Conocimientos científicos y técnicos

El dragado, reconocido como una grave amenaza para las tortugas marinas, fue identificado por la UICN como una prioridad. La UICN, con expertos del Grupo de Especialistas en Tortugas Marinas de la Comisión de Supervivencia de Especies, diseñó y desarrolló un protocolo de dragado a seguir durante las operaciones portuarias. Entre otras cosas, se instalaron deflectores de tortugas en todos los cabezales de arrastre de las dragas para evitar que las tortugas fueran arrastradas hacia el interior de la draga. Se asignaron observadores formados a todas las dragas para supervisar este proceso. Estos observadores comprobarían las rejillas de las tuberías de entrada y rebose las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Estas medidas (deflectores, pantallas y observadores humanos) se pusieron en marcha para garantizar que el dragado fuera "respetuoso con las tortugas". Estas medidas fueron las primeras que se aplicaron en la historia de las actividades de dragado en la India.

La iluminación fue la segunda gran amenaza identificada porque se sabe que el exceso de resplandor distrae a las crías de tortuga, ya que instintivamente se desplazan hacia zonas muy iluminadas y se alejan del mar. Para ello, los expertos de la Comisión de la UICN proporcionaron directrices específicas para el plan de iluminación del puerto, que fue adoptado por las autoridades portuarias. La UICN ayudó además a Tata Steel a identificar el diseño adecuado para estas luces. En la actualidad, el puerto de Dhamra es el primer y único puerto de la India que ha instalado un alumbrado "respetuoso con las tortugas".

La UICN ayudó a DPCL a elaborar un Plan de Gestión Medioambiental (PGA). Este plan era científicamente sólido y aplicable en la práctica, yendo más allá de los requisitos legales vigentes. Y lo que es más importante, el PGA se diseñó de forma que se convirtiera en parte integrante de los procedimientos operativos estándar (POE) de DPCL. Esto lo diferencia de otros PGA.

Las infraestructuras a gran escala pueden diseñarse para incorporar con éxito consideraciones relativas a la biodiversidad.

Asociaciones sólidas y comunicación abierta

Se suele decir que el sector privado es ciego a las cuestiones medioambientales. La realidad, sin embargo, es que el sector privado invierte mucho en biodiversidad. El proyecto fue una oportunidad para que las empresas profundizaran en su comprensión de las cuestiones medioambientales y desarrollaran el hábito corporativo de pensar más allá de la cuenta de resultados. Menos obviamente, es una oportunidad para que los especialistas en medio ambiente profundicen en su comprensión de la dinámica empresarial y de desarrollo y aprendan a incluir el análisis de la cuenta de resultados en sus propias evaluaciones.

La asociación iba acompañada de sólidas prácticas de comunicación. Dada la sensibilidad de las organizaciones ecologistas y otros sectores en torno al tema, el enfoque del proyecto consistió en hacer que la información fuera transparente y estuviera a disposición del público. Los socios describieron muy claramente lo que estaban haciendo y lo que no, y por qué. La información se difundió a través de hojas informativas y el sitio web del proyecto, y mediante debates y reuniones públicas.

Se realizaron otros esfuerzos para garantizar que la información fluyera libremente entre las principales partes interesadas. Por ejemplo, a principios de 2009, la UICN celebró un taller técnico consultivo sobre el puerto de Dhamra en Bhubaneswar, Odisha, seguido de un viaje al emplazamiento portuario. El foro interactivo reunió a una mezcla diversa de representantes del gobierno, el sector privado, destacados científicos locales e internacionales, expertos técnicos, académicos y representantes de la comunidad local. El trabajo con la prensa garantizó la difusión de los mensajes a escala nacional. Estos esfuerzos fomentaron la participación y ayudaron a disipar la confusión.

