Devolver la responsabilidad y los derechos a los propietarios de la tierra
El principio del concepto de conservación basada en la comunidad es la capacitación de la comunidad para la gestión a largo plazo de su patrimonio natural. Esto contrasta con los enfoques clásicos de conservación, incluidos los llamados enfoques de gestión participativa. De hecho, sólo se considerará que el proceso ha tenido éxito si las comunidades implicadas adquieren autonomía para ocuparse de todos los aspectos de la gestión de los ecosistemas. Esto incluye también el desarrollo de medios de vida alternativos, como el cultivo inteligente de verduras y mandioca.
En Costa de Marfil, la legislación gubernamental permite la formación de instituciones locales de base comunitaria para regir el uso de los recursos naturales. La legislación también permite la formación de áreas protegidas propiedad de individuos o comunidades. Por último, la creación de zonas protegidas gestionadas por la comunidad sigue permitiendo a los residentes utilizar los recursos naturales de forma sostenible.
Si una persona es propietaria de algo o se le confía algo, lo cuida. - Si la gente participa y opina, se ocupará de ello.
Estructura piramidal de las instituciones de gestión
Los comités de gestión de cada aldea constituyen la base de la pirámide; son responsables de aplicar el plan de acción para la gestión del bosque decidido por las dos asociaciones supremas; identifican las actividades de gestión que deben someterse a la aprobación de su asociación suprema; también son responsables de diseñar y aplicar el plan de desarrollo de la aldea. Las dos asociaciones supremas coordinan los programas de trabajo de los comités de gestión; elaboran directrices políticas para la gestión del bosque; consolidan los planes de desarrollo de las aldeas y también son responsables de la recaudación de fondos. La asociación federal (en la cúspide de la pirámide) será la gestora oficial del bosque de Tanoé en nombre de las aldeas de la zona del proyecto.
Todos los comités de gestión y las dos asociaciones supremas se han creado siguiendo los requisitos y procedimientos de la administración nacional. Sus estatutos y esquemas organizativos han sido registrados oficialmente por las autoridades gubernamentales competentes. Se seguirán los mismos procedimientos para el establecimiento de la "asociación federal" que será el interlocutor oficial del gobierno.
Es importante que las instituciones locales se formen de acuerdo con las leyes y los procedimientos administrativos del país. En este caso, el proceso llevó algún tiempo porque los aldeanos necesitaban estar bien informados sobre los procedimientos y recibir formación para elaborar los estatutos de sus asociaciones. Asimismo, el proyecto se centró en el desarrollo de capacidades sobre la gobernanza de las asociaciones locales para que éstas lleguen a ser definitivamente funcionales.
Designación de reservas comunitarias
Se organizó un taller para que las comunidades decidieran sobre el esquema organizativo adecuado y elaboraran borradores de las normas de gestión de los recursos forestales. A continuación se hizo una demarcación participativa preliminar del bosque con miembros de la comunidad en primera línea. Los límites se materializaron pintando marcas en los árboles. Más tarde, una encuesta dirigida por las autoridades gubernamentales permitió confirmar que la mayoría de los residentes locales estaban de acuerdo en seguir adelante con la clasificación de la porción demarcada del bosque como reserva comunitaria.
Es preciso llegar a un consenso sobre los límites de la zona dedicada a la conservación para evitar conflictos posteriores entre las partes interesadas. En este caso, las comunidades decidieron los límites de la zona dedicada a la conservación. No se incluyó ninguna granja existente dentro de la futura reserva.
Las comunidades deben estar bien informadas de las implicaciones de su decisión antes de que se delimite la zona de conservación. Deben liderar el proceso por completo y recibir únicamente apoyo técnico en la elaboración de los mapas. La encuesta realizada por las autoridades gubernamentales para confirmar la ausencia de intereses contrapuestos debe ser lo más inclusiva posible.
Pesca sostenible

Promovemos la adopción de normas internacionales de pesca responsable en colaboración con organizaciones pesqueras, gobiernos, el mundo académico y la industria. Utilizamos las normas del Comercio Justo (CJ), el Consejo de Administración Marina (MSC) y el Acuario de la Bahía de Monterrey (MBA) para enmarcar nuestros planes de acción. Las cuatro fases del bloque de construcción son

1. Evaluamos elestado de las pesquerías para determinar los métodos e instrumentos de gestión adecuados que deben aplicarse, dependiendo de la pesquería (por ejemplo, cuotas de captura, control del esfuerzo, límites de tamaño).

