WII
Protección de la población existente en el Parque Nacional de Keibul Lamjao
Participación de las comunidades locales en el proceso de conservación
Compromiso con los objetivos de conservación mediante acuerdos de conservación

Los Acuerdos de Conservación (AC) son contratos de subvención vinculantes creados y acordados por comunidades específicas y la ECF. Los AC fijan objetivos de conservación claros, alcanzables y realistas y determinan el alcance de las medidas de conservación que deben aplicarse en las comunidades que demuestren tener la organización, la motivación y el compromiso necesarios para seguir planes decenales de gestión del hábitat. Los objetivos de conservación fijados por la ECF y la comunidad local se basan en los conocimientos locales y de expertos. Cada acuerdo se adapta a las necesidades detectadas en la comunidad destinataria y el paisaje local. Estos contratos obligan a las comunidades a proteger los ecosistemas, pero también ayudan a los usuarios tradicionales de la tierra a utilizarla de forma sostenible.

Las comunidades que firman los Acuerdos de Conservación han sido seleccionadas para ello porque demuestran iniciativa, implicación comunitaria y potencial a través del proceso FPA y el establecimiento de una CBO. Para garantizar la sostenibilidad de los proyectos, se supervisa el cumplimiento de los Acuerdos de Conservación. Cada comunidad debe presentar informes técnicos anuales. En caso de que no lleven a cabo las actividades previstas, los pagos del acuerdo pueden suspenderse hasta que cumplan los requisitos, o rescindirse posteriormente si no cumplen durante más de un año.

  1. Aplicación con éxito del FPA; las comunidades practican el uso de herramientas, modelos, financiación
  2. Desarrollo de una filosofía de apoyo y educación, no policial
  3. Selección cuidadosa de las comunidades que demuestren tener las capacidades, la organización y la implicación necesarias para iniciar medidas de conservación
  4. Proporcionar formación y educación para tomar decisiones y gestionar los paisajes en cooperación con los ideales de conservación de la naturaleza
  5. La definición clara de las actividades remuneradas crea un sentido de finalidad para las organizaciones comunitarias.
  6. Ayudar a las comunidades a conseguir financiación adicional
  • En muy pocos casos se necesitan conocimientos técnicos para cuestiones específicas relacionadas con la aprobación de planes de gestión del hábitat.
  • Las estimaciones de costes se elaboraron en colaboración con los representantes de las comunidades locales basándose en su conocimiento de los mercados locales. El resultado final es que los acuerdos de conservación fijan un reembolso de costes justo y completo que permite a las OC aplicar los acuerdos de conservación y garantizar su sostenibilidad económica durante el periodo contratado.
  • Los informes comunitarios anuales incluyen: una comparación de los valores previstos y reales de las medidas planificadas; la evolución de los plazos del proyecto; un informe financiero general; información sobre problemas e identificación de posibles soluciones.
  • Cada año se selecciona una muestra de acuerdos de conservación para que ECF o un tercero realice una auditoría independiente de los resultados. Esta es una oportunidad para examinar el seguimiento y la presentación de informes y un método para poner a prueba el rendimiento del proceso de los acuerdos de conservación.
  • Examinar las conexiones entre el objetivo de conservación y la resiliencia/medios de vida de la población local ayuda a orientar futuros proyectos.
Garantizar los derechos de uso del suelo a largo plazo

La propiedad clara de la tierra y su tenencia (el derecho a utilizarla) son las condiciones previas básicas para la aplicación de cualquier medida de gestión del hábitat. Los derechos de uso de la tierra de todos los beneficiarios deben estar claros y asegurados antes de que comiencen las iniciativas del proyecto, para evitar el riesgo de dimensiones no documentadas en la planificación y ejecución de las medidas de conservación. También garantiza el interés a largo plazo del usuario de la tierra por gestionarla de forma sostenible. El objetivo de esta medida es aclarar, regular legalmente, obtener y mantener los derechos de tenencia de la tierra necesarios para las acciones de conservación y para un medio de vida sostenible. Los derechos de tenencia de la tierra abarcan la propiedad de la tierra, el arrendamiento de la tierra y/u otros derechos relacionados con el uso de la tierra.

