Creación de instituciones para la coordinación de la aplicación

Los responsables de la aplicación del PNAPO son la Cámara Interministerial de Agroecología y Producción Orgánica (CIAPO) y la Comisión Nacional de Agroecología y Producción Orgánica (CNAPO):

La CIAPO es el órgano gubernamental integrado por nueve Ministerios y seis Organismos Autónomos del Estado invitados. Está coordinado por la Secretaría Especial de Agricultura Familiar y Desarrollo Agrario (SEAD), que también proporciona apoyo técnico y administrativo. Las atribuciones del CIAPO son: construir y ejecutar el Plan Nacional de Agroecología y Producción Orgánica (PLANAPO), coordinar los Órganos y Entidades Gubernamentales comprometidos con la implementación del PNAPO, promover la articulación entre y con los Órganos Estatales, Distritales y Municipales e informar al CNAPO sobre el seguimiento del PLANAPO.

El CNAPO, por su parte, representa el enlace gobierno-sociedad civil. Está compuesto por catorce representantes de la administración pública y catorce representantes de organizaciones de la sociedad civil, cada uno con un representante suplente designado. Es coordinado por la Secretaría de Gobierno de la Presidencia de la República (Segov), a través de la Oficina Nacional de Articulación Social (SNAS), que también presta apoyo técnico y administrativo.

Dado que el objetivo general del PNAPO es integrar y articular políticas, programas y acciones para la promoción de la transición agroecológica, es un factor clave de éxito que esté regido por la Cámara Interministerial de Agroecología y Producción Orgánica (CIAPO) y la Comisión Nacional de Agroecología y Producción Orgánica (CNAPO). En esta última, el 50% son representantes de la sociedad civil.

Actualmente Brasil se enfrenta a una situación política y económica bastante intrincada. El segundo ciclo de PNAPO, PLANAPO 2016-2019, sigue en marcha, pero debido a la agitación política del país y a una grave crisis económica (2014-2016), se enfrenta a drásticos recortes presupuestarios que dificultan su ejecución. No obstante, se han conseguido muchos logros y los órganos del PNAPO han seguido trabajando y han obtenido cierta financiación.

Además de los problemas mencionados, el actual presidente Bolsonaro y su administración han tomado decisiones controvertidas en relación con el medio ambiente y el sector alimentario, y han aprobado varios plaguicidas altamente tóxicos. Decisiones que no están en línea con los objetivos del PNAPO.

Garantizar los derechos de uso de la tierra a largo plazo para la comunidad y los objetivos de conservación

La propiedad clara de la tierra y su tenencia (el derecho a utilizarla) son las condiciones previas básicas para la aplicación de cualquier medida de gestión del hábitat. Los derechos de uso de la tierra de todos los beneficiarios deben estar claros y asegurados antes de que comiencen las iniciativas del proyecto para evitar el riesgo de dimensiones no documentadas en la planificación y aplicación de medidas de conservación. También garantiza el interés a largo plazo del usuario de la tierra por gestionarla de forma sostenible. El objetivo de esta medida es aclarar, regular legalmente, obtener y mantener los derechos de tenencia de la tierra necesarios para las acciones de conservación y para un medio de vida sostenible. Los derechos de tenencia de la tierra abarcan la propiedad de la tierra, el arrendamiento de la tierra y/u otros derechos relacionados con el uso de la tierra.

En Georgia, la mayor parte de la tierra es propiedad del Estado. Pero tras la desintegración de la Unión Soviética, los derechos de tenencia de la tierra no han sido debidamente documentados ni registrados. Hoy en día, los derechos tradicionales de uso de la tierra basados en acuerdos verbales y tradiciones se traducen en arrendamientos legalmente documentados/registrados por las organizaciones comunitarias que representan a sus respectivos pueblos. Resolver la incertidumbre sobre la tenencia de la tierra es uno de los principales beneficios que la ECF está aportando a las comunidades asociadas, proporcionándoles una perspectiva económica clara para el futuro y preservando al mismo tiempo la actual gestión comunitaria de los pastos y prados compartidos.