Fortalecer la gobernanza para la adaptación

Dentro de las estructuras comunitarias, la Asamblea ejidal actúa como plataforma de gobernanza y es la máxima instancia de toma de decisión. Lograr la anuencia de la Asamblea fue un paso clave para iniciar y luego incrementar las gestiones de restauración del manglar en el ejido Conquista Campesina. Se desarrolló un programa ejidal para la conservación de humedales y sistemas acuáticos a través de la conservación voluntaria de tierras denominadas como “servidumbre ecológica”. Gracias a sus labores en torno al manglar, la organización ejidal ha mejorado y ha generado mayores vínculos institucionales, tanto estatales como federales, lo que también abre oportunidades para elevar las necesidades de adaptación a niveles más altos de gobierno. Con este fin de incidencia política, ejidatarios se presentaron en el VII Congreso Nacional de Investigación en Cambio Climático, apoyado por el recientemente re-activado Consejo Consultivo de Cambio Climático de Chiapas, para exponer sobre los beneficios de la AbE y presentar propuestas para que sus prioridades fueran tomadas en cuenta en la política estatal de cambio climático. Al hacer crecer la organización social, se contribuyó entonces a realzar la gobernanza para la adaptación desde lo local a lo estatal.

  •  El apoyo de la Asamblea ejidal favorece la implementación y seguimiento de las medidas de AbE, incluyendo el monitoreo y evaluación de la seguridad alimentaria (metodología social con encuenstas de hogar).
  • El Congreso Nacional de Investigación en Cambio Climático, con participación del Consejo Consultivo de Cambio Climático de Chiapas, ofrece una ventana de oportunidad para que grupos de interés, como los ejidos, presenten sus necesidades y propuestas relacionadas con cambio climático, ante diferentes entidades estatales.
  • La organización ejidal y el apoyo técnico fueron clave en la realización de las acciones de restauración, vigilancia y monitoreo, y también en la concertación de acuerdos, el escalamiento de la AbE, y el acceso a recursos financieros bajo programas federales (Pago de Servicios Ambientales de CONAFOR).
  • Dado el mosaico de regímenes de propiedad que existen en la costa del Estado de Chiapas, se considera que aquellos mecanismos de conservación cuyo principal motor es la participación activa y empoderamiento de los usuarios y propietarios de los recursos naturales, son la mejor alternativa para proteger los servicios ecosistémicos costeros y los medios de vida locales.
Aumento de la resiliencia ambiental y social por medio de la restauración de manglar

El ejido Conquista Campesina quiso restaurar el manglar y los servicios ecosistémicos que ofrece (diversidad biológica, calidad del agua, protección contra tormentas) con miras a robustecer su seguridad alimentaria y resiliencia ante el cambio climático. Se realizó primero la apertura de canales hidrológicos para reabastecer de agua zonas dañadas por sedimentación; luego se coordinó la colecta, translocación y siembra de propágulos en las áreas degradadas. Por medio del pago de jornales como incentivos para la restauración (Pago por Servicios Ambientales), estos esfuerzos también consiguieron beneficios económicos para la comunidad. A la vez que se mejoró la superficie de agua en las áreas de pesca, la comunidad se estaba protegiendo contra los vientos y mareas de tormenta en las zonas de colecta, pesca y vivienda. Además, se implementaron huertos familiares, agroforestería y apicultura en algunos solares (parcelas) para diversificar los productos de autoconsumo de las familias. Estos procesos ofrecieron medios de aprendizaje importante para los ejidatarios, hombres y mujeres, quienes adquirieron conocimientos técnicos (sobre restauración de manglar y manejo de plantas en asocio) y un mejor entendimiento de la relación entre cambio climático, conservación y seguridad alimentaria.