En Azerbaiyán, la mayor parte de la tierra es propiedad del Estado. Pero tras la desintegración de la Unión Soviética, los derechos de tenencia de la tierra no han sido debidamente documentados ni registrados. Hoy en día, los derechos tradicionales de uso de la tierra se basan en acuerdos verbales y las tradiciones se traducen en arrendamientos legalmente documentados/registrados por las organizaciones comunitarias que representan a sus respectivos pueblos. Resolver la incertidumbre sobre la tenencia de la tierra es uno de los principales beneficios que la ECF está aportando a las comunidades asociadas, proporcionándoles una perspectiva económica clara para el futuro y preservando al mismo tiempo la actual gestión comunitaria de los pastos y prados compartidos.

  1. Preparación de las autoridades estatales de la propiedad para documentar y registrar los derechos comunitarios de uso de la tierra existentes
  2. Realización de un estudio sobre la tenencia de la tierra para comprender las incertidumbres sobre la tenencia de la tierra y los derechos existentes
  3. Elaboración de mapas precisos de toda la zona de conservación y comunicación de estos resultados (mapas, cifras, informes) accesibles a la comunidad y las autoridades
  4. Participación activa de los gobiernos locales (a nivel municipal y departamental)
  5. Implicación voluntaria de las autoridades, departamentos y administración locales
  6. Compensación adecuada por el uso del suelo
  • Identificar adecuadamente los derechos de uso del suelo y las cuestiones pendientes, incluyendo la investigación, la recopilación de datos y el análisis SIG realizado i) formalmente (recopilación de datos municipales y regionales), y ii) informalmente (conversaciones con la población local).
  • Consideración de la documentación de la información y de la falta de documentación. La población local puede utilizar los pastos/praderas de forma tradicional, con poca o ninguna documentación sobre sus derechos de uso. En el marco del proyecto, el uso de la tierra debe considerarse tanto en contextos formales/políticos como informales/tradicionales.
  • Comunicación entre los múltiples organismos de gestión de la tierra en Armenia (estatales, municipales, comunitarios, privados) y las designaciones de uso de la tierra (bosques, agricultura, zonas protegidas, tierras privadas). Las relaciones positivas y la comunicación activa con todas las partes interesadas conducen a relaciones de trabajo saludables
  • La consideración de la política nacional y regional es esencial para garantizar los derechos de uso de la tierra.
  • Presupuestación suficiente de los costes necesarios para obtener los derechos de uso de la tierra.
Determinar las zonas prioritarias de conservación mediante modelos de idoneidad del hábitat

La selección de las 3 ó 4 especies animales autóctonas que mejor representan el paisaje ayuda a encarnar los ecosistemas específicos que necesitan protección/gestión. La identificación de las especies objetivo permite a la ECF crear un enfoque de conservación de la fauna fácil de entender para la población local -vinculando directamente una especie carismática con las prácticas de gestión del paisaje- y ayuda a proporcionar a la población local una conexión tangible entre sus esfuerzos cotidianos de conservación y los impactos a largo plazo en el paisaje. Por ejemplo, si los ecosistemas de pastizales autóctonos gozan de buena salud, el ciervo rojo del Cáucaso regresará aunque antes estuviera extinguido localmente. La presencia de estas especies animales autóctonas clave se utiliza posteriormente como indicador de biodiversidad cuando se crean los Acuerdos de Conservación.