  1. Preparación de las autoridades estatales de la propiedad para documentar y registrar los derechos comunitarios de uso de la tierra existentes
  2. Realización de un estudio sobre la tenencia de la tierra para comprender las incertidumbres sobre la tenencia de la tierra y los derechos existentes
  3. Elaboración de mapas precisos de toda la zona de conservación y comunicación de estos resultados (mapas, cifras, informes) accesibles a la comunidad y las autoridades
  4. Participación activa de los gobiernos locales (a nivel municipal y departamental)
  5. Implicación voluntaria de las autoridades, departamentos y administración locales
  6. Compensación adecuada por el uso del suelo
  • Identificar adecuadamente los derechos de uso del suelo y las cuestiones pendientes, incluyendo la investigación, la recopilación de datos y el análisis SIG realizado i) formalmente (recopilación de datos municipales y regionales), y ii) informalmente (conversaciones con la población local).
  • Consideración de la documentación de la información y de la falta de documentación. La población local puede utilizar los pastos/praderas de forma tradicional, con poca o ninguna documentación sobre sus derechos de uso. En el marco del proyecto, el uso de la tierra debe considerarse tanto en contextos formales/políticos como informales/tradicionales.
  • Comunicación entre los múltiples organismos de gestión de la tierra en Georgia (estatales, municipales, comunitarios, privados) y las designaciones del uso de la tierra (bosques, agricultura, áreas protegidas, tierras privadas). Las relaciones positivas y la comunicación activa con todas las partes interesadas conducen a unas relaciones de trabajo saludables.
  • La consideración de la política nacional y regional es esencial para garantizar los derechos de uso del suelo.
  • Presupuestación suficiente de los costes necesarios para obtener los derechos de uso de la tierra.
Creación de organizaciones de base comunitaria (OBC)

La creación de un CBO es el paso intermedio entre el proceso del FPA y la firma de un Acuerdo de Conservación. Las OCB se crean con la orientación de la ECF y son responsables de:

i) la obtención y aplicación de un Acuerdo de Conservación

ii) la distribución justa y equitativa de los beneficios entre la comunidad

iii) actuar como la entidad legal que representa a la comunidad en un Acuerdo de Conservación.

Las OBC se constituyen con arreglo a la legislación nacional adecuada a su finalidad, país y región. Si no es posible crear una OBC, una ONG puede actuar como tal en el Acuerdo de Conservación.

Para crear una OC es necesario que la comunidad local asuma un compromiso de cooperación a largo plazo y se responsabilice de las acciones de conservación. De este modo, la OC contribuye a reforzar el capital social y a aumentar las prácticas sostenibles de uso de la tierra. Las organizaciones comunitarias de base contribuyen a reforzar las conexiones, la comunicación y la capacidad de recuperación de la comunidad en relación con los esfuerzos de conservación de la naturaleza. Se anima a las organizaciones comunitarias de base a considerar la biodiversidad como parte de la economía local y a colaborar estrechamente con la ECF para acordar un uso sostenible de la tierra. Se anima a las organizaciones comunitarias de base a buscar otras fuentes de financiación para proyectos comunitarios y a desarrollar sus actividades como un negocio sostenible durante el periodo de aplicación del Acuerdo de Conservación.

  1. Se inicia o refuerza la autoorganización de las comunidades a través del ACA
  2. Negociación de los términos con los representantes de la comunidad para establecer un Acuerdo de Conservación claro y a largo plazo
  3. Diálogo, negociación y participación con todos los segmentos de la comunidad: ancianos, responsables de la toma de decisiones, miembros influyentes de la comunidad, mujeres y jóvenes
  4. Identificar e incluir a todos los grupos de usuarios de una comunidad: pastores, agricultores, cazadores, curanderos
  5. Participación de las autoridades locales (por ejemplo, el departamento forestal)
  6. Compromiso estratégico con las instituciones regionales y nacionales
  • La falta de gobernanza a nivel comunitario, la falta de concienciación medioambiental y las interacciones negativas con la fauna salvaje exigen campañas de educación/concienciación comunitaria.
  • Los pequeños proyectos dirigidos a nivel local fomentan la capacitación de la comunidad, la comunicación y la aplicación de estrategias de conservación.
  • La creación de organizaciones comunitarias representa un avance del APF y una mejora cualitativa en términos de autoorganización local.
  • No imponga un modelo de organización a la comunidad local; decídalo conjuntamente.
  • El desarrollo de capacidades relacionadas con la gestión y la gobernanza de las OC es fundamental para garantizar el éxito inicial y reducir la dependencia del apoyo externo.
  • La participación de la OC en la adquisición y organización de la información de base sobre cuestiones relacionadas con los medios de subsistencia, los recursos naturales y el uso de la tierra garantiza la información pertinente y contribuye al desarrollo de la capacidad de la OC.
  • La aceptación de las opiniones de los miembros de la comunidad a la hora de diseñar los objetivos del proyecto garantiza que éste sirva a toda la comunidad.
  • La participación de los gobiernos locales vincula las aplicaciones de la gestión basada en los ecosistemas a temas más amplios como el cambio climático y la reducción del riesgo de catástrofes.
Siembra directa

