento y las lecciones aprendidas son esenciales para abordar los nuevos retos y mejorar las prácticas de restauración. Para ello, los gestores forestales nacionales deben participar en iniciativas de restauración locales y subnacionales que contribuyan al desarrollo de políticas forestales para los manglares. Por ejemplo, basándose en el éxito de la primera formación sobre CBEMR en Lamu, los funcionarios del KFS de la zona identificaron la necesidad de difundir estos conocimientos al equipo directivo del KFS y a los gestores de alto nivel de las políticas, así como a otras partes interesadas clave.

La capacitación impulsa el éxito: Proporcionar a los campeones herramientas, apoyo financiero y oportunidades de crecimiento personal y profesional inspira compromiso y fomenta la conservación sostenible impulsada por la comunidad.

4. Sumar socios estratégicos para diversificar la oferta de actividades para el visitante.

 Al principio se generó una nueva unidad de negocio, con el fin de ofrecer servicios de gastronomía, para lo cual, se realizaron algunas inversiones dirigidas a la restauración de infraestructura.

Desde la Fundación, llevar a cabo la administración y logística de una unidad de negocios gastronómica, superaba las capacidades de gestión, por lo que se decide buscar un socio estratégico que ofrezca este servicio en el Parador Villavicencio, abonándole a la Fundación un derecho de concesión. Luego se continúa buscando otros socios estratégicos para ampliar la oferta turística con actividades de aventura. Es así que se decide trabajar con Martur SA, agencia de turismo emisivo y receptivo local, que ofrece el servicio de Andes Truck en un principio, con excursiones overlanding a la Reserva y luego decide invertir en un parque de aventura creando el Villavicencio Park con arborismo, tirolesa y zipline.

Con el tiempo, esta misma empresa incursiona en eventos deportivos y toman el desafío de organizar un ultra trail en la Reserva, con todos los cuidados y medición de impacto que implica realizarlo en un área natural.

 De esta forma, el socio aporta el know how de la actividad, traccionando visitantes para la Reserva, que se traducen en tickets de ingreso; y desde la Fundación se continúa con la gestión y cuidado del área.

Hay varios factores que suman y facilitan el avanzar en este proyecto, el primero es disponer de espacios físicos e infraestructura para ofrecer servicios. Ser un sitio con precedente de visitación turística local y nacional facilita la atención y permite ir construyendo la imagen sumando atractivos para lograr la re-visitación.

Contar con un equipo de perfil profesional que permita la creación y gestión del área y tenga la iniciativa de crear nuevas experiencias.

Al intentar diversificar la oferta turística, entendimos que excedía a la capacidad de gestión de la Fundación, por lo que se decidió incorporar socios estratégicos que desarrollaran la oferta garantizando la calidad.

Es más eficiente y productivo delegar o tercerizar a quienes tienen el know how y la capacidad de gestionar actividades específicas y no distraer el manejo y la gestión de la Reserva por querer ampliar demasiado el espectro. Sumar socios que nos acompañen y que velen por seguir los parámetros de medir el impacto y el compromiso con la conservación es clave para poder seguir avanzando en acciones que nos permitan la sustentabilidad del área natural.

3. Creación de la Fundación Villavicencio.

Como la personería jurídica de la compañía, no contemplaba dentro de sus actividades la turística, no se podía emitir factura a consumidor final, ni cobrar los tickets de ingreso a la Reserva. Por lo tanto, se decide crear la Fundación Villavicencio, para gestionar de manera más ágil y adecuada el área protegida.

Por las características de la gestión de la Reserva, fue necesario una estructura más ágil para gestionar proveedores, pagos y demás. Si bien todo siguió siendo monitoreado y aprobado por el área financiera de Danone, desde la Fundación se podían iniciar los procesos y darle seguimiento.

Desde Aguas Danone Argentina S.A. (ADA), no se podía cobrar a consumidor final, porque en su estatuto no estaba contemplada la actividad turística. 

ADA no podía demostrar cuántos fondos destinaba a la Reserva, porque se diluían con los costos de funcionamiento de la planta embotelladora, ya que se compartían proveedores, lo que generaba problemas administrativos y de gestión.

Gestionar una fundación es un aprendizaje continuo, en los inicios la adaptación fue ardua, se debía administrar el presupuesto para lograr avances de mejora y ampliación de la infraestructura y a la par conformar un equipo que diera soporte a la actividad turística. A través de la experiencia, errores y aciertos, enfrentar desafíos no previstos, se aprende a mejorar continuamente la gestión financiera. Este aprendizaje permite asignar más recursos a la conservación, el manejo de áreas protegidas, y el mantenimiento de infraestructuras, fortaleciendo el impacto de la fundación en el largo plazo.