Mediante una combinación de teledetección y datos de campo, se realiza un estudio de los hábitats existentes y potenciales de las especies clave. Mediante el programa informático MAXENT (Maximum Entropy Modeling), se crean modelos de idoneidad del hábitat para cada especie clave, lo que da lugar a mapas que muestran la idoneidad de los hábitats para las especies clave. Este planteamiento permite a los lugareños establecer una conexión clara entre los objetivos de conservación, las medidas que deben aplicarse y las repercusiones previstas, y ayuda a fijar prioridades para nuevos estudios y a supervisar las especies/hábitats.

1. Acceso a datos actuales y precisos sobre el paisaje obtenidos por teledetección: ESRI, USGA, NOAA, etc.

2. 2. Personal formado y capacitado para utilizar SIG y programas informáticos de modelización.

3. 3. Combinación de datos y conocimientos locales y especializados sobre especies clave.

4. Acceso a datos de campo de ONG que trabajen o hayan trabajado en la región.

  • La modelización de la idoneidad de los hábitats ofrece un método rentable y rápido para establecer prioridades geográficas y temáticas de conservación dentro de un paisaje complejo.
  • Incluso con una disponibilidad limitada de datos de observación sobre el terreno, los resultados son útiles en las fases iniciales de planificación, aunque hay que tener en cuenta las limitaciones de la calidad de los datos de entrada.
  • Los mapas de idoneidad de los hábitats representan una buena base para debatir los objetivos, las prioridades y las medidas de conservación con las distintas partes interesadas, incluida la población local.
Compromiso con los objetivos de conservación mediante acuerdos de conservación

Los Acuerdos de Conservación (AC) son contratos de subvención vinculantes creados y acordados por comunidades específicas y la ECF. Los AC fijan objetivos de conservación claros, alcanzables y realistas y determinan el alcance de las medidas de conservación que deben aplicarse en las comunidades que demuestren tener la organización, la motivación y el compromiso necesarios para seguir planes decenales de gestión del hábitat. Los objetivos de conservación fijados por la ECF y la comunidad local se basan en los conocimientos locales y de expertos. Cada acuerdo se adapta a las necesidades detectadas en la comunidad destinataria y el paisaje local. Estos contratos obligan a las comunidades a proteger los ecosistemas, pero también ayudan a los usuarios tradicionales de la tierra a utilizarla de forma sostenible.

Las comunidades que firman los Acuerdos de Conservación han sido seleccionadas para ello porque demuestran iniciativa, implicación comunitaria y potencial a través del proceso FPA y el establecimiento de una CBO. Para garantizar la sostenibilidad de los proyectos, se supervisa el cumplimiento de los Acuerdos de Conservación. Cada comunidad debe presentar informes técnicos anuales. En caso de que no lleven a cabo las actividades previstas, los pagos del acuerdo pueden suspenderse hasta que cumplan los requisitos, o rescindirse posteriormente si no cumplen durante más de un año.

  1. Aplicación con éxito del FPA; las comunidades practican el uso de herramientas, modelos, financiación
  2. Desarrollo de una filosofía de apoyo y educación, no de vigilancia.
  3. Selección cuidadosa de las comunidades que demuestren tener las capacidades, la organización y la implicación necesarias para iniciar medidas de conservación
  4. Proporcionar formación y educación para tomar decisiones y gestionar los paisajes en cooperación con los ideales de conservación de la naturaleza
  5. La definición clara de las actividades remuneradas crea un sentido de finalidad para las organizaciones comunitarias.
  6. Ayudar a las comunidades a conseguir financiación adicional
  • En muy pocos casos se necesitan conocimientos técnicos para cuestiones específicas relacionadas con la aprobación de planes de gestión del hábitat.
  • Las estimaciones de costes se elaboraron en colaboración con los representantes de las comunidades locales basándose en su conocimiento de los mercados locales. El resultado final es que los acuerdos de conservación fijan un reembolso de costes justo y completo que permite a las OC aplicar los acuerdos de conservación y garantizar su sostenibilidad económica durante el periodo contratado.
  • Los informes comunitarios anuales incluyen: una comparación de los valores previstos y reales de las medidas planificadas; la evolución de los plazos del proyecto; un informe financiero general; información sobre problemas e identificación de posibles soluciones.
  • Cada año se selecciona una muestra de acuerdos de conservación para que ECF o un tercero realice una auditoría independiente de los resultados. Esta es una oportunidad para examinar el seguimiento y la presentación de informes y un método para poner a prueba el rendimiento del proceso de los acuerdos de conservación.
  • Examinar las conexiones entre el objetivo de conservación y la resiliencia/medios de vida de la población local ayuda a orientar futuros proyectos.
Garantizar los derechos de uso del suelo a largo plazo

