Maximizar los beneficios colaterales mediante una planificación inteligente
Aunque el objetivo principal del proyecto era hacer frente a las inundaciones provocadas por un sistema de alcantarillado combinado sobreutilizado, el barrio de Augustenborg también se encontraba en un estado de declive socioeconómico antes del proyecto de regeneración urbana. Así pues, la generación de beneficios socioeconómicos pasó a ocupar un lugar central entre los objetivos del proyecto, como la mejora de la habitabilidad y la estética del barrio, junto con los objetivos de biodiversidad. Además, el proyecto forma parte de una iniciativa de regeneración más amplia del barrio de Augustenborg, que también se inscribe en los ambiciosos planes de sostenibilidad de la ciudad de Malmö. Más concretamente, la iniciativa "Eco-city Augustenborg" pretendía transformar Augustenborg en un asentamiento sostenible desde el punto de vista social, ecológico y económico. En última instancia, la obra ha representado una transformación significativa del barrio y se ha convertido en emblema de un cambio más generalizado hacia la sostenibilidad. También ha dado lugar al desarrollo de varias empresas en el ámbito de la innovación hídrica. La cobertura mediática y el valor de las relaciones públicas se consideran beneficios adicionales para la ciudad y sus residentes.
Durante las fases de concepción y planificación, el pensamiento previsor llamó la atención sobre los beneficios que podrían obtenerse. En primer lugar, era fundamental identificar estos beneficios y, a continuación, colaborar con los residentes locales, planificadores, ingenieros, responsables de la toma de decisiones y otras partes interesadas para desarrollar un enfoque integrado que garantizara su consecución. En última instancia, el sistema de canalización de aguas subterráneas se diseñó para ofrecer servicios recreativos a los residentes locales, al tiempo que se cumplía el objetivo principal de prevenir las inundaciones.
La integración de las partes interesadas en el proceso de planificación llamó la atención sobre los posibles usos recreativos a los que se habría renunciado como consecuencia de las medidas previstas (por ejemplo, grandes campos abiertos que antes se utilizaban para practicar deportes iban a destinarse a estanques de retención). Estos aspectos se tuvieron en cuenta tras la consulta pública y, en última instancia, dieron lugar a la creación de nuevos espacios para actividades comunitarias y recreativas, en lugar de suprimirlos. El proceso de consulta también dio lugar a que un innovador local diseñara parte del sistema y desarrollara un negocio de crecimiento en la innovación del agua, que desde entonces también ha generado otros negocios. Además, al aportar estos valores añadidos, el sistema SuDS acabó siendo más rentable que una infraestructura gris tradicional. Sin embargo, al regenerar el barrio, un posible efecto secundario no deseado fue el aumento del valor de la propiedad, que puede excluir a los grupos con rentas más bajas de la posibilidad de permitirse el aumento del coste.