  • Las Asambleas ejidales son instituciones muy fuertes dentro de las comunidades de Chiapas. Su autoridad y sus decisiones son clave para la adopción de cualquier medida de gestión de los ecosistemas. Contar con la aprobación de la Asamblea, es contar con el respaldo de toda la comunidad.
  • Coordinado por Pronatura Sur A.C. y la CONAFOR, se cuenta con un mecanismo local de Pago por Servicios Ambientales (a través de fondos concurrentes) que apoya la restauración, protección y vigilancia de ecosistemas de manglar (~500 ha en total).
  • La posibilidad de acceder a un incentivo económico, en forma de pago de jornales, resultó motivacional y un medio efectivo para lograr la restauración de 4.1 ha de manglar en Conquista Campesina.
  • Los esfuerzos de restauración, despertaron el interés de los ejidatarios en otras oportunidades como la implementación de huertos familiares, agroforestería y apicultura en los solares (parcelas). Estos cambios (la obtención de nuevos conocimientos y productos para autoconsumo) resultaron convincentes para las familias al disminuir su dependencia de la pesca y del manglar.
“Aprender haciendo” y monitoreo para incrementar capacidades y conocimientos

Al apoyar a ejidatarios a implementar medidas de AbE, se genera un proceso de “aprender haciendo” que además de enseñar, pretende generar evidencia sobre los beneficios de dichas medidas y crear condiciones para su sostenibilidad y escalamiento.

  • Se aplica CRiSTAL - analisis de vulnerabilidad
  • Se aprueba la restauración y vigilancia del manglar como medidas de AbE (4.1 ha).
  • Se brinda apoyo técnico a 33 ejidatarios (hombres y mujeres), complementado con sus conocimientos tradicionales, para aprender sobre técnicas de restauración de manglar y llevar adelante la restauración de áreas degradadas.
  • Se capacita a 5 técnicos comunitarios para el monitoreo y evaluación de las áreas restauradas (mediciones de estrato arbóreo, parámetros físico-químicos y sedimentos).
  • Se reflexiona sobre las ventajas de diversificar los ingresos y se aprende sobre agroforestería y apicultura.
  • Se realiza monitoreo y evaluación para conocer sobre la seguridad alimentaria de 10 familias (muestra) y estudiar los beneficios de la restauración para sus medios de vida con encuestas de hogar en época seca y lluviosa.

El incremento de capacidades y conocimientos fortalece el capital humano y contribuye al empoderamiento ejidal y con eso, a mayores posibilidades de incidencia política y acceso a recursos financieros.

  • Algunos miembros del ejido Conquista Campesina tenían experiencia previa trabajando con programas de buenas prácticas de manejo y/o habían participado en el esquema local de Pago por Servicios Ambientales (que coordinan Pronatura Sur A.C. y CONAFOR). Esto facilitó la aceptación de acciones de restauración por parte de los ejidatarios.
  • Al implementar la línea base para el monitoreo y evaluación de la seguridad alimentaria y su mejora por medio de la AbE, muchos ejidatarios se dieron cuenta que era importante gestionar su territorio de manera integral y no solo asegurar la protección, conservación y restauración de los manglares. Así fue que hubo interés en la diversificación de cultivos en los solares (parcelas), al comprender que esta medida mejoraría la alimentación familiar y ampliaría las fuentes de ingreso.
Incentivos para conservar y restaurar los manglares mediante la certificación ecológica del camarón

La norma Naturland exige que cada explotación tenga al menos un 50% de manglares, mientras que otras normas orgánicas exigen un estricto cumplimiento de la política forestal. Los granjeros que demuestren su cumplimiento podrán vender sus gambas certificadas a Minh Phu Seafood Corporation, el mayor exportador de gambas de Vietnam.

El proyecto también ayudó con éxito a Cà Mau a poner a prueba un sistema de Pago por Servicios Ecosistémicos (PSE). Este sistema incentiva la conservación y restauración de los manglares pagando a los agricultores 500.000 VND (17,77 libras esterlinas) adicionales por hectárea de manglar por prestar servicios ecosistémicos.

Además de los pagos a los agricultores, Minh Phu también invirtió en su propio equipo de ICS, una cadena de suministro de la granja a la fábrica e incentivos financieros para los recolectores, estaciones de recolección y pagos para apoyar al FMB con el seguimiento.