La propiedad clara de la tierra y su tenencia (el derecho a utilizarla) son las condiciones previas básicas para la aplicación de cualquier medida de gestión del hábitat. Los derechos de uso de la tierra de todos los beneficiarios deben estar claros y asegurados antes de que comiencen las iniciativas del proyecto, para evitar el riesgo de dimensiones no documentadas en la planificación y ejecución de las medidas de conservación. También garantiza el interés a largo plazo del usuario de la tierra por gestionarla de forma sostenible. El objetivo de esta medida es aclarar, regular legalmente, obtener y mantener los derechos de tenencia de la tierra necesarios para las acciones de conservación y para un medio de vida sostenible. Los derechos de tenencia de la tierra abarcan la propiedad de la tierra, el arrendamiento de la tierra y/u otros derechos relacionados con el uso de la tierra.

En Armenia, la mayor parte de la tierra es propiedad del Estado. Pero tras la desintegración de la Unión Soviética, los derechos de tenencia de la tierra no han sido debidamente documentados ni registrados. Hoy en día, los derechos tradicionales de uso de la tierra se basan en acuerdos verbales y las tradiciones se traducen en arrendamientos legalmente documentados/registrados por las organizaciones comunitarias que representan a sus respectivos pueblos. Resolver la incertidumbre sobre la tenencia de la tierra es uno de los principales beneficios que la ECF está aportando a las comunidades asociadas, proporcionándoles una perspectiva económica clara para el futuro y preservando al mismo tiempo la actual gestión comunitaria de los pastos y prados compartidos.

  1. Preparación de las autoridades estatales de la propiedad para documentar y registrar los derechos comunitarios de uso de la tierra existentes
  2. Realización de un estudio sobre la tenencia de la tierra para comprender las incertidumbres sobre la tenencia de la tierra y los derechos existentes
  3. Elaboración de mapas precisos de toda la zona de conservación y comunicación de estos resultados (mapas, cifras, informes) accesibles a la comunidad y las autoridades
  4. Participación activa de los gobiernos locales (a nivel municipal y departamental)
  5. Implicación voluntaria de las autoridades, departamentos y administración locales
  6. Compensación adecuada por el uso del suelo
  • Identificar adecuadamente los derechos de uso del suelo y las cuestiones pendientes, incluyendo la investigación, la recopilación de datos y el análisis SIG realizado i) formalmente (recopilación de datos municipales y regionales), y ii) informalmente (conversaciones con la población local).
  • Consideración de la documentación de la información y de la falta de documentación. La población local puede utilizar los pastos/praderas de forma tradicional, con poca o ninguna documentación sobre sus derechos de uso. En el marco del proyecto, el uso de la tierra debe considerarse tanto en contextos formales/políticos como informales/tradicionales.
  • Comunicación entre los múltiples organismos de gestión de la tierra en Armenia (estatales, municipales, comunitarios, privados) y las designaciones de uso de la tierra (bosques, agricultura, zonas protegidas, tierras privadas). Las relaciones positivas y la comunicación activa con todas las partes interesadas conducen a relaciones de trabajo saludables
  • La consideración de la política nacional y regional es esencial para garantizar los derechos de uso de la tierra.
  • Presupuestación suficiente de los costes necesarios para obtener los derechos de uso de la tierra.
Determinar las zonas prioritarias de conservación mediante modelos de idoneidad del hábitat