2. Evaluamos el efecto de la pesquería sobre otras especies y hábitats, así como sobre la biodiversidad.

otras especies y hábitats, así como los efectos del cambio ambiental en la pesca y la comunidad. Esto último para promover la adaptación.

3. Sistemas de gobernanza sólidos. Promovemos la formación de grupos para

definir las normas de gestión (tanto formales como informales) de forma colectiva, transparente

y democrática. También calculamos los costes de inversión en pesca sostenible y definimos planes financieros sostenibles.

4. Aplicamos principios y prácticas de justicia social en la pesquería: derechos de acceso claros, cumplimiento de las normas laborales y sanitarias, y acceso a precios justos.

1. Cooperativas bien organizadas y dispuestas a introducir mejoras en sus pesquerías.

2. Marco legal existente para adoptar las normas.

3. Funcionarios gubernamentales dispuestos a apoyar la transición hacia la sostenibilidad.

4. Industria interesada en pagar precios superiores por los productos del mar.

En la Ley de Pesca mexicana no existe una definición de lo que significa sostenibilidad. Por lo tanto, las normas internacionales para la pesca sostenible proporcionan un buen marco y grandes herramientas para empezar. La adopción de las normas sólo puede lograrse mediante la acción colectiva. NINGÚN actor puede hacerlo por sí solo. Los proyectos de mejora pesquera (FIP) parecen un plan atractivo para la pesca artesanal, en primer lugar porque los costes son más asequibles y, en segundo lugar, porque este plan pretende implicar el compromiso del mercado con la sostenibilidad.

Capacitación de dirigentes y organizaciones pesqueras

Contamos con tres programas de desarrollo de capacidades para llevar a cabo prácticas pesqueras legales, sostenibles y competitivas:

1. 1. Capacitación de líderes: Se centra en el desarrollo humano a nivel individual. Identificamos a los líderes de la comunidad y les proporcionamos las herramientas y los conocimientos necesarios para fortalecer su liderazgo en aras del bien común. Los líderes desarrollan proyectos de pesca sostenible y conservación marina, a los que COBI da seguimiento. Hemos tenido 38 becarios de 18 comunidades.

2. Desarrollo de capacidades para cooperativas pesqueras: Proporciona orientación legal y

formación a las cooperativas pesqueras para mejorar sus operaciones, ser más competitivas y garantizar la sostenibilidad financiera a medio y largo plazo. 26 cooperativas han participado en el programa.

3. 3.Creación de capacidad para comités y alianzas pesqueros: Diseñado para aumentar la acción colectiva en grupos de trabajo que representan a diferentes partes interesadas e intereses en una zona o recurso determinado.

e intereses dentro de un área o recurso determinado. El programa ofrece orientación para definir objetivos comunes, normas para la toma de decisiones y el funcionamiento, planes de trabajo y una estrategia de seguimiento. Cuatro comités y una alianza han participado en el programa.

1. Líderes de las comunidades pesqueras.

2. 2. Cooperativas dispuestas a mejorar su organización y sus pesquerías.

3. Grupos multipartitos que quieran trabajar juntos por un objetivo común.

La pesca sostenible y los esfuerzos de conservación marina sólo tendrán éxito si las organizaciones pesqueras son fuertes. Debemos prestar suficiente atención a las personas y organizaciones con las que trabajamos. Sólo las organizaciones fuertes pueden invertir y hacer la transición hacia la sostenibilidad.

Redes de comunicación y coordinación

El enfoque aplicado en la GMWR permitirá integrar no sólo la información científica y comunitaria, sino también las percepciones locales (que históricamente tienden a quedar relegadas a un segundo plano) sobre los objetivos prioritarios de gestión y en la caracterización de las formas y medios de comunicación local. Estos aspectos sociales pueden integrarse ahora en los instrumentos oficiales de gestión, como elementos esenciales de la estrategia necesaria para abordar las lagunas de conservación en torno a la RMG. Para que dicha estrategia sea eficaz, debe englobar una estrategia de participación pública diseñada a partir de las conclusiones anteriores (4.1 y 4.2). A su vez, para que esta estrategia de participación sea sólida y receptiva, debe considerar el análisis cuantitativo y cualitativo de las redes de comunicación y coordinación existentes, y proponer medios para fortalecer y consolidar estas redes. Esto es crucial, dada la constatación de que existe una correlación directa entre la densidad y el poder de las redes sociales en las comunidades costeras, y la eficacia de las acciones de conservación en estas zonas.