La técnica tradicional de cultivo del suelo en Tayikistán, que utiliza un arado o un disco para romper y remover la superficie del suelo, conduce a una pérdida de fertilidad por destrucción de la materia orgánica, reducción de la capacidad de retención de agua y erosión del suelo, especialmente en las zonas de pendiente. Por lo tanto, la labranza del suelo en los campos de cultivos anuales de secano debe limitarse al mínimo. Para evitar los efectos negativos de los métodos de cultivo tradicionales, se anima a los agricultores a aplicar las técnicas de no laboreo o de bajo laboreo. Cuando se aplica la técnica de no laboreo, no se perturba el suelo, ya que sólo se abre una pequeña ranura para colocar las semillas y, eventualmente, el fertilizante. Cuando se aplica la técnica de bajo laboreo, el suelo se cultiva superficialmente con discos pero no se remueve en absoluto como ocurre con el arado. Ambas técnicas pueden aplicarse utilizando tractores de un solo eje (de dos ruedas para laderas), promovidos por el proyecto. La siembra directa o el bajo laboreo deben realizarse a lo largo de las curvas de nivel en las zonas de ladera.

  • Preparar el campo con la técnica de labranza cero o labranza baja cuesta menos que arar, ya que se necesita menos combustible.
  • La técnica de no laboreo aumenta el contenido de materia orgánica del suelo y, por tanto, la fertilidad, la infiltración de agua y la capacidad de retención.
  • Se necesitan menos semillas, ya que éstas se colocan directamente sobre el terreno y no se esparcen como en la técnica tradicional.
  • Se reduce la infestación por enfermedades, ya que las plantas están alineadas y el viento puede soplar mejor a través del rodal y secar las hojas tras la lluvia o el rocío.

No obstante, la técnica de siembra directa requiere un equipo especializado que en muchos casos aún no está disponible en el país, aunque se han observado experiencias positivas en otros proyectos en los que se han utilizado tractores de un solo eje equipados con aperos de siembra directa. Para un mejor resultado y seguridad, el tractor de un solo eje debe ser conducido por un operador experimentado y el propietario del campo debe limpiar el suelo de piedras.

Además, hay que tener en cuenta que la técnica de siembra directa estimula el crecimiento de malas hierbas, al menos durante un par de años, hasta que se pueda formar una capa de mantillo sólida que las suprima. El uso de herbicidas debe evitarse siempre que sea posible. El control de las malas hierbas durante este período debe realizarse a través del desherbado manual o del desherbado en hileras con caballos, burros o tractores.

Poda y formación de árboles frutales

Para obtener rendimientos frutales de buena calidad y permitir a largo plazo la asociación de la fruticultura con la producción de hortalizas o forrajes, es vital una formación óptima de los árboles frutales. Desde el principio de su ciclo de vida, los árboles frutales deben formarse mediante poda, atado y extendido de ramas. Para formar árboles estables y ligeros, deben diferenciarse claramente el esqueleto y las ramas frutales. En las últimas fases de su ciclo vital, la poda de mantenimiento sirve para eliminar las ramas frutales superfluas, los brotes y la madera muerta. Esto permite que la luz del sol penetre en el interior del árbol, ofreciendo las condiciones para producir frutos más grandes y con mejor sabor. Cuando los árboles frutales se vuelven muy altos y la calidad de la fruta decae, pueden rejuvenecerse mediante una poda de rehabilitación. Una poda adecuada también puede prevenir plagas y enfermedades, ya que garantiza que los árboles no sean demasiado densos y que el viento pueda pasar a través de ellos. En consecuencia, la superficie de las hojas se secará rápidamente tras la lluvia o el rocío y no germinarán las esporas de enfermedades como el oídio.