Seleccionar 3-4 especies animales autóctonas que mejor representen los paisajes y encarnen los ecosistemas específicos que necesitan protección/gestión. La identificación de las especies objetivo ayuda a la ECF a crear un enfoque de conservación de la fauna fácil de entender para la población local -vinculando directamente una especie carismática con las prácticas de gestión del paisaje- y ayuda a proporcionar a la población local una conexión tangible entre sus esfuerzos cotidianos de conservación y los impactos a largo plazo en el paisaje. La presencia de estas especies animales autóctonas clave se utiliza posteriormente como indicador de biodiversidad cuando se crean los Acuerdos de Conservación.

Mediante una combinación de teledetección y datos de campo, se realiza un estudio de los hábitats existentes y potenciales de las especies clave. Mediante el programa informático MAXENT (Maximum Entropy Modeling), se crean modelos de idoneidad del hábitat para cada especie clave, lo que da lugar a mapas que muestran la idoneidad de los hábitats para las especies clave. Este planteamiento permite a los lugareños establecer una conexión clara entre los objetivos de conservación, las medidas que deben aplicarse y las repercusiones previstas, y ayuda a fijar prioridades para nuevos estudios y a supervisar las especies/hábitats.

1. Acceso a datos actuales y precisos sobre el paisaje obtenidos por teledetección: ESRI, USGA, NOAA, etc.

2. 2. Personal formado y capacitado para utilizar SIG y programas informáticos de modelización.

3. 3. Combinación de datos y conocimientos locales y especializados sobre especies clave.

4. Acceso a datos de campo de ONG que trabajen o hayan trabajado en la región.

  • La modelización de la idoneidad de los hábitats ofrece un método rentable y rápido para establecer prioridades geográficas y temáticas de conservación dentro de un paisaje complejo.
  • Incluso con una disponibilidad limitada de datos de observación sobre el terreno, los resultados son útiles en las fases iniciales de planificación, aunque hay que tener en cuenta las limitaciones de la calidad de los datos de entrada.
  • Los mapas de idoneidad de los hábitats representan una buena base para debatir los objetivos, las prioridades y las medidas de conservación con las distintas partes interesadas, incluida la población local.
Presentación de resultados y creación de redes entre AP y escuelas

El ciclo de la Academia de la Naturaleza de WWF termina con un acto final en el que todas las escuelas embajadoras presentan los resultados de sus proyectos y del área protegida de la que son embajadoras. Uno de los espacios protegidos participantes acoge el acto final, cuyo objetivo es compartir los éxitos y las lecciones aprendidas y promover la creación de redes entre las escuelas embajadoras y los espacios protegidos. Un elemento importante del acto final es la rueda de prensa para los medios de comunicación locales y nacionales.

Durante el curso académico, las escuelas embajadoras comparten sus resultados en la página de Facebook de la Academia de la Naturaleza de WWF (un grupo cerrado para los participantes en el proyecto), en las páginas web de sus escuelas y en grupos de Facebook, y los comunican a los medios de comunicación locales junto con el área protegida.

Tras el acto final, cada colegio embajador se convierte en mentor de un nuevo colegio participante en la academia y le entrega la "caja de mentores" con sugerencias, mensajes motivadores y recuerdos hechos a mano. De este modo, las escuelas embajadoras de la misma zona protegida empiezan a cooperar y, con el tiempo, crean una red de escuelas de la zona protegida.

Muy importante para el final del ciclo de la academia: ¡celebrar el éxito en una fiesta temática de biodivesidad!

1. El director de la escuela apoya la participación y permite a los profesores realizar actividades fuera de la escuela.

2. 2. Todos los estudiantes necesitan el consentimiento de sus padres/tutores legales para participar en el proyecto, ya que implica actividades fuera de la escuela y el uso de material fotográfico y de vídeo.