En este sistema de PSE, el procesador paga a los agricultores por los bienes y servicios ecosistémicos que proporcionan, y la cobertura de los manglares es supervisada por un tercero. Este planteamiento de pago directo ha sido aceptado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.

El proyecto también ha animado a otras empresas transformadoras a establecer su zona de agricultura ecológica con diferentes sistemas de pago, entre ellas Seanamico, Seaprimexco en Ca Mau.

  • Existencia de normas internacionales de certificación
  • Demanda del mercado de productos certificados
  • Colaboración multisectorial
  • Inversión y financiación
  • Experiencia en conceptos de PSE
  • Apoyo político del gobierno local
  • Apoyo técnico y financiero de otros proyectos de la UICN y SNV para colmar algunas lagunas del proyecto.
  • Compromiso de Minh Phu seafood Corp sin facturación inicial del camarón ecológico
  • Un Pago por Servicios Ecosistémicos (PSE) funciona cuando el procesador y, en última instancia, el consumidor internacional de gambas ecológicas son los compradores de los servicios ecosistémicos. Los propios agricultores no pueden ser los compradores de los servicios, ya que serían a la vez compradores y vendedores de los mismos servicios;
  • Un PSE basado en la certificación ecológica con un sistema de pago directo entre el transformador de gambas y el agricultor y un auditor independiente es más eficiente que un sistema alternativo de pago indirecto propuesto en el que los transformadores de gambas pagan a un fondo de desarrollo forestal;
  • Aunque los cálculos científicos han demostrado que el valor del PSE de los manglares es 10 veces superior a la cantidad que se paga actualmente al agricultor, el incentivo real debe fijarse al nivel que sea viable para el transformador de marisco y el consumidor. Esto se equilibra con el incentivo basado en los beneficios para que el agricultor mantenga la cubierta forestal.
  • La distribución de los incentivos debe ser clara y transparente, y estar cuidadosamente supervisada, por lo que la participación del gobierno local es fundamental.
Educación y formación de agricultores en certificación ecológica de gambas

Para obtener la certificación ecológica, los agricultores necesitan formación sobre la instalación y el uso de retretes con fosas sépticas y la gestión de los residuos domésticos. También es necesario cofinanciar el suministro de kits de retretes y la replantación de manglares en los estanques de camarones durante una demostración piloto.

No solo hay que formar a los agricultores, sino también a los protectores forestales sobre las nuevas tecnologías aplicables para la gestión y protección de los manglares, con el fin de supervisar y auditar la cubierta de manglares contratada. Entre 2013 y 2017, el proyecto organizó formaciones periódicas para ayudar a transformar el sistema de gestión forestal de las Juntas de Gestión Forestal, que pasó de basarse en mapas catastrales dibujados manualmente y mediciones sobre el terreno a basarse en mapas digitales, utilizando sistemas de teledetección, SIG y medición y seguimiento por GPS.

El proyecto también debe proporcionar a las empresas transformadoras de gambas formación para establecer y mantener equipos de Sistemas de Control Interno. Esta formación ayuda a las empresas a establecer auditores de agricultura ecológica y equipos de supervisión propios. Estos equipos son necesarios para apoyar y supervisar a los agricultores ecológicos en amplias zonas para que cumplan la norma de certificación ecológica.