  • Redes locales y subregionales de comunicación y coordinación.
  • Colaboración y compromiso de los actores en todas las fases del proyecto.
  • Experiencias previas de participación social llevadas a cabo en la zona, cuyos resultados facilitaron un análisis comparativo de los puntos fuertes y débiles de dichos procesos.
  • Voluntad y experiencia de los actores locales para cooperar.
  • Reconocimiento por parte de la autoridad de gestión de la necesidad de participación local.
  • Disponibilidad de conocimientos científicos y empíricos.
  • Si bien la conectividad ecológica es clave para estos ecosistemas, la conectividad social y la coordinación son vitales para mejorar la gestión y el estado del área protegida.
  • Los resultados revelaron conclusiones interesantes en relación con las redes que fomentan la participación:
  1. Éstas pueden verse influidas no sólo por las dinámicas sociales y socioambientales dentro de los límites del área protegida, sino también por las características de las redes externas con las que se conectan sus integrantes.
  2. Las redes construidas a partir de vínculos débiles, informales o flexibles son, en la mayoría de los casos, importantes generadores potenciales de capital social, indispensable para potenciar los procesos de participación.
  3. Las redes de participación con altos grados de centralización son vulnerables a la desintegración debido a factores de perturbación externos o internos. Por esta razón, el fortalecimiento de las capacidades de liderazgo y la promoción de nodos facilitadores son claramente importantes.
Indicadores sociales

La eficacia de la conservación de los recursos naturales en las áreas protegidas está estrecha y directamente vinculada a la eficacia de las estrategias de comunicación y coordinación de las partes interesadas. Sin embargo, los esfuerzos de acercamiento social suelen producirse dentro de los límites de las áreas protegidas, sin tener en cuenta a los actores situados en las áreas de influencia o zonas tampón. En el caso de la GMWR y las "zonas de vacío de conservación" circundantes, era importante evaluar y mejorar la eficacia de las actuales estrategias de comunicación y generar confianza para facilitar el diálogo en torno al área protegida. Para ello, se desarrolló una nueva metodología, utilizando un conjunto de 6 indicadores posicionales y globales basados en el papel social de cada actor (nodos). La información se recopiló a través de varias actividades participativas, como talleres comunitarios y consultas individuales con líderes comunitarios locales y representantes del gobierno. Los datos se analizaron con los programas matemáticos y gráficos UCINET y Net Draw. Cada actividad tenía como objetivo revisar y actualizar los progresos realizados y llegar a acuerdos sobre las fases siguientes; estos pasos iterativos aumentaron la sensación de transparencia y apertura del proceso que se estaba llevando a cabo.

  • Redes locales y subregionales de comunicación y coordinación.
  • Grupos comunitarios organizados existentes en la zona.
  • Interés de las comunidades y el gobierno por comprender las características de sus redes sociales actuales.
  • Voluntad y experiencia de las partes interesadas locales para cooperar.
  • La autoridad de gestión reconoce la necesidad del compromiso local.
  • Se dispone de conocimientos científicos y empíricos.
  • La autoridad de gestión y el personal in situ son responsables de la gestión.
  • Generar confianza entre la población local aumentó su disposición a participar, y seguir participando, en el proceso.
  • Medir la actividad social, los niveles de confianza de los demás hacia cada grupo social y el poder de intermediación del grupo social son tres variables clave que pueden ayudar a evaluar el papel social de los grupos de interesados.
  • Es posible medir la intención de los grupos de partes interesadas de crear asociaciones con otros grupos de la zona. Algunos grupos centran sus esfuerzos en asociaciones con grupos de fuera de la zona (a escala nacional o internacional); sólo una minoría de grupos tiene la intención positiva de crear asociaciones entre ellos.
  • Es urgente comprender la importancia de la conectividad social y las características de las redes de comunicación y cooperación.
  • Los talleres comunitarios son un buen medio para fomentar el compromiso y también para desarrollar capacidades mediante la concienciación y el intercambio de información. Lo mejor es que estos talleres hagan ambas cosas, ofrecer y captar información.
Objetivos prioritarios de gestión