Un huerto ejemplar con árboles podados adecuadamente que producen fruta de alta calidad sirve de motivación para que los agricultores reproduzcan esta técnica aparentemente fácil, pero muy importante. Los pequeños incentivos, como tijeras de poda y serruchos distribuidos durante las partes prácticas de las sesiones de formación, también han resultado muy motivadores.

La mayoría de los agricultores de Tayikistán carecen de conocimientos sobre la poda adecuada, razón por la cual la cantidad y la calidad de la producción de fruta, así como de los cultivos asociados, están por debajo de su potencial. La experiencia demuestra que una sola ronda de formación puede no ser suficiente para que los agricultores adopten técnicas de poda adecuadas.

Gestión integrada de plagas (GIP)

El principal objetivo de la GIP es reducir la infestación de cualquier plaga por debajo del umbral de daño. La compra de plaguicidas químicos suele ser demasiado cara para los agricultores de subsistencia. No obstante, sigue siendo vital algún tipo de control de plagas, ya que una infestación grave puede provocar la pérdida total de la cosecha. En este sentido, el proyecto promueve la aplicación de la GIP, que requiere un seguimiento permanente del estado fitosanitario de los campos, para tomar a tiempo las medidas adecuadas. Para garantizar un huerto resistente, en primer lugar deben aplicarse medidas fitosanitarias y de control biológico de plagas. Las medidas fitosanitarias implican el uso de plantones certificados, libres de plagas y enfermedades. Es importante realizar una poda adecuada, para eliminar las ramas infestadas por la muerte y para prevenir enfermedades como el mildiu, ya que las hojas se secan poco después de la lluvia o el rocío. En caso de plaga, se pueden preparar insecticidas caseros mezclando especias (guindilla, ajo, cebolla, etc.) o plantas tóxicas (nogal, tabaco, etc.) con jabón, alcohol o aceite. Pueden aplicarse para controlar insectos, como pulgones, trips y ácaros. Otra medida para controlar las plagas consiste en proporcionar fuentes de forraje y escondites a sus enemigos naturales.

Las plagas y enfermedades perjudican directamente la producción y la calidad de la fruta, lo que constituye una fuerte motivación para que los agricultores se dediquen al control de plagas. Además, cada vez está más aceptado entre los agricultores que el uso de pesticidas sintéticos es perjudicial para el medio ambiente. Por lo tanto, el enfoque holístico de la gestión de plagas y enfermedades promovido en las sesiones de formación de las escuelas de campo para agricultores fue bien acogido en general. Además, los insecticidas caseros son baratos y la mayoría de ellos no son perjudiciales para el medio ambiente ni para los usuarios.

A lo largo del proyecto ya se han podido identificar algunos aspectos:

  • Muchos agricultores tienden a no tomar medidas proactivas para la gestión de plagas debido a la escasez de conocimientos técnicos/información disponible al respecto.
  • Los pesticidas sintéticos tienen un efecto más rotundo que los caseros, que deben aplicarse repetidamente. Por ello, muchos agricultores siguen prefiriendo los plaguicidas sintéticos y resulta difícil convencerles de las ventajas de los caseros.
Asociación de Cultivos

Las hortalizas o los cultivos forrajeros pueden plantarse entre hileras de frutales, facilitando así los ingresos del huerto desde el principio, cuando los frutales aún no han entrado en producción. Asociar los árboles frutales con hortalizas o cultivos forrajeros es especialmente importante en Tayikistán, ya que las familias campesinas disponen de pocas tierras de regadío y, por tanto, tienen que utilizarlas de forma intensiva. Las hortalizas pueden utilizarse para la subsistencia o venderse en el mercado, mientras que los cultivos forrajeros como la alfalfa y la esparceta pueden plantarse para producir heno. Otras ventajas del cultivo de plantas forrajeras son que éstas crean hábitats y alimentan a polinizadores e insectos beneficiosos. La mayoría de las especies florecen cuando ya han florecido los árboles frutales, con lo que se amplía el suministro de forraje para los polinizadores y se mejoran las condiciones para la apicultura. Además, las plantas forrajeras protegen el suelo de la erosión.