Establecer un reglamento de regatas que sitúe la ciencia en el centro de las actividades de competición.

La Carta de Sostenibilidad y el Código de Conducta de los Equipos de la Ocean Race se crearon conjuntamente con los equipos para expresar el compromiso de toda la flota con las operaciones sostenibles y el apoyo a un océano sano. La carta incluye temas de defensa, ciencia, aprendizaje y operaciones. Su objetivo es conseguir que todos los equipos, el personal y los regatistas defiendan el océano a través de la navegación sostenible, el equipo y las acciones personales.

En el ámbito científico, los equipos deben comprometerse a:

  • Apoyar la toma de decisiones basadas en la ciencia.
  • Participar en el aumento del conocimiento y la comprensión de nuestro océano.
  • Albergar equipos científicos a bordo.
  • Participar en programas de ciencia ciudadana.
  • Contribuir a la Década de las Ciencias Oceánicas de las Naciones Unidas en colaboración con The Ocean Race.

Incluir la ciencia en una carta y exigir a los participantes que lleven a cabo diversas actividades relacionadas con la ciencia mientras compiten en una regata de vela integra la ciencia, como valor fundamental, en las prácticas de la regata. Se trata de algo único en el mundo del deporte, ya que exige a los equipos y a los atletas que asuman responsabilidades medioambientales además de las deportivas.

  • Conciencia del cambio climático y de la importancia y fragilidad de los océanos.
  • Deseo de proteger los océanos y el "hipódromo" de la vela.
  • Comprensión de la importancia de la recopilación de datos para la ciencia del clima y los océanos.
  • Deseo de utilizar la vela y las regatas más allá de los objetivos deportivos, como plataforma para la investigación científica.

La colaboración es clave, todos deben participar y ser responsables de un futuro mejor para todos.

El compromiso con los equipos, los socios y las ciudades anfitrionas debe establecerse desde el principio y es necesario apoyarles en su camino, no como una ocurrencia tardía o un añadido de última hora. En cada equipo debe haber una persona dedicada a la sostenibilidad y al mantenimiento de la Carta de Sostenibilidad dentro de su equipo y departamento. Es importante no subestimar la cantidad de trabajo necesario para mantener la Carta de Sostenibilidad y nuestros objetivos de sostenibilidad.

En un evento como The Ocean Race, también hay desafíos debido a circunstancias impredecibles como reparaciones de barcos por desarboladuras o colisiones que pueden aumentar la huella y el impacto medioambiental del equipo y de la regata. Es importante contar con cierta capacidad extra y contingencias para compensar circunstancias imprevistas como éstas.

Un hipódromo único que permite acceder a zonas geográficamente extremas y con escasez de datos en todos los océanos del planeta.

La premisa subyacente de The Ocean Race -competir para dar la vuelta al mundo- significa que la regata lleva naturalmente a los competidores a algunas de las zonas más remotas del planeta. Esto la convierte en una plataforma única para llevar a cabo investigaciones científicas, ya que permite a los científicos acceder a zonas remotas, como el Océano Antártico, que de otro modo serían raramente accesibles. Los buques que navegan fuera de las rutas marítimas regulares desempeñan un papel esencial en la capacidad de desplegar instrumentación científica, como las boyas de deriva y los flotadores Argo que se despliegan durante la regata, en lugares insuficientemente muestreados. Esto ofrece oportunidades únicas para recopilar datos de partes del planeta en las que se ha registrado poca información, lo que convierte a la regata en una plataforma crucial para recopilar datos que de otro modo serían inalcanzables y colmar lagunas de información, contribuyendo así a mejorar nuestro conocimiento de los océanos.

  • La premisa subyacente de The Ocean Race -circunnavegar el mundo lo más rápido posible- significa que la regata llevará invariablemente a los barcos a zonas en las que se navega con poca frecuencia.
  • El diseño de la ruta de la regata (etapas, escalas, etc.) determinará el destino de los barcos.
  • Los veleros de regata permiten acceder a algunos de los mares más remotos del planeta, así como a zonas situadas fuera de las rutas habituales de navegación e investigación.