  • Inversión financiera en educación y recursos educativos.
  • Conocimientos científicos y técnicos para desarrollar programas de educación para la certificación.
  • Incentivos para que los agricultores reciban formación y certificación.
  • Apoyo de la administración local, especialmente del sector forestal, para organizar gran parte de la formación.
  • La formación no debe ser puntual, sino una serie de cursos de formación y reciclaje cada año. La concienciación de los agricultores debe ser gradual.
  • Convencer a los agricultores para que participen en la formación inicial es lo más difícil, ya que a menudo tienen dificultades para entender la idea de la agricultura ecológica, y algunos de los cambios necesarios en las prácticas agrícolas van en contra de sus conocimientos comunes.
  • El apoyo de las autoridades locales, especialmente de los consejos de gestión forestal, es crucial.
Lograr una gobernanza ecosistémica para la adaptación

Bajo un enfoque ecosistémico y una visión de microcuenca, los esfuerzos en Esquichá se centraron en mejorar los medios de vida y la resiliencia de los ecosistemas para así disminuir la vulnerabilidad de las comunidades locales.

  • la protección y recuperación de bosques en zonas de recarga hídrica,
  • la estabilización de laderas

La implementacion y optimización de sistemas agroforestales, Asimismo, hubo amplia aceptación de la necesidad de un manejo integral del recurso hídrico, en parte por la escasez de agua que sufren las comunidades en la época seca y en las partes altas de la microcuenca. También se promovió el concepto de Responsabilidad Social Ambiental entre comunidades, en donde comunidades cuenca-arriba toman medidas que benefician a comunidades cuenca-abajo; tal es el caso en la protección de los bosques de pinabete, donde se localizan fuentes de agua que abastecen a poblaciones en la parte baja de la microcuenca. Entonces, aplicar un enfoque ecosistémico fue parte del fortalecimiento de la gobernanza para la adaptación en la microcuenca de Esquichá. 

  • El cambio climático y en particular la disponibilidad del agua son factores que preocupan a la mayoría de los actores de la microcuenca, lo que hace que aumente su disposición a priorizar acciones que favorezcan las zonas de recarga hídrica y la disminución del riesgo ante eventos extremos. En Esquichá, la ocurrencia de eventos extremos en años anteriores había impactado fuertemente a varias comunidades, causando daños tantos a sus bienes (cultivos, viviendas, infraestructura productiva) como al recurso agua.
  • Para lograr que la AbE demostrara un impacto inicial en las comunidades y con ello, crear confianza en la estrategia adoptada, se promovió como primer paso la reforestación en las partes altas de la microcuenca (con fuentes de agua) o en zonas afectadas por deslizamientos, así como el trabajo comunitario en torno a viveros forestales.  Estas acciones ayudaron a consolidar el concepto de que la cobertura forestal es un “seguro colectivo” ante el cambio climático.
  • Valorar los servicios ecosistémicos de la cuenca ayudó a ver la adaptación como tarea de todas las comunidades, para conseguir beneficios tanto para la microcuenca de Esquichá, como para otras comunidades ubicadas más abajo en la cuenca del Río Coatán.
Lograr una gobernanza flexible para la adaptación

Las opciones de gobernanzza y las respuestas para la adaptación al cambio climático son nuevas y deben evolucionar constantemente; Las decisiones y los planes de gobierno deben ser flexibles; Por lo tanto, la adaptación debe avanzar bajo un enfoque flexible. Esto es posible con la aplicación de las medidas de EbA con un "aprender haciendo" mientras se usa la mejor información científica disponible sobre escenarios climáticos y se informan las políticas locales y nacionales.

 

La vulnerabilidad climática en Esquichá se evaluó utilizando la herramienta CRiSTAL ("Herramienta de evaluación de riesgos basada en la comunidad - Adaptación y medios de vida").

Después de una primera planificación de las actividades de EbA, las acciones para integrar la flexibilidad fueron:

 