El proyecto forma a los agricultores en las escuelas de campo sobre la gestión de los huertos, incluida la formación correcta de los árboles para dejar espacio suficiente a los cultivos asociados. Los árboles frutales deben formarse con copas longitudinales, consistentes en la prolongación del tallo y dos ramas esqueléticas alineadas a lo largo de la hilera de árboles, lo que permite el cultivo de plantas hortícolas y forrajeras entre ellas.

Aunque la asociación de cultivos hortícolas o forrajeros entre las hileras dentro de los huertos no es nueva para la mayoría de los agricultores, la técnica sólo puede aplicarse con éxito dependiendo de varios factores, entre ellos la composición y el diseño del huerto, como las distancias entre los árboles y las hileras, la poda correcta de los árboles, la selección de especies para los cultivos asociados y la disponibilidad de agua de riego e infraestructuras. Comúnmente, los frutales se cultivan con demasiada densidad, lo que reduce la producción de fruta por árbol e imposibilita la plantación de cultivos asociados debido a la falta de luz solar que llega a través de las ramas. Si se dispone de sistemas de riego avanzados, hay que considerar que los árboles se rieguen preferentemente por goteo y las plantas forrajeras por aspersión, lo que requiere instalar dos sistemas diferentes.

Variedades locales o injertadas en portainjertos locales

Es más barato establecer un huerto tradicional o semi-intensivo con variedades locales que uno intensivo basado en plantones importados, ya que las plantas producidas localmente son más baratas y se necesitan menos plantas/ha (aproximadamente 500-600 frente a 2.600-3.125).

Además, un sistema de huerto semi-intensivo basado en variedades locales permite cultivar mejor las hortalizas y plantar forraje entre los árboles. Esto compensa la desventaja de que los huertos establecidos con variedades locales e injertados en portainjertos locales entran en producción más tarde que los intensivos (5-6 años frente a 2-4 años).

Las variedades tradicionales de frutales suelen estar mejor adaptadas a las condiciones climáticas locales y son más resistentes o tolerantes a plagas y enfermedades. Esto implica beneficios económicos, ya que los costes de aplicación de pesticidas se reducen considerablemente, los niveles de producción son estables y se necesita menos agua de riego.

Además, las variedades locales dan frutos durante mucho más tiempo (30-50 años frente a 10-12 años). Se recomienda involucrar a especialistas y consultar con los viveros locales antes de iniciar la reproducción de plántulas de frutales, ya que el injerto requiere cierta experiencia. Los viveros locales pueden establecer colecciones de variedades para esquejes y entregarlas a los fruticultores interesados.

Cuando se les recuerdan las ventajas de las variedades locales de árboles y arbustos frutales durante el intercambio de conocimientos en las sesiones de formación de las escuelas de campo para agricultores, éstos tienden a mostrar interés por diversificar sus huertos con ellas. Los viveros locales o las plantaciones establecidas a partir de variedades locales, como el "parque de manzanos" del distrito piloto de Rasht del proyecto, pueden servir de prueba y motivar visualmente a los agricultores para que diversifiquen sus huertos con variedades locales o variedades injertadas en portainjertos locales.

Promover las variedades tradicionales es todo un reto, ya que a menudo están olvidadas y, por lo tanto, apenas están disponibles. Hay que fomentar los viveros locales que reproducen estas variedades y poner en contacto a los agricultores con ellos. Además, se puede motivar a los agricultores para que produzcan plantones, por ejemplo, creando pequeños viveros comunitarios que se concentren en las variedades locales de árboles y arbustos frutales.

Cuando los agricultores tengan previsto producir frutas de variedades locales no sólo para consumo propio sino también para la venta, deberá realizarse una evaluación del mercado.

Forjar el futuro - El modelo Tree-preneuer, la investigación in situ y el centro de reforestación