Las acciones de conservación, u "objetivos focales de gestión", para las áreas en torno a la RMG se identificaron y priorizaron utilizando datos biológicos, así como percepciones sociales sobre el estado y la importancia de estos objetivos. Las percepciones vienen determinadas por el grado de dependencia, tanto actual como histórica, que los agentes locales tienen de esos objetivos. El ejercicio de priorización también tiene en cuenta características clave como los valores ecológicos, la representatividad, la capacidad de influir en otros objetivos focales de gestión, las amenazas y la relevancia para la mejora de los medios de subsistencia locales, y sirve de guía para la designación de recursos al tiempo que ayuda a acercar las preocupaciones locales a los objetivos de gestión de las áreas protegidas / zonas de amortiguamiento. Las amenazas que afectan a cada objetivo también fueron identificadas y evaluadas por expertos y comunidades.

  • Los expertos locales y nacionales conocen el lugar.
  • Se dispone de conocimientos científicos y empíricos.
  • Existe autoridad de gestión con personal in situ responsable de la gestión.

Introducir el concepto de "objetivos focales de gestión" con expertos y población local requirió tiempo y explicaciones, pero ayudó a integrar tanto los conocimientos técnicos como los empíricos locales disponibles. Reconocer el valor de los conocimientos de la población local sobre la situación e importancia de los "objetivos focales de gestión" y sus amenazas facilitó su participación y compromiso en el proceso.

Modelo de gobernanza

Los resultados de los diálogos multisectoriales se plasman en acuerdos sobre los planes de aplicación. Estos acuerdos constituyen la base para establecer el modelo de gobernanza, o lo que es lo mismo, el conjunto de normas formales e informales y sus mecanismos de aplicación. Los acuerdos documentan el entendimiento de las partes interesadas sobre la delimitación geográfica del área, su zonificación y la categoría de gestión. También establecen los pasos a seguir en el proceso de implantación de las áreas de gestión, como la consolidación de un modelo de gobernanza a través de un Consejo Local, que es una figura que da soporte legal compuesta por diversos representantes.

  • Disponibilidad de los representantes de los equipos negociadores del sector público (SINAC).
  • Apoyo técnico y logístico de la cooperación internacional.
  • Enfoque de facilitación colaborativa y resolución alternativa de conflictos.

El proceso capacita a las partes interesadas mediante su participación en la elaboración de acuerdos. Estos acuerdos son un punto de partida y no de llegada, ya que sientan las bases para la futura cooperación y aplicación. El papel del facilitador y mediador debe ser neutral e independiente, ya que se trata de un papel técnico en la organización del proceso social. Es importante mantener una plataforma única de diálogo, pero con oportunidades para que el facilitador se reúna por separado con cada uno de los sectores. Deben incluirse otros sectores no identificados al inicio de acuerdo con el desarrollo del proceso (por ejemplo, la pesca semi-industrial).

Plataforma de diálogo multisectorial

Para promover la participación voluntaria y lograr el consenso entre los sectores clave implicados, se identifican las partes interesadas, incluidas las autoridades locales, los pescadores y los residentes locales, entre otros, mediante un mapeo previo de los actores. A continuación, los distintos sectores proponen a sus representantes, que se comprometen formalmente con el proceso mediante la firma de un documento. Se establece una plataforma de diálogo multisectorial y se debaten los intereses de las partes interesadas utilizando un enfoque de facilitación colaborativa y resolución alternativa de conflictos. En esta plataforma se abordan las cuestiones de la delimitación geográfica de la zona de gestión y el modelo de gobernanza con funciones y responsabilidades por sectores y zonas de uso.

  • Facilitación del proceso por un mediador neutral y reconocido en la zona.
  • Legitimación del proceso mediante la acreditación de representantes institucionales y comunitarios.
  • Mapeo de actores como insumo preliminar.

La plataforma de diálogo multisectorial promueve la cohesión social entre los sectores. Este espacio permite a los distintos grupos aclarar lo que quieren y no quieren conseguir en el proceso de designación de áreas protegidas. El equipo compuesto por las partes interesadas acreditadas son los líderes del proceso. La nueva dinámica de comunicación creada a través de los diálogos permite que desaparezcan las discordancias del pasado.