  •   La evaluación periódica de las acciones de EbA en el campo y la adopción de decisiones a corto plazo.
  •   Los resultados del monitoreo y evaluación serán claves para incluir ajustes importantes.
  •   Inclusión de medidas de EbA en el Plan de Gestión de Microbasin.
  •   Evaluación de medidas para informar al Plan de Desarrollo del municipio.
  •   Información de resultados a las autoridades competentes como el Instituto Nacional Forestal (INAB).
  • El gobierno de Guatemala (INAB) opera dos programas de incentivos forestales que admiten tierras comunales y de propiedad individual, destinados a áreas forestales en necesidad de protección, restauración o mejor gestión. Recientemente, ha aumentado el interés político por integrar criterios de AbE y seguridad hídrica en estos programas, lo que ha llevado al INAB a buscar herramientas para mejorar la forma en que se asignan los incentivos y orientar a comunidades en zonas clave de recarga hídrica interesadas en acceder a los programas.
  • El enfoque de “aprender haciendo” es un aspecto clave para lograr flexibilidad en la gobernanza para la adaptación. Se debe buscar la mejora constante y valorar aquellas prácticas, estrategias y políticas que aportan a aumentar la resiliencia socio-ambiental. Como resultado de este enfoque, los integrantes del Consejo de Microcuenca del Río Esquichá están más conscientes, por un lado, de los marcos legales y de política que facilitan la gobernanza multidimensional y la articulación requerida para enfrentar el cambio climático y, por otro lado, de la necesidad de monitorear y evaluar, en el tiempo, los beneficios que traen los ecosistemas para la adaptación y los medios de vida locales. 
Lograr una gobernanza participativa para la adaptación

Para fortalecer la gobernanza, se requería mejorar la participación del gobierno y actores locales en la gestión de la microcuenca. A nivel local, se reforzó la base organizativa de las comunidades, a través de los líderes comunitarios y su comprensión de la importancia de las zonas de recarga hídrica; las Comisiones de Viveros Forestales Comunales, administradas en general por mujeres que ocupan puestos altos o de confianza en las juntas directivas; y los Consejos Comunitarios de Desarrollo que se fueron integrando con mayor fuerza al Consejo de Microcuenca del Río Esquichá. Así, la participación se catalizó desde las bases, destacándose también la participación de los jóvenes, en especial en las jornadas de reforestación que contaron con >1000 personas. El rol del estado también incrementó con diálogos y acuerdos con las municipalidades y el acceso por parte de las comunidades a incentivos forestales. El mayor valor agregado fue el empoderamiento local a través de la movilización social (incluidas las mujeres), el enfoque de “aprender haciendo” (que implica implementaciòn de AbE y capacitaciones), la capacidad organizativa y los procesos de gobernanza comunitaria y de microcuenca. Lo logrado es reflejo de un fuerte compromiso comunitario y participativo.

  • El cambio climático y en particular la disponibilidad del agua son factores que preocupan a la mayoría de los actores de la microcuenca, lo que hace que aumente su disposición a participar en procesos de diálogo, aprendizaje constante y búsqueda de soluciones y acciones conjuntas. En Esquichá, la ocurrencia de eventos extremos en años anteriores había impactado fuertemente a varias comunidades, afectando tantos sus bienes (cultivos, viviendas, infraestructura productiva) como el recurso agua.
  • El Consejo de Microcuenca del Río Esquichá reúne, además de las municipalidades, a 16 de las 20 comunidades de la microcuenca, que se organizan en COCODEs y Comisiones de Viveros Comunales. Apostar por fortalecer estas estructuras comunales fue altamente efectivo, logrando que la mayor capacidad organizativa y liderazgo femenino en las comunidades, ayudara a consolidar la gobernanza del Consejo de Microcuenca.
  • El empoderamiento de las mujeres beneficia la gestión de los recursos naturales y la cohesión social comunitaria. En el ámbito de las Comisiones de Viveros Forestales Comunales, las mujeres sintieron que tenían mucho que aportar y al apropiarse de esos espacios, aumentó su confianza para actuar en otras instancias también. Al consultarlas, indicaron que había cambiado su participación ya que habían “perdido el miedo a expresarse en reuniones en donde hay presencia de hombres", señalando que conocen que tienen el derecho a reunirse y a participar como actor clave en promover la restauración forestal en zonas de recarga hídrica como medida de adaptación al cambio climático.