El municipio de EThekwini adoptó un enfoque innovador de restauración forestal denominado "Árboles autóctonos para la vida", desarrollado y promovido por Wildlands Conservation Trust. El concepto implica la formación de empresarios del árbol en las comunidades beneficiarias. Los facilitadores enseñan a los empresarios a cultivar y cuidar plantones de árboles autóctonos en "viveros domésticos" hasta que alcanzan una altura adecuada. La formación inicial se imparte en la zona de la comunidad y garantiza la transferencia de conocimientos sobre dónde recoger las semillas y cómo cultivarlas. El apoyo y la tutoría continúan durante todo el proyecto. Los árboles se intercambian por notas de crédito, que pueden utilizarse para comprar alimentos, bicicletas, materiales de construcción o para pagar la matrícula escolar o las clases de conducción de vehículos. Además, un enfoque de "medios de vida sostenibles " pretende desarrollar la generación de medios de vida mediante la formación de empresarios comunitarios en técnicas locales de producción de alimentos. Para mejorar y reforzar aún más estos beneficios, se ha creado un Centro de Excelencia de Reforestación en el emplazamiento del proyecto Buffelsdraai Reforestation. Este centro mostrará las innovadoras técnicas de reforestación, la investigación in situ realizada por estudiantes locales y el uso de tecnologías sostenibles en el propio edificio.

  • The Wildlands Conservation Trust como socio ejecutor designado que supervisa todas las operaciones de cultivo y plantación de árboles mediante la aplicación de su modelo "Árboles autóctonos para la vida".
  • El proceso de construcción del Centro de Reforestación ya ha generado muchas oportunidades de empleo local.
  • Una asociación con la universidad local que fomenta la investigación en una serie de temas relevantes, como la restauración ecológica, la adaptación al cambio climático y el desarrollo socioeconómico.
  • El proyecto garantiza la creación de empleo local y la capacitación activa de los miembros de la comunidad, incluido el desarrollo de habilidades empresariales y la transferencia de conocimientos sobre cómo gestionar los riesgos relacionados con el clima.
  • Los empresarios arborícolas que producen grandes cantidades de árboles son recompensados con cursos de formación adicionales y oportunidades de aprendizaje experimental.
  • El modelo de Árboles Indígenas para la Vida se extendió a otros sectores medioambientales, ofreciendo oportunidades para poner en marcha una serie de programas transformadores en comunidades vulnerables. Tales oportunidades, si se tienen en cuenta las amenazas y necesidades de los ecosistemas locales, podrían beneficiar a ciudades de toda África con el potencial de alinear mejor su vía de desarrollo con los ODS.
  • El proyecto podría fracasar si los gobiernos locales no asumen compromisos de gestión a largo plazo. Existe una clara necesidad de un enfoque sistemático de gestión de riesgos que destaque las interdependencias positivas y evalúe y exponga las tendencias problemáticas a lo largo del tiempo.

(Douwes et al. 2016).

Dar forma a la naturaleza - Restauración de los ecosistemas forestales

Además de su conceptualización original como proyecto de mitigación, elProyecto de Reforestación Comunitaria del Vertedero de Buffelsdraai aporta varios beneficios importantes para la adaptación, garantizando la mejora del suministro de un gran número de otros servicios ecosistémicos (por ejemplo, calidad del agua, atenuación de inundaciones, regulación de sedimentos, regulación del caudal de los ríos). Todos estos servicios ecosistémicos mejoran aún más la capacidad de adaptación de las comunidades locales y reducen el impacto de los riesgos climáticos a corto y largo plazo, como las lluvias torrenciales con gran capacidad erosiva, las inundaciones y la erosión sobre los residentes locales y las infraestructuras grises. Así, se demuestra el fuerte y vital vínculo que existe entre los ecosistemas naturales y las comunidades humanas a las que sustentan y protegen, y entre las comunidades humanas que sustentan, restauran y protegen los ecosistemas locales.

  • Apoyo al proyecto por parte de los líderes locales y compromiso de los miembros de la comunidad.
  • Comprensión de los objetivos y beneficios del proyecto por parte de las comunidades vecinas.
  • Asociación entre el Departamento de Planificación Medioambiental y Protección del Clima (EPCPD) y el Departamento de Residuos Sólidos de Durban (DSW).
  • Financiación inicial del Gobierno danés y cofinanciación del Fondo Verde Nacional.
  • El proyecto ha demostrado que la restauración forestal puede aportar beneficios socioeconómicos directos a las comunidades circundantes mediante la mejora del funcionamiento del ecosistema.
  • Sin embargo, es necesario seguir examinando y evaluando los beneficios del proyecto. Por ejemplo, todavía no se ha medido ni se conoce el alcance de los beneficios ecológicos y de los servicios ecosistémicos, como la mejora de la calidad del agua, la regulación del caudal de los ríos, la mitigación de las inundaciones, el control de los sedimentos, el atractivo visual y la reducción del riesgo de incendios.