3. 3. Buena cooperación entre las áreas protegidas y sus escuelas embajadoras, el apoyo de las APs en la implementación de las actividades del proyecto.

4. Disposición del AP para acoger el evento final.

  • Enviar instrucciones claras a las escuelas embajadoras sobre cómo presentar los resultados de su proyecto y su área protegida.
  • Empezar a organizar el acto final con la AP a tiempo y definir claramente quién hace qué.
  • Contar con la presencia de representantes de todas las áreas protegidas implicadas en el acto final.
  • Si es posible, incluir a más estudiantes de las escuelas embajadoras anfitrionas, ya que no influye en el presupuesto del acto y da a más estudiantes la oportunidad de presentar los resultados que han conseguido.
  • Si es posible, ayudar a los colegios embajadores a organizar una reunión con su colegio mentor antes de que empiece el próximo curso escolar.
Resolver el futuro de todas las turberas de Bielorrusia.

Una vez reconocidos a escala nacional los beneficios medioambientales, económicos y sanitarios de la restauración, el Consejo de Ministros adoptó en 2015 la Estrategia para el uso sostenible y la categorización de todas las turberas. Esta política impide cualquier pérdida futura de turberas, permitiendo la extracción de turba solo cuando no se cause pérdida de biodiversidad y exigiendo la rehumidificación obligatoria tras la extracción o el uso agrícola. La propiedad y la gestión de las turberas durante su uso/protección, durante y después de la restauración, así como el mecanismo de ahorro para reservar fondos para la restauración, se han aclarado en la normativa nacional.

- La demostración clara de los beneficios económicos y medioambientales mediante demostraciones sobre el terreno es el argumento más convincente para que el Gobierno adopte una decisión a largo plazo favorable para el ecosistema y las personas.

- Pasaron unos 10 años entre los primeros estudios sobre la pérdida de biodiversidad en las turberas y la adopción de la visión a largo plazo para la sostenibilidad de las turberas. El tiempo es un factor importante para lograr un cambio transformador positivo.

- es posible resolver una cuestión tan compleja como ésta, cuando el Gobierno, las comunidades internacionales y los investigadores se unen y acuerdan avanzar hacia un objetivo común.

Demostrar la restauración in situ

Con la cofinanciación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, entre 2009 y 2011 se restauraron 22.397 ha de turberas degradadas. La restauración en estos 10 lugares ayudó a detener la emisión anual de unas 448.000 toneladas de CO2 procedentes de los incendios y la mineralización de las turberas, y a ahorrar al país decenas de millones de dólares en operaciones de extinción de incendios. Ya un año después de la rehabilitación, la mayoría de los lugares mostraban el resurgimiento de la vegetación típica de los humedales (principalmente comunidades de juncia) y su dominio sobre árboles y arbustos (fotos adjuntas). La densidad de aves acuáticas aumentó entre un 12% y un 16%. En los humedales recreados, los científicos registraron la presencia del carricerín cejudo (VU), el águila moteada (VU) y la aguja colinegra (NT), que figuran en la lista de la UICN, así como de otras especies de humedales que antes se habían perdido en estas zonas, como la agachadiza común, el escribano palustre, la avefría, el carricerín cejudo y el carricerín cejudo. El coste de la restauración (desde el diseño técnico hasta el restablecimiento del nivel del agua) ha sido de unos 50 dólares por hectárea. La restauración se ha llevado a cabo principalmente con materiales y mano de obra locales. Desde 2011, la restauración de turberas en otros lugares ha continuado sin ayuda de donantes externos.

- La adopción y aceptación de las normas técnicas mencionadas en el bloque anterior es importante para el éxito de la restauración sobre el terreno.

- La rehumidificación de las turberas mediante el cierre de los canales y zanjas de drenaje es una solución natural que constituye la única forma eficaz de hacer frente a los incendios de turba. El agua vuelve aunque parezca que ha desaparecido por completo de la turbera.