El recorrido de la regata, con escalas en distintos países, planteaba retos logísticos en cuanto al transporte de equipos científicos a los puertos de escala, así como el envío de muestras, material e instrumentos de vuelta a los socios científicos. Por ejemplo, los envíos estaban sujetos a diferentes condiciones de importación y derechos de aduana en función de su país de origen y destino.

Colaborar con las instituciones científicas locales ayudó con el equipo, transportarlo en persona y trabajar diligentemente con las aduanas antes, durante y después del transporte. La logística de un experimento científico internacional debe estar bien planificada de antemano y todas las gestiones relacionadas con el envío de equipos, muestras, etc. deben hacerse con antelación.

Sumar socios estratégicos para diversificar las ofertas de actividades para el visitante

Al principio se generó una nueva unidad de negocio, con el fin de ofrecer servicios de gastronomía, para lo cual, se realizaron algunas inversiones dirigidas a la restauración de infraestructura.

Desde la Fundación, llevar a cabo la administración y logística de una unidad de negocios gastronómica, superaba las capacidades de gestión, por lo que se decide buscar un socio estratégico que ofrezca este servicio en el Parador Villavicencio, abonándole a la Fundación un derecho de concesión. Luego se continúa buscando otros socios estratégicos para ampliar la oferta turística con actividades de aventura. Es así que se decide trabajar con Martur SA, agencia de turismo emisivo y receptivo local, que ofrece el servicio de Andes Truck en un principio, con excursiones overlanding a la Reserva y luego decide invertir en un parque de aventura creando el Villavicencio Park con arborismo, tirolesa y zipline.

Con el tiempo, esta misma empresa incursiona en eventos deportivos y toman el desafío de organizar un ultra trail en la Reserva, con todos los cuidados y medición de impacto que implica realizarlo en un área natural.

 De esta forma, el socio aporta el know how de la actividad, traccionando visitantes para la Reserva, que se traducen en tickets de ingreso; y desde la Fundación se continúa con la gestión y cuidado del área.

Hay varios factores que suman y facilitan el avanzar en este proyecto, el primero es disponer de espacios físicos e infraestructura para ofrecer servicios. Ser un sitio con precedente de visitación turística local y nacional facilita la atención y permite ir construyendo la imagen sumando atractivos para lograr la re-visitación.

Contar con un equipo de perfil profesional que permita la creación y gestión del área y tenga la iniciativa de crear nuevas experiencias.

Al intentar diversificar la oferta turística, entendimos que excedía a la capacidad de gestión de la Fundación, por lo que se decidió incorporar socios estratégicos que desarrollaran la oferta garantizando la calidad.

Es más eficiente y productivo delegar o tercerizar a quienes tienen el know how y la capacidad de gestionar actividades específicas y no distraer el manejo y la gestión de la Reserva por querer ampliar demasiado el espectro. Sumar socios que nos acompañen y que velen por seguir los parámetros de medir el impacto y el compromiso con la conservación es clave para poder seguir avanzando en acciones que nos permitan la sustentabilidad del área natural.

Creación de la Fundación Villavicencio

Como la personería jurídica de la compañía, no contemplaba dentro de sus actividades la turística, no se podía emitir factura a consumidor final, ni cobrar los tickets de ingreso a la Reserva. Por lo tanto, se decide crear la Fundación Villavicencio, para gestionar de manera más ágil y adecuada el área protegida.

Por las características de la gestión de la Reserva, fue necesario una estructura más ágil para gestionar proveedores, pagos y demás. Si bien todo siguió siendo monitoreado y aprobado por el área financiera de Danone, desde la Fundación se podían iniciar los procesos y darle seguimiento.

Desde Aguas Danone Argentina S.A. (ADA), no se podía cobrar a consumidor final, porque en su estatuto no estaba contemplada la actividad turística. 

ADA no podía demostrar cuántos fondos destinaba a la Reserva, porque se diluían con los costos de funcionamiento de la planta embotelladora, ya que se compartían proveedores, lo que generaba problemas administrativos y de gestión.

Gestionar una fundación es un aprendizaje continuo, en los inicios la adaptación fue ardua, se debía administrar el presupuesto para lograr avances de mejora y ampliación de la infraestructura y a la par conformar un equipo que diera soporte a la actividad turística. A través de la experiencia, errores y aciertos, enfrentar desafíos no previstos, se aprende a mejorar continuamente la gestión financiera. Este aprendizaje permite asignar más recursos a la conservación, el manejo de áreas protegidas, y el mantenimiento de infraestructuras, fortaleciendo el impacto de la fundación en el largo plazo.